martes, febrero 14, 2017

UN EXPAIS RICO EN OLVIDOS




¿QUÉ NOS DEJA Y QUÉ SE LLEVÓ
MANUEL RODRÍGUEZ MENA?

UN EXPAIS RICO EN OLVIDOS

Este es un expaís tan rico en olvidos que el morir es sólo otro motivo para reforzarlo. Basta que uno ya no camine por las veredas que vieron usualmente nuestros pasos. O que una refriega profundamente trágica y sin sentido decida colocarlo a uno en el sitial de la desmemoria.

Un ex país al cual le han borrado la palabra amigo, las puertas llevan candados y cadenas y no hay mesas servidas ni de pan ni de misericordia. Una tierra cuyos árboles ya no sueltan sus frutos en las aceras o en los caminos  porque se han secado de tanto odio disperso donde antes había ilusión.

Y UN PAÍS DE GENTE EXCEPCIONAL

Pero este territorio, a pesar de tanto dolor, ha producido, produce y seguirá produciendo gente excepcional, no por los títulos que reúna, los cargos que haya ejercido, sino por las huellas que deja en su paso.

Por eso son incontables. No tienen rostro conocido. Ni nombre que repose en alguna referencia bibliográfica. La gente común y sencilla que aún no se ha dejado expropiar sus valores de fraternidad hacia el  otro que es su hermano. Y que están dispersos, disgregados en cualquier parte, sin la fuerza suficiente para cambiar algo más que su más íntimo entorno.

Y HAY HOMBRES QUE DEJAN HUELLA

Hay otros que han logrado trazar caminos en medio de la futilidad de un tiempo vacío y que han comprendido que haber alcanzado el privilegio de poder dejar sus huellas, impone un compromiso con la vida que los acompañan siempre.



Y uno de ellos es Manuel Rodríguez Mena. Su tiempo fue una entrega permanente al oficio de tratar de comprender una sociedad destrozada por un hacer histórico cuyas coordenadas no se regían por el bien colectivo sino por los intereses de los poderosos.

Una historia que no se detiene en su afán destructor, su esencia invasora, su fin aniquilador. Y tal vez por esos instintos, Manuel decidió estudiar economía para tratar de comprender las razones por las cuales un país rico en todos los aspectos pudiera sumergirse en el abismo de las inconsecuencias, los abusos y el exterminio.

MANUEL DEDICÓ SU VIDA A DESCIFRAR LA TRAGEDIA DE ESTE EXPAÍS

Y a esa actividad dedicó Manuel su vida, su pasión, su entrega. Cerca de nosotros estuvo todas las décadas en las que hicimos una vida universitaria que no concluirá. Y con él recorrimos muchas etapas de esa historia y juntamos esfuerzos comunes en esa misma dirección.

Manuel fue uno de los fundadores de la Cátedra Pío Tamayo y se hizo en esos espacios Maestro Floricultor. Nunca faltó a una invitación, un compromiso, un debate. Siempre llevaba sus alforjas llenas de papeles, documentos, datos, que resguardaba en su viejo maletín de un cuero ya gastado. Siempre dispuesto a dar una lección, a entablar un diálogo productivo con quien disentía de sus puntos de vista.

CUMPLIÓ UNA DESBORDANTE LABOR UNIVERSITARIA
Y SU PASION TRASCENDENTE ERA SU PAÍS

Economista, docente, investigador, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, cumplió una desbordante labor universitaria y una abnegada actuación de maestro en el  mejor sentido de la palabra para sus alumnos de todos los tiempos.

Su labor intelectual estuvo siempre marcada por el empeño de producir materiales que tuvieran utilidad  para la tarea mayor: lograr la transformación de esta realidad. Por eso cada una de sus exposiciones tenía el propósito implícito de ayudar a la creación de conciencia que reclama este tiempo de tanto padecimiento y tan endebles perspectivas. Su pasión trascendente era su país. Y sólo buscaba ver alguna señal que le diera las esperanzas de comenzar a verlo caminando en otra dirección. Por esto su expresión de siempre: ¿Cómo estás Manuel? ¡En la lucha! Síntesis de un proceder destinado a unir idea y hacer.

