Historia Hoy
¿CON PEPAZOS SE SALVARÁ ESTA REVOLUCIÓN?
Agustín Blanco Muñoz
LO MÁS GRAVE DEL LLAMADO DEL CANTOR
FUE LA
AUSENCIA DE CONDENA
Era la despedida por el año del programa Contacto con Maduro. Fue invitado un grupo musical cuyo vocero es amigo de Nicolás desde tiempos atrás.
Dialogaban sobre el proceso y el artista aludió a la crisis política que padece
este expaís y sobre la necesidad de mantener unidos a los revolucionarios.
Y concluyó diciendo que, a quienes traicionen sencillamente hay que
darles un pepazo en la cabeza. De inmediato Maduro lo detuvo con un “no seas loco
vale” para agregar luego: “no ves que estamos en vivo”. No hubo un desmentido
sino, entrelíneas, una aprobación.
Si el jefe de Miraflores no hubiese estado de acuerdo con lo expresado,
estaba obligado a afirmarlo de manera terminante. Pero prefirió hacerse el loco
ante quien llamó “loco”.
Desde la noche del martes 30/12/15 las redes comenzaron a atacar a
Alberto Allen por haberle sugerido a Maduro la conducta de la pena de muerte a los traidores. Se pierde de
vista que esto no es lo más grave sino la ausencia de condena al llamado.
ESTA REVOLUCIÓN DESDE SUS INICIOS SE HA DEFINIDO COMO
PACÍFICA PERO ARMADA
Y también se olvida que esta
revolución desde sus inicios se ha definido como pacífica pero armada. Y que en este momento, precisamente, parece
haber llegado el momento de pasar “a otra etapa del proceso”. A una lucha que no será extraña a las armas, a la
violencia.
Algo que no tiene porque extrañar en el contexto de lo que se conoce como revolución. Procesos que hasta
el presente han dejado riega de muertos en cada una de sus experiencias. En
esto no hay excepciones.
EL CANTOR FORMA PARTE DE UNA LEGIÓN DE FANÁTICOS
LLAMADOS “COMO SEA” A RADICALIZAR LA REVOLUCIÓN
De modo que no es a este señor músico
y desesperado a quien hay que condenar. Él forma parte de una legión de
fanáticos llamados a lograr “como sea” el estadio radical de la revolución.
Y esta experiencia nos obliga a situarnos ante el peor de los escenarios
para los días que siguen. Los monstruos se desatan cada vez más. El “cambio ya”,
que es otra salida pero pacífica,
constitucional y sin guarimbas, se enfrentará a una fuerza que se supone
bien dispuesta, preparada y ultra equipada para acometer la necesaria tarea de la salvación de la
revolución de una burguesía pelucona e imperialista empeñada en derrotarla.
SIN REVOLUCIÓN LA DEBACLE CAERÍA
SOBRE LA INMENSA MAYORÍA
DE SUS CUADROS DIRIGENTES
Para Maduro y la pata dirigente del PSUV es indispensable salvar el
legado del Comandante Eterno. Los compromisos, adquiridos por el proceso en los más productivos y peligrosos frentes,
los obligan a combatir por todas las vías para garantizar poder como única instancia con capacidad para
enfrentar avatares de alta monta “fabricados por el imperio”.
De no ser así, la debacle no
sería sólo de la revolución sino de la inmensa mayoría de sus cuadros
dirigentes. Por todo esto ratificamos nuestro llamado de atención al proceso de
violencia ya en marcha y el cual se hará
muy difícil detener debido a la inexistencia de fuerzas organizadas llamadas a
cumplir con ese objetivo.
Por esto, para esta hora, desatadas muchas furias, como la relacionada
con el cuestionamiento a tres diputados MUD y la consecuente aparición de la
consigna-decisión: juramentación de los 112
o ninguno, no se puede considerar el
escenario de una superación del cuadro
trágico que padecemos por la vía consensuada y pacífica. De allí el largo
espacio que tiene hoy el mensaje de
extrema violencia de Alberto Allen. La revolución está en peligro y debe ser
defendida “rodilla en tierra”.
Se utilizará ahora toda la fuerza de las armas para su salvación porque
sólo de esa manera “seguiremos teniendo patria”. Continuará el legado supremo
del Comandante Eterno. Mientras haya revolución tendremos patria soberana e
independiente.
Este ha sido el discurso permanente de lo que se conoce como revolución
bolivariana que dice construir el socialismo del siglo XXI. Y esta maquinaria en ningún momento ha ocultado su ligamen y
comunión con la violencia. Por ello no es fácil llegar a la conclusión que
muchos han establecido de que aquí llegó la muerte del chavismo. Según estos
testimonios la herida que la fuerza social le propinó al proceso socialista es
absolutamente irrecuperable, irreversible.
Esta nos parece una lectura muy ligera y emocional de esta compleja y
retadora realidad. No es verdad, insistimos, que estos “señores
revolucionarios”, poder en mano, hayan decidido un suicidio colectivo y, en
consecuencia, a colocar voluntariamente
su cuello en la guillotina.
