Los períodos históricos, como partes del largo tiempo a que aluden la era o la época, tienen rasgos que permiten su caracterización e identificación. Hay en cada caso un modo de producir, vivir y sentir que tiene especificidades o notas resaltantes.
Uno de esos signos, por ejemplo, del gobierno Lusinchi tiene que ver con ‘el chinito de Recadi’, un personaje que, en el decir popular, quedó para la historia. El caso refiere el nivel de descomposición, decadencia y putrefacción de esas horas.
Hoy la llamada revolución tiene en pudreval un signo distintivo que ya quedó firme. Y cuando se examine este ‘proceso’, nadie podrá dejar de lado que este período que se califica de transformador es, ante todo, un tiempo de sobre-descomposición y destrucción.
El tiempo pudreval está entonces lleno de miserias, angustias, desgaste humano-espiritual. Despojos y asesinatos. Una sociedad tomada por la muerte. En la calle, la casa o la cárcel está establecido el crimen.
Y la sobre-decadencia nos lleva al nada edificante mundo de la búsqueda de una subsistencia que se junte a la resignación. Y este cuadro se establece una vez conformado una realidad que no tiene en la producción sino en el resuelve su principal objetivo.
Y es así como quedó atrás el proyecto, situación o condición de país en términos institucionales y humano-productivos.
El gran reto que tenemos ahora, en consecuencia, es determinar un camino para salir del estadio de ex país a que nos condujo un creciente y terrible estado de putrefacción.
Un estado que no acaba de nacer. Hoy estamos ante la síntesis-resultado de un proceso de invasión que ya alcanza los 518 años y que ha dejado en el camino todo tipo de crisis para alimentar los pesares y dolores de los invadidos.
Sobre el colectivo han recaído las más variadas formas de sometimiento: independentista, republicano -democrático, dictatorial o revolucionario. Y en todo caso los privilegios han mantenido su supremacía
Hoy, embargados por la misma y creciente crisis, estamos obligados a detenernos a reflexionar sobre los pasos que colectivamente debemos dar para luchar contra esta especie de destino de putrefacción e inscribirnos en un porvenir de creación, aportes, sacrificios y libertades. Sancho, pero que no venga nadie a decir que ese futuro tiene que pertenecer a las trampas-fraudes de los 26S-10!
Últimas Noticias, 17 de julio del 2010.
stimado profesor, creo que sus articulos son igual de confusos y
ResponderBorrardificiles de entender que los de Luis Vicente Leon, estilo cantinflas,
menos mal que no soy alumno suyo pues no captaria nada en sus clases.
¿La idea es no votar?
¿Golpe ?
¿Que otros caminos se van abrir en ese gran debate del que escribe?
Luis Álvarez