¿COMPRAR COMIDA PORQUE LA COSA VIENE?
Agustín Blanco Muñoz
A propósito del artículo anterior no
faltó quien aplicara la técnica del
adjetivo. Pero nadie negó que estamos ante un presente duro y difícil y un porvenir
cada vez más incierto e indescifrable.
Ante la gravedad del momento se
vuelve al viejo grito: ¡Hay que comprar
comida porque se acerca un golpe! Y hay quien responde: Pero bueno, ¿dónde
vamos a comprar comida? ¿O es que un
golpe puede ser mejor que esta
situación?
Se alude así a nuestro mal mayor. Un
estadio en el cual nuestra preocupación,
energías y atención están atrapadas por
la circunstancia e idea de la destrucción. Buscamos, y si nos alcanza, compramos comida para la subsistencia.
Somos simples mortales en cuyos hombros recae un preaviso que nos califica como parte de una nómina
materialmente desechable, completamente determinada y controlada por el
mando-poder.
¿Quién puede
esperar de nosotros capacidad, fuerza y decisión para una lucha tenaz,
sostenida y radical? ¿Y qué podemos esperar de nosotros mismos si nos programan
y empujan hacia la quietud, el conformismo o la liquidación?
Porque la “La Suprema Felicidad”
sólo será alcanzada por la gente que
asuma y milite en la revolución. De allí que se aplique y desarrolle una ley
que establezca tajantes definiciones:
Hazte socialista o disponte a padecer y morir si eres pobre o a irte a otra
parte si eres rico o tienes como hacerlo.
En este sentido, la ‘revolución
bolivariana’ ha lanzado y seguirá lanzando
“pelucones, burgueses amarillos y fascistas” hacia otros países. Una
revolución verdadera no puede convivir con la contrarrevolución. Pero para
superar algunos errores cometidos en la Madre Cuba, se le está dando
oportunidad a todo el pueblo-colectivo para que logre la salvación con sólo
someterse a los lineamientos de la revolución.
Todo
aquel que sea fiel a la revolución y al Comandante Supremo, Eterno e
Inigualable tiene garantizado el reino de la vida. Y tendrá una primera
oportunidad para ponerlo de manifiesto el 08D que ha sido decretado oficialmente
como el Día de la Lealtad al Eterno Comandante en Jefe de ésta y cualquier otra
revolución que surja en el mundo.
El resto de disidentes o militantes
opositores seguirán montados en uno u otro disfraz para tratar de ocultar lo que somos y seremos.
Aquí disidencia y oposiciones no
llegan siquiera a ser suma de individuos sino agregado de fichas, mercancías
electorales al servicio de la lealtad.
La orden superior el 08D es ser fiel y el
aparato de espionaje de la revolución no
descansará hasta precisar y luego castigar a los traidores.
Constituimos así algo que llaman
sociedad que no es un todo sino una suma de nadas, de hombres humanos-hermanos
con aspiración de sociedad. Es lo que
somos y tenemos. El neoliberalismo en acción. Desesperanza unida a una y otra
nada, a todo vacío. Una historia
desvalida, sin vida ni esperanzas. Gente alejada de la idea de una historia
diferente.
Hasta hoy no hemos ido más allá de la historia que dibuja miserias ni
del vacío que marca una considerable distancia
con tiempos en los que al menos
había esperanzas.
Y en medio de esta polarización de
fuerzas se desarrolla una guerra dispuesta a liquidar y hasta matar. Estos
tiempos parecen decir: ¡Bienaventurada la muerte que es tan necesaria en las
revoluciones!
Lo que no intuíamos es que esta
guerra estaba prevista para convertir el río de vida de los hombres-hermanos en
un baño permanente de sangre.
Y es así como seguimos muriendo.
Mientras, aumenta la convicción de que nos esperan tiempos peores porque quien
siembra muerte cosecha muerte. Niega la vida.
