HUGO CHÁVEZ Y LA AUTOCRACIA
MILITARISTA DEL SIGLO XXI
Agustín
Blanco Muñoz
LA AUTOCRACIA ES CONSUSTANCIAL
A LA HISTORIA REPUBLICANA DE VENEZUELA
No debe extrañar
que alguien dude de la viabilidad y rigor de un estudio sobre lo que deja como legado el golpista
presidente (GP). Sin entrar en esa discusión, nos limitamos a examinar su
comportamiento ante las Fuerzas Armadas y, en particular, la acción destinada a
hacer de la institución militar la base y fundamento de su autocracia.
Y lo primero
es preguntar si estamos ante una situación nueva e inédita o si es continuación de algo preexistente. La
autocracia es consustancial a la historia republicana de Venezuela. La
generación de los héroes-caudillos de la independencia inaugura un personalismo
que estará presente en diferentes momentos de lo que se conoce como república y
que ya alcanza dos siglos.
Se trata de
autocracias como la de Páez, Guzmán Blanco, Castro, Gómez, López Contreras,
Pérez Jiménez o de los mandatarios de la
democracia representativa (1958-1998) que marcan alguna diferencia con la Escuela
de los Autócratas, pero que mantienen rasgos que les son esenciales y que los llevan
a hacer una permanente inversión económica en las fuerzas armadas dirigida a
garantizar su apoyo.
LA AUTOCRACIA CHAVISTA HACE DE LAS FA
PARTE INTEGRANTE DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA
Sin embargo,
la autocracia que hace vida desde 1999 y que se extiende hasta el 05/03/13, no
se limita a conseguir el apoyo de las FAN. En este caso, el proyecto conspirativo, adelantado por un grupo del
ejército liderado por Hugo Chávez, que fracasa en su intento de golpe del
04F-92 y que se hace gobierno en 1999, se propone, nada menos, que hacer de la
institución militar parte integrante de la llamada revolución socialista del
siglo XXI.
En este caso
lo planteado es la construcción de una revolución socialista del siglo XXI
teniendo a los militares como agentes principales. No se atiende a aquello de
la construcción del socialismo a partir de la toma del poder por parte del
proletariado, como lo manda el propio Manifiesto Comunista, sino por parte del
militarismo, cuya cúpula pasa a
constituir una fuerza con proyección de poder que se junta a sus similares en
el campo económico, social y político.
EN 1999 EL GP SÓLO CUENTA CON LA LEGALIDAD DEMOCRÁTICA QUE LO LLEVA AL
PODER
A la altura
de la juramentación del GP como Presidente el 02F-99, el proceso no tiene
fuerzas sobre las cuales apoyarse para avanzar en sus realizaciones. No cuenta
con un partido fuerte, con pegada en lo organizativo, lo social, lo político y
lo militar ni con la institución petrolera, social, sindical o
educacional. Su única plataforma es la legalidad que le otorga su
condición de gobierno electo en democracia y, por consiguiente, sólo le está
permitido aquello que esté convalidado por la constitución y las leyes
existentes.
SU PRIMER PASO ES LA CONSTITUYENTE
Por ello, la
propia convocatoria a una constituyente, que es el primer decreto del nuevo
gobierno, busca sentar las bases legales para sus decisiones y ejecutorias. Una
decisión que se siente de manera más directa a partir del 15D-99 cuando se
aprueba en Referendo la nueva Constitución.
Se entiende
que en ese momento comienza la refundación de la patria y que se imponen
cambios importantes en todos los componentes del cuadro histórico nacional. Y
esto se hace sin olvidar que en este expaís, por lo menos desde el 27F-89, se puso a andar un estado de
inestabilidad e ingobernabilidad que
desde entonces está completamente vigentes.
Todos los
pasos que da el gobierno, en consecuencia, estan sujetos a respuesta por parte
de algunas instituciones que tratan en el orden material de suplir, por no
decir sustituir, los partidos políticos tradicionales que progresivamente se
fueron sintiendo desjerarquizados y desplazados.
Comienza a
verse entonces un ambiente de participación de lo que la gente se inclinó a
aceptar como ‘sociedad civil’ que tiene su mayor expresión en las Asociaciones
de Vecinos.
