martes, noviembre 20, 2012

PROCESO DE FORMACIÓN Y DESARROLLO DE LA HISTORIA ACTUAL EN VENEZUELA




AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ

                                     


PROCESO DE FORMACIÓN Y DESARROLLO 
DE LA HISTORIA ACTUAL EN VENEZUELA

 Ponencia presentada en el
III Congreso Sudamericano de Historia
19 al 21 de julio del 2007
Universidad de los Andes, Mérida




“A  los tradicionalistas convendría  recordarles
lo que tantas veces se ha dicho contra ellos:
Primero. Que si la Historia es, como el tiempo, irreversible,
no hay manera de restaurar lo pasado.
Segundo. Que si hay algo en la Historia fuera del tiempo, valores eternos,
eso, que no ha pasado, tampoco puede restaurarse.
Tercero. Que si aquellos polvos trajeron estos lodos,
no se puede condenar el presente y absolver el pasado.
Cuarto. Que si tornásemos a aquellos polvos volveríamos a estos lodos.
Quinto. Que todo reaccionarismo consecuente
termina en la caverna o en una edad de oro,
en la cual sólo, y a medias creía Juan Jacobo Rousseau.”

Antonio Machado[1]


[1] “Juan de Mairena”, Obras Completas. Madrid, Plenitud, l956,pp.1002-03 

INTRODUCCIÓN

La pregunta luce procedente: ¿qué puede llevar a quien  se maneja en el terreno de la Historia, a plantearse lo Actual como un objetivo capaz de servir de base o fundamento para la creación de una rama específica de la disciplina? ¿Quién puede negar con base-rigor  que la Historia  es ciencia de lo actual? ¿Pero cómo y por qué hubo necesidad de plantearse la creación de esa disciplina? ¿Por qué una disciplina sobre lo que tiene que ser el centro de lo que generalmente se denomina como Ciencia de la Historia?

 A mediados de la década de los sesenta y teniendo como única guía a Marc Bloch, comenzamos a pensar en darle relevancia y concreción  al discurso sobre la necesidad de estudiar ‘lo contemporáneo’. Desde un inicio no entendimos cómo se podía estudiar historia sin tomar  en cuenta el tiempo en el cual vivíamos. Y caímos en cuenta, sobre la marcha, de que aún el estudio de lo que se nombraba como contemporáneo no constituía una garantía de que se tocase lo que se estaba actuando.

Porque esa contemporaneidad  tiene límites y condiciones: no es posible ir más allá de lo que permite la documentación, las posibilidades de la crítica, los intereses de los actores y la objetividad. En ese momento sentimos que era indispensable superar estos escollos y proceder a echar las bases y comenzar a andar en dirección a crear una instancia en el marco de la Historia que cumpliera la finalidad que por principio le estaba encomendada a esa disciplina.

Propusimos formarnos en medio de una experiencia académica en y para el estudio de lo actual. Con esto no solo decíamos que era algo consustancial a la Historia que aquí no se hacía sino que nos atrevíamos a manifestar nuestra voluntad y disposición para transitar el camino que permitiera el surgimiento de estudios sobre lo que estaba pasando en ese momento en el país: el proceso de la lucha armada.

Entonces, para el período lectivo 67-68 concretamos nuestra oferta de ‘Seminario Optativo’ sobre Historia Actual en la Escuela de Historia de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV. Han transcurrido cuarenta años en los cuales hemos desplegado una actividad de investigación enmarcada en ese objetivo.

Hemos percibido otras acciones con el mismo propósito, aunque se difiera en el abordaje teórico-práctico, pero sin que se deje a un lado el rasgo que define a muchos intentos historiográficos: mantenerse en el camino de la obtención de un conocimiento que sirva para mantener en alto  ‘los viejos conceptos’ que  contribuyan a dar  vida a la falsa historia. La del encubrimiento de la realidad para tapar la verdad de lo actual. Lo que define el hoy y el mañana. Por ello cuando convocamos a hacer Historia Actual dijimos simplemente: ¡Atrevámonos, al fin,  a hacer Historia!

I
CONCEPTO Y LÍMITES DE LA HISTORIA ACTUAL
(La historia o es actual o no es historia)

Con Marc Bloch la Historia es una unidad dialéctica de pasado, presente y  futuro que permite entender la ausencia de linderos en el manejo del tiempo del hombre. ...“La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero no es, quizás, menos vano esforzarse por comprender el pasado si no se sabe nada del presente.”... De allí que se concluya en que...“Esta facultad de captar lo vivo es, en efecto, la cualidad dominante del historiador.”... [2] Quien no tiene noción de lo que esto significa en el plano de lo humano-histórico, difícilmente puede plantearse comprender el mundo del cual procede ni el mundo hacia el cual va. Porque la historia, en definitiva, o es Actual o no es Historia.

Pero ¿cómo captar lo vivo  si los intereses económicos, políticos, sociales o estatales tienen completamente secuestrados o tapiados los documentos-huellas para impedir su llegada al archivo? ¿Cómo desconocer que es mucha la documentación que no supera la prueba del tiempo mediatizado por los intereses de la clase-capital o por la clase política? Porque, en todo  caso, se trata de impedir que el historiador cumpla su cometido principal: desentrañar los arcanos, la raíz-causa de los males que hoy nos asedian.

¿Cómo salvar esta situación que termina ubicando al historiador en el plano de la imposibilidad de captar lo vivo  ...“los sucesos más inmediatamente captables”? [3] La salida está en la propia realidad: es necesario captar lo vivo a partir del propio testimonio, de las huellas de lo vivo y teniendo en cuenta el legado-conocimiento que nos otorga  el pasado. Y sin olvidar en ningún momento que la historia, más allá de los señalamientos de tantos teóricos y ‘prácticos’, no es ciencia del pasado, sino ciencia de y para lo actual.

Y esto reclama un alto nivel de conciencia. Porque quien no sabe donde está parado ni como llegó al lugar,  simplemente será llevado o conducido. Nunca irá por su decisión-determinación. Esta  es  la historia hecha por quienes deciden y no por quienes actúan.


DE LA HISTORIA INEXORABLE A LA HISTORIA PORVENIR

Comprender, por consiguiente, no significa hacer del conocimiento un acopio de ideas que otros han configurado para darle una interpretación determinada al acontecer  precedente, sino, por el contrario,  partir de la historia actual, validar, corregir, rectificar y aprehender lo ocurrido con miras a que el presente-porvenir tome la dirección que aspiramos otorgarle, y no la que cuenta con el peso ‘inexorable’ de una historia impuesta.

