¿TERRORISMO GLOBALEXPLOTADOR?
AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ
16 de septiembre del 2001
Una vez más
la condena unánime. Ante la magnitud de lo ocurrido el 11S-2001, la matriz de
opinión exige la reprobación e identificar a los responsables para que se
aplique la ley y se realice la venganza que muchos leen como lección para que
nunca más ocurra un delito como éste. Estamos ante un análisis que examina los
fenómenos sin establecer la causalidad para mantener a salvo toda posible
debilidad del sistema vigente.
Se evade, en
consecuencia, el proceso que produce lo que genéricamente se califica como
terrorismo, es decir, la violencia ‘extrema’ e
ilegal que se ejerce contra un Estado o contra la expresión de
cualquiera de sus manifestaciones sociales. Hay una violencia legal,
ordenadora, permitida, buena y otra ilegal, rechazada, anárquica, maligna. A
esta última se le considera además como ‘extrema’, criminal, inhumana y violadora
de todos los derechos humanos.
¿EXISTE
EN VERDAD EL BINOMIO TERRORISMO-PAZ?
Esta es una
manera perversa e interesada de ver un fenómeno. Y es por ello, precisamente
que la casi totalidad de los “terrorristólogos” se limitan a una sola
operación: crear la contraposición terrorismo-paz. Es decir, que el primero es
la causa de que vivamos en un mundo sin paz, en el cual todos los espacios
están copados por la ‘peor de las violencias’. Así se explica que la paz, en
tanto estado de tranquilidad, sosiego, armonía y espiritualidad, no será
posible mientras esté presente la amenaza terrorista, vale decir, la
posibilidad de que se atente contra la propiedad, las personas, las
instituciones, para lograr un efecto intimidatorio.
Pero de
nuevo se deja a un lado una pregunta esencial: ¿por qué y cómo se produce ese
terrorismo aniquilador de la paz? ¿Hasta dónde es cierto que el mundo
disfrutaba de una paz que se enturbió por la aparición del terrorismo? ¿Tiene
rigor colocar este fenómeno como la causa de los principales males del mundo
actual?
EL
TERRORISTA FRENTE AL TERRORISMO DE ESTADO
Para muchos
analistas, el terrorismo se entiende como la expresión de un sector de la
sociedad que, a partir de una posición político-ideológico-religiosa contraria
al orden vigente, promueve la intimidación de un Estado y su respectiva
sociedad. El objetivo terrorista consiste, en este caso, en sembrar el
miedo-pánico-terror, la inseguridad, angustia, padecimiento progresivo y
generalizado que quiere lograr la desestabilización del orden vigente y avanzar
en el camino de su sustitución.
En este caso
estamos ante el ‘terror malo’. Quede claro, en todo caso, que el ‘terrorismo
bueno’ se vale de los mismos instrumentos pero con la salvedad de que apunta
hacia el logro de la estabilidad del Estado y la sociedad que organiza y
controla. Recordemos entonces que hay un terrorismo de Estado al lado del
terrorismo de grupos opositores.
EL TERRORISMO ES TAN ANTIGUO COMO LA EXPLOTACIÓN
¿Pero es
éste un fenómeno nuevo? Esta es, en principio, la misma violencia que
caracteriza todo Estado. Una institución consustancial al aparato llamado a
imponer y garantizar el orden en los diferentes momentos del proceso social. En
esta dirección, queda registrado que el terror-violencia nace con la propiedad
y el Estado que se erige para administrarla. Hay entonces un estado esclavista,
feudal, capitalista o socialista con su correspondiente aparato de violencia-terror.
Este terror
está claramente expresado en los diferentes momentos, ya sea en los esclavos
sacrificados en la construcción de las pirámides, en la pesca de perlas o en
las minas convertidas en fosas, o en el exterminio decretado y realizado por
los llamados conquistadores europeos en América, el nazifascismo o los
guerreristas de todos los tiempos que no
vacilan en producir la masacre de Hiroshima y Nagasaki, la masacre mexicana,
salvadoreña, guatemalteca, o la producida por el stalinismo o la realizada en
la plaza Tiananmen.
