¿UNA FORMA SUPERIOR DE ORGANIZACIÓN
Cátedra Pío Tamayo
Centro de Estudios de Historia Actual
IIES / FACES / UCV
ALFREDO GARCÍA DEFFENDINI
LUNES 24 DE ENERO DEL 2011
Objetivos: el debate sobre la cuestión organizativa de la sociedad para la acción política en tiempos de crisis ocupa cada vez mayores espacios. Sin duda que para que la aproximacion al tema tenga algún sentido hay que partir de una real adecuación entre lo existente y las aspiraciones y planes de cambio.
Y lo primero sería preguntarse: ¿requerimos nuevas formas de organización? La respuesta parece elemental: hasta ahora, lo que se ha tenido como organización no satisface las expectativas del colectivo. Por el contrario, se trata de una la historia que deja un importante registro de frustraciones.
HASTA AHORA SE HA IMPUESTO LA
LEY DE LA VERTICALIDAD
A la gente, en términos de lo que se considera tradición, se le ha impuesto la conocida ‘ley de la verticalidad’ que tiene como centro-base la existencia de los seres todopoderosos que, colocados a nivel de Dios, son capaces de “resolver” todos los problemas terrenales.
El hombre-Dios-Mesías ha sido la figura básica que ha regido los destinos de la sociedad, por no decir el mundo. Desde las llamadas civilizaciones antiguas hasta el presente se ha vivido la “misma” historia: un colectivo detrás de su Dios o Dioses. Y, en consecuencia, la gente ha sido capacitada y programada para seguir a quien está puesto por obra y gracia de ese Dios y dispuesto para regirle su destino. Así ha trascurrido la historia de la humanidad hasta nuestros días.
LA SUCESIÓN DE PODERES SE BASA EN LA
SUPERIORIDAD DE LOS DIOSES SOBRE LA ‘MASA’
La comunidad del hombre ‘genérico’ simple y ‘cotidiano’ se le sitúa frente a la egregia figura del protohombre que aparece como el único actor valido para realizar una historia a la medida de la superioridad de los Dioses. En esta fuente se inspira la sucesión de poderes que sienten como una necesidad hacerle saber a su respectiva ‘masa’, que está obligada a rendir pleitesía, culto, tributo y obediencia a los seres superiores que en la tierra representan la propia divinidad celestial.
EL POSITIVISMO COMO EXALTACION DE
LOS ‘PODERES SUPERIORES’
Y Este es precisamente el esquema que examina y toma Augusto Comte para elaborar una doctrina -el Positivismo- que tiene como objetivo principal la exaltación y exultación de los poderes de índole ‘superior’. Se vende la idea del poder divino de un hombre sobre las mayorías como si ello guardase relación directamente proporcional con la ‘razón científica’.
EL POSITIVISMO LE OTORGA AL HACER DE DIOS
CARÁCTER DE CIENCIA
Al parecer, las sociedades tienen así de una entidad mayor que las orienta y rige en concordancia con una específica doctrina conectada a la ciencia. De modo que ese hacer de Dios en la tierra alcanza con esta doctrina un nivel de ciencia que de inmediato que adquirirá un gran espacio y significación en el orden histórico mundial. Porque el positivismo del siglo 19, que marcha paralelo al propio desarrollo del marxismo, tiene como rasgo principal su capacidad para influir y extenderse.
LA IMPOSICIÓN DEL DIOS SOBRE EL COLECTIVO
RIGE TAMBIÉN EN LAS ORGANIZACIONES MARXISTAS
En este sentido, podemos ver la forma como esa doctrina penetra en forma activa en la propia fuente de ‘los contrarios’ para ayudarlos a mantener el status que, en teoría, rechazan o intentan transformar. Esto quiere decir que podemos conseguirnos con un marxismo que, a pesar de mantener que son los hombres y nada más que los hombres quienes hacen la historia, cae en la ponderación-pontificación del héroe-caudillo-mesías. Y vemos así como la verticalidad, traducida en la dirección Dios-colectivo, pasa a ocupar lugar privilegiado en las organizaciones marxistas.
EL PREDOMINIO DEL MARXISMO POSITIVISTA
Esto es lo que nos hemos dado en llamar marxismo-positivismo. Un marxismo que en la práctica adopta los esquemas de organización y actuación positivista. Vemos así el o los grandes hombres por encima de la inmensidad, la multitud, la comunidad de hombres y mujeres que siguen la alta o altísima entidad humana que los guía y dirige. Hombres de esta esfera se llaman Lenin o Stalin, Mao Tse Tung, Ho Chi Min o un Fidel Castro. Atrás queda el colectivo al cual sólo se le deja el espacio para la sumisión-sometimiento.
NO EXISTE AÚN UNA ORGANIZACIÓN
PROPIA DEL COLECTIVO
Este es históricamente el esquema utilizado por las fuerzas conocidas como socialistas y revolucionarias, que sólo se apartan de la tradición positivista en el discurso y postulados teóricos que se proclaman. No existe entonces una organización propia del colectivo sino una comunidad puesta y dispuesta para guardar y resguardar los intereses de unos tales líderes que actúa en términos de todopoderosos.
“Las grandes doctrinas” de los emperadores, faraones, eclesiásticos medievales, de los principados, la revolución burguesa, y la revolución socialista, tienen un punto en común: el sometimiento del colectivo y la consecuente usurpación y negación de su voluntad. Hay entonces una transferencia del sentir y el querer de la gente a sus ‘legítimos dueños’ de su propia voluntad.