En nombre de esa historia que, una vez forjada, parece adquirir una especie de autonomía que se conforma en imposición, se han escrito muchas páginas y elaborado múltiples visiones historiográficas que intentan descifrar ese especie de destino y hacerlo científico, en términos de categorías renovadas.

HISTORIA PASADA CONSTRUÍDA POR PROPIETARIOS ACTUALES

En cada caso se soslaya lo que es esencial: el conocimiento de la historia tiene sentido en la medida en que se convierte en un instrumento para cambiarle el curso predeterminado que se le ha asignado materialmente desde sus propios orígenes. Y lo que es más importante. Ese quehacer, esa interpretación del pasado está definitivamente enraizado en la historia actual que se pretende ocultar o tergiversar. El pasado, desprovisto de presente y futuro, se convierte en instrumento para forjar una historia que sólo atiende a los intereses de quienes, desde lo actual, pretenden entronizar sus privilegios y extender sus dominios.

En ese viejo y largo historiar, sintetizado en listados de fechas, datos, personajes y “hechos heroicos”, el hombre queda excluido como actor. Es sólo el peón que otros colocan en la casilla correspondiente para que vaya a librar una batalla que no le pertenece para después regresar a los límites de su inexistencia como hacedor de historia.

LOS ENEMIGOS DE LA OTRA HISTORIA

Replantearse el concepto de historia, desde el punto de vista de Bloch y ampliarlo, extenderlo, enriquecerlo, es una tarea difícil que conlleva en su paso muchos enemigos. Significa ante todo cuestionar la propia estructura sobre la cual se erige el oficio de historiar y obliga a una revisión de todo el conocimiento formulado con anterioridad y a buscar en el presente, no sólo las huellas que deja el pasado sino los signos del porvenir que se ha de construir.


HISTORIA CONSCIENTE, HISTORIA SUBVERSIVA

Una historia cuestionadora, subversiva, que tropieza con la misma indiferencia de quienes constituyen sus verdaderos actores, acostumbrados como han estado a ser agentes pasivos de una historia ajena. La Historia Actual es, por consiguiente,  consciente,  crítica. Movimiento que se configura en sí misma y que es capaz de advertir sus propias contradicciones, de abrir las grandes visiones de lo ocurrido y por ocurrir, no de manos de un destino ciego y aciago, sino del hacer colectivo de un hombre dispuesto a fundar el mundo sobre nuevas bases.



II
LA HISTORIA  ACTUAL:
UNA EXCLUÍDA DE LA ESCUELA DE HISTORIA
(La experiencia desde la Escuela de Historia de la UCV)

Es evidente que esta conciencia la fuimos aprehendiendo a  través de nuestra pasantía por la Escuela de  Historia  de la Universidad Central de Venezuela, de la cual somos egresados. Allí el nivel libresco y atrasado de la Historia dejaba planteado un cúmulo de interrogantes que los docentes, con escasas excepciones,  no estaban dispuestos o capacitados para responder.

Y salirse de ese oscuro y limitado pasadizo no era   válido por cuanto no existía otra posibilidad. La corriente romántico-positivista revestida en algunos casos de materialismo histórico llenaba el panorama.

Y por supuesto, en medio de estas corrientes metodológicas y cientificistas, había toda una disposición  para satanizar cualquier intento por romper los moldes tradicionales de la historia que se enseñaba. El propio Enrique Bernardo Núñez, quien en su Discurso de Incorporación a la Academia de la Historia, la caracterizaba como baratillo de historia e historia enteca y amañada[4]. Y quien así se expresaba no era digno de ser estudiado o seguido como orientador.
                                         
Para enfrentar este descompuesto ambiente fundamos, a comienzos de 1964, el Círculo de  Estudiantes  de Historia para  debatir y difundir otras ideas sobre el estudio, comprensión y utilización de la historia y la historiografía. Allí queda plasmada nuestra primera visión de la Historia Actual, recogida incluso en los Cuadernos del CEH que editamos en ese tiempo. Llevamos otras voces distintas a las del curso diario. Entre otras tuvimos la suerte de conocer y escuchar en plan de reflexión histórica al Maestro y filósofo Juan David García Bacca, para quien la Historia, que con Marx era la ciencia por excelencia, tenía -y tiene- que ser actual y transformadora.

En plena década de los sesenta y setenta, no sólo éramos testigos sino actores de una historia actual que se contradecía, chocaba, contra las nociones aprendidas y asimiladas por la vía de la ‘represión académica’. Lo que ahora acontece no se correspondía con lo precedente. Las interrogantes comenzaron a  aflorar y con ello la búsqueda de nuevas visiones, perspectivas, puntos de vista.

Posteriormente, ya como docentes, nos enfrentamos a esta problemática. En el año lectivo 67/68  propusimos en la Escuela de Historia de la UCV  un ‘Seminario Optativo’ sobre Historia Actual. Y específicamente para estudiar la lucha armada que en esos momentos se desarrollaba en el país.

Lo primero era enfrentar el reto y establecer las razones que consideramos valederas para proponer y adelantar el estudio de lo que ocurría en el propio momento en el cual se realizaba el estudio.

Se trataba de deslastrarse de la vieja creencia de que la historia  tiene que ver sólo con lo viejo y gastado y no con lo vivo y actual. Por ello una y otra vez apelamos a Bloch.  Pero eso no impidió que se levantara la objeción de las fuentes y la objetividad en medio del señalamiento que hacía ver la imposibilidad de historiar el acontecer-proceso que no ha llegado a un punto culminante. Y esto a pesar de que expusimos muy claramente en el programa de la asignatura lo que eran sus objetivos: estudiar lo actual con las fuentes de que de se dispone y con el riesgo que implica el acto en sí mismo.

DE LAS FUENTES AMAÑANADAS A LA HISTORIA SIN FUENTES

Sobre las fuentes se dijo una vez más que no hay Historia sin fuentes y que la proximidad de los ‘hechos’ impide tanto el acopio de documentos como su decantación. Sobre la subjetividad se argumentaba que la parte interesada estaba impedida de hacer un estudio científico de un ‘suceso’ que tocara sus fibras e intereses. Estos reparos tenían una misma procedencia: la escuela positivista que orienta nuestros estudios históricos desde el siglo XIX.