TODO ORDEN SE HA IMPUESTO A TRAVÉS DEL TERROR
Y frente a este terror oficial se erigen las diversas respuestas de las
fuerzas contrarias. Una de ellas es el terrorismo como instrumento político de
amedrentamiento y miedo. Una expresión
violenta, contraria al orden vigente, al
margen del estatuto legal, que manifiesta su disconformidad con lo establecido
a través de manifestaciones de presión y carácter desestabilizador. Es la
amenaza llevada a niveles extremos, con el propósito permanente de tratar de
intimidar, amenazar y aterrorizar al Estado y al propio capital por las
relaciones de producción que establece y mantiene.
Es necesario advertir, en este
sentido, que hasta el presente, cada nuevo orden económico, político y social,
se ha impuesto a través del terror. De modo que ese ingrediente forma parte
consustancial del propio proceso conformado por el hombre a partir del
surgimiento de la propiedad privada y la explotación. Un terror que primero
actúa como fuerza de cambio y luego se oficializa e institucionaliza a través
de la conformación de todos los mecanismos institucionales, jurídicos y
religiosos necesarios para su desarrollo y desenvolvimiento.
En este complejo y difícil proceso, que tiende a ocultar el carácter
clasista-propietario presente en la sucesión de modos de producción, se
desarrollan las más diversas propuestas y acciones. Y el ‘terrorismo ilegal’ se
yergue como una de ellas. Para ello se vale de todos los mecanismos e
instrumentos ideológicos, políticos y religiosos que le sirven para armar la
plataforma sobre la cual justificar el ejercicio de una violencia que termina
juntando al opresor con el oprimido.
Por eso, en la medida en que el
terrorismo de Estado adquiere mayor dimensión
y se hace cada vez más difícil y limitada la posibilidad de expresar
cualquier tipo de protesta, este ‘oficio’ pasa a ser realizado por pequeños y
hasta especializados ‘equipos’ que son el producto de la frustrada organización
del colectivo y la obligada creación de una política que se enfrenta a la
vigente. Se parte de la idea de que el llamado golpe al sistema (calificado
como de mala fe, criminal e ilegal) es el llamado a impulsar tanto las luchas
como la quiebra del Estado autoritario-terrorista. Es de este modo como se
comienza a expresar la protesta en términos de grupos-parcialidades o sectas.
TERROR Y ANTITERRORISMO
INSTRUMENTOS
DE LA GLOBALEXPLOTACIÓN
La expresión
del terror desdibuja entonces su contenido político y de clase para convertirse
en sinónimo de atentado en el cual tiene por lo general un buen peso la
emoción. En los últimos tiempos se hizo común este tipo de operación. En
diferentes escenarios vemos el secuestro de personas o naves, atentados contra
personas o bienes. En todo caso se reta el poder del enemigo, se amenaza su
seguridad y se le advierte que su liquidación está en marcha.
En el
conjunto de los “Estados Civilizados” se invierten gruesas sumas en los medios
más avanzados de seguridad. USA ha dispuesto la creación de todo un aparataje
antimisilístico. La más avanzada tecnología a la orden de la defensa de toda
posibilidad terrorista. Esto quiere decir que por todas partes están montados los más acabados operativos
antiterroristas. Y se supone que por razón de primera potencia del mundo, el
principal aparato de seguridad corresponde a los Estados Unidos. Por esto es
tan impactante la operación del 11S-2001.
¿SE DEBILITA EL IMPERIO NORTEAMERICANO?