ANTE LA AUTOCRACIA DE LAS LEYES HABILITANTES
SE EXPANDE LA PROTESTA
Sin embargo,
no existe una oposición estructurada sino dividida, enfrentada y al margen de
credibilidad. Cada quien anda por su lado. Y esta es la ventaja del gobierno:
en sentido estricto no tiene oposición. Pero progresivamente el movimiento de
la sociedad civil se expande. Y es algo que los partidos desplazados aprovechan
para hacerse de algún oxigeno.
A comienzos
del año 01 aumenta el ingreso de cubanos al país. Se les inscribe en diferentes
actividades. En la educación se les considera indispensables para supervisar
los contenidos y garantizar la formación de nuevas mentalidades. Todo debe
apuntar hacia el ‘hombre nuevo’. Y cuando se corre la voz de la existencia de
estos funcionarios un grupo de mujeres convoca un acto de protesta que se realiza
el 30/03/01 en la Plaza
Brión de Chacaíto. El grito de las madres
fue unánime: “¡Con mis hijos no te metas!”
Este grito
fue el punto de partida de una protesta que se extiende en el tiempo. A la hora
de las elecciones de la
Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV)
el clima político se calienta mucho más. Pero ese calentamiento llega al máximo
cuando se proclaman las Leyes Habilitantes, preparadas por la vicepresidencia
ejecutiva a cargo de Adina Bastidas. Son 49 leyes que tocaban diferentes aspectos
de la vida nacional y algunas se señalan
como destinadas a atentar contra la propiedad.
EL PARO GENERAL DE DICIEMBRE DEL 2001
Y EL 11A-02 CONSOLIDAN UNA
POLARIZACIÓN
IRRECONCILIABLE
Comienza
entonces la oposición a estas leyes que emanan del ejecutivo. La CTV
y Fedecámaras se juntan para luchas mayores. A este plan se pliegan grupos
políticos que no asumen mayor protagonismo. La petición de derogar Las Leyes
Habilitantes toma la calle. Y a comienzo
de Diciembre se convoca un paro general. Este se produce el día 10. Fue un acto
que sorprendió a encuestadores, políticos y analistas. La participación en la
protesta superó el 90%.
La
inestabilidad política se profundizó. Y luego se suman a esta acción oficiales
de la FA
que comienzan a pronunciar su descontento. Y a su lado están los reclamos de la
meritocracia en PDVSA. Y a un segundo paro general sigue su extensión a
indefinido. El 11 A
es el inicio con una marcha que llegaría a Chacao pero que en la práctica se dirige hacia
Miraflores.
Este momento
presenta ya dos fuerzas antagónicas, irreconciliables: oficialismo y oposición.
Y la lucha es entre una fuerza que lucha por mantenerse y otra por derrocarla.
Pero el 11 A
es definitivo en esta contienda. El régimen se las juega todas. Entiende
perfectamente que tiene que emplearse a fondo para subsistir. Sabía que de
permanecer esa inmensa cantidad de gente en plan de protesta no era posible
mantenerse en el mando-poder porque la inestabilidad adquiría demasiada
consistencia. Y llega el momento en que tiene la completa convicción de que no
tiene nada que perder.
EL 11A LE DEJA CLARO AL GP QUE REQUIERE DE UNA
FA INCONDICIONAL
Es por eso
que se lanza a la operación ‘masacre’. Ya en esta hora opera Fidel Castro como
gran consejero. El GP, ante el descontento de una parte importante de la FA y en lo
fundamental del Ejército, se entrega a la vez que habría renunciado al cargo de
presidente. Menos de 48 horas después el personaje estaría de regreso a
Miraflores a continuar desempeñando su cargo.
A partir de
esta experiencia queda claro para el GP y
su entorno en general que no es posible gobernar sin contar con unas fuerzas
armadas integradas incondicionalmente al proyecto. Y el 11 A permite un
deslinde que se acentúa a partir de la toma de la
Plaza Altamira
el 26 de Octubre del 2002. La oficialidad que había operado en aquel intento de
derrocamiento ahora se pone abiertamente de manifiesto y para el régimen se
impone simplemente profundizar el deslinde y la separación con miras a crear
sus fuerzas militares propias.
