URIBANA
¡OTRA
MASACRE REVOLUCIONARIA!
Agustín Blanco Muñoz
¿Quién dijo que es cuestión de nombres, de días o número de hombres muertos?
¿Quién ignora que queremos hablar de algo que no tenemos y que muchos llaman
vida sin tener plena conciencia de lo que quieren decir?
¿Cómo quebrar las voces que se asientan en el bullicio de lágrimas de
madres que ya no saben del color del lamento que las consume en medio de una
profunda y creciente angustia allí a las puertas de un cementerio llamado
Uribana?
¿Quién dispuso del equipaje, pasos y sueños de quienes aspiraban
alcanzar algún día el aliento capaz de volverlos habitantes del camino de los
vuelos que llevan a pisar en las risas de los nazarenos?
¿MÁS LUMBRE PARA LA MUERTE?
¿Por qué el empeño de dejar a un lado cada uno de los minutos que se
hizo entrega al viento de un llamado a
la esperanza del vivir? ¿Se trata simplemente de darle más lumbre y alimento a
la muerte estacionada en los rincones de sahumerios que nadie quiere soportar?
Primero fueron las noticias de los hijos de tierra que se volvían hambre
de mayor extensión para que luego viniera el traslado perverso y criminal de
quienes no pueden pagar un yo me quedo donde quiero.
Pero ni siquiera se llega al otro lugar del sin destino. Todo está
establecido sobre la propia sombra de la muerte porque ya están concertadas las
andanzas miserables para que conciten las tempestades en estos territorios que
se volvieron simples recodos de penas y terrores.
LAS SEÑALES DE LA MASACRE YA ESTABAN MARCADAS
Ya habían sido marcadas las señales de la necesaria masacre en un envoltorio
médico que no vendría a curar sino a dejar registro de su profunda vocación por
el asesinato.
Hoy esas medicinas están enquistadas en la muerte de muchos hombres que
la indiferencia y desolación han colocados fuera de la preocupación o el dolor de una colectividad
cada vez más ocupada por su
sobrevivencia.
AQUÍ LA MUERTE ES DE CADA QUIEN
Porque aquí la muerte es de cada quien.
La muerte sirve hasta para justificar las masacres. Aquí no nos importa
la vida de los demás porque estamos simplemente ayunos de existencia.
En enero del 2013 Uribana fue escenario de una masacre que dejó más de
sesenta muertos. Ningún responsable. Y todo pasó a la circunstancia del olvido.
Eso de vivir está referido hoy a un valor distante que no nos pertenece
¿Cómo vamos a cuidar lo que no tenemos ni
nos corresponde?
SE LES IMPUSO OTRA FORMA DE MORIR
Y cayeron los hombres desesperados
al ser llevados a otra forma de morir que les impuso un orden que va sin
amaneceres pero colmado de despedidas.
La muerte atrapó y fulminó con fármacos a uno y otro de aquellos hombres
condenados a padecer la furia de las balas de nubes amargas. Un operativo criminal
sin precedentes de abierta inspiración en el demencial fanatismo nazi-fascista.
Y cada vez se juntaron más lágrimas en los lugares donde debía morar la esperanza por la vida. Y nadie supo
siquiera como mover la expresión allá en el reducto que se volvió tristeza
eterna hasta para las almas que moran en los infiernos sin bendiciones.
EN URIBANA NO HAY SINO SIMPLES MUERTOS
Pero en todo este escenario no hay muertos importantes a nivel nacional
e internacional. Sólo hay simples muertos y espera de muchos más masacrados. Porque
en tiempos de invasión, soledad y dolor sólo prevalece con vida la semilla de
todas las formas de destrucción.
Esta masacre llevará sus frutos a cualquier manera de existencia porque lo
que importa es hacerle entender a todos los habitantes de este expaís sin
ciudadanos que lo fundamental es armarlo de cadáveres cada vez más muertos.
Luego vendrá la explicación política porque este es un régimen de las peores
inspiraciones pero respetuoso de los
derechos que protegen los humanos y las libertades que proclaman la vida que
nunca se ha tenido.
MASACRAR PERO DEJANDO A SALVO EL CREDO REVOLUCIONARIO
Y se señalará un responsable de la masacre indebida para dejar a salvo
tanto el credo como el proceder revolucionario.
No se repetirá que el nuevo director de Uribana vino a imponer orden,
autoridad y concierto sino que entendió su misión como un masacrador cualquiera
y la justicia y ética revolucionarias les impondrán las máximas penas.
Todo el peso de la ley revolucionaria recaerá sobre este hombre que no
supo cumplir con dignidad, profesionalismo y humildad militante la tarea que se
le encomendó.
SE LE MANDÓ A MATAR COMO REVOLUCIONARIO
Y SE COMPORTÓ COMO ASESINO GOMECISTA
Se le mandó a actuar como un revolucionario de la tortura y el crimen y
se comportó como un asesino de los tiempos
de Juan Vicente Gómez. Por ello será condenado y encerrado en los calabozos
donde moren todas y cada una de las miserias carcelarias.
Y fue lo que no hiciste. Por ello debes ahora soportar todo el peso de
una inmundicia que amenaza con ampliarse en cantidad y calidad y extenderse en
el tiempo hasta lograr el derrumbe de todo aquello que aún cuente con un foco
oxigenado capaz de apuntar hacia nuevos caminos.
EL REVOLUCIONARIO DEBE SABER MATAR
Eres el gran responsable Julio César Pérez. No supiste manejar los
canales del crimen con la autoridad y el rigor que el mismo reclama. Por ello
ahora debes pagar por tus flaquezas y por no manejar la máxima que en toda
revolución, el revolucionario verdadero debe saber matar en forma oportuna,
digna y justiciera.
Entiende que eres el único culpable de tu torpeza y no vengas ahora a
decir que sentiste que cumplías con una política, con una línea o unas órdenes.
Tu sabes muy bien que estamos obligados permanentemente a presentarnos
como los más bravos y celosos defensores de los consabidos Derechos Humanos y
no es justo que por culpa tuya volvamos a estar en la mirada del mundo como
acusados de crímenes que se te pueden haber mandado a cometer, pero que tú no
podías permitir que fuesen evidentes como en realidad ha ocurrido.
¿Y CUÁNTAS MASACRES MÁS NOS DEPARARÁ ESTA REVOLUCIÓN?
Señores ¿quién dijo muerte, quién dijo nombres? ¿Dónde estarán a esta
hora las huellas de esta última masacre de Uribana? ¿Y cuántas masacres más nos
deparará esta revolución?
¿Seguiremos en medio del culto a la indiferencia y el ver las Uribanas
como algo que no tiene porque tocarnos? ¿Permaneceremos apartados de la
condición de hombres humanos capaces de sensibilizarse ante el exterminio del
otro?
¿Pronto nos liberaremos de la imagen Uribana que pueda tener algún peso
en nuestra conciencia?
EN REVOLUCION SE TRIUNFA MASACRANDO
¿Imposible olvidar que en una revolución se triunfa masacrando y se
permanece del mismo modo? ¿Lograrán vivir algún día esos que se han llamado y
llaman revolucionarios? ¡Qué historia amigos! T: @ablancomunoz / abm333@gmail.com
HistoriActual
28 de noviembre del 2014