Y si me matan en el combate
bella ciao bella ciao
bella ciao ciao ciao
y si me matan en el combate
toma en tus manos mi fusil
Si a mí me pasa algo ustedes tienen que arrasar con todo lo que puedan y lo que no puedan, para que nos quede limpio el camino de esta inédita revolución de los expropiadores.
Porque aquí no estamos con la fracasada revolución del proletariado. ¡Expropiadores de todos los países, uníos! Y que todo sirva para mantener nuestro proceso en la cima del neoliberalismo, pero sin perder el norte del credo marxista-leninista-stalinista-maoista-fidelista.
Estamos con el libre mercado, el reparto de nuestras riquezas a potencias extranjeras, pegamos el 12% de IVA, pero luchamos a la vez por conformar un Estado expropiador que garantice los derechos de la burocracia boliburgueriana.
Porque hay dos condiciones para hacer una revolución de este tipo. Primero: que haya un colectivo en estado de miseria que reclame venganza contra sus opresores. Y segundo: que se conforme una cúpula revolucionaria, dispuesta a arrancarle los privilegios a la oligarquía.
Así desaparece el enemigo histórico y la miseria puede extenderse a través de los tiempos, ahora vestida de rojo rojita, pero siempre con la esperanza puesta en mí como Jefe Único o Caudillo-Mesías que guía la profunda transformación de esta sociedad.
Por ello, hoy como ayer, estamos y seguiremos moscatel con los golpistas que piensan que pueden volver por sus andanzas.
Lo último que se les ocurrió fue montar el operativo alcancía, para que cada uno de los interesados en mi desaparición, hiciera buenos sus sentimientos bajándose raudos y veloces de la mula para crear el Gran Pote del Magnicidio de los Enemigos Jurados del Proceso.
Yo sé que vengo con esta cantaleta desde los noventa. Recuerdo que el 04F-92 mi propia gente -los capitanes, encabezados por Blanco la Cruz y Rojas Suárez- me iban a sacudir el guarapo porque me acusaban de traidor y cobarde por postergar una y otra vez el golpe que veníamos preparando. Según ellos ni yo ni mi compadre Arias Cárdenas queríamos pelear.
Y me tuve que enconchar en el Museo Militar el 04F-92 porque estaba condenado a la pena capital. El Sgto. Freytes me liquidaría a mí y Rojas a Arias en pleno golpe. Por eso es que yo no podía ir a auxiliarlos cuando fracasan en el intento de tomar Miraflores.
Mucha gente no entiende porqué yo me quedé con mis 300 hombres, guapo y apoyado en el Museo. Pero desde ahí tengo grabado el sentir de que me andan buscando para soplarme. Solo que no han podido.
¿Y han pensado ustedes una Venezuela sin mí? Este sería el peor de los castigos. En pleno hundimiento. Esta historia sin mí y a pesar de no ser monedita de oro, de verdad que no merece ser vivida.
Por ello me siento obligado a denunciar ante mis compatriotas que los golpistas del año 02, encabezados por Fedecámaras, CTV, Pdvsa, Consecomercio, Partidos, Medios, ahora venidos a menos, están pasando la raqueta y dicen que ya me hicieron mi reservación para que descanse por los siglos de los siglos. Y hay incluso unos interesados en que antes eche una pasadita por La Haya.
Yo tengo claro que una mañana de sol radiante salí a buscar al opresor y lo encontré. Y ahora aquí el único opresor soy yo. Y eso lo hago para resguardar esta revolución que pone el fusil, la guerra, la destrucción a lo largo de todos los caminos para concluir la independencia que Bolívar dejó chucuta y que ahora estará en manos de las Comunas marxistas-zamoranas-expropiadoras.
Y que nadie se resbale, porque si me matan, oh bella ciao, otros tomarán en sus manos mi fusil y aquí no quedará infierno. Ese es el destino que le tengo reservado a esta parte de Venecuba.
¿Esperaremos –pregunta este redactor- llenos de miedo, cobardía y complicidad a que se cumplan todos los designios de destrucción acometida por los monstruos de dos cabezas que hoy nos pisotean?
¿Levantará conciencia y organización el colectivo para hacer la verdadera e inédita historia democrática de todos? Los colectivos no se resignan a aceptar la podredumbre tipo Mercal-Pdval como una forma de vida! abm333@gmail.com
El Universal, 25 de junio del 2010.
Este es uno de los mejores retratos que conozco de este sargentón (con el perdón de los verdaderos Sargentos). Y aquí se ve además lo desarmado y desabrio del personaje que puede basar su poder en la fuerza. Y está dicho que quien gobierna a fusil debe ser enfrentado idem y no con urnitas electorales amañadas.
ResponderBorrarJacinto Peña