NOS ESPERA UNA TRAGEDIA DE
DIMENSIONES IMPREDECIBLES
El profesor Agustín Blanco Muñoz habla de nuevo. Nos
relata sobre un tema que, como siempre, no cumple con ninguna novedad en los
planes del castro-comunismo implantado en nuestro país pese a que el
pensamiento general considere que las vías de un posible cambio de Gobierno sea
factible.
En esta conversación abordamos viejos asuntos que
asoman visos de elementos coloniales, históricos en el mejor sentido de la
palabra del concepto "republicano" e imperialista; la supuesta
Independencia; los momentos críticos que conllevaron a la formación de esta
nación basados en un nacionalismo avasallante; la denostada concepción
de "democracia" y luego el inciso de la injerencia cubana, los
golpes intentados por la izquierda -o derecha disfrazada- y, por supuesto, el
característico e interminable plan que, aún difunto, continúa en torno a la
figura de un gran responsable llamado Hugo Rafael Chávez Frías,
golpista-presidente electo por "el pueblo".
Todo esto se comenta a pocos días de que se
inicie un nuevo proceso demoledor en materia de Estado: La Constituyente. Con
este sumario nos internamos en una lectura de cuidado que merece una atención
de lector concienzudo y paciente.
Comenzamos con un tema que no muchos conocen en los
días actuales. Una intentona de golpe en los años sesenta. En plena
"refundación democrática de esta República". Habla el profesor.
LA CABILLA ENTREVISTA A
AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ
-Se
cumplieron cincuenta y cinco años del Porteñazo ¿Fue este uno de
los primeros episodios de la injerencia cubana en Venezuela?
Los Movimientos calificados como cívicos-militares que
se producen en 1962 y, específicamente el 04 de mayo y el 02 de junio,
conocidos como el Carupanazo y el Porteñazo, no registran la presencia del
componente cubano. Pero la injerencia de eso que se conoce como revolución
cubana comienza su andar desde la primera visita de Fidel Castro a Caracas el
23 de enero de 1959.
La búsqueda fundamental del recién llegado al poder en
Cuba tiene que ver con el petróleo y con un país “que se lo había dado todo sin
que él le hubiera dado nada”, como señaló en su discurso en El Silencio. Y eso
le permitía pensar que también con combustible se pudiera contribuir con la
Cuba que iniciaba un nuevo recorrido histórico. Algo que se logra
progresivamente, desde el primer gobierno de Caldera, hasta la presente
revolución bolivariana.
Esto se puede considerar como uno de los móviles que
explican que desde un comienzo Cuba y específicamente Castro, se propone tener
una injerencia cada vez más firme en Venezuela. Por esto, bien podría pensarse
que ya en los levantamientos cívico militares de 1962 estaba planteada la
participación de la naciente revolución.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayor
parte los militares que participan en esos movimientos nada tenían que ver con
las posiciones que para el momento se califican como revolucionarias. Es más
bien gente que en sentido general se califica como nacionalista y que, de
acuerdo a otros registros, como gente o militantes de la derecha.
En el momento, hay militares ligados a la izquierda
como Víctor Hugo Morales y Pedro Vegas Castejón. Pero capitanes como Teodoro
Molina Villegas, Manuel Ponte Rodríguez o Pedro Medina Silva no son
considerados como miembros de la izquierda. Y se llega al caso, por ejemplo, de
que al despedir a los presos que estaban en el Castillo de la Base Naval de
Puerto Cabello, constituidos por militantes del PCV o el MIR, para que fueran a
la calle a combatir contra el gobierno, el Capitán Medina Silva les pide abstenerse
de gritar consignas en favor de la Revolución Cubana, porque “nosotros no
tenemos nada que ver con eso y sólo buscamos salir del gobierno traidor de
Rómulo Betancourt”.
De modo que, aun admitiendo que ya había una
programada injerencia cubana en este expaís, no está presente el componente
humano de aquella nación. Sin embargo, lo que sí está aquí para esa fecha es la
influencia de esa revolución en un movimiento que se auto calificaba como
revolucionario y que había decidido seguir sus pasos. De ese modo, comenzó a
actuar el espejo de una naciente revolución que no se produjo a la hora del
derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero 1958.
