Jean Dubuffet
¿Cuándo triunfará el colectivo de este ex país? ¿Cuándo cambiará esta historia que ya acumula 520 años de frustración? ¿Cuándo la derrota será pasado?
A lo largo de 200 años la promesa ha sido la constante y fundamento de los proyectos políticos que aspiran lograr una pasantía por el mando-poder para beneficio de un determinado líder, su séquito y su unidad.
Cada quien busca la oportunidad para imponer su sello individual y, por tanto, provisional. Porque sólo la obra colectiva, con visiones y aportes que vayan más allá de lo ‘mío y lo tuyo’ podrá avanzar hacia lo permanente, creador y trascendente.
Y muy distantes estamos de este esquema. Lo vemos en las elecciones primarias: suma de proyectos sin conexión, en las que cada quien aspira convertirse en nuevo salvador de la república de los ofrecimientos.
No importa el tiempo de mando sino la hoja de servicios provisional y su respectiva contrapartida en la jugosa renta petrolera.
Y todo está claro: el colectivo debe seguir al líder de mayores recursos para la compra-venta de votos, publicidad, maquinaria partidista y control del aparato electoral, capaces de constituir un poder que, por la vía de la manipulación, logre la confianza de esa mayoría votante y la continuación de su provisionalidad revolucionaria.
Un orden que cuenta con el aval de la fuerza armada chavista, dispuesta a impedir cualquier cambio por la vía que sea.
Y frente a esta fuerza controlada por una individualidad y su pandilla, situados al margen de toda unidad, se levanta otra que, con menos recursos y posibilidades, aspira sustituirla con otro proyecto de igual provisionalidad.
Pero este movimiento no podrá derrotar en lo inmediato al establecido, que cuenta con inmensos recursos, el control de las instituciones y dominio del CNE. Por esto, los resultados electorales ya están establecidos por el fraude-trampa.
Una situación avalada por las oposiciones que van a elecciones, aún a sabiendas de lo que ocurrirá, pero con el propósito de lograr la cuota de poder que los mantenga vigentes.
Y todo en el marco de una desunión que aún no vemos como se comportará a partir de lo resultados del 12F ¿Se pondrá los “humildes socialdemócratas” bajo la dirección de la “derecha-burguesía” o viceversa?
Sancho, hoy el colectivo-pueblo está obligado a construir la verdadera unidad del triunfo! T:@ablancomunoz
agustín blanco muñoz
Últimas Noticias, 11 de febrero del 2012
Si, triunfaremos con el hijo de Rosales.
ResponderBorrarQue Vaina