Hemos escrito la historia a partir del molde de la ciencia físico-natural, estableciendo leyes funcionales que son las  que supuestamente permiten que una sociedad actúe en una u otra dirección. De aquí  que se consideren  los ‘hechos-sucesos’  como entidades  autónomas que definen lo histórico. La Historia, en consecuencia, es el estudio de “los hechos sucedidos en la sucesión de la humanidad”. En este sentido, se está lejos de entender que la reconstrucción histórica no es una acumulación de datos relativa al acontecimiento. Tiene que partir de un propósito-convicción de que lo principal es la suma-agregado de  conceptos, apreciaciones, interpretaciones que emanan de una concepción científica de la Historia. Y si se carece de esa concepción el trabajo del historiador se limita a la acumulación de datos  carentes de contenido y proyección.

LO HISTÓRICO NO ES PRIVILEGIO DE LA GENTE DE A PIE

Esto es precisamente lo que nos coloca en el territorio de una historia para el estudio de fragmentos, momentos aislados,  hechos. De allí, por ejemplo, el discurso que nos hace ver  que no todo ‘hecho’ es histórico. Éste está indefectiblemente ligado, por lo general, a una condición: que sea producido por persona importante, de peso social, económico, político, militar. Sólo la gente importante puede hacer historia. El común o ‘de a pié’ nunca producirá un ‘hecho’ que pueda ser catalogado como histórico. Este es el esquema romántico-positivista que cuida de la exaltación del héroe-individuo. Los grandes hombres de los ‘grandes hechos’ y paras la cual el colectivo, es sólo el punto de apoyo para la realización de los planes diseñados por el ‘hombre salvador’.

Apartarse de esta concepción romántica y la positivista implica dejar a un lado buena parte de la historiografía que se ha producido en el corto período de lo que se conoce como Venezuela. Este es el ciclo de la historia heroica, exaltación del héroe y sus hazañas. La descripción-narración de ‘los hechos’ sin perder detalles y manteniendo la secuencia cronológica.

UNA HISTORIA QUE NO TRASCIENDE EL INVENTARIO

Lo cuantitativo es la clave de este tipo de estudios. El examen de la batalla implica la relación exhaustiva de los componentes, las armas y los pormenores de cada uno de los ‘sucesos’ de los  cuales debe presentarse los más completos informes. Una historia que en ningún caso trasciende el inventario. La suma de los detalles de las acciones promovidas en función de contribuir al mantenimiento, por ejemplo, del orden y el progreso. Del ‘gendarme necesario’ y de la tranquilidad ciudadana’.

HISTORIA DESCRIPCIÓN

Se trata de un  positivismo spenceriano que se hermana con el liberalismo para producir la más acabada conducción de una sociedad. Estos son los mecanismos que se aplican en estas tierras desde el momento en el cual se produce la invasión. Desde entonces el dueño-propietario lo controla todo.  Es ahora una sociedad de señores y sometidos. Una historia  definida y determinada por los intereses en juego. Basta entonces la suma-descripción de ‘hechos-fenómenos’.

III
LA ESCUELA HISTÓRICA DE LOS DESCUBRIDORES
(¿Cómo se produjo la ruptura con la concepción descubierta de la Historia?)

Estamos ante una historiografía que tiene esa señalada misión: registrar los hechos con los cuales además se tiene un completo acuerdo. Y en este caso no se piensa sólo en  romanticismo y positivismo. Si miramos hacia el conocimiento levantado por los llamados ‘Cronistas de Indias’, llegaremos a la conclusión de que éstos, en muchos casos le sirven de guía-orientación y hasta de fuentes, a los historiadores de esa  sociedad invadida.

Y se trata de un historiador que se ha dedicado a registrar y aceptar cuanta ‘escuela’ tenga por delante. Su misión es actuar a favor de la justificación de la empresa de exterminio que adelanta ‘la civilización europea’ de manos de la ‘iglesia redentora’. No se plantea  en ningún momento la más mínima duda que pudiera abrirle posibilidades a interpretaciones o al debate sobre lo ocurrido. Es la historiografía que adelantan “los descubridores” y que está llamada a convertirse en un modelo en este ‘nuevo mundo’.

Por  ello,   al volver la mirada sobre nuestros  ‘orígenes’ de hace 514 años hallamos que al lado de la masacre está la obra que la avala. Se saca a relucir entonces los argumentos relacionados con la razón y la civilización de que carecían los ‘inferiores’ que habitaban en estas “tierras de gracias” tan colmadas de metales preciosos.

LA HISTORIA INVENTADA DE UNA SOCIEDAD INVENTADA

Y por ello, esa  sociedad que  fue supuestamente descubierta, asume el comportamiento que se le impone. Hace gala por tanto   de su condición de inferior, de ‘sociedad creada e inventada por una raza superior’ como sostiene el pensamiento imperial que en forma tan precisa recoge O’Gorman[5]. Y desde entonces  el estigma del inferior  marcha al lado de una historia de la justificación escrita por quienes, en plan de vencedores, se convierten en los dueños de estas tierras y de su propia gente. Los suavemente llamados ‘descubiertos’ no tienen un conocimiento propio.

LA HISTORIA ENCUBRIMIENTO

El sometimiento trae incorporada la correspondiente teoría que ‘los colonos’ están obligados a consumir y aplicar. Están incorporados desde ese momento a la práctica del encubrimiento de la propia maldad que los afecta. Lo importante para las fuerzas de la dominación-control es mantener la ignorancia-engaño.

Y la  aplicación de estos instrumentos no se limita al tiempo de la implantación de la condición de descubiertos. A lo largo de nuestro tiempo-historia  la dominación de diferentes señales la ha mantenido en alto. La sociedad  que asume la denominación-etiqueta  de independiente, no entiende en principio que esto  es algo que le corresponde sólo a las minorías que alcanzan la independencia para  ellos en tanto jefes de los descubiertos. Se trata de una independencia que le sirve a los ‘nuevos dueños’, descendientes de los ‘descubridores’ iniciales, para armar su república de los descubiertos que tiene como primer gesto la defensa de los intereses de Fernando VII y actuar como y requerir el tratamiento-consideración de descendientes de los descubridores, con todo y lo que eso significa en el campo de los privilegios.

HISTORIOGRAFÍA DESCUBIERTA DE LOS DESCUBRIDORES

Y a lo largo del llamado período republicano  ha prevalecido la misma realidad y la misma convalidación teórica. Y de esta  manera la sociedad republicana ha contado y cuenta con su historiografía estrictamente apegada a los cánones de los descubridores que actúa con un doble velo. Por un lado para ocultar nuestra verdadera procedencia y tratar de borrar los miles de años de historia previos a la invasión de 1492. Y por el otro para mantenernos apegados a la idea-condición de descubiertos.

