Quisiera comenzar mi última intervención agradeciendo en primer lugar al Dr. Agustín Blanco Muñoz por utilizar esta prestigiosa Cátedra Pío Tamayo como una plataforma dialéctica para que nosotros, los jóvenes, podamos abrir espacios de diálogo; lo dicho cobra particular importancia en la actual Venezuela donde las puertas para el debate sano de las ideas están virtualmente cerradas en virtud de la polarización “política” que adolece nuestra sociedad.
Y además de agradecer a la audiencia presente, me permito felicitar a los dos oradores del día hoy. A ti César quiero expresarte que siento envidia puesto que has afirmado que la Universidad Central, el foro donde te encuentras, es de derecha. Y si bien tu aseveración es imprecisa, te comentaba que siento cierta envidia ya que mi sueño es el de poder estar en un auditorio lleno de compatriotas chavistas para poder expresarle mis ideas, responder a sus inquietudes y presentarles propuestas alternativas al proyecto “revolucionario”.
1. Ahora bien, con respecto a la síntesis encomendada, utilizaré como punto de partida, precisamente, la inexacta aseveración de César sobre el “foro derechista” en cual alega haber pronunciado su discurso. Entre líneas se encuentra una asunción falaz según la cual se concluye que la UCV, USB además de las universidades privadas de este país son de derecha en virtud de que sus comunidades estudiantiles y académicas no apoyan el actual proceso “revolucionario” liderizado por el presidente Chávez. Como demostración fáctica de mi afirmación pudiera mencionar que los estudiantes pertenecientes a la mayoría de las universidades públicas y privadas de este país han elegido a líderes abiertamente disidentes del chavismo para que ocupen los puestos de la representación estudiantil. Esto no quiere decir que la mayoría de los estudiantes universitarios de este país están con la derecha venezolana; simplemente significa que la denominada revolución bolivariana no cuenta con el apoyo mayoritario de los jóvenes universitarios de este país, aún cuando dicha revolución sea catalogada como una de izquierda.
Vale decir también que el monopolio de la izquierda venezolana no está en manos del chavismo de manera que es un atentado contra la lógica aseverar que todo aquél que se oponga a Chávez es de derecha. Basta con colocar como ejemplo al director de esta Cátedra, el Dr. Blanco Muñoz, quien ha sido toda su vida un hombre de izquierda en verbo y acción. No obstante, él disiente de la actual administración gubernamental.
2. Con respecto a la pregunta fundamental de hoy (¿Están los jóvenes atrapados entre el SI y el NO) me permito compartir con ustedes mis términos de referencia al respecto. Considero que el SI y el NO envuelve dos aspectos principales. En primera instancia el SI y el NO pretende determinar si nosotros los jóvenes estamos atrapados en la actual coyuntura política relativa a la enmienda constitucional. En segunda instancia el SI y el NO comporta un contenido mas sustantivo que pretende determinar si nosotros los jóvenes estamos atrapados entre el discurso político chavista (la quinta república y el socialismo del siglo XXI) y el discurso político de la oposición (democracia cristiana, social democracia, neoliberalismo, cuarta república).
Circunscribiéndome primordialmente a la valoración e interpretación de los hechos y dinámica del debate de hoy, he concluido que nosotros los jóvenes ¡NO! estamos atrapados entre el SI y el NO. A continuación compartiré con ustedes algunos indicadores a fin de demostrar mi hipótesis, a saber:
2.1 El deseo incontenible de hacer patria. Este debate que hoy presenciamos surgió a partir del acuerdo bienaventurado entre el Profesor Blanco Muñoz y un grupo de jóvenes. Se planteó entonces la necesidad de crear espacios para la discusión de ideas entre las nuevas generaciones en vista de la evidente inconformidad de la mayoría de los estudiantes universitarios venezolanos (en más de un 90% jóvenes) con los actuales actores políticos. Quiero recordarles que nosotros como “estudiantes no somos socialistas sino seres sociales, los estudiantes no somos liberales sino seres libres, los estudiantes no hacemos oposición, hacemos proposición” (como arguyó Douglas Barrios en su discurso ante la Asamblea Nacional en mayo de 2007). En definitiva no queremos “ser venezolanos de cuarta ni de quinta, queremos ser ciudadanos de primera”.
2.2 La materialización del debate. Para el debate de hoy, nosotros los jóvenes planteamos una metodología que constaba de las siguientes cuatro (4) etapas: (1) ¿Cuáles son los principales problemas de Venezuela? (2) ¿Cuáles son las soluciones del gobierno a dichos problemas? (3) ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de esas soluciones? (4) Alternativas para mejorar dichas soluciones o implementar nuevas propuestas.
