ABUSO, BURLA Y PROPÓSITO DE DESTRUIR LA
CÁTEDRA PÍO
TAMAYO
Vladimir Chelminski
Asisto habitualmente
todos los lunes a las reuniones de la
CPT desde enero del 2006.
Puedo dar fe de que
se trata de un foro único donde una impresionante diversidad de académicos,
profesionales, trabajadores de muy diversas disciplinas, y estudiantes discuten civilizadamente los
problemas que sufre el país.
Estas discusiones
arrojan importantes luces a sus participantes, sean expositores invitados o
parte del público oyente. En un país
donde se nota tanta ignorancia e intolerancia hacia quien piensa distinto, se
trata de una cátedra muy especial.
En estas reuniones no sólo se ayuda a que los
problemas y las distintas ópticas con que se miran, se comprendan mejor, sino
que también se le da a los futuros historiadores un material que no se
conseguirá en ninguna otra parte. Se trata de una cátedra que trabaja para el
presente y para el futuro, continuamente, ya durante 30 años.
A los jóvenes se les
enseña a debatir y se les da la oportunidad de imbuirse en los grandes retos
que les esperan, y de conocer su país mas allá de la propia universidad. Y a los profesores invitados, se les estimula
a superarse y a darse a conocer dentro y fuera de la academia.
Mucho se dice de la
poca memoria histórica, incluyendo la de la historia reciente, que suelen tener
la mayoría de los venezolanos. En esta
cátedra, mucho se hace por dejarle un legado grabado a la historia. Es mucho el valor que este programa semanal
le añade a toda la UCV
y con ella, también me atrevo a afirmar, al país de hoy, y del futuro.
Estoy anonadado de
ver como el gobierno destruye a la
UCV asfixiándola económicamente y abusando de ella de tantas
maneras. Vaya mi reconocimiento a quienes hacen que a pesar de las
circunstancias, tanto han tenido que dar de sí para que ella haya sobrevivido.
Demasiado paradójico
me resulta constatar como esas mismas autoridades que sufren en carne propia
los abusos que el gobierno a diario les aplica, se esmeran en destruir un
trabajo tan importante como el que hace la Cátedra Pio Tamayo.
Comenzaron por
ignorar esta institución, quitándole el apoyo
básico, se negaron a contestar su correspondencia, finalmente le quitan
hasta el recinto donde por 30 años se ha reunido, utilizando la mentira y excusas
inaceptables.
Me permito pedirle a
las autoridades de la UCV
que, a pesar de los problemas que pueden tener, no se afanen en destruir lo que
ha tomado 30 años en construirse, que no abusen, no se burlen de tanta gente
que participa haciendo grandes esfuerzos personales para poder formar parte de
este equipo de trabajo, que dialoguen honestamente con los dirigentes de la CPT para buscarle solución a
los problemas existentes a fin de colocarnos lejos de todo atropello y
eliminación.
Atentamente,
VCh
CI: 2963467
20 de julio del 2014
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