¿Cómo es posible que la primera potencia militar y tecnológica del mundo
se revele como portadora de las más altas grietas y fisuras? ¿Dónde está la
poderosa inteligencia-CIA? Es evidente que la operación realizada es el
producto de un trabajo de alto comando-tecnología y grandísimo capital. Con lo
primero se asegura la organización de un plantel humano y su correspondiente
preparación en todos los niveles: técnico, militar, político-ideológico, humano
y religioso. De lo segundo depende la conformación de un plano operacional al
más alto nivel. Se saca a relucir un aparato que iguala o supera al existente.
No se trata simplemente de secuestrar cuatro aviones a la vez, sino de
producir acciones que requieren de una
alta preparación por la precisión que reclaman. Es tal el derroche tecnológico,
político, ideológico y organizacional que a 120 horas del ‘atentado’ no hay
ninguna acusación concreta sobre responsables.
¿TERRORISMO EXTERNO E INTERNO?
El equipo directamente ejecutor está muerto. Ahora se habla de cómplices
y autores intelectuales, lo que conduce
a considerar que el aparato ‘tecnológico-terrorista’ había logrado penetrar el
macizo bloque organizacional norteamericano. A lo interno tiene que haber
habido una colaboración que proviene de los ‘infiltrados’ que no es difícil
convenir que es gente de la misma fuente que los ‘secuestradores suicidas’,
militantes del mahometismo para quienes el primer valor de la existencia no es
la vida sino la muerte. Gente dispuesta a dar la vida para cumplir con un
designio o mandato de su Dios, lo cual, a la vez, le permite alcanzar la
eternidad.
En ninguna otra religión existe
tal nivel de convicción y fanatismo que permite a la vez el desarrollo de una
gran capacidad para el arrojo, el riesgo y cumplimiento de todo reto. Por ello
es necesario referir que en este caso se mezclan lo que algunos observadores
califican como ‘creencias religiosas arcaicas con propuestas o instrumentos que
provienen de la alta tecnología que, a la vez, alude al tercer componente: el
financiamiento.
¿SE ENFRENTA LA GLOBALEXPLOTACIÓN A LOS
VIEJOS Y NUEVOS IMPERIALISMOS?
En efecto, una operación de esta magnitud necesitó un largo tiempo de
preparación y muchos recursos, lo cual hace pensar en la disponibilidad de un
considerable capital. Estamos ante una operación sumamente costosa que no puede
ser financiada por un reducido grupo o un Estado pobre y miserable. Detrás de
esta operación parece estar el grueso monstruo del capital financiero. Sólo de
este modo se puede explicar la procedencia de los fondos.
Pero es bueno advertir que no
tiene por qué verse total e indefectiblemente desligado el capital financiero y
las acciones terroristas de inspiración o escuela musulmana. Estamos en tiempos
de globalización, apunta el lugar común. Pero en este caso, no basta repetir la
afirmación sino buscar el contenido y dirección actual de la global-explotación,
como la denominamos en el Centro de Estudios de Historia Actual y la Cátedra Pío Tamayo.
La máxima expresión del capital
financiero está por encima de lo que calificó Lenin como imperialismo: fase
superior del capitalismo. Hoy habría que hablar de una fase superior del
imperialismo, dirigida a apoderarse del mundo y darle un nuevo orden económico,
social, militar y geopolítico. Para los nuevos propietarios de las altísimas
finanzas, lo importante es apoderarse de los mecanismos de control del llamado
‘mundo civilizado’, a fin de avanzar en un objetivo clave: derrumbar las fronteras
de los llamados países-naciones y hacer valer la ley según la cual el capital,
y principalmente el financiero en su más alto desarrollo, no tiene ni puede
tolerar ningún tipo de fronteras.
EL ESTADO GLOBAL NO ADMITE FRONTERAS
Podemos estar ubicados entonces en el camino que conduce a un nuevo
mundo con una organización que no responda a los viejos criterios y modelos.
Hasta el presente se tiene la conciencia de que la organización actual del
mundo, la misma de la antigüedad, es materialmente eterna. Esto impide concebir
el tantas veces nombrado Estado Global. Un Estado en el cual se ejercerá el
reino del capital mayor, por encima del cual no hay ningún otro poder y que
impondría una nueva organización de la sociedad, una nueva visión del hombre y
la historia.