LA ORGANIZACIÓN CAPITALISTA O SOCIALISTA TIENE
EN SU BASE LA MISMA LEY DE LA VERTICALIDAD
De modo que al momento de examinar la organización propia del capitalismo o socialismo, nos encontramos con la misma verticalidad, la misma usurpación, el mismo dominio de unas minorías sobre las mayorías.
Se trata de una “misma” escuela que sirve de instrumento para someter a un colectivo a quien se le obliga a atender y defender los intereses de quienes han alcanzado la condición de propietarios, exaltados por la divinidad. El propietario es así imagen y semejanza del ser supremo al igual que lo es el desheredado quien debe vivir a expensa del poder de los otros.
ESA ES LA ESENCIA DE UNA SOCIEDAD DIVIDIDA
Y ENFRENTADA
No se trata, en consecuencia, de establecer la raíz de la separación entre pobreza y riqueza. Más allá de la expulsión de los ricos del templo está una realidad que es la propia riqueza del templo que ha sido tomada y vuelta a tomar como emblema fundamental de una sociedad dividida y enfrentada.
LA HISTORIA ACTUAL RECLAMA UNA NUEVA
VISIÓN DEL HOMBRE Y SU HISTORIA
Indispensable tener en cuenta este contenido a la hora de plantear la organización que reclama el colectivo mundial en el presente. Porque la historia actual reclama precisamente una nueva visión del hombre y su acción en el tiempo y el espacio. Hoy no podemos admitir que el colectivo se siga comportando de acuerdo con los cánones del viejo marxismo-positivista.
Es la hora de trabajar en función del despertar de esas mayorías e impulsarlas a la toma de conciencia que las conduzca a la organización capaz de abrir camino hacia una autentica liberación.
UNA NUEVA ORGANIZACIÓN DEL COLECTIVO DEBE
CREAR LA ESCUELA DE LA HORIZONTALIDAD
Por ello, cuando nos planteamos en este ex país la organización del colectivo, debemos comenzar por prescindir de la vieja escuela vertical y considerar en toda su extensión la posibilidad de crear la escuela de la horizontalidad en la cual cada individuo y el propio colectivo actúen a nivel de conciencia como los sujetos principales de la historia.
Sólo con la aplicación de un nuevo esquema con nuevas ideas y su respectiva proyección será posible alcanzar una nueva actuación del hombre y la sociedad.
EL MOVIMIENTO DE MOVIMIENTOS
UN HORIZONTE AL SERVICIO DEL COLECTIVO
En este marco se ha concebido el proyecto de un Movimiento de Movimientos. Una instancia que comienza por asumir los riesgos contenidos en el peso de una tradición que impuso una mentalidad regida y decidida por el hombre-Dios. Entendemos que la labor es dura difícil y que requiere para su desarrollo de una gran insistencia y connotada paciencia.
Es el paso de la acción individual al servicio de los grandes intereses, a la acción individual en el contexto de un colectivo que actúa en el marco de la totalidad. Esto es lo que hace posible que la voluntad y conciencia del colectivo se sitúen por encima del interés particular.
CONCIENCIA, ORGANIZACIÓN Y PARTICIPACIÓN
PARA ALCANZAR UN ESTADIO SOCIAL DIFERENTE
Y es esto precisamente lo que hace posible la creación y multiplicación de unidades levantadas a partir de la nueva orientación colectivo-consciente, capaz de multiplicarse para el logro de objetivos políticos superiores que sean capaces de otorgar a la suma de esas unidades la posibilidad de alcanzar un estadio social diferente, regido por el bienestar colectivo.
UN PROYECTO PARA LA ACTUAL COYUNTURA
Y PARA EL FUTURO DEL HOMBRE
El proyecto “Movimiento de Movimientos” fue expuesto como una unidad orgánica en enero del 2006 por el Profesor Manuel Rodríguez Mena. De entonces a esta parte la prédica ha tomado diferentes caminos y hoy consideramos de importancia una revisión de lo actuado para determinar los pasos que siguen por este difícil y espinoso camino que implica un proyecto obligado a enfrentar las viejas formas de organización orquestadas y dispuestas por los grandes ‘dueños de la historia’.
El propósito hoy es muy claro: echar las raíces indispensables para la creación y establecimiento de una nueva forma de pensar y hacer la organización de la sociedad.
HAY QUE PASAR DE LA UTOPÍA
A LA VERDADERA TRANSFORMACIÓN
¿Hablamos en términos de utopía? Por lo pronto no perdemos de vista que este proyecto pueda verse de esa forma, pero por ello no cesaremos en nuestro empeño de dejar en estas sendas alguna huella que, aunque sea e al sujeto histórico de otros tiempos, pueda rescatar.
Estamos convencidos que sólo un Movimiento de Movimientos, estructurado en términos dialécticos, sin poner a un lado la emoción, sentir, y solidaridad humana, puede contribuir al avance de esta sociedad hacia un norte auténticamente humano.
ESTAMOS ANTE UNA NUEVA FORMA DE
BUSCAR Y HACER LA TRASCENDENCIA
De modo que no estamos trabajando hoy aquí sólo por la labor coyuntural que nos impone la farsa de un tal socialismo del siglo XXI que estamos obligados a derrotar, sino por la construcción de un tiempo en el cual predomine otra forma de ser, vivir y actuar. Otra forma de buscar y hacer la trascendencia.
Coordinadores
Agustín Blanco Muñoz / Mery Sananes / Danielita Barrolleta
Tlfs 6052536 / 6052563 (0416) 638-7320 (0414) 333-6515