La hora es dura. Seguimos donde mismo y sabemos que
todo está dispuesto para que permanezcamos en el debido lugar. Los cambios en
el orden histórico no van más allá de las formas. No se vislumbra otro camino.
Llevamos 200 años jugando a una supuesta alternancia,
que en el fondo es sólo la permanencia del caudillismo-autoritarismo liberal-positivista,
que en sus diversas expresiones alimenta
una historia de miserias inalterables.
Y en esa dirección,
las fuerzas superiores de la economía establecen en cada momento los
mecanismos para contener toda posibilidad de cambio. En la llamada
independencia los mantuanos trazaron las coordenadas para una lucha que se adecuara
a los correspondientes intereses.
Se crea entonces una confederación de propietarios
que contrasta con los desheredados. El
descendiente y representante del invasor mantenía su pleno dominio.
Por esto los niveles de independencia de que disfrutan los
héroes-caudillos-libertadores nada tienen que ver con los que corresponden a
pardos, negros o etnias originarias.
En la república de 1830 una cosa son los ciudadanos y
otra los esclavos. La independencia no alcanzó a todos por igual.
Y este esquema se mantiene a lo largo del
militarismo-dictaduras, las democracias militarizadas y la revolución
militarista de hoy. No ha habido un mando-poder que implique la voluntad del colectivo.
Durante los 40 años de democracia representativa se mantiene la misma
orientación. El electoralismo se convierte en la gran cobertura y la propia
legitimación de un caudillismo que asume el rasgo o vestimenta de la
democratización.
Pero ese ‘modelo democrático’, a pesar de su empeño
populista, no logró resolver los grandes problemas de un colectivo que seguía a
la espera de las reivindicaciones postergadas.
El 27F-89 marca un momento síntesis en la historia de
una sociedad, portadora de una independencia
que permite la continuación del modelo invasor.
Pero esta vez el desconocimiento de instituciones,
orientaciones políticas o dirigentes crea un vacío dimensional. Y de nuevo se
dispara a matar para contener la fuerza social enardecida, en reclamo de sus
derechos históricamente conculcados.
Y de la defenestración de lo que se conoce como ‘período
democrático’ se levanta una herencia o derivación. Quienes se sienten
derrotados y burlados por los llamados demócratas toman en el corto plazo la
senda de la venganza, y se aprestan a dar apoyo a una fuerza emergente que gira
alrededor del golpismo.
Y en el corto plazo esa fuerza militarista y
emergente logra el apoyo civil, económico e internacional que le permite
presentarse como fórmula salvadora. Y de proyecto constituyente se pasa a la
acción llamada revolucionaria y socialista.
Y así, sobre esta historia de frustraciones y
derrotas se inicia una labor que tiene como finalidad reeditar un gastado y
sufrido socialismo sin socialismo, que azotó a buena parte de la humanidad con
el engaño de un supuesto modelo en el cual se lograría un mundo y hombre
nuevos.
Así pasaríamos de la democracia que no fue al
socialismo que tampoco ha sido. Pero el
reparto petrolero convoca intereses nacionales
e internacionales, hasta el punto de hermanar este expaís con Cuba para crear
Venecuba.
Desde entonces el nuevo poder invasor ‘avanza a paso
de vencedores’. Su estrategia es muy clara: el capital petrolero es el
encargado de crear, con las mejores inversiones, la más depurada instancia
electoral.
De modo que la revolución bolivariana pacífica pero
armada, se sustenta y legitima con una maquinaria electoral debidamente
controlada como principal arma de dominación.
Y en esta nueva versión de la invasión no hace falta
teorías o nuevas ideas. Y del lado de las oposiciones, que sólo aspiran a una
rotación del disfrute del mando-poder, tampoco hay preocupación por ese
componente.
Y en este marco de vacíos, los Disidentes propugnamos
una lucha de ideas-acciones dirigidas a contribuir a la construcción de una
realidad en la cual el verdadero agente histórico sea el colectivo.
Los Disidentes no plantean conspiraciones, ni luchas
armadas contra el estado de cosas vigente. No abonamos la acción del destrozo o
el aplastamiento.
No impulsamos la liquidación del adversario ni la
muerte del otro.