¿Quiere decir que la injerencia directa, plena de la revolución cubana
es posterior a los alzamientos de Carúpano y Puerto
Cabello?
Si, en sentido general, es posible establecer que la
injerencia, intervención, participación directa de los cubanos en la política
venezolana coincide con la derrota de Carúpano y Puerto Cabello. Para el PCV y
el MIR es un aplastante fracaso su búsqueda de un “nuevo gobierno ya”, que
comenzó en noviembre de 1961. Y con estas derrotas queda materialmente cerrado
el camino golpista y se inicia el guerrillero, visto y entendido como la forma
de lucha principal para impulsar lo que se entendía como la liberación
nacional.
Esas guerrillas rurales y urbanas, aun con la ayuda
exterior coordinada y encabezada “por la estafeta cubana”, como la calificaría
Rómulo Betancourt, se convirtieron en una suma de fracasos. Esta ayuda actuó
también en el desembarco de armas de Punta Macota, península de Paraguaná,
Falcón, en noviembre de 1963 y en mayo de 1967 en lo que se conoce como
invasión de Machurucuto.
A la larga, la derrota conduce a una llamada política
de pacificación que progresivamente lleva a todos los grupos, que fueron
agentes de esa tal subversión revolucionaria, a una triste y penosa
pacificación que al decir del Fidel Castro, una vez que rompe con el PCV y el
MIR “blandos” los devuelve al “pasquín electoral” del cual no han salido hasta
el día de hoy.
¿Es la Constituyente el dispositivo final para
enterrar la República o aún
queda trecho?
Ya en el período de la lucha armada, al que nos
acabamos de referir y en muchos otros momentos de la llamada historia
republicana, se ha hablado de los enemigos de la patria o la república. En cada
caso se dice mantener la lucha por la conservación de la “cosa pública”, de la
república independiente, soberana y totalmente opuesta a la idea y realidad de
colonia. Se instrumenta de manera permanente la defensa de la república como
entidad de libertad.
Y aquí se plantea la difícil situación que lleva a
duras interrogantes. ¿Cuál república? ¿Cuál independencia? ¿Cuál libertad? En
la llamada colonia venezolana, como en todas, hay libertad e independencia para
quienes pueden comprar esos privilegios y por poseer además cercanía e
identificación con el núcleo de poder central o metropolitano.
Y no puede perderse de vista que los llamados blancos
criollos no son en principio jurados enemigos de la llamada corona española.
Son unos aliados que sólo aspiran a administrar directamente las riquezas hasta
entonces en manos de la metrópoli. Se busca de esa manera un acuerdo o
negociación y no una confrontación.
Esto explica la aparición en abril de 1810 de la junta
de defensa de los intereses de Fernando VII. Se procura una independencia
acordada, permitida, de mutuo acuerdo. ¿Y qué lo impide? El acuerdo no adquiere
un tránsito expedito debido a la presencia de fuerzas sociales que estaban
enfrentadas a los blancos criollos, quienes propugnaban el acuerdo.
Los llamados blancos de orilla, pardos, mulatos,
indios y negros confrontan con los intereses mantuanos que a la larga lograron
obtener la independencia de y para héroes y caudillos que no vacilaron en
utilizar el mote de libertadores. Una jerarquía que dará pie a la muy nombrada
generación de libertadores y creadores de una auténtica república que hasta la
fecha sirve y arropa, fundamentalmente a la gran descendencia mantuana, a la
riqueza de uno o muchos valles.
¿Entonces la
república nuestra tiene sus específicos propietarios?
Si, y por eso la pobreza de hoy, que es la esclavitud
de ayer, sigue sin república, sin patria y apenas obtiene las migajas de las
mismas que le llegan por las vías del populismo, visto y tenido como
planes de “ayudas para el desarrollo social”, que otros califican como
planes para el mejoramiento de la vida de los pobres.
¿Eso quiere decir que la constituyente no va a acabar con la
república?
Claro, el planteamiento relacionado con una constituyente
que vendría a terminar con la república es algo que en el marco de lo expuesto
carece de sentido y validez. No se puede acabar con lo que no existe. Se
entiende que una constituyente tiene como meta la fundación de una república.
Es un colectivo-pueblo en acción para promover, constituir y organizar la forma
de vida republicana. Un cuerpo de instituciones que garantizan la vida de
todos.
