viernes, octubre 12, 2007

LA TRAMPA-ENGAÑO DEL PODER POPULAR-SOCIALISMO

El 21/09/07, en cadena nacional, el GP explicó cómo evolucionó hacia el socialismo. Sus allegados le decían que había que tener cuidado porque ‘este pueblo no veía con buenos ojos ese camino’.

Pero llegó el momento en que entendió que esa era la única manera de alcanzar la justicia social y decidió ‘proponerle al pueblo el socialismo’.

Y hoy ese pueblo, según su apreciación, lo entiende, acepta e impulsa. Un socialismo siglo XXI que se basa y fundamenta en el poder popular: una manera de hacerle creer al colectivo que es el soberano y que ejerce el poder de manera directa y sin la mediación de ninguna otra instancia.

Un pueblo que gobierna con sus propios instrumentos y sin estar supeditado a elecciones ni representantes. Su único límite es la Constitución Socialista. ¿Pero estamos frente a un mito o una realidad?

El llamado poder popular o comunal es el mayor fraude-trampa concebido en la llamada “doctrina revolucionaria”.

UNA ‘REVOLUCIÓN’ PARA LOS MISMOS PRIVILEGIOS

Hoy, a casi un siglo de experiencias revolucionarias “marxistas”, todos sabemos lo que son las maneras de disfrazar el poder. En nuestro caso, ese PP se saca a relucir para abrigar la ‘nueva clase’ de los mismos privilegios que tiene como vocero principal al GP.

Y esta falacia nos obliga a volver sobre las viejas “revoluciones socialistas” que decían ser producto de un proletariado que se había decidido a tomar el poder en sus manos.

A la fecha ha quedado históricamente demostrado que el poder que se levantó como consecuencia de esas “revoluciones” fue a parar a manos de la burocracia que se formó en nombre de y con la fuerza-energía-producción de ‘los de abajo’.

EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI: ESCONDITE DEL POSITIVISMO

En ‘nuestro período democrático’ se establecen las bases de un régimen que le hizo ver al colectivo que gobernaba en su representación. Hoy se pretende sustituir el Estado delincuente anterior por uno aún más degenerado, pero de corte ‘humanitario’.

Ahora la trampa-engaño se monta sobre la falsa creencia de que existe un poder popular con el cual el colectivo construirá la nueva sociedad a partir de la aplicación de la ‘doctrina del Socialismo del Siglo XXI’, que no ha podido ser explicada por los cabecillas de semejante engendro.

Una vez más se pretende esconder el marxismo-leninismo-comunismo o lo actuado bajo las banderas del ‘socialismo real’, en el positivismo para así mantener con vida la figura asumida y vendida como el Hombre-Dios convertido en guía mayor, caudillo o jefe de todos los jefes.

EL PODER POPULAR DEL JEFE ÚNICO

Por ello aquí el proyecto-proceso supuestamente revolucionario y socialista tipo siglo XXI parte de la base de un poder popular generador de un socialismo que es, como el precedente, un engaño-trampa cuya finalidad última es el establecimiento de un mando-poder en manos de una ‘clase emergente’ que se alía con los poderes económicos y sociales, para ejercer el control-dominación de esta sociedad a través de un caudillo-mesías-jefe único, que no sólo es la encarnación-síntesis de todos los héroes que le anteceden sino de aquellos que vendrán.

Es, en definitiva, la suma de toda la historia hecha y por hacer. Nadie podrá aspirar a algo mejor que este reino socialista del siglo XXI.

LA HUMILLACIÓN DEL COLECTIVO GARANTIZA LA SUPERVIVENCIA DEL JEFE UNICO

De nuevo al colectivo se le somete al menosprecio. Se utiliza sus carencias como objetivos para llevarlo a la situación de complicidad y a la negociación que le permita sobrevivir. No se le había sometido antes a humillaciones de esta magnitud.

Y se hace todos los esfuerzos por conservar esas condiciones que son, en definitiva, las únicas que pueden garantizar un apoyo incondicional al ‘proyecto-proceso’ que se nutre con las mismas artimañas políticas, por ejemplo, del Bolívar de la Guerra a Muerte.

Pero a diferencia de unos españoles y canarios que contarían con la muerte aún siendo indiferentes, los socialistas del siglo XXI contarán con la victoria aún siendo culpables de todo tipo de atropello. Porque en esta experiencia el hombre, en su humanidad, en lo específico, está totalmente excluido. Es utilizado como entidad susceptible de ser manejada desde la tarifa, el miedo y la represión

DESDE HACE MÁS DE UNA DÉCADA HABLAMOS
DEL PODER POPULAR PARALELO

A fines de los 70 e inicios de los 80, y lo decimos sólo como referencia, propusimos (como colectivo del Centro de Estudios de Historia Actual y la Cátedra ‘Pío Tamayo’) la creación de un Poder Popular Paralelo (PPP) en este ex-país.

Y con ese propósito y esa visión se fundó en 1996 la Cátedra Internacional del Pueblo. Sintetizábamos allí ideas expuestas hasta ese momento.

Y cuando se produce la victoria del GP, en 1998 y se avanza en la constituyente, presentamos ante la nueva AN la propuesta para la conformación de ese Poder Popular que debía constituirse en el eje del nuevo gobierno.

Entonces se ignoró nuestro proyecto pero se le utilizó para fomentar un discurso que se le asemeja en la palabra pero que se vuelve total negación en su ejecución y puesta en práctica.

