Salvador Dalí
¿Y LA OTRA HISTORIA?
Agustín Blanco Muñoz
¿Transcurrirán estas elecciones en
un ambiente de paz, armonía y comprensión? No hay duda de que este es el deseo
y esperanza de la inmensa mayoría de los habitantes de este ex país que, más
por intuición que por estudio, está convencida de que hasta el presente la violencia
no nos ha proporcionado beneficio alguno.
En 200 años de lo que se conoce como
vida republicana se registra una aplastante violencia que se ha encargado de
dejar huellas indelebles a lo largo del período. La fuerza-imposición es la
clave y ley de esta historia del saqueo y el destrozo del colectivo por parte
de los poderes establecidos y ordenados.
Y hoy el panorama no es más
alentador. Los invasores y poderes que se generaron hace 520 años continúan con
vida. Seguimos divididos entre los dueños del capital y el poder y quienes
están regidos por sus intereses y orientaciones. Porque, como dice Pío Tamayo,
el poeta, pensador y político tocuyano liquidado hace 77 anos por el gomecismo,
estamos lejos de ser una sociedad. Somos simple suma de individuos.
Y esta es la situación en la que nos
encontramos hoy. Somos el extremo de la división social o política y se impone
el proyecto que cuenta con mayor fortaleza económica. Y en esto ejerce su papel
la imposición, la violencia en sus más variadas manifestaciones.
En este sentido, lo electoral debe
entenderse como un pacto adelantado por sumas de individuos interesados en el
control de la maquinaria institucional de poder
vigente.
Se trata entonces de un conflicto
entre quienes se sienten más fuertes, y quienes aspiran adquirir mayor
fortaleza. Se produce así un cierre de perspectivas que lleva a considerar que
sólo existe la puerta de la violencia para los cambios en el orden social.
Pero ¿dónde ha ocurrido esto? ¿Qué
sociedades han surgido a partir de la aplicación de una maquinaria violenta? ¿Qué
podría aportar la violencia el 7-0 a la suma mayoritaria de individuos que
moran hoy en este ex país y que forman parte de la gran legión de los desheredados?
¿Habrá que volver a contar los muertos?
¿Cuándo elaboraremos una política que tenga como actor el aporte de todos como
sociedad y no la destrucción de unos para privilegio de otros?
Sancho, ¿habrá que admitir
penosamente que la historia del hombre hasta hoy es una suma de muerte? Y la
otra historia ¿cuándo la iniciaremos? T:@ablancomunoz / abm333@gmail.com
Estimado profesor,
ResponderBorrarCon una gran tristeza, usted tenia razon. Es el primero de quien me acuerdo en esta manana tan triste. No se si con trampa o sin ella, pero aqui estamos, religitimizados dentro de esta pesadilla. Pues nada, seguro usted tampoco esta contento, a pesar de anunciar siempre lo que pasaria.
Saludos desde el exterior,
Lionel