Pero en nuestro caso en términos de libertad, igualdad
y fraternidad, tal cual lo estipula el legado de la revolución francesa de 1789
¿dónde está la “cosa pública” o cosa de todos? ¿Quién puede afirmar que en
más de dos siglos de nombradía de vida republicana hayamos alcanzado igualdad,
libertad e independencia más allá de la palabra? ¿Cuál es aquí “la cosa que
todos disfrutamos”? ¿Dónde y cuándo ha existido esta felicidad de todos?
¿Entonces usted no cree en la república como
institución contraria a la colonia?
Esto lleva a enfrentar una de las grandes verdades
establecidas. Hace cinco siglos A.C. surge en Roma la república como forma de
gobierno que deja atrás la monarquía. ¿Pero quién puede sostener a esta hora
que los poderes ilimitados de los jerarcas de la aristocracia desaparecen? ¿Por
qué no admitir que hubo un cambio en la forma de dominación? ¿No es la
república la vía legal -constitucional de mantener la desigualdad? ¿Hay o no
desde Roma una república aristocrática y una plebeya?
Y si partimos de esta premisa es evidente que la
llamada constituyente originaria poco o nada ha tenido ni tiene que ver con los
colectivos-pueblos. Es la manera de crear las repúblicas de los poderes. Y para
no ir más atrás, la constituyente originaria francesa bautiza el magno poder de
la burguesía.
El movimiento del colectivo-pueblo ruso crea la
república de la burocracia revolucionaria, realidad que se repite en cualquiera
de las experiencias que se han denominado como transformaciones sociales
realizadas en nombre del proletariado que postula el marxismo-leninismo, como
agente fundamental de las llamadas revoluciones.
Y hay que decir, en definitiva, que los llamados
poderes constituyentes han sido ayer y hoy obras de los poderes en vías de
establecerse o ya establecidos. Por tanto, se puede colegir que en nuestro caso
el ciclo constituyente es simplemente el proceso de acomodo y reacomodo de las
formas de dominación. El poder- capital en cada momento adecua sus instrumentos
para el logro de sus fines tácticos y estratégicos que se identifican con la
acumulación de riquezas.
¿Pero por qué una constituyente convocada por una
revolución que tiene una constitución que considera el máximo legado de su creador Hugo
Chávez?
En la actualidad la constituyente, convocada el
primero de mayo, es la vía de salvación asumida por esta revolución bolivariana
en un momento en el cual estaba materialmente frente a la posibilidad de una
derrota electoral. Estaba más que cantado que cualquier convocatoria a
elecciones en el presente año conduciría a una derrota inevitable y a esto
alude el recurso al cual se apeló.
Ahora, lo importante es apreciar los mecanismos de que
se vale esta dictadura militar-policial-narco-delincuencial-civil para
justificar su llamado a constituyente. Para ello se valió de un planificado y
bien orquestado escenario de violencia en el cual caerían, como en efecto cayeron,
quienes hasta el 27 de marzo pedían elecciones y cuyos esfuerzos hoy están
dirigidos a intentar impedir las elecciones para la constituyente programada
para el 30 de julio.
Profesor, explique más en detalle su idea de lo
ocurrido el 27 de marzo.
La historia del 27M-17 es fundamental. Para esta fecha
las oposiciones tienen cercado al gobierno en lo relacionado con la cuestión
electoral. Para ese momento el gobierno se ha negado permanentemente a convocar
las elecciones regionales. No puede convocarlas a menos que se hubiese
resignado a perderlas y poner la presidencia en peligro a tenor de las
elecciones que se realizarían en diciembre del 2018.
¿Y cómo salvar el proceso de este encierro?
Esa es la cuestión central. ¿Cómo salir del encierro
en el cual las oposiciones colocaron al gobierno después de la derrota que
tuvieron a la hora del revocatorio del año pasado? Este es el momento en el
cual se pone en marcha un plan de alcance inmediato y mediato que apunta hacia
un programa o escenario de salvación. Pero ese instrumento requiere de una
justificación que fuese difícil de rebatir. Por ello el objetivo planteado se
concreta en llevar a esas oposiciones a un escenario de violencia que sirviera
para mantener, alimentar y justificar un llamado a la siembra de una supuesta
paz.
