Cátedra Pío Tamayo
Centro de Estudios de Historia Actual
IIES / FACES / UCV
DE LA SEUDODEMOCRACIA REPRESENTATIVA A LA DESTRUCCION SEUDOREVOLUCIONARIA¿ES POSIBLE CONSTRUIR UNA VERDADERA DEMOCRACIA ?
Notas iniciales para debatir sobre la orientación, contenido y perspectivas de un Proyecto de Investigación que junte la teoría a una práctica concreta. Quien asuma esta propuesta puede hacerlo en la forma que crea conveniente. Lo importante es recordar que el trabajo es colectivo y regido por el colectivo. No tienen espacio las individualidades que no actúen en función de tareas y objetivos comunes.
IIES / FACES / UCV
DE LA SEUDODEMOCRACIA REPRESENTATIVA A LA DESTRUCCION SEUDOREVOLUCIONARIA¿ES POSIBLE CONSTRUIR UNA VERDADERA DEMOCRACIA ?
Notas iniciales para debatir sobre la orientación, contenido y perspectivas de un Proyecto de Investigación que junte la teoría a una práctica concreta. Quien asuma esta propuesta puede hacerlo en la forma que crea conveniente. Lo importante es recordar que el trabajo es colectivo y regido por el colectivo. No tienen espacio las individualidades que no actúen en función de tareas y objetivos comunes.
INTRODUCCION
El papel que nos llegó no registra autoría con la sana intención de que se debata las ideas y no su procedencia. Y se parte de una idea madre: Para la llamada revolución bolivariana lo fundamental es la destrucción del sistema político-social vigente y en esa dirección ha avanzado sostenida, constante y crecientemente, con la anuencia de quienes no han sabido interpretar el momento que vivimos ¿Es posible detener este proceso? ¿Cuáles son sus antecedentes? ¿Cómo se llega a este tiempo de destrucción y qué se propone destruir?
¿Ha existido en este ex-país una verdadera democracia que ahora desaparece para dar paso a un modelo revolucionario? ¿Cómo evaluar los cuarenta años de democracia representativa o seudo-democracia que anteceden a la actual revolución socialista del siglo XXI o seudo-revolución? ¿Es posible avanzar en algún tipo de construcción en el marco de la destrucción propuesta y ejercida por el gobierno bolivariano y revolucionario?
¿Constituye esta destrucción un rasgo que nace el 06D-98 o es acaso una continuación de la extendida destrucción de los rasgos democráticos hacia los que aspiraba avanzar esta sociedad desde 1936 y específicamente desde enero de 1958?
Responder a estas interrogantes es un paso previo y esencial para la propuesta de cualquier camino a seguir en esta Venezuela convulsionada, devastada y arrasada de hoy. Si no examinamos con rigor y seriedad el proceso histórico que nos conduce al día de hoy, no tendremos las herramientas necesarias para abordar la gran tarea colectiva de construir una verdadera y auténtica democracia.
Y de esto trata precisamente el proyecto que se pone en discusión. Se aspira conformar la plataforma fundamental para la creación y organización de una conciencia histórica, una visión interpretativa capaz de conducir a la propuesta y ejecución de una acción colectiva, alejada de toda destrucción, que avance en dirección a una sociedad justa, equitativa y solidaria.
Sin esta radiografía crítica, sin esta perspectiva que rompa con toda pretensión de acomodar la historia a los intereses de grupos, partidos, individualidades y mesianismos, no será posible avance alguno.
Es indispensable el despertar de una conciencia histórica, capaz de advertir lo que se esconde tras un proceso que, en su desarrollo económico, político y social, ha desatado todas las miserias para producir una realidad determinada hoy por la utilización ascendente de un colectivo a quien se le quiere anular, expropiar, confiscar su posibilidad de convertirse en verdadero agente del hacer-historia, para así poder deslastrarse de la miseria físico-material, intelectual y espiritual que le ha sido impuesta, y avanzar en la construcción de una realidad de nuevos signos y contenidos.
Esta labor no es obra de individuos, grupos o partidos, sino de un colectivo consciente y organizado, con disposición creciente a no dejarse manipular ni utilizar, ni por los seudo-demócratas ni por los seudo-revolucionarios de toda índole y calaña. Una labor de futuro, sembrada en este presente de destrucción y descomposición.
