El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve
Antonio Machado
Proverbios y cantares
Agustín Blanco Muñoz
Hace 70 años, al avanzar el ocaso de la llamada segunda guerra mundial, queda
liberado el campo de concentración nazi de Auschwitz, Polonia, centro del
horror y crueldad de la más profunda estirpe y contenido.
La pregunta es inevitable: ¿en realidad quedó liberada la humanidad del
horror-crueldad-exterminio? Todos sabemos que aquel fue un capítulo de los más
criminales de la historia de lo que se ha nombrado y nombra como humanidad.
Y si es humanidad ¿cómo se explica su inclinación hacia el horror, el crimen, el exterminio, la
perversión?
Eso que se ha llamado y llama hombre, cuyo conjunto establece la
sociedad, a partir de la aparición de la propiedad, deriva sus poderes de la
acumulación de cuya suma se construyen imperios, polos de dominación.
Los nazis, como tantos otros aspirantes a conformar imperios,
entendieron que para avanzar debían exterminar todo cuanto se opusiese a su
afán de grandeza y sometimiento. Sólo un
fanatismo convertido en dogma-ideología-religión es capaz de llegar tan lejos
en la liquidación de quienes se consideran enemigos, inferiores y no de una tal
“aria condición”. Fue la hora de la “limpieza” para imponer la mayor de las
civilizaciones bajo la conducción de Adolf
Hitler.
Esta es una etapa más de la sucesión de hegemonías. Porque desde la
aparición de la sociedad-propiedad, todo está dispuesto por la lucha de
poderes-fuerzas y el deslinde entre privilegiados y sometidos. El disparo es el
mismo para el avance del exterminio.
Ahora en la era nuclear, la guerra computarizada asesina de múltiples
maneras. Tiempo de las bombas sólo-mata-gente, o del explosivo atado a la cintura
de un niño. Fanatismos distintos para los mismos fines, con propiedad acumulada
dispuesta para imperar.
Hoy son los altos mandos financieros quienes rigen la totalidad del
cuadro histórico y quienes disponen y controlan el mundo. La guerra sigue
siendo la del poder global contra todos sus súbditos. Es la extensión y
dimensión de Auschwitz. Un mundo tomado por los asesinos y atiborrado de desechos
que es lo que hoy se considera como humanidad.
Por ello, aquí el poder militar-policial-civil hoy dispone “el uso de
armas mortales para enfrentar manifestaciones desestabilizadoras”. Sancho, con
los imperios de la huella Auschwitz nos seguimos topando! @ablancomunoz abm333@gmail.com
Últimas Noticias, 31 de enero del 2015.
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