Importante en este sentido  advertir como un instrumental previamente dispuesto, obliga a las mayorías a permanecer en las posiciones acordadas y establecidas en el pasado. Lo importante es que la mentalidad del descubierto se llene y vuelva a llenar de datos, detalles y todos los pormenores del vacío y la elementalidad. Se trata en todo caso de sociedades manejadas a nivel de cúpula, tal y como lo dispone la ‘doctrina de los descubridores’. Y esto es lo que define el cuadro histórico-historiográfico aún vigente en esta sociedad.

EL COMPLEJO ENTRAMADO DE UNAS CIENCIAS DEL PASADO

Advirtamos, sin embargo, que la maquinaria historiográfica de los descubridores-descubiertos se cubre con toda la gama de atuendos que le proporciona el conocido entramado de las ciencias sociales. Es la historiografía de la compra-venta que se aleja considerablemente de la posibilidad de establecer las líneas maestras del proceso que nos corresponde reconstruir o proyectar. Y de esto trata precisamente la Historia Actual. Su propósito no se confunde con  lo episódico. Se propone  tocar el centro-esencia de la realidad: la acción del hombre en el tiempo-hoy y en  el espacio-aquí.

Una ciencia que compromete en el oficio no sólo a quien tradicionalmente se ha ocupado de la reconstrucción de los actos de los hombres en el tiempo y el espacio. Ahora se impone llegar a la convicción de que la Historia Actual, en tanto desafío-reto, se monta sobre los signos e intereses opuestos al orden vigente. Por ello se le tiene como una acción subversiva. Su propósito es desordenar  lo establecido para  favorecer nuevos intereses y posiciones.

UNA HISTORIA DE Y PARA EL COLECTIVO

En términos del marxismo llegó a decirse que se trataba de producir un salto para darle cabida plena a los puntos de vista e intereses del proletariado. Hoy estamos obligados a ir más allá de este criterio y entender que se trata de poner en acción al colectivo que, en sentido estricto, va más allá de una clase específica para juntar a todos los que en alguna medida han y siguen siendo ignorados, dejados de lado o simplemente utilizados para hacer la ‘historia de los otros’. [6]  En este sentido entendemos que a la hora de querer historiar lo actual por lo menos no es productivo actuar  de manera individual. La captación de lo vivo tiene que implicar lo vivo. No es posible un estudio de las acciones  de los actores del momento haciendo abstracción de su propia intervención. Y esta es la novedad del estudio de lo actual.

IV
HACIA UN NUEVO CUADRO TEÓRICO-METODOLÓGICO
(El nuevo cuadro teórico-metodológico y el estudio de la lucha armada)

La tesis de los No Descubiertos, que sólo es   posible a partir de la concepción de la Historia Actual,  permite plantear  un nuevo cuadro teórico-metodológico para el estudio de las situaciones que por su proximidad aún nos tocan. Es posible ahora, a partir de esta perspectiva, hacer  abstracción de una parte importante de las viejas tesis de la objetividad y  sumar al actor en plan de testimonio a contribuir a elaborar la propia historia en la cual está implicado.

En el caso de nuestra investigación sobre la lucha armada en la década de los sesenta, se plantea el levantamiento de testimonios de los diferentes frentes en los cuales se expresa esa acción. Y es la suma de textos-palabras lo que arma la base o materia prima para proceder a ahondar en las labores del conocimiento de un tiempo, unas circunstancias y un hacer.

LA HISTORIA ACTUAL SE NUTRE DE LAS FUENTES VIVAS

Las ‘fuentes vivas’ proporcionan diferentes versiones de un acontecer que, al ser organizadas en temas y sometidas a crítica e interpretación pueden convertirse en punto de partida para tener noticia con alguna certidumbre de lo ocurrido en un tiempo y circunstancias específicas. A partir de esas fuentes se puede comenzar a definir la tipicidad y peculiaridad del acontecer que determina un período  que, por la fuerza de sus contenidos, se puede llegar a considerar como significativo y trascendente.

En el caso de la lucha armada es evidente que se trata de un episodio clave en el curso de lo que genéricamente se conoce como la etapa democrático-representativa o ‘cuarta república’. Esta política-acción fue calificada como la propia anti-democracia. A la violencia aplicada por el aparato estatal le responde ‘la violencia revolucionaria’ que estaba encuadrada y hermanada con el proyecto cubano que apuntaba hacia el desarrollo de una revolución que produjese la transformación radical de la sociedad.

En este sentido, el período de la lucha armada está firmemente inspirado en lo que entonces se llamó el ‘espejo cubano’. El pacto inicial con el Partido Comunista y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria se fractura en el momento en el cual estos ‘revolucionarios’ deciden abandonar la línea de la lucha armada y pasar al repliegue-pacificación.

Esta enmienda se venía cocinando, como mínimo, desde fines del 64 y tiene uno de sus principales puntos culminantes en el año 67 cuando Cuba rompe con una parte de los ‘revolucionarios’ y privilegia sus relaciones con aquellos que no habían ‘traicionado la lucha armada’.

EL PASO DE LO ACTUAL HACIA EL PASADO

En el marco de esta ponencia  interesa poner de relieve  que al estudiar la lucha armada a partir de la documentación existente y el aporte testimonial de muchos actores, llegamos a sentir la necesidad, para efectos de la  interpretación y proyección, de reflexionar sobre el proceso social venezolano. ¿Cómo explicar, cuál el sentido y fundamento de esta lucha? ¿Qué se quería en definitiva? ¿La implantación en Venezuela de un régimen como el cubano? ¿Cómo llega una sociedad a tener en su seno este tipo de lucha que exhibe un radicalismo que a la larga se torna en un compromiso y hasta complicidad-negociación con la parte que se decía enfrentar? [7]

Estudiando lo actual caímos en cuenta de que era necesario abordar lo relativo a las luchas sociales y políticas en la historia venezolana para poder ubicar en términos causales lo que ahora presenciábamos a  veces con un dejo de estupor. ¿Es acaso nuevo, inédito el comportamiento de quienes se presentan como los ‘patriotas de la lucha armada’ y la revolución nacional y en parte de la internacional?

V
LA REVISIÓN DE LOS ANTECEDENTES
(El contexto anterior a la lucha armada)

Indispensable entonces ir al estudio de momentos anteriores. Nos detuvimos en el inicio de lo que para muchos es la Venezuela moderna, la que aparece a la hora de la muerte de Gómez. Rastreamos el proceso que se inicia en 1908 en el trabajo: De Gómez a Lusinchi: La misma libertad[8]. Para el momento ya habíamos iniciado nuestra exploración en el perezjimenismo y publicamos: Pedro Estrada Habló[9]  y Habla el General Marcos Pérez Jiménez[10]. Caracas, CEHA-CPT, 1984.[11]. Posteriormente trabajamos con Jorge Maldonado Parilli y produjimos: El Otro Jefe de la SN[12]. Levantamos otros testimonios de este tiempo. Entre ellos destaca el que hiciéramos con Rafael Pinzón.