AQUÍ NO SE PROMUEVE NINGÚN PODER POPULAR
SINO EL PODER ÚNICO

Aquí no se promueve hoy ningún Poder Popular Horizontal por más y que todos los ministerios y organizaciones estatales así se denominen. Aquí está establecido el Poder Único y Vertical del GP, para usufructo personal y de sus cómplices.

Y ese mando-poder no sólo se ha establecido ‘a paso de vencedores’ sino que amenaza con extenderse ilimitado en el tiempo. Y tiene cómo creer que lo logrará porque carece de oposición y de una conciencia capaz de ponerle freno a sus desmedidas ansias de poder. Ese es el drama real y verdadero que aquí se vive.

AQUÍ NO HAY PARTIDOS CON CONEXIONES CON EL COLECTIVO

Pero además el estudio de esta historia actual nos deja dos elementos al descubierto: la propia esencia perversa y tramposa de este régimen y la de quienes lo detentaban y usufructuaban. Los actuales son precisamente el producto del vacío y descomposición que generaron ‘los anteriores’.

Y éstos, lejos de advertir su propia incapacidad e ineficiencia, han labrado su propia segunda muerte. Los partidos políticos con sabor e imagen de pasado, más los que se han creado bajo su manto, carecen de conexión alguna con el colectivo.

El antecedente de la esta situación está en tiempos de la mal llamada ‘Revolución de Octubre’, dirigida por Rómulo Betancourt. Entonces hay la conexión con los Juan Bimbas, a quienes se les coloca el pan debajo del brazo. Y una vez obtenido el mando-poder, a ese pobre se le quitó hasta el pan pero se le mantuvo como símbolo del ‘Partido del Pueblo’.

Y hoy, para sorpresa de muchos, el Partido Militar en el mando-poder rescata las banderas populistas de 1945 y las redimensiona en el contexto de un socialismo petrolero que permite escribir la historia desde la perspectiva de la tarifa.

UN SOCIALISMO PARA LA MISMA FRUSTRACIÓN

Aquí, una vez más, se quiere aprovechar al colectivo en nombre de ‘la causa revolucionaria’, tal y como ocurre a la hora de la independencia o cualquiera de los eventos impulsados y patrocinados por ‘la misma oligarquía’.

Sólo que hoy la situación adquiere los niveles de una trampa-fraude agigantada por la bonanza petrolera, que ha servido de palanca de represión, conspiración, compra-venta y exclusión. Hoy el petróleo, atrapado por el GP como gran dueño de Venezuela, es un elemento de y para el sometimiento que el régimen concibe como liberación.

¿Pero hay conciencia de esta terrible historia en ‘las oposiciones’? Mucho se nos critica por lo que se califica como un ataque ‘injusto’ a quienes dicen enfrentar este régimen.

Sin embargo, insistimos: si no se tiene conciencia de la historia que vivimos, si no advertimos con claridad el contenido de lo que aquí ocurre, mucho más difícil será la reconstrucción y rescate de este ex-país.

Si ‘las oposiciones’ no advierten en qué medida le están haciendo el juego al régimen, y cómo han servido y sirven de legitimadoras del mismo, entonces habrá que pensar que lejos de confrontarlo aspiran sacarle algún beneficio.

Y es esa indefinición, esa falta de claridad, ese ‘colaboracionismo democrático’ con quien no cree en democracia, lo que caracteriza este momento, en su confusión-frustración.

Lo que resulta impensable es que ante el atropello-destrucción de este régimen no haya una posición clara para enfrentarlo, sino la disputa interna de las partes por un liderazgo inexistente y por unos beneficios que están por verse.

AL COLECTIVO SE LE QUIERE BURLAR DE NUEVO

La historia más reciente ha demostrado lo nefasto que ha sido tratar al régimen como si tuviera algún contenido democrático. El 03D-06 se le otorgó una legitimación que el colectivo le había quitado el 94D-05.

Hoy enfrentar este régimen criminal y autoritario significa ir a una elección entre la trampa electoral y la insurrección.

Ambas salidas carecen de organización, fortaleza, contenido ideológico y preparación práctica. Por consiguiente están destinadas a obtener los mismos resultados de legitimación.

Nosotros proponemos una tercera visión-concepción que hemos expuesto en innumerables trabajos desde hace un buen tiempo.

EL COLECTIVO SE ORGANIZA O SERÁ OBJETIVO DE LA
DESTRUCCIÓN

No es nuestro papel ni nuestro deber formular recetarios para enfrentar este régimen de destrucción. Hacerlo sería una contradicción con nuestro punto de vista: impulsar la creación de una conciencia del poder-fuerza-energía que tendría que adquirir el colectivo organizado de manera horizontal.

Hablamos de una acción pacífica que sirva de contraposición y de base a una nueva historia, a nuevos procedimientos, a nuevas formas de pensar y vivir el mundo.

Que esto ocurra, dependerá de si hablamos de un corto, mediano o largo plazo para sobrevivir esta monumental tragedia.

De haber trabajado en esa dirección, cuando la democracia representativa nos vendía una mercancía inservible, hoy no tendríamos que hacer frente al despreciable producto de un socialismo rentista, salvaje y explotador que hoy se lanza, sin ningún tipo de miramiento, a crear el Poder Popular de un gendarme que el positivismo considero necesario y conveniente poner de gobernante en este ex-país para que siga y se profundice la destrucción.

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