LA JUVENTUD CHAVISHNISKOV

Hace algunas décadas se nos vendió la idea y mostraba desde lejos la realidad de un mundo mejor y diferente. La otra cara del capitalismo del egoísmo-explotación. Una sociedad justa y solidaria. Un mundo regido por una bipolaridad que marcaba esperanza, perspectiva, futuro.

En 1989, se concreta el fracaso-derrota de lo que se conoce como ‘socialismo real’. El fin de un ‘sueño-utopía’. La burocracia del aprovechamiento y el engaño pudo más que todos los postulados ideológico-políticos. El capitalismo recibe en su seno a su ‘contrario dialéctico’ y queda a un lado las luchas-marchas en pos de una revolución que no era.

China declara que a lo interno es socialista, pero que a lo externo forma parte del mercado capitalista. El antiguo imperio soviético se deshace en luchas fratricidas, religiosas, ultra-nacionalistas. En el caso cubano ha sido medio siglo de ‘socialismo’ en el contexto del capitalismo.

Y en este marco trágico para el colectivo mundial, se quiere vender de nuevo la mercancía de un socialismo que nunca fue. El GP retoma una pauta altamente rentable, en medio de un mundo violentado y disminuido: la bandera socialista y el enfrentamiento a un imperio con el cual se negocia en las mejores condiciones. Se reanuda el engaño y la ilusión de un cambio revolucionario que nadie sabe qué es ni a quien beneficia.

Así nace Venecuba y el intento de Venebocuba y se produce el grito-declaración del socialismo venezolano del siglo 21, hecho a imagen-semejanza del cubano y de toda la suma de fracasos conocidos.

Por eso cuando escuchamos la arenga del GP a los jóvenes del frente Francisco de Miranda, para que se dispongan a recibir su fusil chavishnikov para ir a una tal guerra asimétrica’ (01/07), recordamos las legiones juveniles preparadas por Hitler para la ‘guerra suicida’ o la forma como el ‘comunismo’ procedía a templar el acero de los jóvenes para convertirlos en instrumentos de una historia que beneficiaría a los grandes poderes.

Hoy y aquí se repite la vieja práctica: se engaña descaradamente a los muchachos. Y se llega tan lejos, que el nuevo Min. Defensa se siente obligado a declarar (04/07) que no ha recibido esa orden y a insinuar públicamente su desacuerdo con armar a civiles. Sancho, cualquiera pudiera pensar que ahí todo se dispone para una guerra civil! abm333@gmail.com