Unido a lo anterior, debo destacar que desde hace muchos años no se ha materializado en Venezuela un debate serio y honesto entre los principales detentadores de la argumentación política (Chávez, la generación del 28 y los partidos políticos). Esto indica que la satisfactoria culminación del debate per se, ya es un hecho que trasciende la visión de los discursos políticos actuales (el SI y el NO). Lo que me parece más trascendente aún es la capacidad que tuvo esta juventud aquí presente para cumplir con las cuatro etapas presentadas.
Así por ejemplo los oradores discutieron sobre doce aparentes problemas de Estado, a saber: Inseguridad, corrupción, salud, educación, sistema judicial, crisis mediática, vialidad, basura, transito, economía (inflación), debilidad institucional (separación de poderes). Luego de la discusión inicial de ideas, las dos partes estuvieron de acuerdo en la identificación de seis problemas fundamentales que adolece Venezuela; estos son los siguientes: Inseguridad, corrupción, salud, educación, sistema judicial, crisis mediática.
Vale la pena realizar una acotación sobre el último problema referido en el sentido de que queda evidenciado que los jóvenes venezolanos tenemos una capacidad de discernimiento político más susceptible a la racionalidad que la nuestros padres y abuelos (en actual pugna política). Ambos oradores determinaron que en el país existen dos crisis: Una real y otra Mediática. Ambos oradores explicaron sobre la necesidad de un nuevo paradigma mediático conforme con los parámetros democráticos ya que los actuales medios de comunicación (oficiales y opositores) se han convertido en agentes mediáticos de las tendencias políticas existentes en detrimento de la salud mental de los ciudadanos, del derecho a la libertad de expresión y, en definitiva, vulnerando los valores y principios democráticos.
Igualmente, las partes lograron identificar algunas soluciones implementadas por el gobierno en dos de las seis áreas calificadas por ellos mismos como críticas. Así, David Smolansky se pronunció positivamente acerca de las misiones, particularmente las que se han venido implementando en el sector salud y el sector educativo, es decir, la “Misión Barrio Adentro” y la “Misión Robinson”, respectivamente. Por su parte, César Trompiz hizo énfasis en la iniciativa del trabajo social y el voluntariado social. Si bien estas dos iniciativas tienen larga data en el país, especialmente patrocinadas por centros educativos con tradición católica como la UCAB, ha sido durante este gobierno del presidente Chávez en donde se ha dado un paso hacia delante con el objetivo de institucionalizar lo que hasta entonces habían sido actividades unilaterales de una minoría de centros educativos.
En dicho orden de ideas, me gustaría resaltar que la institucionalización del trabajo social en Venezuela esta enmarcada dentro de las soluciones de la actual administración para tratar de humanizar al estudiante venezolano. Y esto se concatena con la afirmación dada por David Smolansky en el sentido de que la generación de nuestros padres fue una “generación boba”. Nuestros abuelos (la generación del 28) dominaron la escena política del país a partir del pacto de punto fijo hasta 1998. Nuestros padres no se involucraron en la política ni en los aspectos sociales que a esta le corresponde estudiar. La generación del 28 enseño a esa generación boba a hacerse profesionales, tecnócratas y se le vendió el concepto de la calidad de vida (los viajes al exterior, el consumismo, etc.). No sería ligero decir que, en materia política, nuestros padres se convirtieron en la sombra de nuestros abuelos en virtud de su impericia a la hora de diseñar alternativas y proyectos políticos realmente adaptados a lo que se vive en el país.
Con la ruptura histórica ocurrida en el año 1998 en lo referente al acceso del poder vis-a-vis el conflicto generacional en Venezuela irrumpe la visión según la cual las nuevas generaciones no debíamos continuar siendo apáticas a la política ni tampoco debíamos continuar imitando la conducta aprendida por nuestros padres. De allí la relevancia del trabajo social y el voluntariado social. Ambas iniciativas permiten la sensibilización del estudiante sobre su entorno y le permite conocer una realidad (pobreza, analfabetismo, desigualdad social, etc.) a fin de que se forme integralmente y pueda brindar diagnósticos y soluciones precisas, efectivas y eficaces a los fenómenos que enfrenta.
En esta perspectiva, se pudo comentar sobre las ventajas y desventajas de las soluciones dadas por el gobierno a los problemas del país. En tal sentido, David recordó que algunos de los proyectos sociales referidos “han ayudado mucho a la población”. Sin embargo, en el caso de la Misión Barrio Adentro existe la preocupación de que los médicos cubanos continúen ocupando los puestos de trabajo destinados a ser ejercidos por médicos venezolanos.