Interesante notar a este respecto que las
oposiciones-MUD fueron conducidas entonces a un montaje contentivo de una gran
trampa. El 28 y 29M-17 se publican las sentencias 155 y 156 del TSJ que
despojaban la Asamblea Nacional (AN) de sus funciones e inmunidad de sus
miembros. El 31M-17 la Fiscal Luisa Ortega Díaz denuncia que las aludidas
sentencias rompieron el orden constitucional.
En la misma fecha Maduro convoca el Consejo del Estado
con el objetivo de “solucionar el impasse” planteado entre dos poderes. En la
medianoche, en cadena nacional, anuncia la solución del desacuerdo y ordena al
TSJ corregir las mencionadas sentencias. La Fiscal, al día siguiente, el 01A-17
asiste a Miraflores a entregarle a Maduro el informe de los asesinados durante
los 40 años del puntofijismo.
Se supone que, en ese momento, la funcionaria acepta
la solución planteada a su desacuerdo con el TSJ y guarda silencio. Sólo vuelve
a manifestarse el 19M-17 para expresar su desacuerdo con la convocatoria a una
constituyente, dado que la constitución vigente es inmejorable en cuanto es el
mayor legado de Chávez y su modificación contribuiría a profundizar la crisis
actual.
Desde entonces se convierte en una radical adversaria
del proceso en marcha y las oposiciones la asumen como una especie de aliada,
poniendo a un lado su condición de puntal en las condenas de militantes de esa
tolda. Voluntad Popular, por ejemplo, no parece interesarle ahora recordar quien
estuvo a la cabeza de la condena de su máximo dirigente: Leopoldo López.
Después de la convocatoria a Constituyente, las
oposiciones-MUD llaman a una marcha de protesta para el 04A-17. En esta
movilización reaparecen los encapuchados, que podría tener parte de
infiltrados, y el ataque con bombas lacrimógenas para impedir el avance de los
manifestantes hacia la AN. Así comienza un escenario de violencia que se
mantiene invariable hasta la fecha. Una situación que sirve a la parte que la
establece.
El 06A-17 se realiza la segunda marcha. Se sigue el
mismo esquema y se agrega la tragedia de los muertos. Un policía asesina en
Miranda el joven Jairo Ortiz. Se inicia un ciclo de crímenes que supera los 80
casos.
¿Y una vez que avanza la violencia es cuando se convoca la
constituyente?
Si, el primero de mayo Maduro convoca la Asamblea
Nacional Constituyente (ANC) y la justifica como institución necesaria para el
restablecimiento de la paz en medio de la violencia que para el momento
registraba más de cien protestas a nivel nacional con un parte de 34 muertos y
decenas de heridos y detenidos. Queda claro a esta hora que la búsqueda de la
paz es un gran pretexto y que el fondo del asunto es asumir la radicalización
del proceso revolucionario y dar el salto hacia el Estado Comunal que significa
la ruptura con formalidades democráticas y más específicamente lo que tenga que
ver con elecciones sin resultados asegurados por la revolución.
¿Eso quiere decir que quedarán en el pasado las
elecciones regionales que ya han sido convocadas para el 10D-17?
La ANC por su condición de supra poder de poderes
podrá deponer o ratificar los poderes públicos existentes, suspender cualquier
proceso electoral en marcha u ordenar los que considere convenientes. En el
caso de las elecciones de gobernadores esta dictadura ha montado otra trampa. La
constituyente será establecida y manejada por el PSUV en términos de partido
único y se busca a la vez conquistar, mediante una trampa, la totalidad de las
gobernaciones.
A este respecto el CNE estableció la inscripción de
candidatos entre el 04 y 12 de agosto. Hasta el 30Jul las oposiciones estarán
luchando contra la constituyente y si se aprueba seguirá la lucha contra la
instalación que debe ocurrir entre el 1° y el 05Ag.-17. ¿Y en qué tiempo la MUD
va a proceder a debatir sobre candidatos? ¿Cómo organizar unas primarias? ¿Cómo
resolver la pelea inter-partidista por las candidaturas? Esto
lleva a pensar que todo ha sido estudiado para que la totalidad de las
gobernaciones estén en manos del oficialismo.