Estaremos entonces ante una
realidad regida por leyes que esencialmente se hermanarían con el pasado por la
permanencia e intensificación de la explotación. Pero el proceso ahora
discurriría sobre las ruedas de la ‘tecnología supercomputarizada y
superinformatizadora’. Pues bien, hoy está planteado en este mundo del
multicapital financiero, la construcción de esa nueva organización.
¿CAPITAL AFECTANDO AL CAPITAL?
¿Cómo apoderarse hoy de lo contenido y organizado para imponer el Estado
Mundial de las Inalcanzables Finanzas? ¿Será muy arriesgado y atrevido pensar,
en términos de hipótesis, que detrás de una operación como la del 11S-2001
pueden estar los grandes intereses de la globalización que ven en el Islam, por
sus condiciones, carácter y filosofía de vida, la posibilidad real de tomarlo
como instrumentos para enfrentar las viejas estructuras?
¿Cómo y en qué términos debemos
aprehender el impacto del fundamentalismo en la sociedad actual? ¿Se trata
simplemente de una confrontación religiosa, de una ‘guerra santa’, de una
oposición entre oriente y occidente o existen detrás poderosas fuerzas del
capital pugnando por alcanzar una hegemonía? ¿Capitales afectando al gran
capital? ¿O pugna entre capitales enraizados en naciones y hemisferios contra
aquellos que juegan a la globalización del terror de un capital con dimensiones aún
mucho más gigantescas que las que conocemos en la actualidad?
DE
LA RECESIÓN A LA DECLARACIÓN DE GUERRA
Estamos ante unos EEUU que registran una crisis económica con pocos
precedentes y al altísimo capital financiero no se le ve salir en su salvación.
¿No es ésta acaso una explicación de que una buena expresión de ese capital no
está dispuesto a gastar sus recursos en la recuperación del ‘decadente
imperialismo’?
Estas interrogantes nos permiten a la vez ir hacia otra reflexión a
nivel de hipótesis: ante la contracción económica que vive USA es necesario
recordar que en el pasado la salida más expedita para todo mejoramiento fue el
apego a la promoción, organización y ejecución de guerras. El imperio se
construye y mantiene sobre la idea y la realidad de la guerra, la gran
institución que impone la propiedad en el mundo y que ha transcurrido como un
proceso único e indetenible en el sistema de explotación.
No es verdad que ha habido una primera y segunda guerras mundiales. La
guerra de los propietarios y dueños del mundo ha sido permanente. Por ello es
claramente comprensible que Bush diga hoy que están dadas todas las condiciones
para la primera guerra del siglo XXI. Hará la guerra contra los responsables de
los ‘atentados’ del 11S-2001 y contra el país o países que les dan protección.
Todo apunta hacia un gran responsable: Osama Bin Laden y su agrupación. Y, en
principio, un país: Afganistán.
¿CREACIÓN DE UN ESTADO DE GUERRA?
El aparato
de guerra que combina lo convencional con lo no convencional está declarado y
montado. Una decisión de la guerra que no se toma en 72 horas sino que ya
estaba establecida. Simplemente se le va a dar continuación. A esta hora parece
estar fuera de duda que USA necesita de la activación y aceleración de la
guerra en escala mayor para salvar la gran depresión. Lo ocurrido justifica
ante los ojos del mundo toda reacción dirigida por el espíritu de la
retaliación.
Los días previos a los actos terroristas del
11S-2001 fueron de caída sin precedentes de la bolsa norteamericana. Y
precisamente en estos difíciles días, que obligan a presagiar calamitosas
situaciones económicas, se producen estos sucesos que obligan a USA a emprender
de nuevo el camino de la guerra. Ya no contra Corea, Vietnam o el Golfo sino
contra todo aquel que ejerza y proteja al terrorismo. Y se pondrá en práctica
el Tratado según el cual la agresión a uno de los miembros de la OTAN se considerará contra
los 19 firmantes. EEUU habrá creado un contrario: el terrorismo y abrirá contra
él las formas de guerra que sean necesarias.
