LA VENEZUELA INÉDITA
Agustín Blanco Muñoz
Buenos días don
Antero ¿cómo se encuentra? Bien, con muchas ganas de vivir y dispuesto a seguir
peleando por una Venezuela mejor. No golpeada ni hundida. Tenemos que lograrlo.
En medio de este trágico cuadro, me luce usted muy optimista y esperanzado. Así
es, profesor porque ¿qué se gana con el pesimismo, angustia y la desesperación
que tiene enfermos y liquidados a tantos venezolanos? Además de la pandemia ¿nos vamos a buscar otro mal? En eso lleva razón.
Pero muchos dicen que no conocían una situación como la que viven. Eso lo
entiendo, pero hay que recordar que en muchos casos del ayer hubo peores
escenarios.
Caramba Don Antero, pero en eso no estamos muy de acuerdo. Es cierto que en los tiempos de aquellas guerras, persecuciones, crímenes y desolación se pasó por momentos de mucha oscuridad y dolor. Pero esa era otra Venezuela en la producción. Con el petróleo se estableció otro modo de producir y vivir. Tiempo de un llamado confort que muchos entendieron como riqueza para todos.
Y hoy, debido al cuadro histórico revolucionario bolivariano y al bloqueo yanqui y factores de corrupción interna que denuncia la propia parte oficial, esta economía se ha vuelto más apretada e insufrible. Aplastante para las mayorías de la pobreza y sobrevivencia ¿Y no cree usted profesor que eso es pasajero y que será superado?
Eso es lo deseable, pero, como usted sabe, no hay señales concretas que lleven a pensar eso en el corto o mediano plazo. Todo indica que esta terrible situación puede extenderse. Son muchos los factores en juego. Y lo único que queda claro es que nuestra suerte depende hoy de la estrategia de los grandes poderes internacionales. Puede mantenerse que no habrá invasión norteamericana, pero sí un asedio constante por muchas partes.
Ya está planteada una guerra fronteriza que aumenta a lo interno la inestabilidad, intranquilidad y angustia. Males que se juntan al consabido covid-19 para procurar un efecto exterminio. Por eso hemos dicho que estamos ante una Venezuela petrolera inédita, dado que se esfuma la riqueza y crecen las necesidades insatisfechas de los más.
Caramba profesor, usted como que está en una honda muy pesimista. No, Don Antero, yo sé que usted coincide conmigo, pero entiendo también que hoy tiene una imagen del conservador y alguna que otra provocación. Ahora, recuerde que sólo queremos llevar nuestra preocupación al debate para contribuir a crear conciencia en relación a un cuadro que sólo puede superarse con una participación integral.
Este es un problema de todos y de un liderazgo horizontal que ponga a un lado a los descendientes de la escuela de los ‘héroes-caudillos-libertadores’, creadora de una infinidad de Simón Bolívar, que siembra politiquería, corrupción, destrozo, miseria y hasta revoluciones. Y mientras no sea derrocada esta “academia” no habrá posibilidad de impulsar la construcción o reconstrucción de lo que aún muchos consideran un país.
Entonces profesor, como diría su Sancho, ¿qué Dios nos agarre confesados si no hay ideas y claras acciones para cambiar la dura realidad de la historia actual? ¡Usted lo ha dicho Don Antero!
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