domingo, octubre 02, 2005

RECUERDO DE MI INFANCIA EN LA HACIENDA "EL CALLAO"



No es fácil hablar de una obra como la mía, que ha sido hecha sin fórmula alguna preconcebida y sin aporte alguno de ciencia o filosofía. Sólo un relato sencillo de una infancia feliz, vivida en el campo, en una naturaleza abierta y generosa, que dejó para siempre su huella, con sabor a miel y la frescura inigualable del amanecer campesino, saturado en el aire con fragancia de jazmín y brisa del cañamelar.
Ya con mi pasado en brumas, y a instancias de muchos de mis sobrinos, que reclamaban el cuento de esa vida en la Hacienda "El Callao", casi una leyenda de magia y encantamiento, resolví escribir esa historia.
Es la historia de una vida que no tiene cabida en su imaginación, considerada por la placidez de sus días, en comtraste con la violencia que hoy se vive, algo extraño y anormal. Imposible acaso de comprender y asimilar en este mundo frío y despiadado, diferente en muchos aspectos al de nuestra generación.
Un pasado bordado de ensueños que se fue para nunca más volver. de un entorno familiar con goces sencillos, vividos al calor del hogar que dejó raíces muy hondas, que quizás sirvan de coraza, en momentos que ayuden a confrontar los males que tanto dañan en particular a nuestra juventud.
Ojalá estos 'recuerdos', que hoy dedico a mis sobrinos, sirvan de guía, señalándoles rumbos seguros, de paz y felicidad.

CLEMENTINA TAMAYO

Palabras pronunciadas en la presentación de su libro
Recuerdos de mi infancia en la hacienda "El Callao".
Barquisimeto, 1996.

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