LA INTROMISIÓN CUBANA Y LA CONFORMACIÓN
DE VENECUBA
Desde
entonces la acumulación de fuerzas militares no se detiene. Pero este objetivo
se junta a otro llamado a crear instituciones de apoyo directo a la naciente
revolución. El año 02 deja en el camino las contiendas de Abril, la Comisión
de la Verdad
y ve la continuación del paro petrolero
que se inicia el 02 de Diciembre y La
Mesa de Acuerdos y Negociaciones que
tiene a Gaviria, al Centro Carter y el PNUD como garantes Y en este organismo
se llega a la conclusión de que la salida a la situación planteada debe
canalizarse a partir de la convocatoria a un Referendo Revocatorio Presidencial
en el curso del año 03.
EL PROYECTO MISIONES PARA COMPRAR
EL APOYO POPULAR
En este
momento interviene Fidel Castro para sostener ante el GP que debe retardar el
RRP porque de hacerlo en forma inmediata lo perdería. Propone la creación de un
Plan de Misiones para lograr un fundamentado apoyo popular y una gran inversión
destinada a cuadrar un plan que lograra no simplemente comprar apoyo militar
sino la integración de esta fuerza al proyecto socialista lo cual se considera
absolutamente indispensable después de la experiencia del 11 A. Para el
alto mando de la unión cubano-venezolana no es posible avanzar en la revolución
sin contar con la incorporación de la misma a lo que califican como ‘la
revolución’.
A mediados
del año 04 cuando Fidel Castro y su G2
consideraron que se había dado los pasos necesarios y que habían mejorado las
condiciones para garantizar el triunfo en el RRP dio la autorización
correspondiente. Se convocó para el 15Ag.-04 y en esa oportunidad se produce el
triunfo de Hugo Chávez. Las oposiciones, en la voz de Henry Ramos Allup,
denunciaron fraude y se comprometieron a
presentar pruebas.
EL 15A-04 VENEZUELA CAMBIÓ PARA SIEMPRE
Y MUY POCOS LO ADVIRTIERON
Y mientras
esto ocurre el GP celebra la victoria en el Balcón del Pueblo. A lo central de
su exposición en el momento no se le
prestó mayor atención: “Venezuela cambió para siempre”. En principio parecía un
comentario general y de ocasión. Pero en lo programático significaba que
Venezuela había unido su destino al de
Cuba y que las dos revoluciones pasaban a ser la misma cosa. Ese triunfo tenía un autor: Fidel Castro y el G2 que supieron
monitorear con gran claridad la situación venezolana y diseñar la política
requerida.
El año 05
avanza la línea de la unidad ‘ejército-pueblo-líder’ que tanto pregona Norberto
Ceresole desde 1994. Y ahora cuando se ha decidido unir en términos geopolíticos
las revoluciones cubana y venezolana se siente que se tiene mucho más espacio
para actuar en dirección a reforzar la institución militar revolucionaria. Por
ello, en la medida en que prosigue la
conformación y posterior instalación formal de Venecuba que ocurre en agosto
del 2005, se dan pasos adelante en la realización de cambios en la realidad. (ABM
“Instalación formal de Venecuba” EU, 27-08-05),
Pero está
claro en la dirección superior de la unión cubano-venezolana la necesidad de impulsar
una plataforma militar que sirva de base para profundizar la revolución. Hay
que advertir que este proceso no cuenta con una clase obrera en plena
construcción de una revolución socialista. El propósito es poner a andar
cambios a partir de la inversión y no desde la perspectiva de la producción que
haga posible una mejor distribución y un consumo que llegue a todos los
necesitados.
DEL 2005 AL 2011 SE VA PERFECCIONANDO LA
LEY DE LA AUTOCRACIA REVOLUCIONARIA
Y es para
este modelo de socialismo de la dádiva petrolera que se levanta una estructura
militar que garantice su estabilidad. Es así como el 13 de Abril del 2005,
mediante decreto presidencial, se crea el Comando General de la Reserva
y Movilización Nacional. El propósito fundamental es “lograr la mayor eficacia
política y calidad revolucionaria en la construcción del socialismo”.
