La Orquesta Aragón interpretaba aquella pegajosa melodía: los marcianos llegaron ya, y llegaron bailando el cha, cha chá. A punta de sabrosos ritmos, aparecidos y desaparecidos, carretones de la muerte y fuertes anuncios de que ¡Marte invade la tierra! se llegaba a la conclusión que se colaba de rocola en rocola: ¡ay, que miedo me da que el mundo se va a acabar!
Y ante tamaña amenaza había que ‘portarse bien’ y no meterse en vainas políticas para permanecer resguardado y gozando de buena salud y seguir en el disfrute de la última de Los Panchos, llegar al fondo del chisme de aquella picante guaracha: ‘Maria Cristina me quiere gobernar, y yo le sigo, le sigo la corriente’ y disfrutar del mambo y la mascada de la cachimba de Pérez Prado.
Hoy sigue con vida la necesidad de distraer a la gente para que no preste atención a la labor que adelanta el gobierno a favor de la patria y el pueblo. Y se ejerce con complejos y costosos proyectos destinados a continuar en la línea de la manipulación-engaño-perversión. Hay fondos suficientes para hacer una ruidosa campaña por el voto y la democracia, con pre y post candidatos dispuestos a sacrificarse para velar por el destino del siempre ponderado y tantas veces deseado botín de la patria.
Para ese fin se dispone de muchos millones de dólares para poner a andar empresas regidas por antiguos oficiales, hoy simples compatriotas del partido militar de la revolución, único en su género, que ha prestado o presta sus servicios al pueblo de Bolívar en forma desinteresada.
Ahí está el pulcro manejo que se hizo en el Plan Bolívar 2000 o el que se hace en Mercal, círculos, misiones, cooperativas, reservas, guardias, brigadas, comisiones y comisionados, estrategas, analistas-consejeros, TSJ, SENIAT BCV. A esto se suman las grandes inversiones en compra de armas para preparar la guerra asimétrica contra USA (espectáculo con invitados internacionales) y en proyectos de fábricas de armas que contribuyan a llevarnos hacia el desarrollo porque sólo así nos haremos fuertes, temibles y, en consecuencia, respetables.
Y al frente de esta inmensa tarea, los generales Lucas Rincón, Garcia Carneiro, Muller Rojas, Pérez Arcay, todos bajo la coordinación de Raúl Isaías Baduel que tiene en su haber nada menos que la victoria de la magna Batalla de la Dignidad, responsable de rescatar a sangre y fuego al GP, el 13A-02, de las garras del imperio que había extendido sus tentáculos hasta la Orchila donde se planificaba dejar sin cabeza bolivariana a la revolución ídem.
La invasión sin embargo quedaba montada. Y el imperio amenazó con ejecutarla, si el GP y sus ‘muchachos’ no firmaban los contratos de las Empresas Mixtas que le otorgarían un derecho-propiedad sobre el negocio petrolero de por lo menos el 40% libre de polvo y paja. Y el acuerdo se logró para negociar la más grande entrega en la historia de este ex-país. Esta temática la expuso Elie Habalian Dumat este lunes, en la Cátedra Pío Tamayo. Este es el auténtico despojo. ¿Para qué invadir entonces la propiedad que ya se disfruta? La verdadera invasión y desnacionalización de este expaís ya tiene la rúbrica y firma del GP. Pero hay que mantener el alerta de la guerra asimétrica para vender el ya fracasado proyecto neorrevolucionario. abm333@gmail.com
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