La salud hoy aquí está cada vez más golpeada. Por todas partes está el registro de la muerte por la violencia cotidiana. Pero no se contabilizan las bajas que ocasiona el cuadro de angustia-temor-miedo que se siente por todas partes.
En una sociedad tomada por la incertidumbre, en general no se sabe qué seremos, dónde estaremos o que nos estará pasando mañana. Prevalece una inestabilidad en todo sentido que sólo puede derivar en enfermedades y desenlaces fatales.
Ya no es novedad en este ex país advertir que estamos en una guerra no declarada o de baja intensidad en la cual se cumple a cabalidad lo ofrecido por el golpista-candidato en 1998: para mí la política es una guerra y de esta crisis no podremos salir por elecciones.
Luego vino su cambio táctico y su juego a lo electoral porque el vacío político existente le garantizaba espacio-posibilidades, como fuerza emergente y continuadora del plan que se elabora conjuntamente con otros sectores, notables incluidos, como objetivos para el golpe militar del 04F-92.
Hoy, el capítulo de la enfermedad presidencial tiene ya cuatro meses de bombardeo noticioso y de todo tipo de especulación que aumenta y multiplica el mal en muchos otros actores.
La última elaboración sobre el tema parte de la enfermedad para concluir en el anuncio de un escenario político que parece ser el que aspira o ambiciona el Dr. Salvador Navarrete, de acuerdo a la entrevista aparecida en la revista Milenio Semanal de México, hasta ahora no desmentida.
Desde un inicio el material luce interesado. Ante la primera pregunta del periodista sobre el perfil del GP como paciente, responde el galeno: “El presidente Chávez es un hombre que ha sido tratado por una enfermedad de tipo maniático-depresiva conocida por sus biógrafos y por los médicos que lo hemos tratado”.
Y agrega: “Este padecimiento ha sido manejado antes por un grupo de siquiatras encabezado por el médico Edmundo Chirinos, quien ha sido condenado en 2010 a 20 años de cárcel por el asesinato de una paciente en 2008”. La intención de ‘hacer leña del árbol caído’ sólo puede entenderse como un empeño por descalificar al paciente que ni siquiera sabe escoger sus médicos.
Sobre su primer encuentro con el GP dice: “Yo lo tuve como paciente en el Palacio de Miraflores en marzo de 2002”… Entonces se crea un equipo con otros dos médicos y de los tres él era el único militante del MVR y miembro de su Dirección Nacional. Un médico que es a la vez dirigente político.
Respecto a su experiencia ante el paciente responde: Hace más de 10 años, había que hacerle una endoscopia “para que ese padecimiento no avanzara, pero él no se dejó examinar” ¿Si no hubo examen cómo supo del padecimiento?
¿Y cómo y por qué al responder sobre las tendencias de las enfermedades de la familia señala que “Chávez era un hombre sano cuando lo examiné en el marco que llevó al golpe de Estado de 2002”?
Por otra parte, SN dice haber llamado irresponsable a su paciente por no haberse dejado tratar en 2002. Sin embargo, el Presidente no se enemistó con él: “Desde entonces descubrí muchas cosas en el entorno del poder y abandoné la militancia política”. Y quedó como asesor del gobierno en el área de la salud hasta julio del 2011 cuando se le acepta la renuncia y se dedica “plenamente a la actividad médica y académica”.
¿Y cuál es el tipo de cáncer de su ex paciente? “La información que yo tengo de la familia es que él tiene un sarcoma, un tumor muy agresivo y de muy mal pronóstico.” Y agrega: es un tumor que se origina en la pared debajo de la pelvis, considerada la región anatómica que está dentro de las caderas.
Como médico de la familia se reunió con el resto de los médicos y estuvieron de acuerdo en el diagnóstico y en que el pronóstico no es bueno y que “la expectativa de vida puede ser de hasta dos años. Esto explica la decisión de adelantar las elecciones.”
Y cuando se le pregunta por el escenario 2012 con el GP enfermo contesta: “Ese escenario tiene dos opciones: uno con Chávez candidato y otro sin él. El presidente puede morir y los militares tendrán que tomar el poder por un tiempo; o, si su enfermedad le impide ir como candidato, el oficialismo perdería las elecciones.”…Salida militar o derrota electoral.
El examen político prosigue: “Si llega en condiciones de salud aceptable para una campaña electoral, según información reciente, tiene más de 55 por ciento de aceptación en popularidad”. Pero según SN ese nivel de popularidad no se trasmite al candidato.
Por ello precisa: “Pero como candidato Chávez registra 35 puntos, un candidato independiente que aún no tiene nombre recibiría el mismo 35 por ciento y el candidato opositor sólo 22 puntos. Esas son las circunstancias de la enfermedad del Presidente.”
Es decir, que bajo el manto de la enfermedad del GP va a surgir un candidato independiente que podría derrotarlo en caso de que sobreviva o sumarse a las fuerzas militares si es necesario para salvar esta ex república.
A la larga, este informe, que obvia todo secreto médico, termina en una tal candidatura independiente que trata también de aprovechar el contexto-cáncer que tiene cada vez más enfermo a este ex país. ¡Que historia amigos! T: @ablancomunoz
Agustín Blanco Muñoz
El Universal, 20 de octubre del 2011.
En verdad ese médico también requiere un equipo médico muy competente. Se ve aquí como en todo esto del cáncer de este señor está metida la política hasta más no poder. Menos mal que tenemos analistas como ABM que son capaces de clarificar tantos enrredos que se nos lanzan.
ResponderBorrarMiguel Pino A