Sobre este punto quiero hacerle notar a ustedes parte del trasfondo de la sesión de hoy. Lo que hoy presenciamos es un acto de reconocimiento mutuo entre dos miembros de sectores políticamente opuestos. Smolanksy reconoció lo bueno que ha hecho el gobierno en algunas materias. Por su lado, Trompiz reconoció el factor de refrescamiento de la política venezolana a partir de la salida pública del movimiento estudiantil venezolano. Ustedes saben que la polarización política ha impedido que nuestros padres (generacionalmente encarnados en las figuras de Chávez y Rosales) puedan sentarse juntos en una mesa a discutir de propuestas políticas para el país sin que antes de concluir la sesión alguien le de una patada a esa misma mesa.
El mejor ejemplo lo hemos presenciado con uno de los señores presentes a quien sin conocerlo respeto y considero en su condición de ser humano. Debido a la aptitud de este señor, César casi se levanta de la mesa como él mismo manifestó antes de que el profesor Banco Muñoz llamara la atención a los presentes. Mientras nosotros los jóvenes habíamos estado interviniendo en el marco de las ideas este señor ha intervenido con una furia y rencor impactante dirigido hacia César, en su condición de chavista. Como pudieron observar el señor no estaba interesado en dialogar ni escuchar al otro. Simplemente se dedicó a expresar improperios y descalificaciones en contra de César. Lo que quiero es que ustedes perciban el contraste de dos generaciones que tienen códigos de lenguaje político distintos. Por un lado nosotros hemos presentado un discurso político racional, por otro lado los miembros de la generación de nuestros padres han promulgado un discurso político emocional. De igual modo, ustedes fueron testigos del modo en que participaron los demás jóvenes presentes en esta Cátedra. Ninguno de ellos trató de imponer el tono de voz sobre las ideas; más bien estaban en aptitud reflexiva y con deseos de entender y escuchar a la otra parte.
Para el momento en que estoy ofreciendo estas reflexiones ya se han ido tres personas de la generación de mis padres, casualmente ha dejado el salón el señor que exigió a César que lo escuchara; no obstante él abandono la sala sin escuchar a César.
Compañeros, hoy nosotros los jóvenes nos hemos afirmado a nosotros mismos sin que ello haya implicado la negación del otro sector político. Sin embargo, en esta misma sala compañeros, la generación de nuestros padres se han convertido en su propia negación al predicar un discurso de los cuales ellos mismo son victimas.
En adición, tanto Smolanksy como Trompiz refirieron la importancia de la tolerancia, reconciliación, paz y respeto como principios cardinales para el entendimiento mutuo. Y fue en esa tónica que ambos debatieron ideas. Estoy seguro que nuestros padres no pudieran mantener un debate bajo los mismos principios. Y como muestra les ofrezco el contraste anterior. Este ejercicio demuestra que nosotros los jóvenes podemos reconocer los logros del adversario político sin complejos. Esto tiene gran importancia ya que si lo medimos con indicadores democráticos quiere significar que los jóvenes no estamos jugando a la existencia de una ideología única, por el contrario estamos apostando al pluralismo político como elemento esencial de la democracia.
Entendemos que el hecho de que nos sentemos en una mesa a buscar puntos de encuentro a fin de diseñar una propuesta de unidad para el país no significa que vamos a formar parte del mismo partido o comulgar filosóficamente. De lo que se trata, y así lo hemos entendido reitero, es de establecer una hoja de ruta para el país, teniendo en cuenta que existen limites ideológicos por demás necesarios para la conformación de una democracia pluralista, y que una vez construido los términos de referencia que servirán de andamios para cualquier proyecto país, cada cual promoverá dicha visión conforme con su dialéctica propia. Pero para ello debemos volver al marco que provee la democracia (si es que alguna vez hemos tenido verdadera democracia en este país…).
En cuanto a la última etapa del debate, debo mencionar que dentro de las alternativas para mejorar las soluciones del gobierno y nuevas propuestas, se encuentra la idea de diversificar la economía a través del desarrollo del sector turismo. Debo advertir que esta es una propuesta general aún cuando no hubo real acuerdo en cuanto a observar a la economía (especialmente en lo que respecta a la inflación) como un problema. También, hubo un acuerdo interesante en materia de inseguridad. Así, David Smolansky manifestó estar de acuerdo con el proyecto impulsado por el gobierno sobre la creación de una Policía Nacional.
