El escenario de la eliminación de la convocatoria de las elecciones del 26S-10 ha tomado cuerpo entre algunos opositores. Eso vendría luego de acontecimientos provocados por el régimen y que lo llevarían a decretar el Estado de Emergencia.
Y esto ocurre cuando el ejecutivo arremete contra Globovisión (GV), aunque no para cerrar el canal opositor, sino para ponerlo bajo su control y orientación.
Nadie puede negar con alguna sensatez que la capa de este gobierno está extremadamente caída. El grotesco episodio de la comida podrida es la síntesis de la actuación de un perverso proceso regido por la doctrina de la destrucción.
No pueden quedar en pie instituciones que apuntalen el ‘antiguo régimen’. De allí que se acelere la desaparición, vía obstáculos, materializados en todo tipo de persecución, del modelo económico capitalista vigente.
¿Pero quién administra esta crisis? El Gobierno tiene conciencia de que si aquí existiera una verdadera oposición, habría tenido que renunciar.
Pero como nada de eso está planteado, se acoge a lo ya establecido: las elecciones que le servirán para dejar a un lado la imagen de sus debilidades a la par que relegitimarse, como la fuerza política imbatible que reta a las oposiciones a convocar un Referendo Revocatorio para que demuestren que cayó la popularidad del Jefe Único.
El aparato institucional-CNE y el económico para la Operación Tarifa, están ya dispuestos para garantizar el triunfo por la vía del Modelo Trampa-Smartmatic. Para ello cuenta con sus aliados electoralistas.
Estamos entonces ante unas oposiciones que no tienen interés en que se elimine el evento que le dará empleo bien remunerado a las cúpulas partidistas.
Unas oposiciones que no están en condiciones de enfrentar la monstruosidad electoral ni defender la tan sonada libertad de expresión.
No hay cierre sino toma por asalto de Globovisión. Si el accionista Mezerhane se fue al exilio, el gobierno asume sus propiedades para responderle a los ahorristas del Banco Federal.
Entre esas propiedades están las acciones de GV. Si tampoco se presenta Zuloaga para negociar, el régimen avanzará más y Mario Silva hará buenas sus palabras (La Hojilla, 15/06/10) y se convertirá en el Presidente del Canal. Sancho, y aún no faltará quien pida defender democráticamente las elecciones y a Globovisión! abm333@gmail.com
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