jueves, diciembre 16, 2010

MANLIO SARDI - DIFÍCIL NEGARLE A CAP EL DERECHO A SEGUIR ACUSANDO



EL   PERSONAJE

Muchos autores, Carías, Ochoa, Miró, Cortés, Barroso y otros, se han preocupado por delinear el perfil de personalidad del venezolano, con sus rasgos positivos y negativos: Igualitario, hospitalario, cálido, alegre, compasivo, ingenioso, libertario, paciente, humanitario, tradicionalista, irresponsable, desorganizado, facilista, individualista, le gustan los reconocimientos, conformista, improvisador, tolerante consigo exigente con los demás, busca figurar.

Muchos de esos rasgos se amalgaman para conformar eso que en Venezuela se llama picardía, la viveza criolla encarnada en el “pájaro bravo”,  el que se la sabe todas,  el que conoce caminos secretos para obtener la ganancia material o espiritual.

LA METÁFORA DE TODOS

Manuel Barroso (1997) se aventura a bosquejar a Carlos Andrés Pérez. En él ve la astucia, la viveza, la intuición, el manejo de las oportunidades en su favor, la polaridad venezolana;  la paradoja que ha hecho surgir y ha regido nuestros destinos. Para Venezuela es una necesidad, es la metáfora de todos, de lo que somos y de lo que no queremos ser.  La verdad es que como el dragón de siete cabezas, se levanta y seguirá viviendo.

CAP, también ha sido definido por expresiones: “ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario”, para destacar sus dualidades, sus comportamientos ambiguos. “Ese hombre si camina”, para señalar sus fortalezas físicas y espirituales, su persistencia hacia las metas. “Locoven”, para enfatizar sus decisiones imprevistas, su manía de grandeza, sus proyectos fantasiosos.

CAP: UN ANIMAL POLÍTICO

En las entrevistas de Blanco Muñoz, CAP habla de su propia persona. Afirma que nunca incurrió en peculado, ni en manejos ilícitos impropios o irregulares, que no le permitió a Cecilia Matos intervenir en la toma de decisiones políticas, que soportó el castigo, sin intentar escapatorias, por su apego a la democracia como forma de vida y de hacer la política, estando consciente de que no cometió delito alguno, que no acumula resentimientos, que no es catastrofista frente a la problemática venezolana. Reconoce en él a un animal político.

Respecto a CAP, se impuso una imagen de hombre inculto, carente de mundanidad pese al disfrute de los refinamientos propios de  los altos cargos que desempeñó y casi tan rupestre como los andinos que acompañaron a Castro. No obstante, en la referencia a los hechos históricos trascendentes del país, en las plausibles explicaciones de los fenómenos sociales en los cuales estuvo inmerso, en las extrapolaciones que plantea de la vida nacional hacia el futuro, en sus contrastaciones entre civilidad y militarismo, se percibe una formación intelectual más sólida de lo que a primera vista pudiéramos imaginar. Estas impresiones seguramente serían compartidas por quienes lleven a cabo la lectura de sus declaraciones.


EL   LIBRO


El libro, de seiscientos setenta y seis páginas, contiene dos entrevistas del año 1979, cinco de 1994, quince de 1995, seis de 1996 y dos de 2010, en total, treinta entrevistas, realizadas en un tiempo bastante prolongado, lo cual obliga al lector a tomar en cuenta el momento en que se produjeron los contenidos que esté leyendo, para su mejor apreciación.

CAP SE MUESTRA IRRESTRICTAMENTE
APEGADO A LA SOCIALDEMOCRACIA

A lo largo de toda la extensión del ejemplar, CAP se muestra irrestrictamente apegado a la socialdemocracia, desdoblada en elecciones directas y secretas, intervención del Estado en la economía para corregir los defectos del libre mercado, alternabilidad en el ejercicio del poder y predominio de lo civil sobre lo militar.

LOS ASESINOS ACTUARON
POR SU CUENTA

Todo lo manifestado por CAP puede identificarse según su índole, así tenemos:

Juicios valorativos o comentarios sobre personas. Betancourt nunca dijo disparar primero y averiguar después, Medina no se defendió, a Pérez Jiménez se le debe en gran parte la transformación de Caracas, Mario Vargas fue un hombre excepcional, Larrazábal entendió que su papel era abrir el camino para la normalización institucional. Alberto Lovera y Jorge Rodríguez fueron casos que se escaparon al control del gobierno, los asesinos actuaron por su cuenta.

OCHOA ANTICH NO ESTABA
COMPROMETIDO CON EL 04F-92

Miguel Henrique Otero y Parsifal de Sola fueron grandes enemigos de mi gobierno. José Vicente Rangel, Ramón Escobar Salom, Alfaro Ucero, Omar Camero y Rafael Poleo actuaron de manera directa o indirecta en mi defenestración. Ochoa Antich no estaba comprometido con el golpe del 4F. Chávez no tiene formación, ni siquiera  en el campo militar.

CORRUPCIÓN CAMBIARIA Y
CRISIS BANCARIA

Los grandes temas de la vida nacional desde 1945 en adelante. La revolución de Octubre, la dictadura de Pérez Jiménez, el 23 de Enero, la aparición y fin de la guerrilla, las divisiones de AD, el gobierno de Leoni, el culto a Bolívar, las políticas económicas de CAP1, el gobierno de Herrera Campins su gran endeudamiento y la devaluación de la moneda, la corrupción cambiaria que marcó el período de Lusinchi, los gobiernos de Caldera y la crisis bancaria.

LA DECADENCIA DE LOS
PARTIDOS

Las políticas económicas de CAP2. El 27 de febrero de 1989, los golpes militares del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, sus conexiones y sus incidencias. La decadencia de los partidos AD y COPEI, el papel de los medios de comunicación en el acontecer político del país, la corrupción permanente en nuestros gobiernos, los conflictos y delitos fronterizos, su separación de la Presidencia de la República y enjuiciamiento por la Corte Suprema, productos de una confabulación en su contra, con la cual, sus grandes enemigos quisieron cobrar diferencias  originadas en el trienio 1945-48. La llegada desastrosa  de Chávez al gobierno.

EMPRESAS PETROLERAS, PRESENCIA
DE USA E INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA

CAP numerosas veces redondea sus comentarios  con alusiones sobre hechos históricos nacionales o situaciones mundiales que han dejado su huella en el devenir venezolano: La guerra federal y sus consecuencias, la conducta de las empresas petroleras, la presencia norteamericana en nuestro ambiente, las necesidades de la integración latinoamericana y la universalización de la economía, entre otros.

CAP NO ELUDE PREGUNTAS

CAP no elude las preguntas,  comprometedoras que le formula el entrevistador; pareciera que viese en ellas una oportunidad para aclarar, explicar  o traer a colación sus concepciones, una crucial: La democracia más que una doctrina es una forma de vida, o sus dolores: Hubiera preferido otra muerte. En estos menesteres, nos deja ver, a través de su prisma personal, lo sucedido en circunstancias trascendentes, la falacia o la nobleza de la conducta de determinados personajes, la tergiversación de ciertos hechos reales y las ruindades de la vida política.

DIFÍCIL NEGARLE EL DERECHO
A SEGUIR ACUSANDO

En fin CAP tiene conciencia de haber sido un dirigente principal de la vida de Venezuela en el siglo XX, desde esta perspectiva es difícil negarle el derecho a SEGUIR ACUSANDO.

MANLIO SARDI

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