El papel trae algunos puntos a partir de los cuales pudieran dar inicio al debate sobre el ‘proceso de destrucción’ que hoy recae sobre esta república de y para los bolivarianos. Aspira constituirse en una plataforma abierta de ideas, opiniones, puntos de vista, perspectivas, debates e hipótesis, con el punto en común de actuar en función de aprehender los verdaderos contenidos del presente, a partir de la comprensión de sus raíces-pasado, con el propósito de capacitarnos cada vez más para ejercer la historia colectiva del porvenir.
Estamos conscientes de que esta propuesta no es fácil. Mucho menos lo es la realidad que hoy nos circunda y atrapa. Hay que deslastrarse de esa concepción retrógrada del conocimiento como una parcela a partir de la cual defender intereses de grupos, opiniones y capitales. Hay que dejar de lado la pretensión propietaria de las ideas que convierte el pensamiento en mercancía. Hay que convocar la imaginación, la creatividad para potenciar nuestras capacidades inéditas y ponerlas al servicio, no de individualidades, sino de un colectivo a través del cual sea posible establecer una historia en la cual cada individuo tenga su espacio y tiempo humano, en el marco de una sociedad justa, igualitaria y fraterna.
No ha sido el camino de la ciencia ni del conocimiento hasta el día de hoy. Mucho menos de sus instrumentos de expresión como la política, la economía y la sociedad como globo de ensayo de todas las formas de exacción imaginables. Las vías están por construir y sus posibilidades son tan infinitas como las dificultades que se pondrán en funcionamiento para minimizar la fuerza de un colectivo consciente y organizado, empeñado no en negociar guerras, ni en liberar violencias, sino en construir una democracia, auténticamente participativa, que tenga como miras el establecimiento de una sociedad regida por los valores de la libertad, la justicia, la equidad y el bienestar colectivos.
En esta dirección proponemos algunos puntos, que consideramos esenciales, para dar inicio a un debate que no tendrá sentido ni trascendencia si no es asumido colectivamente, en cualquier lugar o región, por la inmensa gama de personas que constituyen la totalidad del país que será.
CUARENTA AÑOS DE SEUDODEMOCRACIA
¿Constituye esta destrucción un rasgo que nace el 06D-98 o es acaso una continuación de la extendida destrucción de los rasgos democráticos hacia los que aspiraba avanzar esta sociedad desde 1936 y específicamente desde enero de 1958?
Responder a estas interrogantes es un paso previo y esencial para la propuesta de cualquier camino a seguir en esta Venezuela convulsionada, devastada y arrasada de hoy. Si no examinamos con rigor y seriedad el proceso histórico que nos conduce al día de hoy, no tendremos las herramientas necesarias para abordar la gran tarea colectiva de construir una verdadera y auténtica democracia.
Y de esto trata precisamente el proyecto que se pone en discusión. Se aspira conformar la plataforma fundamental para la creación y organización de una conciencia histórica, una visión interpretativa capaz de conducir a la propuesta y ejecución de una acción colectiva, alejada de toda destrucción, que avance en dirección a una sociedad justa, equitativa y solidaria.
Sin esta radiografía crítica, sin esta perspectiva que rompa con toda pretensión de acomodar la historia a los intereses de grupos, partidos, individualidades y mesianismos, no será posible avance alguno.
Es indispensable el despertar de una conciencia histórica, capaz de advertir lo que se esconde tras un proceso que, en su desarrollo económico, político y social, ha desatado todas las miserias para producir una realidad determinada hoy por la utilización ascendente de un colectivo a quien se le quiere anular, expropiar, confiscar su posibilidad de convertirse en verdadero agente del hacer-historia, para así poder deslastrarse de la miseria físico-material, intelectual y espiritual que le ha sido impuesta, y avanzar en la construcción de una realidad de nuevos signos y contenidos.
Esta labor no es obra de individuos, grupos o partidos, sino de un colectivo consciente y organizado, con disposición creciente a no dejarse manipular ni utilizar, ni por los seudo-demócratas ni por los seudo-revolucionarios de toda índole y calaña. Una labor de futuro, sembrada en este presente de destrucción y descomposición.
