domingo, julio 29, 2007

TRAMPA CONSTITUCIONAL PARA EL TOTALITARISMO POPULAR


Comienzo por agradecer esta invitación al debate sobre Reforma Constitucional organizado por este ilustre Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, en momentos en que se achican los espacios para esta actividad consustancial a toda práctica auténticamente democrática. 

Y es muy importante esta iniciativa, este espacio porque una reforma como la que se anuncia presupone la confrontación de ideas, opiniones, tesis. En todo caso lo que importa es la suma-síntesis de posiciones, puntos de vista, que terminan por conformar tendencias que, de ordinario, deben actuar bajo la guía de la cooperación y el acuerdo.

No obviamos la consideración relacionada con los claros, específicos y directos intereses de clases que subyacen a esta realidad.

Y en este punto se impone una precisión o determinación para establecer el dónde estamos y qué queremos.

¿Cuál es el objetivo que perseguimos en relación a la sociedad que nos corresponde guiar u orientar?

¿De que se trata hoy y aquí? ¿De crear una nueva realidad social? ¿De producir el ‘salto histórico’ que nos aparte de toda continuidad e imponga una nueva realidad, con un nuevo agente histórico fundamental, una nueva dominación de clases y un hombre nuevo a la cabeza de las nuevas realizaciones?

¿Se impone definitivamente acometer la ruptura histórica?

¿DISENTIR O APROBAR?

En este punto debemos detenernos para ubicar el tema de la reforma constitucional. En principio y para muchos la cuestión fundamental planteada en el momento actual es lo que genéricamente se denomina como reforma de la constitución y más precisamente de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Y hay quienes como ustedes, van mucho más allá y piensan que está planteada una reforma que implique a la sociedad y que sea el producto de una consulta del universo venezolano, que cuente con el aporte de todos.

Este es indudablemente un proceder democrático. Mira hacia la armonía y el consenso. Hacia el o los pactos que reclaman las sociedades plurales.

Pero este fondo-sentido del debate que ustedes impulsan ¿es lo que está en la mente de los conductores mayores del quehacer histórico de este momento?

LA CONSTITUCIÓN-COMODÍN

Consideramos que hoy el alto gobierno no tiene planteada la reforma constitucional como tarea prioritaria. Una idea que ha reiterado el propio presidente.

En sentido estricto hay que señalar que, al igual que en los 200 años de historia vista y tenida como republicana, las constituciones, como útiles comodines, han servido para absolutamente todo, como lo hizo saber un conocido ex presidente.

En su nombre se ha aplicado el atropello-vejamen para las mayorías y repartido los beneficios de la libertad, igualdad y fraternidad para los triunfadores y dueños del capital. Se han desarrollado guerras cruentas y realizado todo género de pactos-acuerdos-negociaciones. Ha sido el instrumento para promover una teoría que en la práctica no se cumple.

Pero las constituciones han cumplido una importante función para dar aval y justificación a los modelos democráticos, desde la revolución francesa hasta nuestros días.

Son las herramientas indispensables para presentar la estructura de una sociedad que se basa en la libertad, igualdad y fraternidad. Es el espacio para establecer las dimensiones de estos derechos y deberes, y con ello darle sustento democrático a la sociedad a la cual se aplica.

El problema reside en que las constituciones, hasta el día de hoy, sólo han proporcionado el marco legal para sociedades cuyo funcionamiento y desarrollo se basa precisamente en la negación de estos principios fundamentales.

LA CONSTITUCIÓN-TRAMPA

En síntesis, las constituciones conforman una trampa que permite ocultar lo que está en la esencia misma del quehacer histórico de esas sociedades.

Y esto es a tal punto cierto que aún aquellos gobiernos conocidos y tenidos como dictatoriales-autoritarios, en cualquiera de sus extremos socialistas-revolucionarios o nazi-fascistas, han trabajo en la elaboración de constituciones, reformas constitucionales y marcos jurídicos para darle asiento legal a sus actuaciones.

Aquí, desde la constitución inicial que sella el nacimiento de la república hasta hoy, los diversos gobiernos han sustentado su acción en ella. Las diferencias obedecen a que cada uno adecua, modifica, acomoda la ley a sus propios intereses. De allí ha surgido el gran número de constituciones de que goza este ex-país y el sin fin de reformas constitucionales que buscan el mismo fin. 