EL 11S-2001 SE INICIA LA GUERRA DE EXTERMINIO
Mientras, en su propio seno proseguirá la lucha de las fuerzas del
capital por el desarrollo o el freno de la globalización. En lo inmediato
–seguimos hablando en términos de hipótesis- las fuerzas del “Estado más
poderoso del mundo” entienden que su recuperación está en la nueva y verdadera
Guerra de Exterminio. Ahora se irá más allá del Golfo y se extinguirá a los
fundamentalistas de todo cuño. Se buscará hacer desaparecer el poderío
musulmán.
Todo estará ordenado para el
triunfo del imperio, en tanto gran productor y comercializador de armamento que
ahora adquirirán muchos países para ponerse a tono con las exigencias del
tiempo de guerra que padecemos. Unos para participar directamente y otros para
aumentar su ‘seguridad y defensa’. Se olvida USA, sin embargo, que en su propio
seno está inscrita la huella y la acción musulmanas. Son siete millones que hoy
forman parte de su población. El desarrollo de su culto e influencia es cada
vez mayor. ¿También se enfrentará este ‘enemigo’ a lo interno?
¿TERRORISMO PERMITIDO?
La situación actual es a tal punto difícil que ya hay quien se pregunta
si el propio Estado norteamericano puede haber actuado o permitido el
desarrollo de un plan terrorista de tan vasto alcance. Porque la pregunta no
desaparece fácilmente: ¿cómo es posible que un equipo de inteligencia-espionaje
tan desarrollado no haya detectado un trabajo de años de las fuerzas
‘terroristas’? ¿Terrorismo permitido que puede pagar altísimos dividendos?
A estas alturas del problema, y
ante su alta complejidad, no es posible desechar ninguna hipótesis. Es evidente
que por lo general estas son cosas que no son fáciles de digerir. Pero ¿cómo
concebir que un imperio se deje ningunear por algo que ni siquiera llega al
nivel del patio trasero? Y visto desde el otro ángulo, si el ataque
correspondió a un gran poder, entonces habrá que admitir que las fuerzas
globalizadoras están detrás del 11S-2001 para cerrar una nueva realidad, tanto
en USA como en el mundo capitalista, en el cual se impone el Estado
Globalexplotador.
EXPLOTACIÓN
VS EXPLOTACION
El 11S-2001 está alejado del 11S-1973. Entonces las fuerzas del
terrorismo acabaron con el gobierno de Allende. Se aplastó una naciente
experiencia democrática. 28 años después
una aparente y pequeña fuerza o un dragón de iguales dimensiones humillan
un imperio. Y la pregunta entonces no puede ser más comprometedora: ¿hacia
dónde va este mundo después del 11S-2001? Todo parece indicar que se acaba de
producir el inicio de un nuevo período en la geopolítica mundial. Las
relaciones internacionales, en lo sucesivo, estarán influidas o determinadas
por las confrontaciones que ahora se plantean.
El imperio USA tratará de
conformar el bloque del capital-Estado imperialista, capaz de dominar los
conflictos más resaltantes: narco-terrorismo y protestas a causa del
terror-hambre que lleva a la fosa en el mundo a docenas de seres humanos cada
minuto. El terrorismo de Estado capitalista ‘tradicional’ buscará su salvación.
El Estado Global seguirá apuntando hacia el inmenso porvenir de la explotación.
¿Y cuándo despertará el colectivo-pueblo para construir el global enfrentamiento
con base a la acción colectiva mundial que conduzca a una historia más allá de
imperios, fundamentalismos y todo
terrorismo explotador?
Publicado en La Razón
el 16 de septiembre del 2001
5 días después del 11S-01