Hoy, 05 de octubre, se cumplen 71 años del asesinato político de José Pío Tamayo, a manos de una tiranía para la cual el pensamiento era algo prohibido. Y más aún la acción dirigida a denunciar, cambiar, modificar el estado de cosas existente. A los 37 años de edad, y después de seis años de inhumana detención en el Castillo de Puerto Cabello, y dos meses antes de la muerte natural de Juan Vicente Gómez, Pío muere en una casa del barrio Namur de la ciudad de Barquisimeto, después de haberle ganado a la muerte nueve meses de vida.
UN PAÍS DE ESPALDAS A SÍ MISMO
En diciembre de 1934, y después que los médicos le certificaron al tirano, que el estado de enfermedad de Pío era irreversible, lo que quedaba de él se lo entregaron a sus familiares. Ese tiempo no trajo otra certeza a Pío que la convicción de un país que vivía a espaldas de sí mismo, regido por intereses de unas minorías, lo suficientemente capaces como para manipular, domesticar y negociar con la restante sociedad.
CAMBIAR LOS BENEFICIARIOS
Aventado al exilio cuando apenas tenía poco más de veinte años, regresó al país, en 1926 con la ilusión de poder hacer algo para derrocar al tirano. Pero no fue mucho lo que pudo hacer. Traía ya la conciencia de que muchos de quienes lo adversaban sólo pretendían cambiar los nombres de los beneficiarios, no rescatar un país y mucho menos a su gente.
LA PACIFICACIÓN GOMECISTA NO ANULÓ LOS INTERESES
CAUDILLISTAS
A Gómez se le atribuye haber pacificado una política que se debatía entre montoneras y caudillos, todos aspirantes a hacerse de la cosa pública. Pero sus 37 años de tiranía, si bien dieron al traste con muchos de los guerreros de a pie y a caballo, no anularon ni sepultaron los intereses que estaban detrás de ellos. Sólo que prefirieron conciliar para después optar a nuevas posiciones. De modo que no era de extrañar que los movimientos antigomecistas estuvieran a su vez divididos y fragmentados, sin que de ellos se pudiese desprender una conciencia histórica sobre ese acontecer y muchos menos el desarrollo de un proyecto o de una opción diferente.
UNA CONCEPCIÓN DE LA HISTORIA A PARTIR DEL
COLECTIVO
Quien la tenía, y la había escrito y diseminado y difundido, primero desde el exilio, y después desde su Carpa Roja, abierta en el Castillo, fue Pío Tamayo. Y por eso su condena a muerte. Pío Tamayo es el introductor de las ideas marxistas en Venezuela. Uno de los difusores de las nuevas ideas políticas y promotor de una práctica que apunte hacia la transformación de la sociedad. Su ideal es crear una organización para implantar otras Venezuela y por eso afina su pensamiento en el proyecto de la ‘idealidad avanzada’. Y cuando el régimen lo acusa de comunista, el responde para clarificar: comunista no, militante de la idealidad avanzada en Venezuela. Por eso hace gala de un criterio, una ideología y una visión del mundo que rompía los esquemas ortodoxos y dogmáticos, para revertirse en una concepción de la historia a partir del colectivo.
ASESINADO POR EL GOMECISMO Y
SILENCIADO POR SUS PROPIOS COMPAÑEROS
Y Pío Tamayo es la primera señal, la primera aproximación a un cambio de visión, de perspectiva de la historia nacional. Sólo que fue silenciado, amordazado y luego olvidado, no sólo por sus asesinos, sino por sus propios compañeros que, una vez en libertad, dejaron de lado sus lecciones para emprender los caminos de una acción signada por la miopía, el dogmatismo y la ortodoxia.
EL GOMECISMO SABÍA A QUIEN TEMER
De allí su importancia y su trascendencia, en medio de un país que ni siquiera sabe quienes son sus hijos. Y hoy, 71 años después, la angustia de Pío sería la misma o mayor. En febrero del 28, y convencido de que no había como coordinar un movimiento liberador con una concepción no caudillista, materialmente se entregó en un gesto de solitaria rebeldía cuando desde el Teatro Municipal recitó su poema Homenaje y Demanda del Indio, dedicado a la Reina de los Estudiantes, por medio de quien se hace una dramática petición de libertad.