¿Por qué dice usted que la violencia paga buenos
dividendos
a una de las partes
en pugna?
Este cuadro de violencia, como hemos dicho, es lo que
sirve de fundamento al gobierno para convocar una constituyente comunal y
originaria que tiene un alcance que puede tocar hasta donde quiera la
revolución. Puede crear el Estado Comunal, intentar impulsar el socialismo que
no se ha dado en ninguna parte. Pero en lo inmediato, como ya te dije, esa
constituyente se dirige hacia la eliminación de todo proceso electoral en el
cual se pudiera poner en peligro el triunfo de la revolución.
De esta manera impone unas elecciones para una
constituyente que ganará porque no tiene competidor y porque cuenta además con
los votos programados a partir de la aplicación de dos elementos básicos del
reparto populi-socialista: los Comité Locales de Alimentación y Producción
(CLAP) aliados a otro mecanismo de control político: El Carnet de la Patria que
ya tiene un registro de 14.5 millones de inscritos.
Se conforma de este modo uno de los “partidos” de
mayor alcance en la historia de este expaís. Es la gente controlada con un arma
esencial: el hambre. Por ello el llamado en tono de terminante
amenaza: ¡Hazte socialista o muérete de hambre!
¿Y cómo podría resolverse esta situación?
¿Permanecerá y
aumentará la violencia?
La situación hoy es muy grave: a esta hora las dos
partes en guerra, no pueden devolverse. Para el gobierno la tal constituyente
es la piedra de salvación que le permite apartarse del encierro a que le llevó
las oposiciones dada su baja en el cuadro electoral.
A partir del 30Jul-17 podrá imponer sus poderes plenipotenciarios
y supra-constitucionales. Esa será la manera de forjar “Su Venezuela
Revolucionaria” que se enfrente a la oligarca o derecha. Y este terrible cuadro
se sabe de su inicio pero no es fácil prever hasta donde nos puede llevar. Pero
no hay indicio alguno de que la violencia pueda amainar. Al contrario, nada
tendría de raro que la polarización se vuelva cada vez más confrontación
violenta, de fuerza a nivel de guerra…
En este momento no es posible hacer esa calificación o
determinación. Hoy no están estructurados los dos bandos cívico-militares que
son los sujetos de lo que se conoce como guerra civil. Hoy lo que está
planteado más bien es la guerra desigual, masacradora. Las armas oficialistas o
legales de la República o el Estado de ellos, contra una violencia
caracterizada por la improvisación y la utilización de instrumentos
domésticos-caseros.
Hasta ahora sólo ha quedado registrado el escenario de
la violencia que apunta hacia la masacre y hacia la conformación de un
extendido sentimiento generalizado de impotencia que se traduce en angustia,
frustración. Una gran arrechera colectiva. La emoción bien cargada de
adrenalina que lleva a la gente a extremos de desesperación.
Cuando un adolescente te dice que está en la resistencia,
con una máscara antigás y un escudo rudimentario, porque es su única
posibilidad de construir algún futuro, porque están clausurados los caminos de
formación y vida para los jóvenes, y no le importa que lo maten porque no tiene
esperanza alguna de mejorar su condición, ni como marcharse de aquí a un país
en el cual se pueda vivir y no ir día a días tras la sobrevivencia, sientes que
estás en presencia de la secuela de una guerra, de una masacre que va a lo
material y a lo humano-espiritual.
Ahora, de acuerdo a lo que usted dice ¿cómo podrá salir
la oposición del encierro de la violencia al
que ha sido llevada?
Al elegirse la ANC e instalarse entre el 1° y el 05 de
agosto, las oposiciones-MUD, de no haber elaborado otra estrategia, seguirán en
la calle protestando en medio de la violencia a que han sido arrastradas.
Pensamos que la única estrategia válida va más allá de la acción de unos
partidos que se han convertido en “cascarones vacíos” en los que sólo creen sus
escasos militantes.
Consideramos que esta delicada situación sólo puede
ser enfrentada por una sociedad dispuesta a luchar por la construcción de un
futuro diferente.
¿Pero existe alguna posibilidad de un acuerdo o
negociación que obvie la tragedia que se vislumbra? Y si no es así ¿qué otros
pasos tomará el Estado-Gobierno después de la Constituyente?
