René Magritte
¡CONSTITUYENTE
DE CALLE Y SIN CNE!
Agustín Blanco Muñoz
Otra vez la cantaleta
de que las del 08D no son unas elecciones cualquiera. El discurso de la polarización, cada vez más
cargado de miserias, vuelve a repetir que ahora sí se juega definitivamente el destino de las dos
fuerzas que se consideran eternas dueñas
de este expaís, su renta petrolera y sus habitantes.
Estos señores, dignos
representantes de los invasores iniciales, pretenden hoy, en términos de
demócratas o revolucionarios, conservar y proyectar los mismos poderes. Una
historia en la que prevalece algo así como “el tiempo detenido” pero con un
creciente registro de ignominias.
Imposible no hacer
referencia al pasado agotado cuando pensamos en la sociedad y la política actuales,
conformadas de acuerdo a los lineamientos del corpus iuris civilis justiniano.
Síntesis imperial romana de viejos postulados que llegan a trascender el tiempo
del renacer o las revoluciones francesa, rusa o china para seguir como novedad
en la llamada “revolución bolivariana” y hasta en las filas de lo que se nombra como oposición.
Formamos parte de un
todo social mundial regido por los
mismos poderes y leyes de la dominación que han controlado y controlan todos
los escenarios de la sobreviviente
humanidad. Por eso el imperio del faraón-emperador-monarca-rey, se
vuelve autocracia, dictadura o democracia para dar continuación al festejo de
las minorías de los privilegios.
Y esto se expresa claramente
hoy en este expaís: unos detentan el poder-privilegio y otros esperan su turno.
Es el permanente círculo de los beneficiarios, de los gobernantes actuales y
futuros. La democracia aquí no trasciende la alternabilidad de aprovechadores.
En el período 58-98
rigió la llamada democracia puntofijista de Acción Democrática y Copei.
Hoy está vigente algo que llaman
“revolución” cuyo partido eje es el PSUV, que se formó con la militancia
descontenta del partido que defenestró a su propio presidente Carlos Andrés
Pérez, y buena parte de ex -copeyanos
y miembros del “chiripero”. Una mezcla
de socialdemocracia y socialcristianismo, con predominio adeco.
Las oposiciones en su
gran mayoría están formadas por los mismos residuos adecos y copeyanos, ya sea Un
Nuevo Tiempo, Una Nueva Justicia o Proyecto Venezuela. La mayor parte de lo que
se conoce como izquierda ya nada tiene de marxismo-leninismo o revolución, sino
de socialdemocracia.
La minoría sigue
militando en el marxismo positivista del siglo XX. ¿Qué es entonces lo nuevo?
Lo hemos señalado muchas veces: el Proyecto Venecuba. La Habana desdibuja y
controla el espectro político de lo que quedaba de Venezuela.
La debilidad y
progresivo desgaste institucional permitió el avance de unos invasores que actúan
bajo las mismas reglas aplicadas por quienes comienzan su acción de sometimiento
hace cinco siglos.
Y ahora cuando el
polo gubernamental alerta sobre la vida eterna del Comandante Supremo Hugo
Chávez, lo dispone todo para que su lucha siga contra un adversario-contendor que
se controla con las armas de una revolución pacífica pero armada.
Y hay que preguntar: ¿Se
convocó una Asamblea Constituyente supuestamente originaria para llegar a esta
dura situación? A lo largo del proceso social venezolano, las constituyentes
han servido para promover o acomodar un próximo caudillo.
En la constituyente
convocada por Chávez, al inicio de su mandato, en 1999, se habló de la
“reconstrucción de la patria”. Venezuela sería una antes y después de esa
asamblea encargada de transformar las
bases económicas de la propia sociedad, las instituciones y el ordenamiento
jurídico.
¿Fue lo que sucedió?
La constituyente del 99 se autoproclamó originaria para
que el poder del pueblo-colectivo-soberano,
jugara un papel protagónico y decisorio en el propio ejercicio del
mando-poder. La mayoría dejaría de ser
un simple sector que ejerce su “derecho
al voto” para convertirse en una ciudadanía que decide de manera directa el
presente y futuro de su país.
Pero este discurso no
correspondía a los verdaderos planes. Estábamos ante una constituyente para
darle impulso a otro aspirante al poder.
Y cuando le señalamos
a Hugo Chávez, candidato presidencial proveniente del golpismo, que no se puede
pensar en una nueva política que comience por reivindicar al caudillo,
responde: ...“Yo creo que pudiera reinterpretarse el caudillismo para que
pudiera seguir estando en juego.” Agrega: “Yo creo que se trata de vencer la
barrera de esos hombres que la situación coloca en posición de líderes, que
surgen en un momento determinado y que los pueblos aceptan y elevan a la
condición de salvadores.”
