FRIVOLIDAD
CONTRA PENSAMIENTOAgustín Blanco
Muñoz
¿Tenemos un
pensamiento propio los venezolanos o sólo pensamos como los otros? ¿Como el
invasor de turno, el colonialista, el permanente explotador y dueño hasta de
las voluntades colectivas? ¿Nos hemos propuesto hacer una historia propia, con
nuestra decisión y acciones? ¿Cómo negar
que el llamado movimiento independentista de 1810, que da inicio a nuestra
“vida republicana” se realiza en resguardo de los derechos del monarca de los
invasores, Don Fernando VII?
NECESARIO DEFINIR LA IDENTIDAD
DE LO QUE SOMOS COMO SOCIEDAD Y PAÍS
Sabemos que la
historia es mundo-universal y, en consecuencia, que Venezuela forma parte de un
todo. Pero el sujeto que actúa en este y aquel tiempo-espacio y condiciones se
relaciona, más no es el mismo en todas partes tiempo y lugar. De allí la
necesidad de especificar, definir, determinar los rasgos, características, la
propia identidad, que nos corresponde como sociedad, como país.
Y es obligado tocar
la raíz, el de dónde venimos. Nuestros inicios están ligados a un acontecer
distintivo, inédito, en la historia universal: este continente, a diferencia de
todos los demás fue descubierto en cuanto tierra y ‘animalidad’. Y los llamados
descubridores-invasores, dicen haber comenzado por crear la gente, los espacios
para su desempeño, la producción, el hábitat en general, la propia vida.
Desde entonces se fue
exterminando, en los sobrevivientes de esta primera invasión, la animalidad, lo
bárbaro, los diablos, el atraso, su condición de infieles y se les lleva con las
espadas y amenazas de muerte a implorar obsecuentes y vencidos ante la cruz
bendita.
DESDE LA INVASIÓN CARGAMOS EL ESTIGMA
DE INFERIORES
Desde el holocausto
del tal descubrimiento, cargamos el estigma de inferiores, sin vida ni pensamientos
propios y consecuentes con el mandato de cruces y espadas. Una manera de
imponernos la falta de creatividad, de no hacernos portadores de pensamientos,
hijos de la brutalidad, a quienes se les impone la siembra de una tal
civilización que aplicará sus técnicas modernas que conduzcan al mismo objetivo.
Utilizar mecanismos de todo tipo para el engaño-manipulación hacia el control
de la gente y avanzar en la siembra de atraso y con ello la brutalidad.
Una realidad que no se
puede soslayar en esta ‘suma de individuos’ en que nos convirtieron. Y en esta
dirección no hemos hecho conciencia como colectivo social que no portamos esa
condición de descubiertos, porque “Nadie descubre a Nadie” y, además “No hay
sociedades cubiertas ni descubiertas.”
“DE DIEZ CABEZAS NUEVE EMBISTEN Y UNA PIENSA”
Esta materia y su
resultante la trabaja con su marcada lucidez el maestro Antonio Machado: “De
diez cabezas nueve embisten y una piensa.
Nunca extrañéis que el bruto, se descuerne luchando por la idea”. Y no
faltó quien lo acusara de benévolo, porque es después de cien cabezas, como
mínimo, cuando aparece un pensante. Y se descuernan en este caso 99 brutos. Y
no hablamos sólo de la España invasora, sino de buena parte del mundo.
LA SOCIEDAD DE CLASES UTILIZA LOS MECANISMOS INVASORES
PARA LIQUIDAR EL PENSAR DE LAS MAYORÍAS
¿Y por qué la claridad
del pensar es un producto tan refinado si la naturaleza le otorga al naciente
al menos 100 millones de neuronas? Sin embargo, la sociedad de clases actual utiliza
los mismos mecanismos invasores para liquidar toda probabilidad de pensar a las
mayorías, para hacer depender su subsistencia de su fuerza de trabajo, de su
parte brutal, al servicio de los dueños.
El pensamiento, hoy como
ayer es materia encomendada sólo a quienes deben administrar, renovar o crear ideas
que sirvan para mantener y aumentar su dominio sobre un colectivo sin capacidad
de reflexión, pero con obligada inclinación al trabajo ajeno.
Por siglos no hubo
políticas estatales dirigidas a la educación.
Aprender a leer y escribir no se veía como objetivo a alcanzar. Los
pueblos vivían en la oscuridad y sólo conocían del trabajo para los otros.
APENAS EN EL SIGLO XVIII SE COMIENZA A MOSTRAR ALGUNA PREOCUPACIÓN POR
LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA
Con la llegada del ilustrado
siglo XVIII, que culmina con las llamadas ‘revoluciones norteamericana y francesa’,
comienza en los Estados alguna preocupación por la instrucción pública. Pero se
trata de una enseñanza regida por los estados, conservando sus principios e
intereses. Hasta el presente la educación es una instancia de control de la
población. Y las escuelas se basan en la repetición y la manipulación para
apuntalar lo establecido, junto a la formación de más ignorantes, puestos al
servicio del brutal orden vigente.
AL NIÑO SE LE CONVIERTE EN MÁQUINA
DE REPETICIÓN
Al niño hoy se le
somete a toda frívola distracción, al mayor bochinche y manejo para convertirlo
en máquina de repetición de un discurso elaborado para contar con los más
indefensos en la respectiva producción que reclama el mercado. Una escuela que aplica
muy mal la tecnología para convertirla en pieza clave para la negación del
pensar, inventar, aportar, crear. Se niega toda formación propia. Se acepta como
válida la virtual con instrumentos tan poderosos como el WhatsApp, Tiktok,
Instagram, para forjar velozmente mentalidades muertas.
Sancho, ¡El capital
en este mundo implantó el mal uso de la revolución tecnológica, y como dominación
aplica el plan del bochinche-frivolidad para alejar a los de abajo, de toda posibilidad
de pensar ni siquiera en su vivir!
@ABlancoMunoz