Primero permíteme insistir que a esta hora el gobierno
no puede devolverse de la línea trazada, que le obliga a imponer la tal
constituyente. No es verdad que a estas alturas exista la posibilidad de
acuerdos o negociaciones que lo lleven a suspender ese proceso.
Después de la considerable inversión realizada y haber
levantado un estado de violencia continuada para alimentar aún más la
polarización, en medio de un ambiente de guerra y destrucción, que apunta hacia
el más terrible y brutal enfrentamiento que exacerbe su militancia a niveles
extremos, no es posible devolverse, dado que ello significaría el fin de lo que
se tiene como revolución bolivariana.
Las oposiciones saben a la vez que ese escenario de
armisticio no está planteado y entienden, en consecuencia, que están obligadas
a seguir la lucha emprendida. El camino de regreso de la violencia,
una vez que tienes un altísimo número de bajas, no es nada fácil debido a la
falta de argumentos para suspender la contienda. Reconocer que
se tiene poca fuerza, entendida en términos de armas y organización, no es
posible por parte de quien se considera como mayoría aplastante.
¿Cómo se vislumbra desde esa perspectiva la situación
internacional de la revolución bolivariana? ¿Está completamente aislada en el
hemisferio?
Cuesta trabajo entender a quienes piensan que un
proyecto internacional se pueda considerar “completamente aislado”. No, la
llamada revolución bolivariana no está aislada. Es una entidad profundamente
relacionada con la madre patria yanqui desde su nacimiento. Dijimos desde un
inicio que ésta es una revolución made in USA. Una revolución aupada, permitida y
ayudada por EEUU y con la cual hasta este momento ha
tenido mucha confrontación de micrófono, de diplomacia.
Pero en sentido estricto no hay registro de perjuicios
o daños de esta revolución a sus patrocinadores yanquis. Desde la eliminación
de doble tributación hasta la entrega de grandes beneficios del arco minero,
pasando por el cumplimiento de las cuotas petroleras y el pago puntal de la
deuda, nadie puede decir que hay alguna intención de daño o perjuicio al centro
invasor.
Pero además de esto hay que señalar que a China y
Rusia esta revolución también le otorga beneficios tanto en lo material como en
lo político. La penetración China en nuestra economía es cada vez más extensa y
su presencia cada vez mayor. Es una inversión que se traduce en la obtención de
grandes beneficios. Es la aplicación de un fondo chino para tener más poder y
control en esta neocolonia. Y, al lado de este gigante invasor, viene avanzando
cada vez más la potencia Rusa. Y se suma a este “aislamiento”, el apoyo
Alba-Celac-Unasur-Petrocaribe.
Y todavía hay que decir que para las antiguas
revoluciones es fundamental mantener como un plan piloto para el engaño de hoy
y mañana un tal proyecto socialista del siglo XXI. Dejarlo morir, a pesar de
las ganancias que en todos los aspectos puede arrojar, es algo que no parece
tener cabida en ningún escenario.
¿Cómo es que los grandes capitales del mundo validan
los pasos del Estado-Gobierno adjudicando préstamos multimillonarios?
Es necesario entender que esta revolución no está
afiliada hoy al FMI-BM pero eso no quiere decir que esté fuera del marco de
influencia y negociaciones que controla el capital financiero y global. La
entrega de este expaís a ese capital adquiere hoy los máximos niveles
históricos. El gran reparto a ese alto capital de la franja petrolera Orinoco y
del Arco Minero hablan de manera expresa de lo que es una neo-colonia. De modo
que más que de préstamos aquí hay que hablar de inversiones.
El neocolonialismo-global, que marcha conjuntamente
con la máxima expresión del capital financiero, paga por adelantado las partes
de la “Venezuela revoluciona” por adquirir. Una entrega que nada tiene que ver
en el pasado.
En el caso de la oposición y la lucha actual ¿cree que se está
logrando algo?
Un conocido dirigente político de las oposiciones
señaló en fecha reciente que “no basta con marchar”. Esta frase encierra una
verdad: la ausencia en las oposiciones de una política unida a una estrategia.
Muy difícil a esta hora saber hacia dónde se dirigen unas luchas opositoras que
hace poco decían “Exigimos elecciones” o “Maduro vete ya” y que hoy han sido
conducidas a la posición de enfrentar una constituyente que significaría la
permanencia por tiempo indefinido del gobierno actual.