La revisión de este período nos resultó de particular interés para tomar el pulso de las  luchas que se convertirían en puntales en el derrocamiento del régimen y en la consecuente creación de las estructuras y ambiente en los cuales se desarrolla la democracia representativa siempre al servicio de los mismos beneficiarios de la tragedia histórica que está ubicada en los hombros de  este ex-país.

UN CENTRO PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA ACTUAL

Y es que ya para 1975, cuando nos planteamos la creación del Centro de Estudios de Historia Actual[13], con el objeto de sistematizar y profundizar nuestras investigaciones sobre lo vivo, nos habíamos dado cuenta que era absolutamente necesario e impostergable ir de lo actual hacia el pasado en búsqueda de las raíces-causas-puntos de partida de las cosas que hoy llenan nuestro cuadro histórico.

Consideramos que era suficiente con la revisión del trabajo de conjunto sobre el proceso social venezolano que es nuestro primer libro en el campo historiográfico. Esta obra: Modelos de violencia en Venezuela[14] fue escrita en 1972 y se publica en 1974. Pero en nuestras discusiones en el CEHA se decide que es necesario ampliar nuestra visión de  pasado con el objeto de ver si aumentaba nuestra clarificación sobre lo que vivimos. Escribimos entonces: La Otra Cara de la Historia Nacional, publicado en parte de los 80 y los 90 en el ‘Suplemento Cultural’ de Ultimas Noticias.

Eso hizo que nos detuviéramos en lo que para muchos es el punto de partida de nuestra historia: el descubrimiento de América. Y fue allí donde encontramos los elementos esenciales para la comprensión de nuestro proceso social.

La búsqueda y visión de los ‘no descubiertos’ permitió ir más allá del saber establecido y puntos de vista que hasta entonces habíamos manejado sobre nosotros mismos. Nos situó sobre el significado de soberanía mental-pensamiento propio. Y caímos en cuenta que esto es lo que no hemos tenido a lo largo y ancho de nuestro continente. Porque hemos pensado y actuado con  la mentalidad de los otros. Los invasores que no se quedaron en disparar sus armas y adueñarse de  tierras, frutos y hombres. Fueron más allá. Destrozaron conciencias e impusieron simples estructuras mentales de vacíos y miserias. Resacas, mentiras y padecimientos.

Y desde entonces la convicción de que somos la resultante de la historia que se inventó para nosotros. Y agradecemos y veneramos al “valiente invasor que produjo la más profunda y terrible masacre jamás conocida”.

Con nuestras Jornadas sobre Los No Descubiertos[15] creamos no sólo un movimiento de opinión. Propusimos una condición y una conciencia distintas. Una nueva forma de concebir la historia. Llamamos al cultivo de la historia para la transformación. A la que sirva para arrancarnos el estigma de los ‘inferiores descubiertos’. El sentimiento de minusvalía humano-mental. La desjerarquización-sometimiento. Los contenidos fundamentales de esta propuesta los recogimos en: El Libro de los No Descubiertos[16]. Caracas, CEHA-CPT, l992.

Y aquí están las bases y fundamentos para una Historia Actual que tiene que ser el punto de partida para el encuentro con un futuro cargado de perspectivas de grandeza y creación. Un porvenir de ‘idealidad avanzada’, tal y como lo señala Pío Tamayo’, ese gigante del pensamiento a quien conseguimos en el camino de la búsqueda de una teoría-acción para la construcción de una realidad  que apunte hacia un mundo de alguna libertad.. Y en esta dirección ha marchado la Cátedra,  creada en 1983[17],  que lleva el nombre del poeta y pensador tocuyano que es puntal del grupo de los radicales de lo que se ha conocido como generación del 28.

Pero un  radicalismo a tal punto creador que fue capaz de percibir que aquí no había condiciones en el campo del conocimiento y por nuestra idiosincrasia y sentido religioso para la implantación del comunismo. De allí su proposición para que se creara un movimiento que tuviera en la ‘idealidad avanzada’la idea-visión de un cambio a favor de ‘los granujas’, los que siempre han estado pisados. Materialmente debajo de la suela de la alpargata.

Y procedimos a rescatar, publicar y difundir la obra de este ‘adelantado’ en muchos ámbitos del pensamiento y el hacer político[18]. A él se debe entre otras cosas, el primer esquema para una historia de Venezuela que asumiera el compromiso de develar el fondo causal, las responsabilidades y complicidades de la monstruosidad que había recaído sobre esta sociedad. Ese material, con el título de Carta a un Amigo Mío fue publicada en la Colección Cuadernos Floricultores de la CPT.[19] Hoy estamos en la organización del  archivo de Pío que en vida puso en nuestras manos su hermana Clementina Tamayo en un gesto de desprendimiento, amor y confianza al cual no fallaremos. De alguna manera lograremos publicar este material.

En sentido estricto, desde 1975 con el CEHA y desde 1983 con la Cátedra ‘Pío Tamayo’ hemos tratado de abrir camino hacia la conformación de las condiciones mínimas para la creación de un pensamiento nuestro que sea capaz de servir de plataforma y orientación para la historia que tenemos que hacer hoy. Por ello hemos intentado avanzar en lo teórico y en lo práctico investigativo.

VI
LA INVESTIGACIÓN SOBRE LA DÉCADA VIOLENTA
                                        
La investigación sobre la lucha armada de los sesenta está recogida en la obra: La violencia en la Venezuela actual: 1958-1980[20]. En la misma se utilizó, como antes se reseñó, el testimonio oral, previa realización del estudio que nos permitiera sistematizar la técnica hasta el punto de cuidar adecuadamente la selección de los participantes. El recorrido en esta experiencia comenzó en la propia década de los sesenta. La afinamos a la hora de nuestro primer curso sobre Historia Actual en 1967-68 y la hemos continuado hasta el presente.  Contamos con  un archivo de palabra-testimonio que sobrepasa las tres mil horas de grabación. Hasta  el momento hemos procesado un diez por ciento. Se ha publicado 17 libros en el marco de la colección Testimonios Violentos.[21]

Como puede apreciarse en lo publicado hay obras de tres momentos: dictadura, lucha armada y ‘revolución bolivariana’. Y esto tiene una explicación: la historia actual sigue montada sobre la huella del hacer colectivo e inquiere del propio actor su participación en el esclarecimiento de su propia acción. En este sentido es clave la relación de los testimonios de uno y otro tiempo. Ello permitirá, por ejemplo, captar la supuesta “continuación de la lucha armada en la revolución bolivariana”. O, por lo menos, hacer  el inventario de lo que llamaríamos la herencia o lo que le dejó la lucha armada a los tiempos que siguen.