Posteriormente se forjarán con mayor precisión las líneas del poder militar
popular.
Y ya para
septiembre del 2005 se promulga una nueva Ley Orgánica de la FAN, que deroga la
de 1995 y comienza a introducir los cambios necesarios a los fines que se
persiguen y que ya incorpora la estructura de las milicias. A eso seguirán los
decretos con rango de ley desde el 2008 al 2011 que se consideran reformas
indispensables para seguir adecuando las fuerzas armadas a la nueva visión de
un ministerio popular de la defensa nacional. La idea persiste y crece:
inevitable la incorporación de los militares a la construcción de la sociedad
revolucionaria.
EN EL 2006 EL GP ADVIRTIÓ: EL QUE VOTE POR MÍ
VOTARÁ POR EL SOCIALISMO
En la
campaña electoral que culmina el 06-D con Hugo Chávez en plan de triunfador, se
estableció una consigna que habla por sí sola de la definición ideológica y
política del régimen. A un lado se deja las posiciones ambivalentes. Ahora se
señala de manera directa y precisa que “quien vote por mi votará por el
socialismo”. Por ello a partir del año 07 puede decirse que está
´legalizado´ el socialismo en este
expaís y a su lado la estructura creciente en lo militar integrada cada vez más
al proyecto, hasta el punto de poner a un lado la meritocracia establecida.
No se olvide
que desde un inicio se señaló que esta es una revolución pacífica pero armada
para todas aquellas circunstancias donde no sea expedito su tránsito. Esto
quiere decir que la aplicación de las armas se hace necesaria en cualquier confrontación
que pretenda transgredir el orden legalmente establecido.
NO EXISTE REGISTRO DOCUMENTADO DEL
MALESTAR EN LAS FA
A la hora
de estas reformas, destinadas a llevar las
FA a una función enteramente política, se creyó que podían presentarse fuertes
protestas a nivel de la institución. Pero eso no ocurrió, al menos en forma
pública o que haya dejado algún registro. Mucho se habla en estos tiempos sobre
malestar en la fuerza de las armas pero hasta el presente no existe registro
documentado de esa anormalidad.
Por ello, es
inevitable mantener que hasta este momento las Fuerzas Armadas refieren un
comportamiento acorde con los lineamientos que emanan de la dirección revolucionaria.
Y esto ha llegado a un nivel que es necesario calificar en el contexto de la
identificación. Es la unidad Fuerza Armada-líder y pueblo. Algo que incluso va
más allá: unas Fuerzas Armadas que se ponen al servicio de un tal poder popular
regentado por un cúpula venecubana que son los máximos beneficiarios de la
predicada revolución.
LAS FUERZAS MILITARES SE HAN CONVERTIDO EN FUERZAS
SOCIALISTAS VENECUBANAS
Y al asumir
este comportamiento las fuerzas militares son convertidas en fuerzas revolucionarias
o socialistas venecubanas. Y esto es lo que prevalece en la creación de la
dirección política y militar de la revolución bolivariana. Al lado del alto
mando político del PSUV se coloca el alto mando militar ambos encabezados por
el GP. Tenemos, en consecuencia, un oficial con rango de teniente coronel
convertido en un autócrata con fuerza de
ley por cuanto la propia ley orgánica de las Fuerzas Armadas le da la jerarquía
de comandante en jefe activo de las Fuerzas Armadas. Un rango que ya asumió su
sucesor Nicolás Maduro.
EL GP ES EL PADRE DE LA AUTOCRACIA
MILITARISTA, CONSTITUCIONAL Y
SOCIALISTA
De modo que
cuando referimos el legado que en este campo deja Hugo Chávez se hace
indispensable señalar que es el padre de la autocracia militarista del siglo
XXI. Un autócrata con poder económico que proviene de la renta petrolera, con
el poder social que emana de una buena parte de la población con nexos con un
gobierno que suma adherentes a partir del reparto para unos y para conformar
esperanzas o expectativas en otros. Un poder institucional que emana del
control total de las mismas, incluyendo, por supuesto la electoral. Cuenta,
además, con el poder que dimana de las fuerzas de las armas.
