René Magritte / La Memoria
¿PODREMOS DETENER LA VIOLENCIA?
Agustín
Blanco Muñoz
Primero fue el
registro de una ventaja decisiva, entre 15 y 20 puntos a favor del Golpista Presidente. Luego aparecieron especialistas
nacionales e internacionales señalando empate técnico a favor de Capriles, con una diferencia
final entre medio y un millón de votos.
Estas son
las únicas cuentas del fanatismo polarizado. Los no afiliados, sólo se les
lanza esta directriz: ¡O te defines o pasas a
ser traidor a la patria!
Esa legión mayoritaria
de ciudadanos constituye la mejor evidencia de la escasa militancia que tienen
los partidos. Los tradicionales están
materialmente desaparecidos y, a excepción del partido de gobierno, digno
heredero de AD y Copei, ninguno se acerca al 10% del REP .
Por esto,
las propias oposiciones han aceptado la decisión del ‘Candidato Unitario’ de
excluir de su campaña a todos los partidos, que ni siquiera se han dedicado a
explicarle a sus seguidores cómo
llegamos al hueco en el que estamos y por qué prendió el chavismo en gente defensora de la democracia puntofijista.
Y si no se
ha avanzado en esta dirección es muy difícil que se produzca una política capaz de enfrentar la
que hoy prevalece a nivel gubernamental.
Para
las oposiciones aquí no ha habido
ruptura institucional y política y de allí su convivencia con un régimen que no
vacila en proclamar y ejercer su clara inclinación dictatorial-totalitaria. Para
ellas, la revolución deberá salir como entró: por el voto de la voluntad
popular.
Pero ¿es
esto posible? El régimen se aprovecha de las llamadas instituciones para hacer
lo que le dé la gana. Tiene un dominio
total sobre el sistema smartmatic electoral, PDVSA y los militares.
Fabricó un
inmenso apoyo con los planes que tienen
su epicentro en misiones, pensionados y
aumento de la burocracia estatal.
Cuenta
además con la defensa de los beneficiarios externos de su política petrolera:
sea Alba, con Cuba al frente, Mercosur con Brasil a la cabeza, Rusia y China.
Esta es
entonces una de las campañas más costosas de nuestra historia electoral.
El régimen saca sus recursos de su propia maquinaria y tiene los medios
públicos a su disposición. Las
oposiciones cuentan con la casi totalidad de los medios privados y con los que,
se supone, provienen de la banca, la industria o el comercio.
Nada nuevo.
El capital invierte en la política para
obtener beneficios de la misma. En el período puntofijista, detrás de un
candidato estaba uno o más poderes económicos. En la campaña electoral de 1998
el golpista-candidato fue financiado hasta por firmas extranjeras. En lo
sucesivo se pacta con la corrupción para que cumpla ese papel.
Hoy los
polarizados hacen una gran algarabía porque el Dip. Juan Carlos Caldera fue
pillado recibiendo dinero de un financista. Al ser denunciado por voceros del
régimen, el candidato Capriles lo expulsa de la campaña y el partido convalida
la medida, para que no se le tildara ligado a ‘capitales sucios y salvajes’
como los de Ruperti.
Hoy,
18/09/12, JCC
señala en la AN que el 13/09 fue objeto
del “mayor aniquilamiento moral”. ¿Pero sólo lo aniquiló el oficialismo con un video
acusador y no quien en forma inmediata lo sacó de su campaña y partido, como a
un delincuente o un corrupto cualquiera?
Pero todo
queda aún más claro cuando JCC
declara en la AN su plena adhesión a quien lo castigó con una expulsión
pública.
Y esto es lo
que expone el jefe de campaña de Capriles: aquí no hay financiamiento público y
los partidos tienen que acudir a buscarlo en el mundo privado porque una campaña
electoral es algo costoso.
Esta es la
empresa de la politiquería a la que se
arrastra al grueso de la población-REP
y de la que se separó buena parte del colectivo, para suscribir un proyecto
supuestamente opuesto que al final resultado algo igual.
Hoy las
oposiciones han sellado un pacto unitario para el 7-0. Y aunque el candidato se
siente como el débil David que enfrenta al muy poderoso Goliat, sus partidarios
mantienen que ya es Presidente.
Dicen no
creer en encuestas porque las aglomeraciones pueblo por pueblo les dice que HCR
no puede perder, y que el régimen no
tiene posibilidad de hacer fraude. Después de 14 años de fracasos debe ser
desalojado del poder para dar paso al camino de la reconstrucción de la Patria.
Pero al Cdo.
Tricolor le cuesta admitir que Goliat aceptará
su derrota. Por ello la disposición de
salir a defender el triunfo en compañía de la casi totalidad de los medios
privados. Aquí se nubla el panorama porque si se acepta que las elecciones son
limpias y transparentes nada más lógico que aceptar los resultados cantados por
el árbitro.
De no ser
así, el régimen tendría pretextos para tomar medidas que resguarden su supuesto
triunfo. Esto puede incluir el enfrentamiento de las dos posiciones, un Estado
de Excepción para controlar el orden
alterado y hasta un autogolpe que deje el mando-poder en su “santo lugar”.
A esta hora,
las palabras del actual Min. Defensa siguen resonando: sólo reconoceremos como
presidente a nuestro Comandante en Jefe. Una expresión dictatorial más directa
y terminante no existe.
Por esto los
Disidentes levantamos nuestra voz de protesta e inconformidad ante dos polos
que materialmente juegan a la misma política. Y conste, no estamos promoviendo
una política violento-armada.
Abogamos por
un movimiento capaz de organizar conscientemente al colectivo para que haga
valer sus fuerzas de construcción en el marco de la democracia y la libertad.
Sólo una nueva política nos apartará de esta práctica en la cual las
oposiciones siguen el camino que les traza la destrucción. ¿Podremos aún
detener la violencia? ¡Que historia amigos! Twitter:@ablancomunoz abm333@gmail.com
El Universal, 21 de septiembre del 2012.
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