Este proceder no tiene ni tendría lógica alguna. La masa de los
intereses y del fanatismo que la secundan está dispuesta y hasta obligada a
toda resistencia. Sólo de este modo pueden
garantizar la supervivencia de todos los factores de su competencia.
DIFÍCIL COLEGIR DE SU DEBILIDAD ACTUAL QUE LA REVOLUCIÓN ESTÁ
DEFINITIVAMENTE DERROTADA
Esto no quiere decir que el chavismo mantenga el mismo dominio de la
escena que en los tiempos de Chávez. Hay una disminución del apoyo popular a
esta causa revolucionaria que no tiene
hoy a la mano su figura emblemática ni ha podido superar problemas gruesos en
el campo de la producción, la inflación y la escasez. Esto es cierto. Pero
colegir de esta situación que la revolución está derrotada y definitivamente
caída, es una deducción que no podemos
avalar.
Hemos dicho en muchas oportunidades que aquí está planteada una lucha
entre dos grandes monstruos. Son dos fuerzas enfrentadas, en medio de una
bandera fundamental que los lleva a dirimir quién le sirve de manera más
completa y efectiva a los grandes intereses internacionales. Y se trata de dos polos
que, en definitiva, deciden su status a partir de la aplicación de la fuerza.
ENTRE DOS FUERZAS ENFRENTADAS EL GANADOR
SIEMPRE ES EL DE MAYOR PODER
Eso quiere decir que en este tipo
de lucha es ganador siempre el mismo: el
monstruo mayor, el de más fuerza. Y es evidente hoy que esa fortaleza con toda su capacidad de destrucción es la que se mantiene con vida al
frente de la conducción en este expaís.
Y hasta el presente sólo conocemos el discurso opositor que refiere un
plan de seis meses para derrotar al gobierno de manera tajante y definitiva,
por la vía constitucional, democrática, pacífica y electoral. ¿Se olvida que
este es un régimen dictatorial-militar-policial-civil? En caso de no rendir los frutos esperados
esta línea pacífico-electoral ¿tienen las oposiciones-MUD alguna otra política
con capacidad para alcanzar los objetivos planteados y sin contar para ello con
la violencia?
Lo importante hoy es tener conciencia de que entre los enigmas del
06D-15 hay uno al que debemos prestarle la mayor atención. Esa gran masa que no
votó por la oposición sino contra el gobierno, esa mayoría que le compró la
oferta de cambio a las oposiciones, hoy puede colocarse en plan de contraloría
política y exigir se cumpla el compromiso asumido.
De no ser así, se estaría potenciando los riesgos de alteración que pudiera conducir a una implosión gobernada por la
desesperación-hambre-angustia y que en su desarrollo no tendría porque
discernir entre los monstruos que han detentado el mando-poder en esta
Venezuela cada vez más aplastada.
Y en este contexto, que presenta una situación que va de mal hacia lo peor, se hace evidente que en
el corto y mediano plazo está garantizada la violencia creciente, la guerra
civil de facto. De allí la inmensa acogida del mensaje Alberto Allen: es necesario
disparar rodilla en tierra a las nucas traidoras. Sólo de esta manera se puede
avanzar a paso de destructores hacia la radicalización de la revolución.
NINGUNA REVOLUCIÓN-VIOLENCIA CONTRIBUYE A LA VIDA
De esta realidad sale el socialismo o la muerte. Los días que siguen, en
consecuencia, pueden adquirir hasta el rasgo y rango de lo trágico. Ninguna
revolución-violencia contribuye a la vida. Son instituciones para la muerte.
INDISPENSABLE LA ORGANIZACIÓN CONSCIENTE
DE LA FUERZA
SOCIAL-PUEBLO
Por ello en este momento se impone repetir el llamado a la organización
consciente de la fuerza social-pueblo como única fórmula válida para incidir en
el cambio social. Sólo con el Movimiento de Movimientos (MdM) con la
participación horizontal de todos podemos pensar y hacer otra historia. La
historia del colectivo-pueblo.
De mantenernos en las posiciones
del ciclo héroe-caudillo-libertador seguiríamos inmersos en el mismo círculo
invasor que coloca las mayorías al
servicio de las minorías privilegiadas. ¿Es eso lo que queremos hoy alimentar?
¿Tendremos que contribuir a multiplicar los pepazos que enfrenten esta
revolución?
CON PEPAZOS NO SE GARANTIZA NI LA PERMANENCIA DE LA REVOLUCIÓN NI
CONSTRUIR UNA REALIDAD DISTINTA
Con pepazos nadie puede garantizar la permanencia de una tal revolución
pero tampoco por esa vía se puede lograr una sociedad distinta. Simplemente
seguiríamos en el círculo destructor que ha caracterizado nuestro proceso
social, político, militar. ¡Qué historia
amigos! @ablancomunoz / abm333@gmail.com
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