LA HISTORIA ACTUAL EN EL DOCTORADO DE FACES

Esta área de investigación no solo ha sido materia-objetivo del CEHA y la CPT. Desde 1987 dictamos un  seminario sobre la temática en el Doctorado en Ciencias Sociales de la FACES / UCV. De modo que  la historia actual no se ha limitado sólo al aspecto político. Se ha trabajado desde el cuadro económico, social, geográfico, militar  y político hasta temas monográficos que tienen que ver con las fuerzas  armadas, clases sociales, instituciones de la ‘democracia’ o la ‘cultura’.  La labor de desarrollo de nuestro proyecto de Historia Actual quedaría limitada si no se tiene en cuenta los proyectos de investigación concluidos y los que permanecen vigentes[22].



UN RECINTO PARA LA IDEALIDAD AVANZADA

La tarea de extensión del CEHA se realizó inicialmente a través de actividades a las cuales se  invitaba a sus miembros a disertar sobre lo que se investigaba. El  04 de octubre de 1983 se creó la CPT, órgano de difusión-extensión del CEHA, que ha realizado un trabajo ininterrumpido. Cada  semana se ha llevado a discusión  el tema relevante de la actualidad. Cada lunes la CPT actúa desde la Sala “E” de la UCV. En la actualidad tenemos un registro de centenares de actividades (seminarios, jornadas, conferencias, foros, debates). Ahora nos preparamos para celebrar los 25 años de esta ‘Cátedra Andante’, cuyo proyecto se extendió a Aragua, Carabobo, Lara, Mérida, Trujillo, Táchira y Zulia.[23]

Esa labor de extensión  del CEHA y la CPT se lleva a los medios de comunicación  organizadamente desde comienzos de los años 80. Desde entontes a esta parte se han publicado centenares de materiales. Las columnas ‘En Respuesta’ e ‘Historia Actual’ tienen más de 25 años de vida. Hoy contamos también con una presencia virtual que en google tiene un importante registro de entradas.
                                                   

 VI
A MANERA  DE CONCLUSIONES

Hay que repetir en voz alta, historiadores
–y precisamente en cuanto que historiadores-
que el pasado no obliga.
No hay que hacerse ilusiones.
El hombre no se acuerda del pasado,
siempre lo reconstruye.
El hombre aislado es una abstracción.
La realidad es el hombre en grupo.
Y el hombre no conserva en su memoria el pasado
de la misma forma en que los hielos del Norte
conservan congelados los mamuts milenarios.
Arranca del presente y a través de él,
siempre conoce e interpreta el pasado.

Lucien Febvre[24]

En suma, a lo largo de cuatro décadas nos hemos ocupado de una labor específica: contribuir a impulsar, crear y desarrollar el estudio de lo actual. Hacer concreción algo que para el tiempo del inicio de nuestro trabajo no iba más allá de la prédica o consideración teórica. Hoy  el discurso de llevar a lo ‘más contemporáneo’ adquiere el nivel factual. Y al lado de los aportes del CEHA-CPT hay otros de significación e importancia.

Es evidente, en consecuencia, que en nuestro campo historiográfico se han inscrito elementos que han obligado a la revisión y la actualización de contenidos. Cada día está más desdibujado en este ámbito la vieja creencia de que la historia es ciencia del pasado. Y en la tarea de poner a un lado esta ‘tesis’ participan historiadores de la nueva escuela y profesionales de otras áreas como la comunicación social o la sociología que han entendido a plenitud la necesidad y urgencia del estudio científico de lo actual.

En muchos casos se puede advertir que hay más deseo-disposición que el cumplimiento con requisitos teórico-metodológicos para cumplir con la tarea encomendada. Con esto se puede abrir la puerta de la continuación de la elaboración de la historia amañada y falsificada. Pero a la vez esta empresa que podemos calificar como desviada o fallida puede servir de elemento para la crítica y evaluación comparativa de otros intentos de abordar científicamente el tratamiento de lo actual.

En cualquier caso hay que celebrar la producción de elementos para un debate sobre lo actual. No importa su procedencia y objetivos. En todo caso tiene que imponerse la apertura y amplitud propias de la democracia. De modo que lo único que hay que aspirar de cada manifestación sobre lo actual es que no se afilie al fanatismo o la persecución. Lo importante y deseable es la actitud creadora y militante, comprometida y rigurosa. La acción colectiva. Y fundamentalmente la práctica de una Historia Actual que no se ponga al servicio de ningún proyecto  dogmático, mercenario y politiquero.

De ese modo se puede concebir y pensar en la posibilidad de una Historia Actual que se abra espacio a lo largo del camino latinoamericano[25]. En este sentido interesa la reflexión  que sirva para  el debate sobre las formas de impulsar la esencia del propio desarrollo de la historia que, en definitiva, tiene que convertirse en un instrumento al servicio del colectivo, si es que se admite el señalamiento que hace Bloch respecto al  compromiso que debe asumir el historiador con su sociedad: “Porque siempre nos parecerá que una ciencia tiene algo de incompleta, si no nos ayuda, tarde o temprano, a vivir mejor.”[26]

La historia y las ciencias sociales en general hoy están obligadas a hacer de lo actual un punto central de interés. De no ser así, de no haber historia económica, política, social, militar, actual, será muy difícil concebir el desarrollo de la sociedad y de la ciencia. En síntesis sin  el conocimiento de lo actual, no hay ciencia verdadera.  




[1] “Juan de Mairena”, Obras Completas. Madrid, Plenitud, l956,pp.1002-03
[2] Marc Bloch,  Introducción a la historia.  México, FCE, 1957, p. 38
[3] Ibídem, p. 16
[4] Enrique Bernardo Núñez, ‘La Historia de Venezuela’, Discurso de Incorporación a la Academia Nacional de la Historia. CFR. Agustín Blanco Muñoz, Para Desordenar la Historia. Caracas, Círculo de Estudiantes de Historia, 1973, pp.147-185.
[5] Edmundo O’Gorman, La invención de América. México, FCE, 1958.
[6] Este tema lo hemos  trabajado y debatido ampliamente desde nuestras primeras investigaciones, entre otras: Revolución e investigación social. Caracas, Desorden, 1972, Metodología, investigación y sociedad. Caracas, FACES/UCV, 1981, Investigación, alfarería y carpintería. Caracas, CPT/CEHA/UCV, 1988.