Buscamos ante todo la convivencia, la tolerancia y el
acercamiento humano-espiritual, que unidos a un pensamiento creador sean
capaces de aceptar el reto de enfrentar los grandes poderes, de uno y
otro bando, con una acción colectiva pacífica que permita detener la situación
que amenaza con destruir lo poco que queda de este expaís.
Este régimen no se apartará del camino por la razón
pacífica de los votos. Y quienes no podemos auspiciar derramamiento de sangre,
impulsamos la acción de la fuerza social consciente y organizada.
Y esto reclama un profundo debate en busca de las
ideas madres a que aludía Salvador de la
Plaza , que sirvan de base y fundamento para el establecimiento de otra forma
de acción política.
A un proyecto autoritario que cuenta con todos los
poderes institucionales y económicos e interesados apoyos internacionales, no
se le puede derrotar sino con una fuerza social que se exprese abiertamente.
Por lo pronto, en consecuencia, la victoria está
comprada por este régimen de destrucción que cuenta a la vez con el apoyo
irrestricto de unas oposiciones que aún no quieren darse por aludidos de lo que
pasa hoy en este ex país. ¡Qué historia amigos! Twitter: @ablancomunoz
Agustín Blanco Muñoz
El Universal, 04 de mayo del 2012.
foto / abm
Dr. Muñoz, muy bueno su artículo, hace un recorrido de lo que ha sido la dminación y el poder en Venezuela, muy ciertas sus palabras, tenemos que crear la conciencia necesaria para salir de este regimen autoritario, militarista y oprobioso con las armas de la razón y no con un derramamiento de sangre
ResponderBorrarSaludo cordial. Gracias por su artículo. Rescato esta frase: “esto reclama un profundo debate en busca de las ideas madres a que aludía Salvador de la Plaza, que sirvan de base y fundamento para el establecimiento de otra forma de acción política”.
ResponderBorrar¿ Ideas madres para enjugar de manera definitiva, radical y pacífica el desmadre?.
Esta es la principal: “El gran tema ausente en la agenda electoral de los candidatos a la presidencia de Venezuela es el de la descentralización y la redistribución de poder.
En el caso del candidato Hugo Chávez, este silencio es natural pues obedece a su concepto centralista y autoritario del ejercicio del poder.
De hecho, su propuesta de un Estado Comunal significa la anulación de gobernaciones y alcaldías como instancia de ejercicio del poder por parte de los ciudadanos.
En cuanto a la agenda del candidato presidencial de la MUD (Mesa Democrática de la Unidad), este tema no ha sido asumido en forma protagónica y frontal.
Pareciera que en el diseño estratégico de su campaña prevalece un concepto más cercano a la cultura del centralismo que a la del federalismo. Contrasta esta circunstancia con las continuas manifestaciones en el país reclamando derechos que usualmente deben ser atendidos por los estados. Hay dos casos emblemáticos: Monagas y Táchira.
En el primer caso se ha producido casi un "golpe de estado" contra las autonomías regionales; y en el segundo, la naturaleza ha cobrado la ausencia de atención a problemas de vialidad que anteriormente eran resueltos por la autoridad local.
Las únicas voces que han expresado explícitamente su vocación federal y autonomista han sido las de Carabobo, en la persona del Gobernador Henrique Fernando Salas, y la del gobernador del Zulia, Pablo Pérez.
Ambos insisten en la importancia y la necesidad de producir un compromiso con el gobierno central que les permita "gobernar para sus pueblos”…Según la opinión de este Observatorio, el candidato de la MUD debe incorporar a su agenda electoral la noción federalista. "Ocho de cada diez ciudadanos creen en la descentralización... el mayor partido del país" (HFSR) (http://autonomiaspoliticas.blogspot.com/2012/04/el-tema-asusente-en-el-discurso.html
autonomiaspoliticas@gmail.com ).
Es asombroso, abracadabrante, elefantástico, estupefaciente y psicotrópico; el más puro y absoluto realismo mágico del macondo político tercermundista venezolano: nuestros líderes, intelectuales , laicos y religiosos. No mencionan esta “ idea madre” ¡ El extraño mundo de Subuso !. Atte. JB