domingo, diciembre 03, 2006

EL 03D-06: ¿OTRO TIEMPO DE Y PARA LOS ASESINOS?



La pregunta de la ex-alumna toca la incertidumbre sobre lo que va a ocurrir aquí a partir del 03D-06. Le respondimos sobre la base de que cualquiera sea el resultado, nos esperan tiempos duros, difíciles en los que poco o nada se sabrá de estabilidad, paz o entendimiento. Es muy probable que se profundice la polarización-odios, que a mediano plazo la implosión haga de las suyas y que el sistema político se vuelva pedazos. Frente a este régimen, no tiene mayor asidero la posibilidad de unas ‘oposiciones’ dedicadas a la reconstrucción pacífico-legal de una Venezuela disminuida, destrozada y sometida a todas las violencias.

El cuadro político-electoral que tiene su epicentro el 03D-06 es el más complejo y difícil de la historia de este ex-país. Pero esta situación no está determinada por la simple polarización entre democracia-libertad y comunismo-totalitarismo. Estamos ante una sociedad que llega a una condición de quiebra-ruptura, que no termina de producirse porque no hay quien la impulse. Aquí todo está dispuesto por y para la continuación de lo establecido.

En los momentos de mayor crisis todo gira alrededor del arreglo de situaciones, como fórmula que beneficia intereses económicos, sociales y políticos prevalecientes en esta pisoteada Venezuela. En cada caso el colectivo ha sido excluido de esos beneficios, a pesar de haber servido de base y soporte de proyectos y modelos que le son ajenos.

LA CONTINUIDAD DE LOS PACTOS

Por ello, los pactos o arreglos políticos están en el propio surgimiento de la entidad republicana y en episodios más recientes, como el Pacto de Punto Fijo, o el acuerdo-arreglo para detener los efectos del 27F-89 y aceptar luego al golpismo como entidad democrática, para llegar hoy a la búsqueda de los acomodos necesarios para seguir la compra-venta ‘revolucionaria’ que se inicia el 04F-92 y que se extiende hasta el presente.

LA VIGENCIA DE LAS VIEJAS POLÍTICAS

Todo está dispuesto para impedir cualquier posibilidad de verdadero quiebre-ruptura. Por ello a un período de fuerza-dominio-‘legalidad’ sigue otro de igual signo. Y hoy nos encontramos ante un proyecto-proceso que afirma avanzar hacia una nueva realidad, pero que en el fondo nada tiene que ver con revolución, entendida como cambio con miras a crear una sociedad diferente. Las modificaciones propuestas y adelantadas no superan las viejas políticas sintetizadas en el punto-fijismo y la expresión militarista del 04F-92, que luego se quisieron presentar como ‘revolucionarias’.

EL CORTO CAMINO DEL GOLPISMO AL
SOCIALISMO 21

¿Y cómo se llega a este punto? Desde un inicio para el golpismo era inevitable buscar una postiza ubicación política e ideológica que pudiera contrastar con la llamada democracia capitalista de los 40 años de las ‘cúpulas podridas’. Y ante el desprestigiado y derrotado camino del viejo socialismo, inventa la ‘fórmula salvadora’ del socialismo siglo 21. Una manera de ocultar el verdadero y genuino contenido de una política de corte autoritario-militarista-personalista que se aproxima al modelo dictatorial con firme inspiración totalitario-fascista.


LA REVOLUCIÓN SE DESINFLA

En un inicio el proyecto gozaba de una gran popularidad. Pero la falta de definición política-ideológica, la carencia de realizaciones concretas que corrigieran las deficiencias del pasado y la profundización de los viejos males, hicieron posible que ésta comenzara a disminuir. Y ya a la hora del Referendo Aprobatorio de la Constitución Bolivariana hay una gran abstención. El apoyo popular comenzaba a desinflarse.

En la relegitimación, frente a Arias Cárdenas en el 2000 o cuando se plantea el Referendo a mediados del 03 el apoyo popular sigue en bajada. Es cuando surge el proyecto de las misiones sugerido por Fidel Castro. De inmediato la inversión multimillonaria en una empresa para comprar apoyo-votos que le permitieran salir airoso en el Revocatorio.

LA DEMORADA TRAMPA-FRAUDE DEL
REVOCATORIO

Es por ello que se planifica la demora de este evento por un año. Y se realiza cuando ya había la certeza del triunfo del GP. Este acto electoral se gana en lo fundamental a partir de la aplicación de dos factores: tarifas y maquinaria del fraude-trampa. En los dos últimos años ha bajado más el apoyo del colectivo pero ha subido el número de tarifados, con el objetivo de crear una reserva para cualquier combate contra “la oligarquía” y el Diablo Bush. En este punto nos encontramos en la actualidad.

