martes, febrero 18, 2020

¡ASÍ SE DESTROZA EL ÁVILA!





Al comenzar a subir una vez más por San Bernardino, como lo hemos hecho por muchos años, no sospechábamos lo que nos esperaba.

Pronto, en los 800 metros, estuvimos ante algo inesperado e impactante. Sorpresivo, porque no es fácil concebir tanto ensañamiento contra la naturaleza. El paisaje de horas antes ya no existía. La depredación había tomado un agresivo e inmenso cuerpo.



A media mañana del viernes 31/01 se presenta al lugar muchas cuadrillas de obreros a cumplir la orden emanada de un alto despacho oficialista. Sierras eléctricas, hachas, machetes, escardillas, escaleras, mecates. Y de inmediato comenzó el desmadre ecológico. Todos los alrededores a torres eléctricas deben ser totalmente peinados. Que no quede planta con vida. No importa su tamaño. Árbol, arbusto o cualquier otra siembra. Hasta las cocuizas del lugar alcanzan la muerte. Una cosa era el paisaje ayer y otra hoy con la llegada de los macheteros.





En los 800 se vio el desastre, el asesinato ecológico.  Y cuando no habíamos salido del impacto, nos encontramos con un segundo atentado en los 900:







Y en los 1.200 vino la culminación del crimen:




Y uno de los trabajadores, machete en mano, nos comentó: nosotros sabemos que esto que hacemos no es lo correcto. Pero entienda que cumplimos órdenes.  Fíjese que hemos dejado quietos árboles cercanos a las torres que a lo mejor más adelante nos mandan a liquidar.





Y ante la pregunta sobre cuál es el plan de sus jefes sobre esta operación de destrucción ambiental, el trabajador nos dijo: Mire profesor, cuando ellos nos mandaron a hacer esto, a uno del grupo se le salió un comentario: vamos a ver cómo reacciona esta gente. Es eso que ellos nombran como plan piloto. Se hace lo primero a ver qué pasa y si no hay protesta ni nada se sigue. Y en ese caso le aseguro que serán muchísimos los daños que le haremos a este cerro.


¿Y hasta dónde quieren llegar? Bueno lo que escuchamos es que es necesario limpiar todas las torres para que estén listas para cuando se reestablezca del todo la luz que viene de Tacoa. Eso es lo que yo he escuchado.


¡Pero eso quiere decir que pueden estar condenados a muerte hasta miles de árboles! Así es, profesor.



¿Pero quién dijo que los avileños nos quedaremos de brazos cruzados o aplaudiendo esta depredación para que junto a las quemas terminen de liquidar el pulmón vegetal de esta ciudad?


¿Es que al desastre ecológico ocasionado por la construcción de la línea del teleférico hasta Vargas y de las mansiones en construcción de altos funcionarios gubernamentales era necesario agregarle el del “mantenimiento de las torres eléctricas”?


Pero sepan una cosa, señores depredadores, ¡no nos vamos a quedar en la simple contemplación del dolor!!



¡Van a tener que destrozar y destruir la protesta, el reclamo y la denuncia de este crimen por todos los medios a nuestro alcance! ¡Y conste que lo hacemos porque nosotros, los avileños, defendemos estos espacios como nuestras propias vidas!!



Quede claro finalmente, que no nos oponemos a labores de mantenimiento, sino a avanzadas destructoras y criminales contra el ambiente-vida. Y decimos más: estamos abiertos y veríamos como satisfactorio que se convocase a un diálogo con los usuarios.



Texto
Agustín Blanco Muñoz
           @ablancomunoz
Fotos
Víctor y Daniela

1 comentario:

Juana Rodríguez dijo...

Así se destroza el Ávila y cuanto espacio verde esté al alcance de los inclementes depredadores. Muy poco les importa lo que esto significa.Sin conciencia, la impunidad los acompaña... La indolencia e inacción cómplice de los que ésto ven y siguen su camino y su vida con la más absoluta tranquilidad ante el paso feróz de los destructores de turno es igualmente insoportable, ó lo es más.
Ojalá y seamos muchos los defensores de este atropello... Ojalá, profesor !
Necesitamos reconocer y condolernos de LA VIDA MÁS ALLÁ DE NOSOTROS !