La pregunta se formula en nuestro curso de Historia Actual en el Doctorado en Ciencias Sociales de la UCV. ¿Ex-país expropiador? ¿Qué busca el gobierno con estas medidas radicales? ¿Por qué no esperó a tener la mayoría absoluta en la AN? ¿Por qué correr el riesgo de que la mayoría rechace la campaña contra la propiedad justo antes de la contienda electoral? ¿Caerá en desgracia el gobierno por estas medidas? Luego Marisabel Párraga le plantea el tema a Manuel Malaver.
A esta hora, las encuestas señalan que más del 80% de los venezolanos se oponen a toda amenaza contra la propiedad. ¿No sabia esto el gobierno? Habría que ser muy ingenuo para no advertir que este es un ex-país con una inmensa mayoría de pobres con mentalidad capitalista y que, en consecuencia, hasta los más necesitados defienden lo poco que tienen. Y acabar con la propiedad es invitar a la protesta, estimular una situación de guerra política, de confrontación mayoritaria contra el gobierno. ¿Por qué entonces este gobierno adelanta expropiaciones que podrían disminuir su ‘popularidad’?
Primero se vio esta radicalización como una vía para alimentar la polarización en este tiempo electoral entre unos ricos que defienden la propiedad y están, por tanto, en contra de las expropiaciones, y unos pobres que estarían de acuerdo con estas acciones anti-propiedad que les benefician. Pero cuando se percibe que hay un plan general contra la propiedad cambia la situación. La mayoría la defiende y el gobierno prosigue su plan.
También se dijo que con esta medida el GP cohesiona al ‘movimiento revolucionario’, ahora disperso y enfrentado. Una manera de poner a la confederación de grupos a pelear por objetivos comunes. Sin embargo, en el propio ‘proceso’ hay desacuerdos con las medidas de expropiación.
¿Por qué el GP las mantiene y profundiza? El clima de guerra-tensión, de alteración permanente, alarma continua permite difundir desde ahora un discurso que coloca en el presente lo que ya se tiene decidido: la radicalización sin ‘paso atrás’. Por eso se inicia la pelea con contendores fuertes: Polar, Benacerraf, Azpúrua. El mensaje es claro: sin tener todavía la mayoría absoluta de la AN comenzamos las expropiaciones. Nadie podrá decir el 06 que el plan es producto de esa mayoría. ‘La radicalización del proceso’ simplemente continuará hacia la reforma urbana que corresponde a Venecuba.
¿Pero se corre hoy el riesgo de perder las elecciones del 04D-05 y de Dic-06? El GP y su entorno actúan bajo la convicción-seguridad de que en los próximos dos diciembres tienen el triunfo asegurado por la vía del fraude-negociación. Y si se presentara algún inconveniente, la misma maquinaria en movimiento expropiador, actuaría en plan de autogolpe-violencia-represión para acabar con los obstáculos que pudieran surgir. Porque la decisión es terminante: este proyecto de la República de Venecuba no se pierde por la vía electoral ni por ninguna otra.
Se cuenta para ello con inmensos recursos y todo el apoyo de complicidades, cobardías y entregas. Sólo el poder de un colectivo organizado y consciente podrá modificar esta versión de la “neo-revolución neoliberal” que se disfraza de radical-expropiadora para hundir más a este ex-país. abm333@gmail.com / http://historiactual.blogspot.com
Publicado en El Universal, 03 de octubre del 2005.
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