LA POLITICA DE LA TARIFA

Pero la ‘revolución’ no posee fuerzas ganadas en realizaciones concretas, sino en ofrecimientos que se sustentan en la polarización de una sociedad entre revolucionarios y oligarcas y en los cuales prevalece la condición tarifaria de quien actúa en base y en correspondencia con los beneficios que recibe. Estamos entonces frente a una extendida práctica populista que lleva a pensar que el universo de tarifados-votantes es considerable. Algunas estimaciones hablan de unos 4 millones de afiliados a este proyecto al cual hay que agregar pensionados, jubilados, consejos comunales, guardias territoriales, comités, reservas, círculos, frentes, brigadas, empleados públicos controlados y los componentes extranjeros.

DOS POLOS DE UN MISMO POPULISMO

Frente a esta fuerza, el contingente que conforman ‘las oposiciones’ tiene como objetivo lograr la derrota del régimen. En esta oportunidad han logrado un pacto electoral que es otra expresión de la vieja política punto-fijista, sustentado en la misma práctica populista que se adversa. De allí que a las misiones se les enfrente ‘Mi Negra’, para demostrar que hay quien dé más que este gobierno.

LAS ‘REVOLUCIONES’ NO SE PIERDEN
EN ELECCIONES

Pero el problema real tiene que ver con la propia definición de ante quién se está. EL GP ha sido muy claro al afirmar que las revoluciones no se pierden en elecciones, que sólo sirven de cobertura de ‘objetivos superiores’. Por eso, aquí prevalece un orden autoritario, recubierto de democracia, que vende hasta la idea de las elecciones como camino para la manifestación de la voluntad de las mayorías. Y, precisamente, por no contar con ese colectivo, el GP se ve obligado a sustentarse en tres recursos fundamentales: la tarifa, el fraude-trampa, y su capacidad violento-criminal. Si tuviera asegurado electoralmente su triunfo no tendría necesidad de utilizarlos. Pero estamos ante un régimen que, por ahora, requiere la legitimidad de los votos-máquinas.

Y de esto hay conciencia en las ‘oposiciones’, cuando afirman que ganarán y cobrarán. Esto quiere decir que comienzan por reconocer la maquinaria del voto y por hacer valer la convicción de que no basta con ganar. Es necesario hacer efectivo el triunfo y no permitir que se le otorgue espacio al fraude-trampa. Estamos entonces ante un acto que, lejos de producir un claro ganador, hará que el adversario exclame ¡fraude! con todas y las trágicas consecuencias que puede conllevar.

GANAR O GANAR VS GANAR Y COBRAR

Esto es precisamente lo que está planteado hoy y aquí. Si la fuerza gubernamental está tan segura de sus votos comprados ¿por qué no concede condiciones óptimas para esa medición? Y por otra parte, si las ‘oposiciones’ están convencidas de que de nada sirve ganar si no tienes cómo cobrar ¿por qué aceptaron ir a una contienda legal que no les aseguraba un conteo limpio? ¿Por qué no movilizaron desde un principio a todo ese colectivo insatisfecho y frustrado para que saliera a la calle a exigir que le garantizaran un proceso electoral transparente que permitiera luego recorrer ese camino responsablemente?

En verdad, eso no se hizo, y ‘las oposiciones’ se lanzaron más bien a producir políticas y actuaciones irresponsables. Y en este sentido le han hecho creer al colectivo que están montadas en una política con la cual indefectiblemente será derrotado el GP y todos los poderes. De este modo se hace creer a la gente que es posible un triunfo electoral que implique el traspaso pacífico de la banda presidencial. Ya no se trata de que el GP “se va, se va, se va” por la fuerza sino que será derrotado en las urnas electorales. Son evidentes las dos maneras de utilizar al colectivo para el beneficio criminal de las minorías.

CONFRONTACION QUE NO ES NI ELECTORAL
NI DEMOCRÁTICA

La realidad al día de hoy es que se va a una confrontación que no es electoral ni democrática, sino tramposa y arbitraria, en la cual ninguno de los bandos sabrá a ciencia cierta cual es la voluntad de las mayorías, y en el cual ese colectivo ni siquiera tiene una real oportunidad de elegir lo que desearía para sí mismo y para este ex-país.

Y ante el caso de un anuncio del CNE declarando ganador al GP, candidato favorecido por la tarifa y la trampa, la dirección de ‘las oposiciones’ o parte de ella se encargará de pedirle al colectivo que salga a la calle a defender su voto del fraude que se adelanta. Y las fuerzas represivas del régimen, tal como ya lo han anunciado, estarán esperando para actuar en la ‘preservación del orden público’. La Fuerza Armada también podría ponerse en movimiento en apoyo de la fracción oficialista o de la opositora para producir una confrontación fratricida de alcances incalculables.