Esa afirmación demuestra que nosotros los jóvenes estamos más interesados en ideas que en ideologías. Demuestra que los jóvenes hemos trascendido el paradigma de la centralización vs. Descentralización. Más bien podemos ser ambidiestros, quiero decir, como gerentes de la cosa pública estamos inclinados a aplicar políticas con la visión de que sean efectivas y eficaces sin importar que provengan de la derecha o de la izquierda. Lo importante es el crecimiento y desarrollo del país.
Ahora bien, yendo de lo general a lo específico, César dio respuesta a la preocupación referida sobre la Misión Barrio Adentro. De este modo explicó que para este año se graduarán una gran cantidad de médicos venezolanos con la capacitación requerida a fin de que puedan ocupar los puestos de trabajos que transitoriamente están siendo ejercidos por los médicos cubanos. De esta manera, César pudo informarnos las acciones que se están llevando a cabo para mejorar el concepto de la Misión Barrio Adentro (sector salud).
No obstante, las propuestas alternativas y las soluciones ofrecidas y/o implementadas por el gobierno son las grandes ausentes en este debate. Quiere decir que de los seis problemas identificados (Inseguridad, corrupción, salud, educación, sistema judicial, crisis mediática) quedaron cuatro sin virtual solución ni propuestas alternativas a juzgar por los resultados actuales. A partir de este foro podemos inferir que ni el gobierno ni la oposición (al menos encarnados en los jóvenes que hoy nos acompañaron) tienen estrategias concretas para atacar el problema que representa la inseguridad, la corrupción, el sistema judicial y la crisis mediática. De manera que nuestra sociedad navega como barco a la deriva en lo que respecta a estos tres flagelos.
3. Otra de las ideas fundamentales que debemos rescatar de la sesión de hoy se vincula con la necesidad de construir un nuevo discurso político para el país. Sabemos que los discursos políticos existentes (oposición y gobierno) están emocionalizados y son polarizantes. Tienden a la descalificación, siembran el odio, no se reconoce al adversario político a quien se trata con intolerancia. Por lo tanto, es necesario racionalizar y despolarizar el discurso político. Reitero que la experiencia de hoy demuestra que nosotros los jóvenes estamos preparados para asumir tamaña tarea. Construir un nuevo discurso político no versa sobre la instauración de una sola visión aplicable a todos por igual. Eso sería totalitarismo. Por el contrario, se trata de que, aún cuando existan varias visiones, estas tengan como términos de referencia a las ideas y no a las personas; en otras palabras, que el discurso político gire en torno a propuestas y no se enfoque en personalismos, en caudillismos…
4. Si habría que rescatar algún otro aspecto de los mencionados por los oradores es el de los valores que impulsan el discurso que queremos construir los jóvenes. David explicó que la tolerancia, la reconciliación, la paz y el respeto vienen a ser la forma de este nuevo discurso. Y el fondo está conformado nada más y nada menos que por la defensa y respeto de los derechos humanos, especialmente por los derechos civiles y políticos. David concluye diciéndonos que se trata de una lucha por la libertad y yo agregaría que se trata de una lucha por la libertad y por la igualdad puesto que ambos valores y derechos son correlativos.
5. Por último, es posible que alguien pueda llegar a pensar que todo joven como César Trompiz o Freddy Guevara (mencionado por Smolanksy), al militar en partidos políticos y estar comprometidos con una línea partidista especifica, están atrapados entre el SI y el NO (el chavismo y la oposición, respectivamente) y por ende construyendo el sueño particular de otras generaciones (la de nuestros padres y abuelos). Quizás quien piense así este en lo cierto… Sin embargo, no son la mayoría de los jóvenes venezolanos los que militan en los actuales corrompidos y desprestigiados partidos políticos. No son la mayoría de los jóvenes venezolanos quienes estamos comprometidos con una línea partidista particular y defendiendo un discurso político anacrónico. Esta nueva generación de la que tanto David, César y yo formamos parte tiene una nueva sensibilidad ante el mundo que lo rodea. Es por ello que nosotros debemos ser la generación de los puentes, llamada a unir las dos Venezuelas (puntofijismo y chavismo). Ese es nuestro gran reto…
Yo estoy conciente que la gran pregunta (formulada por nuestro compañero Omar Ramos) aún queda sin respuesta. ¿Seguiremos nosotros los jóvenes impulsando a los actuales líderes políticos y a sus discursos de egoísmo, odio y desunión; ocuparemos los espacios políticos a los que generacionalmente estamos llamados o seremos la sombra de nuestros padres? ¿Acaso nosotros los jóvenes como buenos generales escogeremos nuestro campo de batalla político (apelando a las recomendaciones de Sun Tzu en El Arte de la Guerra) y seremos esa generación de ruptura que construya la patria grande? Esa historia aún esta por escribirse… Muchas gracias.