Y con un agravante. El camino electoral en la práctica
ha sido materialmente eliminado. Como señalamos antes, esa constituyente
plenipotenciaria y supraconstitucional podrá mantener y hasta prolongar la vida
de esta dictadura valiéndose para ello de lineamientos que, en lo formal,
pueden ser leídos como constitucionales y legales, y en estas circunstancias a
estas oposiciones sólo les queda abierto en principio el camino de la violencia
o levantamiento de las armas para salvar la república violada, con base al
artículo 350 de la CRBV.
A esta hora resulta llamativa la creación de los
Comités de Defensa de la Constitución y la Democracia. Es la defensa de la
constitución que traza muy sólidas bases para el mantenimiento de todos los
poderes para un neo-caudillo. La misma historia de la falsa república. Patria
de un hombre que reparte pedazos de patria “a su leal saber y entender”.
Y se defiende una tal democracia de cuya existencia no
se tiene noticia más allá de los cuarenta años -1958-1998- que recibieron esa
denominación- una ficción de democracia o gran escuela de violación de derechos
humanos y que llevó al cementerio por lo menos cinco mil personas por causas
políticas.
¿Cómo quedan los factores adversos e incluso
disidentes del chavismo en un escenario post-constituyente?
El escenario post-constituyente estará caracterizado
por la profundización de la situación de guerra. Es el inicio de un período que
podría identificarse con la masacre permanente. Es la radicalización y puesta
en práctica de la imposición entendida como revolución supuestamente al
servicio de las grandes mayorías. Es el momento de las dos Venezuela: la
identificada con la CLAP- Carnet de la patria, con 4.5 millones de
militantes que decidieron hacerse socialista para no morir de hambre, y la Venezuela
que asume la rebeldía para seguir una lucha en medio de visibles diferencias y
debilidades.
Porque una cosa sería la lucha de la burguesía, otra
la lucha de una clase media cada vez más herida y la que adelantan los sectores
desheredados que se niegan a sumarse a los supuestos contingentes
revolucionarios. Lo que se dibuja, en fin, es un panorama muy duro, difícil,
tétrico, con una constituyente impuesta con la exclusiva voluntad del
oficialismo. Un escenario que lamentable y trágicamente nos puede llevar a un
registro de crímenes que escape a las centenas y tome la vía de los miles.
Profesor ¿hay algo
nuevo en esta guerra?
No hay nada nuevo en lo esencial. Este es un proceso
caracterizado por la violencia, la fuerza-imposición, el vejamen-sometimiento
que a lo largo del tiempo se le dio la cobertura republicano-liberal y hasta se
le adicionó unas llamadas instituciones democráticas.
Si pensamos en novedad sólo se puede aludir a
elementos de forma. Estos revolucionarios del siglo XXI pretenden acabar con
las conocidas formalidades para dirigirse supuestamente a una democracia que
haga realidad el poder del pueblo. Ya no es la hora del grito ruso de ‘todo el
poder para los soviet’. Lo que allá no fue, aquí será porque se considera que
esta experiencia es la llamada a abrir la puerta a la verdadera revolución
mundial. Y Maduro estaría llamado a ser por encima de los Lenin, Mao, Ho, Fidel
el creador del verdadero camino hacia la revolución proletaria mundial.
Pero
seguimos en guerra, mientras tanto...
Sí, estamos en guerra y con la locura criminal en
plena acción. En los próximos días, cuando estemos frente al partido único, en
plan de jefe absoluto, empezaremos a ver una tragedia de dimensiones
impredecibles que sólo podrá ser enfrentada por una política con estrategias
muy claras y que apunten hacia la convocatoria de una sociedad que, en términos
de organización y conciencia, se decida a actuar como un poderoso y efectivo
Movimiento de Movimientos dispuesto por y para la creación de una historia
diferente.
Si esto no se hace se dará continuación a las
atrocidades a que aludió el 06Jun-17 el Ministro Padrino López, y que hoy se
intensifican y profundizan. ¡Ojalá y nos equivoquemos!
Equipo La Cabilla
Twitter: @la_cabilla
24 JUNIO 2017