Y concluye: Si una persona entiende esta
posibilidad de reinterpretar el caudillismo “y dedica su vida, su esfuerzo a
colectivizar a través de su poder mítico a líderes, proyectos, ideas, si eso
ocurre así, abstrayéndose de todos los procesos, justificaría la presencia del
caudillo. Ahí es donde pudiera reinterpretarse el papel que, aunque no se
quiera, pudiera seguir jugando para bien o para mal, en un tiempo y en un
espacio, el caudillo o como queramos
llamarlo.” (ABM, Habla El Cdte. CCS, 1998, pp.172-73)
Este
Chávez-caudillo-constituyente es la institución que la revolución PSUV está
obligada a mantener viva. Chávez vive porque se mantiene vigente la trampa-kino
con el apoyo de los desgastados adecos,
copeyanos e “izquierdistas” del proyecto de
constituyente del 99 y grupos ‘emergentes’.
Hoy no podemos
impulsar algo similar. La constituyente originaria no nace de una recolección
de firmas validadas por los partidos y su correspondiente CNE. Surge de un colectivo
que hace conciencia de la necesidad de convertirse en agente constructor de su
propia historia.
Una mayoría que
organiza su movimiento. Sólo así avanzará la Suma de Movimientos de calles,
plazas, fábricas, trabajadores, estudiantes, gremios dispuesto a implantar una
constituyente originaria obligada a ir
más allá de las vidas que van de Bolívar a Chávez.
Una constituyente que no será contexto o escenario para otro caudillo
sino frente, al fin, para construir un
verdadero país. ¡Que historia amigos! @ablancomunoz / abm333@gmail.com
En teoria suena muy bien. Proponga cuando y donde nos reunimos.
ResponderBorrarHarold Blantand
Profesor: estoy muy de acuerdo con usted. Necesitamos una constituyente de calle y sin CNE para deslastrarnos realmente de todo esto.
ResponderBorrarPablo Carvajal
Muy interesante su articulo. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho.
ResponderBorrarCarlos Escalona
Excelente artículo. Gracias.
ResponderBorrarKarma Jiménez
Profesor: Estoy de acuerdo con el planteamiento. >Pero esto hay que hacerlo después de poner muchas cosas en claro. Nunca antes.
ResponderBorrarJosé Vásquez
Así es profesor. Primero organización y lucha de calle y después exigirle respeto al CNE.
ResponderBorrarVictor Camacaro
Ya no saben que inventar para conspirar contra la Revolución de Bolívar y Chávez. Pero No Volverán!!!!
ResponderBorrarChavista I
Me parece muy interesante su artículo y comparto muchas de sus ideas. Pero ¿Qué hacer? En la historia de la humanidad, ya sea política, social o religiosa siempre ha existido un líder. Es nuestro propio desarrollo evolutivo que hace siempre que un grupo domine al otro y por eso somos descendientes del mono y por eso las abejas eligen su reina. Me parece que siempre existirán los líderes, cada uno con un fin, su interés personal. Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados cuando vemos que la sociedad y el mundo se deteriora más y más.
ResponderBorrarJhon Deosa
JHON: Usted mismo lo dice: la sociedad, específicamente esta sociedad, se deteriora cada vez más porque el 'modelo caudillo' se agotó. Se impone en consecuencia abrir un nuevo camino. ¿Cómo hacerlo? Sobre esto tenemos que PENSAR Y APORTAR TODOS. La construcción del futuro tiene que ser obra del colectivo consciente y organizado y no de los eternos caudillos del fracaso. En próximos artículos señalaremos elementos para debatir sobre cómo empezar este inevitable proceso. Gracias por su correo que guindaremos al pie del artículo en nuestro sitio: www.historiactual.blogspot.com Saludos cordiales. Amigo: ABM.
ResponderBorrarPor favor profesor, nos puede dar su opinión sobre esto:
ResponderBorrarEl abogado constitucionalista, José Vicente Haro, explicó que la Constituyente "no sólo sirve para sustituir a los poderes públicos sino que también sirve para cambiar la Constitución y el miedo es que a través de esa modificación nos terminen imponiendo la reforma constituyente que se rechazó en el año 2007 por referendo", dijo.
Para el abogado constitucionalista, José Vicente Haro, es necesario "abrir un debate" sobre las consecuencias de solicitar una Constituyente porque aseguró "puede crearse un monstruo que perjudique al país".
"Si nosotros no razonamos, analizamos y cuidadosamente estudiamos el tema constituyente y lo proponemos a la ligera, de manera inmediata y sin un debate serio, lo que podemos producir es un monstruo", expresó.
Explicó que la Constituyente "no sólo sirve para sustituir a los poderes públicos como se ha planteado en los últimos días sino que también sirve para cambiar, reformar, modificar la Constitución, que es su verdadero sentido".
Más info: http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/130806/haro-la-constituyente-puede-ser-un-monstruo-que-perjudique-al-pais
Tony Albarracín