PERO MANUEL NO FUE OLVIDADO HACE UN AÑO
SINO MUCHO ANTES, COMO TANTOS

En este sentido, cuando  iniciamos en esta Cátedra el debate sobre la necesidad de un instrumento que sirviera a los fines de la organización del colectivo-social-pueblo más allá de los partidos políticos, participó con vehemencia y derroche de energía en la configuración del Movimiento de Movimientos como herramienta de lucha para enfrentar esta dictadura militar-policial narco-delincuencial-civil.

Sobre esta temática escribió hasta el agotamiento para contribuir a esclarecer el contenido de una historia aferrada a la vieja tradición caudillista-individualista que hoy se fortalece con los nexos establecidos con el régimen cubano dispuesto para conducir este ex país, cada vez con mayor firmeza, hacia la condición de figura central del rescate y salvación de lo que aún se vende como socialismo en general y para otros como socialismo del siglo XXI.




SU INAGOTABLE PALABRA DE RESISTENCIA Y SU CLAMOR CONCIENTIZADOR

Pero su salud ya venía resentida. Y el olvido hacía sus estragos. La partida de su compañera Marucha apuró el proceso. Pero no podríamos dejar de mencionar los increíbles esfuerzos que Manuel hizo para presentarse en esta Cátedra, en esta misma Sala, para dejar aquí su palabra de resistencia, su clamor concientizador, sus datos recogidos en horas de trasnocho, para poner de manifiesto la verdad del carácter del autoritarismo que hoy pisotea, de nuevo, esta entristecida Venezuela.

Algo que muchos  aún no  quieren admitir, tal vez como una manera de alimentar ilusiones que sirvan para evadir la tragedia que tenemos por delante y que tanto daño, por no hablar de los muchos fallecidos que van quedando en el camino.

Y se actúa de este modo porque estamos, como antes se señaló, en un ex país del olvido y la desmemoria. Una tierra a la que un puñado de hombres con poder ha decidido borrar la memoria de un pueblo y someter el conocimiento al  mismo proceso de domesticación y represión que se utiliza para dominar al colectivo.

LA CPT TRAE AQUÍ ESTA NOCHE A MANUEL RODRÍGUEZ MENA
PARA QUEBRAR EL CICLO DEL OLVIDO

En un expaís que ya no sabe de amigos, nosotros esta noche, atentamos contra ese cerco. Porque  esta Cátedra andante se honra en esta hora de seguir contando en sus espacios con la presencia del Maestro Floricultor Manuel Rodríguez Mena. No sólo para  quebrar el ciclo del olvido y la lejanía sino también para cumplir con el compromiso de recordarle a los jóvenes  lo que es el tamaño de la entrega a una causa de justicia, libertad y belleza que asumen los hombre de la talla, condición y capacidad de vida y trascendencia que anida en los Rodriguez Mena de  hoy y del mañana!!

Pero Manuel nos deja un registro casi del tamaño de lo que se llevó. Porque con él se fue la gigantesca tristeza de no ver florecer sus ideas. La desilusión de no haber podido ganar a muchos para la idea de organizar y concientizar un colectivo a través de un Movimiento de Movimientos vinculados por el deseo de enfrentar esta dictadura y de avanzar hacia la construcción de una nueva sociedad.

Se llevó su angustia, sus conocimientos que aguardan ser recogidos y puestos en práctica. Esa pasión que lo desbordaba que también espera ser asumida como instrumento para la realización de una historia que no esté sellada por la muerte y la destrucción.

En síntesis, es mucho lo que nos deja y mucho lo que se llevó inconcluso, que nos corresponde a nosotros continuar con su misma vehemencia y decisión. Es lo que él está esperando de nosotros.

LA HISTORIACTUAL NO ADMITE OLVIDOS NI INDIFERENCIAS

Y aquí en esta Cátedra  y en el Centro de Estudios de Historia Actual estamos conscientes de que la HistoriActual no admite olvidos ni indiferencia sino el cumplimiento del código de deberes que nos dejó precisado Pío  Tamayo: el deber de mejoramiento moral con nosotros mismos, deber de ternura con los nuestros y deber, gran deber, de solidaridad y sacrificio con la humanidad.

MANUEL SEGUIRÁ CON NOSOTROS MÁS VIVO QUE NUNCA

Y con esas guía Manuel seguirá con nosotros, ajeno a todo olvido, más vivo que nunca, continuando sus labores floricultoras y porveniristas.


mery sananes
13 febrero 2017

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