Allí estaban también Jóvito Villalba y Rómulo Betancourt con sus discursos incendiarios. Todos fueron a parar a los calabozos. Pero poco tiempo después, los estudiantes lograron la libertad de sus compañeros. Mas no la de Pío. El gobierno gomecista sabía muy bien qué peligro temer. Y lo condenó a muerte.
DE GÓMEZ AL CAUDILLISMO CHAVISTA DE HOY
La Venezuela postgomecista ha dejado plasmada con toda claridad que no se equivocaba el tirano ni Pío. Setenta y un años de historia nos hablan de un gomecismo sin Gómez, que encuentra fresca fachada en el caudillismo chavista de hoy. Transiciones, revoluciones, dictaduras y pseudodemocracias no hicieron sino apuntalar la misma carencia de valores, la miope visión de la historia, los mismos mesianismos, que pasaban de ser personales para inscribirse en lo que se consideró como partidos políticos modernos, sin que la modernidad haya llegado realmente a sus cimientos y bases ideológicas.
TODOS SOMOS RESPONSABLES
El recuento de cuarenta años de democracia es la reseña de la frustración, la desesperanza de un colectivo que no ha logrado ser tomado en cuenta bajo ninguna de las formas políticas ensayadas. Se crearon nuevos moldes para las mismas ambiciones. Y como afirma Pío, de eso somos todos responsables, culpables, por acción u omisión, por intervenir o por dejar pasar, por estar en desacuerdo y no asumirlo como un compromiso, por ser indiferentes, o simplemente jugar al son que nos tocaran.
ESTE POBRE PAÍS RICO
Y los grupos de siempre, los que han tenido acceso al poder económico y político no han hecho sino cumplir sus cometidos de apropiación, acumulación y absoluto desprecio hacia la vida. De ninguna otra manera puede explicarse este pobre país rico, atenazado por la pobreza, las enfermedades curables, la violencia más despiadada y la más oscura de las miserias.
¿Y A DÓNDE HA IDO A PARAR EL PENSAMIENTO?
¿Y dónde ha estado el pensamiento, la guía de acción, las propuestas capaces de enderezar ese rumbo torcido que nos ha llevado al estado de destrucción al que hoy asistimos? Cada uno de nosotros, cómodamente ubicados en nuestros puestos privilegiados hemos visto sucumbir este país y nada hemos hecho, sino fortalecer y aupar las mentiras, las manipulaciones, las falsas promesas. Siempre hemos escogido el mal menor, sin tener valor suficiente, ni guáramo, para avanzar hacia nuevos estadios de pensamiento, acción e historia.
LA ESCUELA PIOTAMAYISTA DE IDEALIDAD AVANZADA
Hace setenta y un años moría asesinado, como tantos otros, un hombre de pensamiento y acción porveniristas. Un hombre, que con conocimiento del marxismo, entendió que a nuestra sociedad no se le podía someter a esquemas prefabricados, sino que había que buscar en el interior de nosotros mismos y de nuestra historia, la esencia que habría que rescatar para avanzar hacia nuevos estadios. De allí que, desde la Carpa Roja, no inscribió escuela de comunismo sino escuela de idealidad avanzada como la denominó, porque junto a la reivindicación económica y social, estaba en Pío la certeza de que ninguna sociedad puede transformarse si no asienta sus bases en un código de deberes humanista, solidario e igualitario. Pío hablaba entonces de la historia colectiva.
Una historia que no hemos sabido ni construir y muchas veces ni siquiera imaginar. El poder siempre ha sido lo suficientemente atractivo para hacer olvidar toda utopía o visión solidaria de la historia. Se utiliza para fines personales, políticos, partidistas, foráneos, grupales, económicos. No se ha utilizado aun para construir una sociedad en la cual quepamos todos, cada uno con sus necesidades satisfechas, con su derecho al trabajo, vivienda, educación, disfrute, conocimiento.
EL NUEVO AGLUTINADOR DE LA DESESPERANZA
Y ese gigantesco vacío que se dibuja sobre el mapa de este expaís desde 1935 hasta 1998, hace posible el advenimiento del nuevo mesias, el nuevo consagrador de las promesas, el nuevo aglutinador de la frustración y la desesperanza. Ningún pensamiento surgió para advertir que se trataba del desarrollo de un nuevo capítulo de la misma historia. Se le acompañó, se le apoyó, se le legitimó, como ayer a un Lusinchi, un Caldera, un Carlos Andrés Pérez, un Betancourt o un Leoni.
