El DEBATE POLÍTICO en este ex-país está materialmente clausurado. Se sustituye por el intercambio de insultos, adjetivos altisonantes y destemplados. No hay interés por el debate doctrinario, político o ideológico. La política es simple negocio.
A lo largo del llamado ‘período democrático’, la socialdemocracia y el social-cristianismo eran percibidos como adversarios parciales. Y frente a ellos se situó el marxismo-comunismo que terminó dividido entre radicales / duros y blandos / pacifistas. Una separación que se aprecia muy claramente en 1965 y hace estragos un año después, cuando se produce la división del PCV que ve aparecer ‘el douglismo’, como el inicio del Partido de la Revolución Venezolana (PRV). En el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) también hay hijos-división. Pero a corto y mediano plazo todos los partidos y grupos ‘radicales’ acuerdan la pacificación.
Hoy una parte de esos pacificados milita como ‘oposiciones’. Un grupo importante está en el gobierno en plena ‘realización revolucionaria’. Y una fracción considerable no está ni con unos ni con otros. Y aunque también se apoya en el clima de ‘libertades democráticas’ existentes, tiene conciencia del reto-desafío que le espera.
A lo largo del llamado ‘período democrático’, la socialdemocracia y el social-cristianismo eran percibidos como adversarios parciales. Y frente a ellos se situó el marxismo-comunismo que terminó dividido entre radicales / duros y blandos / pacifistas. Una separación que se aprecia muy claramente en 1965 y hace estragos un año después, cuando se produce la división del PCV que ve aparecer ‘el douglismo’, como el inicio del Partido de la Revolución Venezolana (PRV). En el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) también hay hijos-división. Pero a corto y mediano plazo todos los partidos y grupos ‘radicales’ acuerdan la pacificación.
Hoy una parte de esos pacificados milita como ‘oposiciones’. Un grupo importante está en el gobierno en plena ‘realización revolucionaria’. Y una fracción considerable no está ni con unos ni con otros. Y aunque también se apoya en el clima de ‘libertades democráticas’ existentes, tiene conciencia del reto-desafío que le espera.
EL GOBIERNO y ‘las oposiciones’ están conducidas por las respectivas ‘partes revolucionarias’, de la socialdemocracia y el social-cristianismo. En la amplia franja de la decepción la gente está alejada del apego a doctrinas político-ideológicas. Tiene claro, sin embargo, que la liquidación de esas dos fuerzas es indispensable para dar paso a una emergente, capaz de producir e impulsar una nueva política.
Hoy está establecido el fracaso del trajinado camino ‘radical’. Vemos, no obstante, como, de manera ingenua o perversa, se pretende jugar a la implantación de un socialismo que logre lo inédito: eliminar la explotación. Por ello, después del triunfo, vía trampa-fraude del 03D-06, se convocará otra constituyente para decretar la República Bolivariana Socialista de Venezuela. Los electoralistas socialdemócratas, socialcristianos y marxistas derrotados siembran un nuevo y agigantado fracaso con la convalidación-legitimación del presente régimen al hacerle coro a su ‘acción democrática’.
SIN EMBARGO, uno de los dirigentes de ese imperio de la derrota señala que con la candidatura de unidad se reivindica la política y se pone a un lado a los poderes fácticos empeñados en naricearla. Ahora se moverán ante tres escenarios: 1) triunfo de la oposición e intento de desconocimiento oficialista, 2)Derrota de la oposición que debe ser reconocida y 3) Derrota de la oposición por el fraude del oficialismo. En los tres casos figura la derrota de ‘las oposiciones’. Pero Petkoff advierte que se prepararán para responder a cualquier resultado (EN, 21/08/06, p.A/4). Para la derrota o para cobrar.
Pero el único instrumento de organización y combate que exhibe es el voto de la emoción-manipulación. ¿Quién cobró con el fraude del 15Ag.04 y con la abstención del 85% 04D-05? A esta hora la decepción tiene la responsabilidad de enfrentar, vencer y trascender los dos monstruos-obstáculos para poder avanzar hacia la construcción de una realidad donde el triunfo no sea derrota. abm333@gmail.com
Lamento decir que no comparto tu opinión pues aquí lo que viene es un "Lobo Feroz" que se comerá a los dos "bandos bandidos"; ninguno sirve para nada. Ni el oficialismo ni los opositores tienen ética para gobernar a Venezuela. Ambos son hampones del mismo pozo. ¿Acaso no has entendido esa verdad?
ResponderBorrarYo no te entiendo. He leído todos tus libros y leo tus artículos en el semanario La Razón, por cierto un periódico amarillista. Y digo que no te entiendo porque presumía que eras un tipo progresista. Hoy en día me pareces de derecha. Pero no es asunto de ideologías sino de honradez intelectual y creo que la has perdido. El 3 de diciembre yo no votaré ni por Chávez ni por el cantiférico Rosales. Me quedo en mi casa esperando unos resultados que seguramente le darán el triunfo al de Sabaneta.
ResponderBorrarSEÑOR MUÑOZ
ResponderBorrarSOY UNA MUJER VENEZOLANA QUE AMA A VENEZUELA Y LE DIGO QUE VOTO POR CHAVEZ. YO NO PIENSO QUE MI VOTO SERA USADO PARA EL "FRAUDE". USTED ESTA PARANOICO CON EL ASUNTO DEL FRAUDE. YO QUISIERA QUE PRESENTE LAS PRUEBAS ALGUN DIA NO VAYA A SUCEDER COMO CON RAMOS ALLU QUE DIJO TENER LAS PRUEBAS DEL FRAUDE Y TODAVIA NO LAS PRESENTA. SI USTED ME DEMUESTRA QUE HUBO TRAMPA EN EL REFERENDUM YO LE PROMETO QUE NO VOTO.
CARMEN.
Respeto la opinion de cada quien, sin embargo creo que no se ha entendido lo que dice el autor. Su posicion ha sido muy clara: ni oposicion ni oficialismo. Y no es de ahora sino de hace mucho tiempo. Tampoco esta llamando a votar, por el contrario, ha insistido en que no tiene sentido ir a un proceso cuyos resultados ya estan predeterminados.
ResponderBorrarA la persona que dice que se ha leído los 40 y tantos libros del Dr. Blanco Muñoz y que siguue su labor periodistica en la cual se ha enfrentado y se enfrenta abiertamente a lo que califica como 'régimen de máxima destrucción', yo le pregunto: ¿Cómo fue que usted llegó a la conclusión que el profesor ABM es un hombre de derecha? Con todo el respeto que usted me merece, permítame otra pregunta: ¿usted de verdad ha leído al autor? ¿Sabe usted leer e interpretar lo que lee?
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