LA HISTORIA CAPTA HUELLAS

LAS HUELLAS ESTÁN en la esencia de la historia. Por donde pasa la acción del hombre queda su señal. Al captarlas se sabe quiénes somos y hacia dónde vamos. Quien establece sus fuentes penetra los arcanos de una sociedad. Por esto el oficio del historiador parte de los rastros-señas del quehacer social.

En lo específico captar la huella lleva a conocer al votante y sus planes. Por esta vía el proceso-destrucción vigente pretende controlar al colectivo y así mantener el predominio legal-electoral del proyecto, aunque las irregularidades lo alejen de la legitimidad. La maquinaria está dispuesta para el fraude-trampa, aunque se aplique la convicción de que en los regímenes ‘socialistas’ en general ese logro no se obtiene por el voto sino por la “fuerza del proletariado”.

Por ello, a la hora de la actual crisis política, resurgen las interrogantes: ¿Y por fin, qué va a pasar aquí? ¿Se despedazará esta democracia-socialismo? ¿Qué significa la renuncia de una buena parte de los actores electorales? ¿Qué política harán ahora los partidos tradicionales colocados al margen de las huellas electorales? ¿Y hacia donde dirigirán sus pasos quienes aún están dispuestos a coadyuvar con su participación al triunfo oficialista? A esta hora ¿se convertirán las capta huellas en punto de partida para toda una revisión de la historia electoral de este ex-país? ¿Cuál es la legalidad-legitimidad de las elecciones realizadas con esta maquinaria?

LO MÁS IMPORTANTE del cuadro actual es la disposición creciente en el colectivo para no legitimar con su presencia el operativo montado. Lo que no han podido lograr las razones técnicas esgrimidas por los especialistas, lo consigue la presión de un colectivo que le hizo saber a los partidos que no asistirá a la convocatoria del 4D. Una población no polarizada que exige el respeto al derecho de expresarse libremente, sin apremio-control.

A su cola van hoy las ‘oposiciones’, con el retiro que hacen de sus candidaturas. Pero esto es sólo el inicio de una política que, sin conspiraciones ni alzamientos, sin violencia ni agresión, debe marcar la pauta de un hacer dirigido a la reconstrucción de un país, en el cual más allá de seudo-democracias y seudo-revoluciones, el hacer tenga como centro y eje la gente, participando en la conducción de su destino.

A esta hora prosigue el discurso oficial: de nuevo el imperialismo-Washington-Bush-CIA lanza su ataque para tratar de borrar toda huella de ‘revolución’. Pero ésta permanece intocable en el contexto Venecuba, de manos de Castro y sus poderes.

PARA EL GOBIERNO el plan anti-huellas es golpista y desestabilizador. Hay evidentes muestras de desesperación. Dicen alegrarse por el retiro de los derrotados del puntofijismo. El VP Rangel los manda para ‘el carajo’ mientras el GP llama el 29/05 al pueblo adeco a no atender la línea partidista.

La tensión aumenta y la polarización ve crecer sus síntomas de violencia. Se quiere otra vez entrampar al colectivo en el binomio de la misma miseria: imperialismo y revolución. Pero para el colectivo, está claro que el futuro exige avanzar en la organización de una sociedad, en la cual prevalezca su huella combativa, creadora de un destino alejado del miedo, la persecución y el crimen. abm333@gmail.com / http://historiactual.blogspot.com/