Se trataba, como entonces, de ver que buen partido se podía sacar de repartir la inmensa renta petrolera ahora en nuevas manos. Sólo que la historia se repetiría, con mayor intensidad, mayor complejidad y con una herida aún más honda y profunda. Y todavía en este tiempo de devastación, no somos capaces de apuntar hacia el establecimiento de una nueva política, una nueva visión del mundo y de la historia, una nueva manera de pensar al hombre y la sociedad, como una entidad igual pero diversa, con idénticos derechos a desarrollar su potencialidad humana.
HOY NI SIQUIERA SOBREVIVE LA MENTIRA DEMOCRÁTICA
Ahora no sólo se dio continuidad a nuestros viejos males, sino que se profundizaron muchos de ellos. La imagen pseudoemocrática daba la falsa sensación de un derecho de todos que podía ser exigido. En este expais de hoy ni siquiera eso sobrevive. Ahora estamos divididos, extorsionados, exilados, clasificados, envilecidos al máximo.
LA LUCHA QUE SE AVECINA ES LARGA
Y en este tiempo de confusión, complicidad, impunidad, negociación y abierta violencia fratricida, es esencial regresar al pensamiento, porque la lucha que se avecina es larga, dura, terrible. Y no querríamos esperar siete décadas más para reconocer que no tuvimos ni el valor, ni la vocación ni la decisión de avanzar hacia una historia distinta. Una historia colectiva. Un liderazgo horizontal. Una responsabilidad compartida. Una sociedad fraterna, igualitaria, creadora, capaz de producir bienes materiales y espirituales por igual, y de desarrollar a su gente, con todo el potencial que reside en ellos, para convertirnos en el territorio que deseamos.
ANTICIPAR UN PORVENIR DISTINTO
Pío Tamayo sentó las bases para esa acción. Y nosotros, con mucha humildad, dificultad pero perseverancia y paciencia, hemos tratado de abrir ese debate desde hace más de dos décadas desde la Cátedra Pío Tamayo y desde hace tres décadas desde el Centro de Estudios de Historia Actual de la UCV. Hoy convocamos a conocer el ideario piotamayista, a echar la mirada hacia Salvador de la Plaza, César Zumeta, Mariano Picón Salas, Mario Briceño Iragorry, Enrique Bernardo Núñez, Miguel Acosta Saignes, Rodolfo Quintero por solo mencionar algunos de nuestros olvidados y silenciados pensadores. Tal vez inspirados en ellos, podamos escudriñar este tiempo con nuevos instrumentos y anticipar con nuestra acción un porvenir distinto. Es el único homenaje que podemos rendirles.
mery sananes
Profesora Sananes:
ResponderBorrarSólo quiero expresarle mi admiración por la calidad de su trabajo sobre Pío Tamayo y por la constancia al frente de la Cátedra que hace honor a este poeta desconocido por tantos y tan importante para las cosas que se quieran hacer aquí en el futuro. Nos conocemos de la Escuela de Letras. Soy Maria Teresa Pinango.
Amiga María Teresa
ResponderBorrarGracias por tus palabras y por ese lazo común de la Escuela de Letras.
Lamentablemente no me fue posible allí sembrar ni a Pío Tamayo, y lo que él significa en la historia de las ideas, en su concepción de la educación, en su perspectiva histórica, ni a la Cátedra.
Y sigo con ilusión de que algún día esa Escuela entienda la verdadera responsabilidad que le corresponde asumir en tiempos como éstos, por ser precisamente la sede del pensamiento más lúcido que produce el hombre.
Te envío mi más afectuoso saludo
Mery Sananes
Profesora la estoy rastreando... su trabajo es implecable, quiero pues citarlo en un trabajo universitario que elaboro sobre la conformación del Partido Comunista de Venezuela. Tiene algunas obras publicadas a las cuales pueda acceder?.. me interesaria mucho tener acceso a ellas.
ResponderBorrarBlanca Mendez blanquexmoon@hotmail.com
Saludos a todos los asiduos seguidores de Pío tamayo. Tengo una pequeña curiosodad a cerca de lo escrtoto por usted sobre el Barrio Namur, donde dice que murio Pío tamayo, vivo en barquisimeto y he estudiado algo de historia local y no logro conseguir la ubicación u otro dato respecto a ese barrio, parece no haber existido o al menos no en esta parte del planeta. Si usted tendria a bien referir información al respecto le estare agradecido.
ResponderBorrarTodo el apoyo a la campaña nacional pio tamayo al panteon a 113 años de su nacimiento.
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