El papel trae algunos puntos a partir de los cuales pudieran dar inicio al debate sobre el ‘proceso de destrucción’ que hoy recae sobre esta república de y para los bolivarianos. Aspira constituirse en una plataforma abierta de ideas, opiniones, puntos de vista, perspectivas, debates e hipótesis, con el punto en común de actuar en función de aprehender los verdaderos contenidos del presente, a partir de la comprensión de sus raíces-pasado, con el propósito de capacitarnos cada vez más para ejercer la historia colectiva del porvenir.
Estamos conscientes de que esta propuesta no es fácil. Mucho menos lo es la realidad que hoy nos circunda y atrapa. Hay que deslastrarse de esa concepción retrógrada del conocimiento como una parcela a partir de la cual defender intereses de grupos, opiniones y capitales. Hay que dejar de lado la pretensión propietaria de las ideas que convierte el pensamiento en mercancía. Hay que convocar la imaginación, la creatividad para potenciar nuestras capacidades inéditas y ponerlas al servicio, no de individualidades, sino de un colectivo a través del cual sea posible establecer una historia en la cual cada individuo tenga su espacio y tiempo humano, en el marco de una sociedad justa, igualitaria y fraterna.
No ha sido el camino de la ciencia ni del conocimiento hasta el día de hoy. Mucho menos de sus instrumentos de expresión como la política, la economía y la sociedad como globo de ensayo de todas las formas de exacción imaginables. Las vías están por construir y sus posibilidades son tan infinitas como las dificultades que se pondrán en funcionamiento para minimizar la fuerza de un colectivo consciente y organizado, empeñado no en negociar guerras, ni en liberar violencias, sino en construir una democracia, auténticamente participativa, que tenga como miras el establecimiento de una sociedad regida por los valores de la libertad, la justicia, la equidad y el bienestar colectivos.
En esta dirección proponemos algunos puntos, que consideramos esenciales, para dar inicio a un debate que no tendrá sentido ni trascendencia si no es asumido colectivamente, en cualquier lugar o región, por la inmensa gama de personas que constituyen la totalidad del país que será.
CUARENTA AÑOS DE SEUDODEMOCRACIA
A. Los cuarenta años de una democracia ineficiente e ineficaz, montada sobre el modelo representativo que dio vida y fuelle a los partidos pero que fue incapaz de avanzar en la redistribución de la riqueza, forman el contexto en el cual se instala el nuevo modelo populista-mesiánico. El 27F-89 da cuenta de los restos de un sistema político y un proyecto económico-social agotados.
OCHO AÑOS DE SEUDORREVOLUCION
B. El 04D-98 marca el inicio del nuevo engaño-burla que confisca el malestar y se abroga el poder de destrucción, como paso previo a las prometidas soluciones. Primero fue destruir la separación, independencia y autonomía de los poderes públicos, a través de la conformación de una Constitución para una República de Bolivarianos. Todos los ciudadanos están obligados a asumir la carga político-ideológica con la cual se califica la entidad venezolana. Para ello se incrementa el predominio del poder central con la coartada de ‘darle mayor poder al pueblo’ y se reduce el parlamento a una cámara para consolidar la hegemonía en el Poder Legislativo.
C. El ‘Poder Moral’ recién instituido, se vuelve dócil como cualquier ministerio del Ejecutivo Nacional. El Poder Judicial exhibe una ‘administración de justicia’ en términos parciales e incondicionales. El Poder Electoral presenta un CNE regido por el fraude sistemático con tecnología de punta y descaro operativo.
D. Para avanzar en la destrucción de los factores de compensación democrática de la sociedad, se aplica el artilugio ‘teórico-ideológico’ de las ‘esponjas corporativas’. Así los partidos políticos se minimizan cada vez más. Las ONG son cada día más obstaculizadas y controladas. Las universidades serán tomadas y puestas al ‘servicio de la revolución’. Los sindicatos deben ser una y única expresión de la ‘revolución’. Las iglesias, agrupaciones empresariales, gremios profesionales, las organizaciones y centros culturales. Tienen que definirse por la revolución o la contra-revolución oligarco-imperialista.