[7] Interesa señalar que cuando dirigíamos  ese primer curso de Historia Actual,  en  condición de profesor instructor contratado, se produjo el allanamiento del gobierno del doctor Rafael Caldera a la UCV, de donde  es egresado. Esta circunstancia fue aprovechada por el director  de la Escuela para mantener su negativa a solicitar la apertura de la prueba de oposición para mi ingreso como personal de escalafón. Por ello, al negarme a cumplir con los lineamientos establecidos por las autoridades impuestas a partir del año 70, fui expulsado de la Escuela. Y no se me reintegró una vez finalizada la intervención. El veto lo mantenía la corriente que dominaba la institución. La persecución llega al punto que en 40 años no se ha permitido que yo vuelva a pisar esa Escuela. La Historia Actual, que nace en esos espacios en 1967, no tuvo ni tiene cabida en esa institución,  cuyos programas atienden a la concepción de la Historia que finca en 1492 el inicio de América. Lo anterior es lo   precolombino, un oscuro período en el cual no se puede afirmar que hubo historia porque no está comprobada la existencia de gente y escritura. Sólo el descubrimiento ‘crea e inventa’ este continente. Los descubiertos de esta Escuela, “autónoma y democrática”, aún persiguen. Sin embargo, nuestra actividad  docente y de investigación no ha tenido este tipo de tropiezos en la FACES, donde laboramos desde  hace 40 años.
[8]  ABM, De Gómez a Lusinchi: la misma libertad. Caracas, CEHA-CPT-UCV, 1988.
[9]  ABM, Habla la Dictadura. Pedro Estrada habló. Caracas CEHA-CPT-UCV, 1983.
[10] ABM, Habla la Dictadura. Habla el General Marcos Pérez Jiménez. Caracas, CEHA-CPT-UCV, 1984.
[11] ABM, Habla la Dictadura. Pedro Estrada habló. Caracas CEHA-CPT-UCV, 1983.
[12] ABM,  Habla la Dictadura. Jorge Maldonado Parilli. Habla el otro jefe de la SN.  Caracas, CEHA-CPT-UCV, 1992.
[13] La creación de este organismo corresponde a la necesidad de formalizar un instrumento para canalizar y darle mayor rigor científico y práctico a la tarea de conformar y difundir la Historia Actual, como instrumento básico para aprehender la realidad y como herramienta para la conformación de un porvenir que tuviese como actor fundamental al colectivo, que no al héroe-caudillo que define y rige la ‘historia tradicional’. Entre sus fuentes primarias está el Círculo de Estudiantes de Historia, que fue puntal de este debate y que produjo materiales para su difusión y la Revista Desorden (1972-1976), que constituyó otra importante referencia en el intento de  reinterpretación de la historia. Esta revista produjo 12 números que contienen materiales que pueden ser de interés para quien desee rastrear los momentos de este proceso. Sin embargo, no debemos dejar de mencionar,  que no es sino hasta el año 2006 cuando el Consejo de la FACES  reconoce oficialmente al Centro de Estudios de Historia Actual, como unidad de investigación, a solicitud del  Instituto de Investigaciones ‘Rodolfo Quintero’, ahora dirigido por la Dra. Sary Levy. Se logra de este modo la primera ayuda   del  CDCH para el CEHA desde su fundación en 1975.
[14] ABM, Modelos de violencia en Venezuela. Caracas, Desorden, 1974.
[15] La idea de los No Descubiertos  la trabajamos  a partir de nuestras primeras labores de investigación sobre lucha armada en 1965 y en las otras labores de este tipo recogidas en nuestras las obras iniciales (El orden en la historia nacional, 1972; Modelos de violencia en Venezuela, 1974, Oposición Ciudad-Campo en Venezuela, 1976 y Clases sociales y violencia en Venezuela, 1978. En esta última obra proponemos un nuevo esquema para la periodificación de la historia de América. Pero  es  a principios de la década de los ochenta cuando se  concreta la posición de Los No Descubiertos que luego deviene en el Movimiento de Los No Descubiertos. La I Reunión Preparatoria del Congreso Continental de los ND, se desarrolla en la misma Universidad de los Andes, en la cual hoy nos encontramos. Posteriormente se desarrollaron Reuniones Anuales en diversas partes de la geografía nacional que culminaron con el Congreso Continental de los No Descubiertos en 1992. Cada una de estas Jornadas produjo  importantes  materiales sobre la temática que pueden ser consultados en los Archivos de la CPT. Posteriormente hemos organizado, desde el CEHA y la CPT, cada octubre, debates y foros sobre la materia.
[16] ABM et al, El Libro de los No Descubiertos. Caracas, CEHA-CPT-UCV, 1992.
[17] La CPT surge con un doble propósito: rescatar y difundir la obra de Pío Tamayo, así como crear un organismo para la extensión, capaz de romper el cerco académico y abrir el debate y la discusión hacia círculos más amplios. Era fundamental crear un espacio que permitiera el libre debate de las ideas que elaborábamos en el CEHA. En este sentido,  el  trabajo de investigación que ininterrumpidamente hemos adelantado en el IIES-FACES-UCV  tiene  como base teórico-metodológica  precisamente la historia actual,  fundamento para la comprensión de la realidad política del país, el continente y el mundo. La CPT se inició en 1983 en Caracas. Luego se crearon estafetas piotamayistas en Mérida, San Cristóbal, Trujillo, Maracay, Valencia, Carúpano, Guatire-Guarenas, La Guaira, Maracaibo, etc. Cada una de estas entidades funcionaban con total independencia y autonomía, pero en el marco de las ideas piotamayistas. Quedó de ese trabajo un importante caudal de materiales y testimonios.
[18] A la fecha se han publicado tres volúmenes de la Obra Rescatada de Pío Tamayo: Pío Tamayo: un combate por la vida y Diario del Floricultor I y II.
[19] Pío Tamayo, Carta a un amigo mío. Caracas, CEHA-CPT-UCV, Cuadernos Floricultores, 1997.
[20] Esta obra fue publicada en diez volúmenes:
I:              Venezuela 1958: otra derrota popular. Caracas, CPT/CEHA/UCV, 1992.
II:            Venezuela 1960: ¡La lucha armada va! Caracas, CPT/CEHA/UCV, 1992.
III:           Venezuela 1961: ¡Disparar primero y averiguar después!. Caracas, CPT/CEHAUCV, 1992.
IV:           Venezuela: 1962. El Carupanazo: la chispa que no incendió la pradera. Caracas, CPT/CEHA/UCV, 1994.
V:            Venezuela 1962-1963. El Porteñazo: trágica expresión de una aventura. Caracas, CPT/CEHA/UCV, 1995.
VI:           Venezuela 1963-1965.  La Paz democrática: liquidación de la lucha armada. Caracas, CPT/CEHA/UCV , 2000, 246 p.
VII          Venezuela 1965-1967. La violencia pazdemocratizada. Caracas, CPT/CEHA/UCV, 2002.
VIII         Venezuela 1967–1968. Lucha armada y juego electoral. Caracas, CPT-CEHA-UCV, T.VIII, 2004, 208 p.
IX           Venezuela 1968–1971: El extremismo pacificado y enfrentado. Caracas, CPT-CEHA-UCV, T. IX, 2004, 296 p. 
X             Venezuela 1972–1980: De la pacificación asesina al caso Niehous. Caracas, CEHA-CPT-UCV, T.X, 2004,  230 p.
[21] 1          El 23 de enero: habla la conspiración. Hablan Jóvito Villaba, José Vicente Azopardo, Hugo Trejo, Oscar Centeno Lusinchi, Martín Parada, Wolfgang Larrazábal, Edgar Sanabria, Manuel Azuaje, J.D. Moncada Vidal, Carlos Savelli Maldonado y Diógenes Caballero. Caracas, UCV, 1980. 424 p.
2             La lucha armada: hablan cinco jefes. Gustavo Machado, Pompeyo Márquez, Pedro Ortega Díaz, Guillermo García Ponce y Teodoro Petkoff. Caracas, UCV, 1980. 414 p.
3             La lucha armada: hablan 6 comandantes. Elegido Sibada (Magoya), Luben Petkoff, Anselmo Natale, Luis Correa, Juan Vicente Cabezas (Pablo) y Alfredo Maneiro. Caracas, UCV, 1981. 414 p.
4              La conspiración cívico militar. Habla El Guairazo, Barcelonazo,
Carupanazo y Porteñazo. Manuel Quijada, Carlos Larrazábal, Ricardo Sosa Ríos, J.T. Molina Villegas, Armando Arcila Pérez, Omar Echeverría, Víctor Hugo Morales, Héctor Vargas Medina, Tesalio Morillo, Elonis López Curra,, Carlos Canache Mata y Rafael Solórzano Bruce. Caracas, UCV, 1981.456 p.
5             La lucha armada: la izquierda revolucionaria insurge. Hablan Domingo Alberto Rangel, Simón Sáez Mérida, Celso Fortoul, Jorge Dáger y Héctor Pérez Marcano. Caracas, UCV, 1981. 386 p.
6             La lucha armada: hablan tres comandantes. Lino Martínez, Moisés Moleiro y Américo Martín,. Caracas, UCV, 1982. 378 p.
7              Habla la dictadura. Pedro Estrada habló. Caracas, UCV, 1983. 346 p.
8              Habla la dictadura. Habla Marcos Pérez Jiménez. Caracas, UCV, 1983. 432 p.
9              Venezuela: historia de una frustración. Habla D.F. Maza Zavala. Caracas, UCV, 1986.
10           AD: Memorias de una contradicción. Habla Gumersindo Rodríguez. Caracas, UCV, 1989.
11           El otro jefe de la S.N. Habla Jorge Maldonado Parilli. Caracas, UCV, 1992.
12           Venezuela: del 04F-92 al 06D-98. Habla el Comandante Hugo Chávez Frías. Caracas, UCV, 1998.
13           Habla Jesús Urdaneta Hernández. El comandante irreductible. Caracas, UCV, 2003.
14           Habla Herma Marksman. Hugo Chávez me utilizó. Caracas, UCV, 2004.
15           La Maisantera Chávez. Habla Luis Valderrama. Caracas, UCV, 2005.
16           Del proyecto al proceso. Habla Joel Acosta Chirinos.  Caracas, UCV, 2006.
17           Habla el que se fue. Mensaje de Carlos Ortega. Caracas, UCV, 2006.

