ESTE RÉGIMEN tiene sobre sus espaldas una grave acusación. Y sólo se librará de sospechas cuando demuestre de manera fehaciente y sin montaje, la verdad sobre el asesinato de Danilo Anderson (DA). ¿Podrá hacerlo? Desde un inicio Carlos Herrera acusó al funcionario de haber pertenecido a “una red de extorsión en la que estarían implicados algunos banqueros y el vicepresidente (…), José Vicente Rangel.” (EN, 07/11/05, A/4). Y de esta red sale el plan-orden de su liquidación por parte de agentes de la Disip.
Pablo Medina recuerda que el comisario del CICPC José Cuellar planteaba la tesis de la culpabilidad de la Disip. El FGR ignoró su señalamiento y lo destituyó. Este organismo, según el declarante, está en ‘estado de sospecha’ al igual que el Min. Interiores, el presidente y el FGR: “todos conocen la verdad y sólo se empeñan en ocultarla.” Y el asesinato tiene un móvil: impedir que se imputara a Lucas Rincón por su actuación el 11A-92, clave para determinar un vacío de poder en este momento. (EN, 06/11/05, A/6). Muchos otros testimonios apuntan hacia un crimen oficial. Pero ¿cuál parte del gobierno? ¿Actuación ‘por la libre’ o con consentimiento?
¿Y qué busca entonces el FGR con su grotesco autobús de sospechosos de autoría intelectual? ¿Mantener con vida el circo-espectáculo-montaje de la distracción para encubrir los verdaderos asesinos? ¿Habrá que aceptar la tesis Medina del vacío de poder o pensar en cosas aún más graves? ¿Está planteado en el cuadro de este asesinato algún tipo de negociación en la cual participara el alto gobierno, la Disip y DA? ¿Quién, cuándo y dónde se decide el crimen y a quién se le encomienda su ejecución?
DEL MONTAJE SURGEN, a menos de un mes de las elecciones, 4 presuntos autores intelectuales. Uno de ellos, Patricia Poleo (PP), es una comunicadora enfrentada al régimen, que viene invocando el 350 de la Constitución, mediante el cual el pueblo desconoce cualquier gobierno que contraríe los principios y garantías democráticos.
¿Y qué hacer ante la orden de detención de quien dice estar en desobediencia-rebeldía? El artículo es muy claro: el llamado a desconocer tiene que ser colectivo, no particular. ¿Tendrá capacidad esa mayoría descontenta, que no pertenece ni al oficialismo ni a las oposiciones, para hacer del 350 un instrumento contra la arbitrariedad, el autoritarismo y el continuo montaje de este gobierno y sus instituciones?
EL CASO DANILO obliga hoy a convocar, nada menos que el 350, para que este ex-país debata cómo salir de la crisis general que recae sobre esta sobre-decadencia y sobre-descomposición. Este incalificable crimen, paradójicamente, está llamado a servir de terrible coyuntura para la estructuración de un movimiento que nos aparte de las pesadillas-asesinatos que muchos quieren ocultar como en los casos de Totessout, Juan Carlos Sánchez, Antonio López Castillo o los cientos de exterminados o las permanentes muertes carcelarias.
¿Estaremos dispuestos a enfrentar el crimen dondequiera que esté? ¿Se atreverá este colectivo a desconocer con la abstención, el organismo de la trampa electoral y a preparar nuevas políticas-acciones? Nos espera la más dura y terrible represión y la obligada respuesta colectiva. ¿Inevitable el ‘baño de sangre’? abm333@gmail.com
ABM:
ResponderBorrarEs usted brillante y valiente, lo felicito por sus artículos y extraordinaria manera de hablar. Usted pareciera uno de los que más tiene razón y de los que plantea "futuros cercanos" con mejor tino.
¿Cómo es eso de "preparar nuevas políticas-acciones"? Qué hacer con los defensores del curul, de los espacios. Por eso a veces, parece racional votar y hacerlo masivamente, pero otras nos alcanza la duda, por lo menos a los menos entendidos ¿Con qué armas contamos?