LOS TRÁGICOS ESCENARIOS DE UNA
DOBLE IRRESPONSABILIDAD

Los escenarios a partir de esta violencia-represión son trágicos y lamentables porque por esta vía no hay ninguna salida que siquiera insinúe reconciliación. Todo estaría dispuesto para un mayor y creciente deterioro de las relaciones entre los componentes de esta sociedad hoy quebrada y maltrecha. Queda claro, sin embargo, que la confrontación abriría más y mejores oportunidades al oficialismo para que siga avanzando hacia la consolidación de poderes. Esto significaría el aumento de los poderes autoritarios y negadores de toda democracia.

A este punto contribuyen ‘las oposiciones’ al lanzar su ‘gente de a pie’ a una confrontación militar que no le pertenece y para la cual no tiene preparación. Esta es una obra que sólo puede promoverla y realizarla la irresponsabilidad. El oficialismo tiene un amplio antecedente en las rutas del crimen. ¿Están dispuestas las oposiciones a enfrentarlas en este plano?

Con las elecciones del 03D-06 el régimen logrará mantener una de sus bases de sustentación. Desde el punto de vista formal, los resultados establecidos por el CNE y avalados por observadores internacionales, le darán legalidad al próximo mandato y permitirán la celebración de la victoria del GP. Y una vez que se produzca este resultado, en teoría, quedará despejado el camino hacia el 2021 o más allá.

UN TRIUNFO PARA RATIFICAR
SU PROPIO HUNDIMIENTO

Pero en la práctica la situación puede ser diferente. Porque el triunfo del GP en estas condiciones lejos de consolidarlo, profundizaría los graves males ya existentes, por la vía de la implosión, la corrupción extendida, la inestabilidad-descomposición, la ingobernabilidad, la protesta hasta de sus propios seguidores, la inconformidad-descontento creciente. Por eso hemos dicho que vamos hacia tiempos de grandes conmociones. Porque no es verdad que un régimen sin apoyo-aceptación popular y que se basa en la tarifa y en el control-represión, tiene asegurada la permanencia en el mando-poder.

CONVERTIR LA TRAGEDIA ANUNCIADA
EN PLATAFORMA DE ACCION

En una tragedia de la magnitud de la que vivimos, no hay soluciones fáciles, ni respuestas inmediatas. Todo pasa por procesos muy dolorosos que deben ser convertidos en plataformas para una acción creadora de alto vuelo, de ideas vigorosas, de acciones contundentes, en el marco del futuro al cual aspiramos. Y eso significa necesariamente hacer un claro deslinde con todo lo que signifique trampa, mentira, demagogia, populismo, violencia.

SI NO LO HACEMOS LA TRAGEDIA
SERA IRREVERSIBLE

A esa tarea están convocados todos, sin retribuciones ni recompensas. Y que no se nos pregunte de nuevo cómo, cuándo, en qué forma. Ese es trabajo que nos corresponde a cada uno, en conjunción con el otro, dondequiera que esté, hasta que conformemos en verdad un tejido social, diverso y a la vez consciente y participativo de las grandes coordenadas a seguir para la construcción del mañana. Si no lo hacemos, la tragedia de hoy alcanzará niveles irreversible.

Hoy estamos obligados a trascender al crimen dispuesto como fórmula para un proyecto de sociedad regido por el engaño, la perversión y al atraso. Esta conclusión la comparten en la práctica unos y otros. Indispensable, en consecuencia, lanzarse al diseño para la construcción de una verdadera fuerza social y política que empuje este orden social hacia un diseño de mayorías construido con base a una historia que tendrá como norte, no la tragedia del populismo sino la verdadera y trascendente condición humana. Qué no sea este el ‘tiempo de los asesinos’ sino el que corresponde a los colectivos capaces de crear la historia del futuro. abm333@gmail.com


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy estamos obligados a trascender al crimen dispuesto como fórmula para un proyecto de sociedad regido por el engaño, la perversión y al atraso. Esta conclusión la comparten en la práctica unos y otros. Indispensable, en consecuencia, lanzarse al diseño para la construcción de una verdadera fuerza social y política que empuje este orden social hacia un diseño de mayorías construido con base a una historia que tendrá como norte, no la tragedia del populismo sino la verdadera y trascendente condición humana. Qué no sea este el ‘tiempo de los asesinos’ sino el que corresponde a los colectivos capaces de crear la historia del futuro.
Lamentablemente, estamos más cerca de el tiempo de los asesinos que del colectivo capaz de crear la historia. Después, tal vez, podamos surgir desde las ruinas del ex país llamado Venezuela.

Anónimo dijo...