E. Se promueve y ejecuta la destrucción del empresariado privado independiente y construcción de una ‘burguesía revolucionaria socialista’ y ‘clase media en positivo’ con total sometimiento al régimen. Todo ello conduce a la creación de una economía bajo un único mando: la sociedad venezolana producirá, usará y consumirá sólo aquello que el régimen decida. La economía endógena se entiende como una forma de organizar “aldeas autónomas” sumisas a la revolución.
F. La ‘Democracia Revolucionaria’ se muestra como es: tiranía con mascara democrática, un dominio despótico total sobre la sociedad venezolana, que conduzca a la implantación de la hegemonía de la fuerza sobre los intereses generales del colectivo venezolano. Sobre esa base se impulsa el Socialismo del siglo XXI: ensayo de carácter internacional dispuesto para el rescate de lo que es visto, por lo menos desde 1989, como ‘el fracaso del socialismo real’.
G. La “Nueva Revolución” sin embargo, no es más que continuación de la ‘Revolución Cubana’, que nutrida y estimulada por los petrodólares, impulsa una “Economía de la Liberación” con supuesta capacidad para enfrentar al imperio-USA y a un mercado que, sin embargo, se le utiliza con máximos beneficios. Se hace ver que, al abrirse hacia nuevos mercados Venezuela podrá prescindir del mercado imperialista. El ALBA se propone como la mayor bandera de la unidad-integración latinoamericana.
H. Detrás de todo este ‘ensayo revolucionario’ lo que hay es un ajuste-enfrentamiento de capitales a nivel mundial, que utiliza todos sus recursos, al margen de todo beneficio colectivo o construcción de una nueva sociedad. Estamos frente a la vieja historia del reparto del botín, ahora globalizado.
PROPUESTA PARA LA CONSTRUCCION COLECTIVA
DE UNA VERDADERA DEMOCRACIA
Para enfrentar este proceso de destrucción y avanzar hacia la construcción colectiva de una verdadera democracia, es indispensable enfrentar tres grandes líneas de acción, en términos de un esfuerzo colectivo, sostenido, autosustentado y creciente:
1.- Impedir que el régimen complete la destrucción del sistema político-social. Y para esto se requiere actuar en una doble dirección. Estudiando el cuadro histórico a partir de la conformación de equipos inter y muldisciplinarios, entendiendo el saber COLECTIVO como un componente básico, para establecer los niveles de la destrucción, el por qué de la misma y la forma de revertirla. Importante en este caso aplicar una concepción de la historia distinta a la tradicional que nos permita entender que ésta es ciencia de y para el futuro. Y se impone, en segundo lugar, llevar los contenidos teóricos a la práctica. Es decir, plantear el problema de la organización.
2.- Revertir los efectos destructivos logrados hasta ahora. Porque no es verdad que aquí se estableció un poder constituyente originario. El 04D-05 lo pone de manifiesto. Inevitable avanzar entonces hacia el encuentro de un colectivo que no ha hipotecado su poder para la definición de la realidad por construir.
3.- Propugnar, construyéndolo colectivamente, un modelo de Verdadera Democracia. Esta es la tarea-fin que nos proponemos. Implantar una Democracia que no sea continuación ni repetición de lo que nos han vendido como tal. Ahora se trata de poner el acento en la participación colectiva, que permita evidenciar lo que esta “revolución” ha hecho con esta sociedad y sus instituciones. ¿Qué es hoy el Estado venezolano? ¿Estamos en el mejor momento del Estado Petrolero y en medio de un Capitalismo de Estado en expansión? ¿Qué queda por destruir en la Venezuela Actual? ¿Podrá avanzar el colectivo organizado hacia la construcción de la Verdadera Democracia?
Exposición Inicial / MANUEL RODRIGUEZ MENA / Lunes 23 de enero del 2006 /Sala “E” de la BCUCV / 6 pm
Coordinadores / Manuel Rodríguez Mena / Agustín Blanco Muñoz / Mery Sananes / Danielita Barrolleta
Residencias A-1 / Oficina 304 / IIES / FACES / UCV / Tlfs 6052536 / 6052563 / 0416-6387320
abm333@gmail.com / msananes@cantv.net / http://historiactual.blogspot.com
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