¿Y dónde está el contrario, el polo
verdadera e inobjetablemente opuesto? ¿Cómo partir de una política de y para la
vida que se enfrente a la cultura de la
necrofilia y la infinita perversidad?
Eso aquí aún no existe. Porque los
negociantes de votos saben que tienen asegurada su comida junto con votos y
posiciones. El 14A-13 le gritan a este expaís, exnación, expatria y exrepública
que el sistema electoral está controlado por ladrones. Y horas más tarde llaman
a proseguir la convivencia con el ladrón
pero sin dejarse robar.
Y se trata de tapar el absurdo con un Plan ‘B’ para el 08D para impedir el robo y
avanzar hacia la toma del mando-poder.
Será tal la avalancha de votos, la expresión del descontento por parte de las
mayorías opositoras, que Maduro no tendrá otro recurso que huir hacia Cuba.
Hay analistas que llegan a señalar, por
una parte, que el militarismo se adueñó de la conducción de esta llamada
revolución y que conjuntamente con el alto mando militar de Venecuba toman
todas las decisiones y, por otra, apuntan que si la inmensa mayoría se decide a
votar puede ser derrotado Maduro y su equipo de ilegítimos.
Este es un proceder que no logra
ocultar la desesperación. Sólo la recubre con un supuesto disfraz salvador que
tiene en el voto su máxima expresión.
Por ello estamos estancados en la
nada y la única posibilidad es la que nos ofrece el orden ladrón de los votos.
De allí las contradicciones y el permanente eludir la condición de contrario
real, verdadero, dialéctico. Al lado del monstruo gubernamental está la nada
opositora permanentemente arrastrada por sus “jefes históricos”.
Y conste que el mal no puede verse
sólo a nivel de dirigencia. Cuando se propone una forma de organización para la
lucha como lo es el Movimiento de Movimientos, mucha gente angustiada dice que
eso es para el largo plazo y que se necesita algo que saque a este gobierno ya,
porque está boqueando y la escasez, inflación e inseguridad lo llevarán al
cadalso.
Se pone una vez más de lado los
poderes militares, electorales y todas las demás instituciones que impulsan,
administran y controlan esta revolución hasta ahora “triunfante”, cuya posición
ético-moral mira hacia los beneficios de sus fieles y omite la catástrofe que
debe caer cada vez con mayor fuerza sobre disidentes y opositores.
Todo está dispuesto para el 8D de las negociaciones y llevar a las mayorías a
seguir o incorporarse a las filas de los tarifados y a los supuestos ‘opositores
democráticos’ a buscar la sobrevivencia a partir de la convalidación de la
revolución que cada día avanza más en la construcción de Venecuba, el territorio de la esperanza
revolucionaria marxista-leninista-fidelista-chavista. El territorio de la
catástrofe mayor, trágica, inmensa. ¡Qué historia amigos! T: @ablancomunoz abm333@gmail.com
El Universal, 08 de noviembre del 2013.
Y todavía hay gente como Capriles que dicen que Venezuela no es Cuba ¿Y esto qué es? Lo único que nos falta es la tarjeta pero en lla práctica ya está porque en los super te dicen cuánto puedes comprar de cada cosa que hay.
ResponderBorrarMarcos Pino
Mis saludos respeto y admiración profesor, lo felicito por sus columnas y especialmente esta última.
ResponderBorrarUn gran abrazo desde el exilio
José Gregorio Briceño Torrealba. Ex gobernador del Edo.Monagas
El único personaje "Publico" que ha acertado en sus análisis a mediano plazo y largo plazo, demostrando con ello que no lo ha comprado el "Modus Operandi" del régimen como en efecto ha sucedido con otros que en todo momento le ocultan a sus seguidores los "verdaderos males" que padecemos como para retardar un acertado comportamiento ante esta bandada de criminales.
ResponderBorrarSI, tampoco yo conozco después de Blanco Muñoz otro analista con su coherencia y capacidad para examinar nuestra política sin decir mentiras para favorecer una u otra tendencia.
ResponderBorrarJuvenal Chácón