Y POR FIN… ¿VA A CAER?
Agustín Blanco Muñoz
La destemplada y necia canción data de las marchas del 2002: Y este
gobierno va a caer… Y hoy aunque no haya
marchas ni cantos se dice que va a caer porque no habrá juramentación del
10E-19. Y al preguntar cómo ocurrirá, se dice que puede venir una invasión, un
golpe militar o un levantamiento popular. Y hay quien agrega que Maduro podría
renunciar, en medio de una negociación que incluiría parte de las oposiciones y
descontentos de su partido, para darle paso a una transición.
En realidad, en 20 años esta revolución ha marchado “a paso de
vencedores”, sin nadie que la detenga. Y la mayor parte de las oposiciones no
han ido ni irán más allá de aquello que les acerque a los beneficios. De allí el diálogo, lo
electoral, la transacción o negociado que pueda adelantarse “por el bien de la
patria”. Se asume así una constante de esta historia: el acomodo y reacomodo en
nuestra máxima institución: la complicidad.
La teoría señala que en el socialismo
-transición al comunismo- la clase explotada al ejercer su dictadura impide el predominio de la
burguesía y su Estado. Pero no es verdad que “los de abajo”, en lucha de clases,
en alguna parte hayan tomado el poder. La vieja dominación prosigue, con otras
manos y discurso. Y cualquier anuncio de cambio histórico es mera aspiración.
La revolución socialista, en su práctica, desde 1848 a hoy no ha
beneficiado al proletariado sino a la burocracia, cada vez más corrupta e
inescrupulosa.
Por ello el gran capital conserva sus privilegio, mientras el hambre de
la pobreza ya incluye la casi totalidad
de la clase media. Y es absurdo decir que “la derecha no volverá” ¿Cómo volver si no se han ido?
Vivimos la continuación o extensión del punto-fijismo. Y gobiernan unos
herederos que llegaron a esta posición en compañía de Rafael Caldera (el último
sobreviviente del Pacto de octubre de 1958), y sus notables. El MVR-PSUV hasta
el 2006 jugó a la democracia.
Desde ese momento realiza una revolución socialista-comunista. Una
práctica degradada y distante -como todas- de los planteamientos de Marx y
Engels. ¿Cómo y qué deslindar entre una izquierda revolucionaria y una derecha
contrarrevolucionaria supuestamente enfrentadas en forma radical?
Entonces Sancho, ¡no puede caer un gobierno con poderes bien comprados y
que cuenta, además, con el respeto y apoyo irrestricto de muchos acordados
adversarios!
@ablancomunoz
abm333@gmail.com
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25 de noviembre del 2018
Qué preciso profesor! Más claro imposible! Que buen artículo!
ResponderBorrarCómo tomaremos conciencia de clase si estamos bailando al son que nos toca el capital? 🤔
Muy bueno.
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