La verdad de las mentiras

Rosana Ordóñez

El título del libro de Mario Vargas Llosa en el cual narra las incidencias
de la campaña electoral cuando se enfrentó a Alberto Fujimori en Perú me
inspira para tratar de describir la sensación del velo que tapaba mis ojos
causado por mentiras reiteradas cayó ante el triunfo de Hugo Chávez y
sobre todo lo presencia de miles de personas felices y empapadas por la
lluvia que aclamaban a su líder vencedor.
El velo se corrió otra vez con la aparición de otro gran hombre, Manuel
Rosales, quien en cuatro meses aglutinó el sentimiento opositor y presentó
una opción sensata y coherente para enfrentar al chavismo. La televisión
mostró las dos imágenes al mundo y los venezolanos cansados de una jornada
tensa.
Ante esas dos realidades, líderes ambos, vencedor y vencido, se desató un
profundo proceso de reflexión sobre el proceso que hemos vivido estos años.
Venezuela, país petrolero, tiene una población de bajo nivel cultural,
carencias esenciales, poca visión de futuro y fallas estructurales. Al
mismo tiempo, se trata de un pueblo noble y generoso, simpático y
trabajador, utilizado y engañado en reiteradas ocasiones. Otras naciones,
con nuestro mismo territorio e ingresos similares o menores muestran mejor
calidad de vida.
Un buen sector enfrentado a Hugo Chávez se ha dedicado a satanizarlo, a
insultarlo, a valerse de cualquier medio para sacarlo del medio, mientras
el gobierno rojo, a pesar de la inexperiencia de muchos de sus
funcionarios, de la carga burocrática que lo ahoga y la corrupción
evidente ha ido encontrando vías para atender a los más pobres, mediante
planes sujetos ensayos y errores.
En este proceso electoral se sabía que era muy difícil la victoria de
Rosales en sólo cuatro meses. La meta era lograr una fuerza opositora
coherente capaz de aportar soluciones desde la “acera de enfrente” del
gobierno. Esa posición ya existe y està conformada por tres millones y
medio de venezolanos, fuerza importante en cualquier parte del mundo y que
no podemos despilfarrar. Esta nueva oposición tendrá que comenzar por
revisarse a si misma, aprender a discutir temas importantes y polémicos,
como el uso de los terrenos de los campos de golf, la participación privada
en construcción masiva de viviendas, el papel de instituciones vitales como
la Fuerza Armada o la Iglesia y la integración a asociaciones populares.
Pese a que todas las encuestas daban ganador a Chávez y en el extranjero,
desde España a Nueva York los resultados estaban claros, aquí se optó por
la mentiras en reiterados intentos manipuladores de un pueblo con tradición
democrática y claridad de criterios que generalmente supura a la de quienes
se auto erigen como jefes políticos.
Chávez necesita una oposición solidaria y seria. Tiene demasiados retos por
delante. Requiere conformar una estructura productiva independiente de la
bonanza petrolera.
La Gran Caracas con sus siete millones de habitantes no puede seguir en
manos de Barreto y Bernal o Rodríguez en Vargas. La lucha contra la
delincuencia, con sus aliados la violencia, el narcotráfico y el secuestro
pasa por la incorporación de hombres como Simonovich, absurdamente preso
mientras Alfredo Peña desapareció. Es hora de decretar una amnistía para
todos los presos políticos. El país necesita sus mejores técnicos y muchos
de estos cerebros están en la oposición. El éxito de Venezuela requiere que
este gobierno deje de ser “rojo-rojito” e incorpore los colores al arcoiris.
Gloria al Vencido, Honor al vencedor, la lucha es por ese pueblo que
anoche lloró su derrota y al que celebró feliz bajo la lluvia.

Anónimo dijo...

Estimada amiga Rosana, soy Fernando Olivares, tu amigo de la desaparecida Bohemia, ¿me recuerdas?. Yo creo que sí; leí tu artículo en el blog de Agustín y me pareció muy interesante y bien pensado.Un gran abrazo de tu amigo Fernando. Escríbeme a mi correo:

olivaresmendez@yahoo.com

Anónimo dijo...

Soy asidua lectora de su columna en El Universal y me gustaría leer en su próxima columna su opinión sobre lo sucedido el 3D, ya que usted planteó en el artículo aparecido el 1D que lo sucedido era el escenario menos probable, pero ya estamos acostumbrados a que en este país, lo que tenga el 0,001% de probabilidad de ocurrencia… ocurrirá… Personalmente creo que el reconocimiento del triunfo del tirano más que muestra de una actitud democrática para mí es el resultado de un pacto entre el gobierno, la oposición, los militares y los medios de comunicación para garantizar la supervivencia de cada factor, creando la fachada de una supuesta democracia.



Saludos y mis respetos,



María Carolina Berríos