[22] La violencia en la Venezuela reciente: 1958-1980. IIES/FACES/CDCH/UCV. 1973-1980
La oposición ciudad-campo en Venezuela. 1974-1976.
Clases sociales y violencia en Venezuela. IIES/FACES/CDCH/UCV. 1980-1985
Los No Descubiertos: la otra cara de la historia. IIES/FACES/UCV. 1986-1990
La historia del pueblo No Descubierto de Venezuela y América. IIES/FACES/CDCH. 1991-1997.
La violencia en el discurso del poder y del pueblo americano: 1492-2000. IIES/Doctorado/FACES/UCV. 1997
La historia del deporte en Venezuela. IIES/FACES/CPTD . 1998.
Problemas de la Venezuela Actual. Doctorado FACES, 2002.
Medio siglo de democracia, socialismo y revolución en Venezuela: 1958-2008. IIES/FACES/CDCH. 2006.

[23] Es importante señalar que todo el trabajo de extensión realizado por el CEHA-CPT ha quedado registrado en grabaciones, lo que constituye el mayor Archivo de Testimonios Orales del país. En la mayor parte de los casos, se produjo igualmente la reproducción de los materiales presentado para el debate, lo que constituye el más importante archivo de historia actual del país y de América Latina.
[24] Combate por la historia. Barcelona, Ariel, 1970, p.32.

[25]  La propuesta de organización de un Congreso Latinoamericano sobre Violencia y la creación de un Archivo Latinoamericano sobre  Violencia la realizamos en La Habana en 1983. Luego de una larga espera de un mes y a pesar de estar recomendado “políticamente el proyecto” la funcionaria oficialista dijo que su gobierno no tenía  posibilidades de impulsarlo. Algo similar nos ocurrió con el ‘gobierno revolucionario sandinista’. Hoy sólo contamos con el Archivo sobre Violencia en Venezuela en nuestros propios espacios. Pero crece la idea y la práctica de la Historia Actual. Hablando sobre este  tema con Manuel Moreno Fraginals en Sao Paulo, Brasil en l990, me señaló que no se podía esperar que en su país  pudiera haber alguna inclinación por la historia actual porque esta se entendía como tarea exclusiva del partido y más concretamente de su Secretario General Fidel Castro. Estuvimos de acuerdo que llegará el día en que esta sea labor del colectivo y no de un gobernante.
[26]  Marc Bloch, Op.cit.

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