CÓMPLICES
Y CONDUCTORES
Agustín Blanco Muñoz
Sí. Todos los conductores son culpables de esta
tragedia que hoy recae sobre este expaís de manera agresiva y criminal. Unos por
acción y otros por dejar hacer desde el silencio,
la irresponsabilidad y la complicidad. Son
los que han obtenido algún beneficio o lo ambicionan.
Esta es parte de la reflexión de Pío Tamayo en su hora
final sobre la dictadura gomecista que lo condena a muerte como a tantos otros. Es tiempo de un Estado con un proceder
delincuencial dispuesto al asesinato del disidente que no negocie sus
posiciones. Y a lo largo del proceso no
hay fuerzas opositoras organizadas.
Por ello la dictadura en 27 años sólo tiene un grave tropiezo:
la muerte natural del dictador el 17D-35. ¿Tiene este cuadro similitud con el actual?
Aquí rige hoy el mismo Estado
independentista que tiene en Bolívar su mayor caudillo y el más
acentuado culto. Y cada agente de esa dominación se considera otro Padre
Todopoderoso de la “vida republicana” de la injusticia, utilización y desprecio
de la voluntad del colectivo-pueblo. Culpables y cómplices tienen cada vez un mayor
espacio.
Y este es un perverso binomio con plena vigencia en diferentes escenarios. Hoy
lo vemos actuar en la Universidad Central (UCV) donde los conductores en el 09
solicitan al TSJ nulidad del 34.3 de la Ley Orgánica de Educación que, a
diferencia de la Ley de Universidades (LU) vigente, cambia la composición de
votantes para elección de autoridades e incorpora
a egresados, empleados y obreros.
Ahora sufraga toda la comunidad sin ningún distingo.
Porque es así como se alcanza la democratización. Por eso las “autoridades
competentes” ordenan elaborar un
Reglamento Electoral. Con esta exigencia no se cumple dado que se decide
ignorarla.
Pero en el 2011, al cumplirse el fin de su mandato,
las autoridades no convocan el proceso para
la elección de sus reemplazantes en base a lo dispuesto en la LU. Y ante la
interrogante de por qué no se convoca esos comicios para materializar la
posición de la UCV, se responde: “Porque el gobierno lo prohíbe.” Y, en
consecuencia, se decide auto concederse un interinato indefinido que pone a un
lado el perentorio dispuesto por los
mandantes dueños de la ética socialista educacional. Desde entonces se guarda
silencio sobre el asunto. La comunidad asume esa deplorable conducta.
El 05F-19 los conductores de la UCV, sin consulta a la
comunidad, reconocen la posición que desempeña Juan Guaidó. Esto quiere decir
que se desconoce a Nicolás Maduro y su gobierno. Pero no se convoca las
elecciones que el mismo prohíbe. El 27Sep19 el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)
ordena a la UCV elegir autoridades en 06 meses. El interinato y el silencio
fueron sorprendidos.
¿Qué política se elaboró para enfrentar la situación?
¿Aferrarse al interinato es una política de y para la lucha por la Universidad
democrática y autónoma? ¿Se requirió el parecer del Claustro y la Asamblea?
¿Cómo negar que autoridades y comunidad tenemos culpabilidad en este proceso?
¿Vamos ahora al desacato de lo dispuesto por la “alta
autoridad” dictatorial para que el socialismo-comunismo del siglo XXI, con su
ética educacional en mano establezca la Universidad Central Bolivariana de
Venezuela?
Los conductores, devenidos en monstruos del negocio
rentable de la política, nos han llevado a una de las mayores tragedias de la
historia de este expaís. ¿Escapa, acaso, la UCV de este cuadro de tragedia y
destrucción?
Sancho, con estos verticales conductores y respectiva
complicidad, el colectivo social-pueblo seguirá manipulado y pisoteado!
@ablancomunoz
agragale celestinos
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