De todo esto
lo que puede leerse como más grave y alarmante tiene que ver con la
temporalidad de este cuadro. Esta estructura militar para la autocracia, que se
diferencia de las anteriores que correspondían al contexto de las montoneras o
de la trangresión o usurpación de poderes, surge ahora como una novedad. Es el
surgimiento de una autocracia militarista, legalizada, constitucional,
revolucionaria, socialista.
UNA AUTOCRACIA QUE SIGUE HOY EN MANOS
DE NICOLÁS MADURO
Es el camino
hacia el comunismo pero marcado no por la fuerza de los proletarios uníos sino
por el poder de quien tiene en las armas y el disparo su mayor razón y mejor
argumento. Es el establecimento de una autocracia militarista que ahora
prosigue en las manos del señor Nicolás Maduro y que no sabemos hoy hasta dónde
podrá llegar.
LA FA FUE INTEGRADA A LA FALSIFICACIÓN
REVOLUCIONARIA
La Fuerza
Armada, que fue soporte militar y garante de los regímenes llamados
democráticos, fue ahora destruida en lo atinente a su contenido, sentido y
proyección. Es una exfuerza Armada de un expaís, exnación o exrepública. Sólo
ha quedado con vida lo formal de la institución. En lo material se produjo el
cambio hasta en su nomenclatura. Así, lo que se ha denominado como Fuerza Armada Bolivariana es ya una parte
integrada a la falsificación revolucionaria vigente.
Esta situación
es extremadamente difícil y preocupante. Es el penoso testimonio de un tiempo
muy comprometido y propio del gran vacío que aquí se padece por lo menos desde
1989, cuando se patentiza, por la via del estallido popular, el agotamiento del
modelo económico, social y militar puntofijista.
Desde entonces está planteado un agudo y creciente desgaste de todos los
elementos del cuadro histórico.
¿Pero como
puede levantar cabeza esta sociedad en medio de tanta destrucción? Esto sólo será
posible en la medida en que aparezcan fuerzas capaces de colocarse por encima
de las que hoy forman parte del coro falsificador del oficialismo o las
oposiciones. Una nueva historia tiene que comenzar por una concepción distinta
a la positivista que ha regido nuestro tiempo tenido como republicano.
MIENTRAS LA CIUDADANÍA NO COMPRENDA LA NATURALEZA DE ESTE PODER
SEGUIREMOS LEGITIMANDO LA DESTRUCCIÓN
No es
entonces el partido militar de las armas, de los héroes y caudillos, la
autocracia militarista o nuevo partido militar, lo que puede surgir como entidad
salvadora. Hoy esas cúpulas militares dejaron de ser simples mandos al servicio
de, para integrarse en forma plena al poder, conformando de esta manera una
muralla o instancia capaz de enfrentar cualquier brote conspirativo dentro y
fuera de la institución. Es decir, estamos en la hora de una FA en permanente
plan de poder y represión preventiva y
activa. No apuntalan. Son gobierno. Y por ello están en la dirección
político-militar del ejecutivo, tomando decisiones en todas las materias.
Dejaron de
ser un complemento y hoy son, en sentido estricto, un partido con franjas y
demás beneficios que otorga el poder. Y mientras ‘la civilidad’, la ciudadanía y
las oposiciones, no comprendan la verdadera naturaleza de este poder,
apuntalado en la fuerza de las armas y el disparo, seguiremos cumpliendo el
papel de legitimadores de la
destrucción. Y nos mantendremos en una especie de pasado, carente de
posibilidades para tocar el presente y los tiempos colmados de la creación y la
trascendencia que corresponde al necesario e indispensable porvenir.
Agustín
Blanco Muñoz
12 de marzo
del 2013
Material publicado en la edición especial de
Simón Bolívar Analytic No. 28 dedicado a
El legado político del Presidente Chávez
Amigo Agustín, estoy leyendo el libro intitulado "Venezuela : República Democrática" del Grupo Jirahara, y encuentro coincidencias muy elocuentes con el contenido de su artículo. Una de los detalles elocuentes lo constituye el tema del partido militar, de ayer y el hoy. La historia de Venezuela es o pareciera ser un círculo vicioso. Luis Chacón L.
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