UNA CONSTITUCIÓN PARA CADA GOBIERNO

La constitución ha sustentado la independencia de los héroes y caudillos, la ruptura de la Gran Colombia, el régimen liberal o conservador, el centralismo o la federación, el Pacto de Coche, el gobierno de la Federación, el gobierno Azul o el golpe de abril de 1870, el régimen liberal, la liquidación del guzmancismo, la ‘desintegración caudillista’ de fines del siglo XIX.

La constitución y sus reformas le han dado legalidad a la revolución restauradora de Castro, a la larga tiranía constitucional de Juan Vicente Gómez o al bolivarianismo de López Contreras. En su nombre se produce el golpe del 18 de octubre de 1945, el del 24 de noviembre de 1948 y todas las luchas contra el perezjimenismo.

En su nombre surge la democracia representativa y se produce el enfrentamiento a la revolución cubana y a la izquierda comunista-revolucionaria que dejó centenares de muertos en el camino y que actuaba en función de la toma del poder por la vía violenta.

En su nombre se produjo la pacificación acordada por la mayoría de los grupos en armas y asumida y adelantada luego por Rafael Caldera como política central de su gobierno.

En su nombre y en resguardo de su dignidad se produce la Masacre Venezuela del 27F-89, momento en el cual se pudo apreciar que los propios miembros de las FAN, montados en plan de conspiradores, salieron a matar en defensa de la democracia que se adelantaba de acuerdo con los postulados de la constitución de 1961.

En su nombre el intento de golpe de Estado del 04F-92 y el propio llamado a la rendición. El nuevo intento golpista del 27N-92 y el cambio del golpismo al electoralismo que hizo posible la inscripción de un nuevo-emergente grupo en el vacío que reinaba desde el 27F-89.

DE LA CONSTITUYENTE A LA NUEVA TRAMPA-CONSTITUCIÓN BOLIVARIANA

Entonces se planteó aquí un fenómeno que aún no quiere (o no puede!) ser leído por muchos. El plano institucional, incluyendo constitución, partidos, dirigentes, doctrinas político-ideológicas se fue a pique.

Y es en este marco en el cual se inscribe el movimiento de nuevas imágenes y ‘credos’ que personifican los militares golpistas del año 92 que en 1998, en medio de las mismas circunstancias del vacío llegan al mando-poder.

En nombre de la constitución se convoca una constituyente que cambiase la estructura y hasta el sentido y dirección del Estado y después, en medio del juego de influencias e intereses nacionales e internacionales, el proyecto bolivariano da el salto hacia la proposición de un socialismo del siglo XXI, regido a la vez por el marxismo-leninismo, las lecciones innovadoras de Stalin, Mao, el Che Guevara, Fidel Castro, la Biblia, el propio ejemplo- pensamiento de Cristo y el Árbol de las Tres Raíces que conforman Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora.

Lo importante era (y es!!) saber qué estaba pasando en Venezuela. ¿Cómo explicar la caída de todos los viejos poderes políticos? ¿Por qué la gente del común dejó de sentir e identificarse con estos políticos? ¿Cuál es el contenido, alcance y proyección ideológica, política, económica, social, militar, institucional, internacional del proyecto que se nos presenta ahora como novedoso?

En un inicio el ‘proyecto-proceso’ se presenta como algo contrario a las ‘cúpulas podridas que desangraron a Venezuela’. Es la esperanza para la fracasada democracia venezolana. Y no hay una clara decisión sobre a que sistema adscribir su acción. Para el candidato tenido como golpista en la campaña electoral del 98 la situación no era fácil.

UNA REVOLUCIÓN CON VISA USA

El 03D se produce en la embajada yanqui una reunión del candidato con el expresidente Carter y el embajador Maisto. El resultado es conocido: se acabaron los reparos al candidato, se le otorgó la visa norteamericana y se garantizó el reconocimiento a su inminente triunfo.

¿Qué acuerdo hubo? Eso no se reveló. Sabemos, sin embargo, que hasta el presente, el ‘gobierno revolucionario’ no le ha ocasionado ningún perjuicio al ‘imperio’. Al contrario: ha cumplido religiosamente con cada una de sus obligaciones, encabezada por la que se refiere al suministro diario de crudo.

Desde la eliminación de la doble tributación a las empresas mixtas no hay ningún registro negativo a los intereses imperiales.

Y a esto hay que agregar que a lo largo del período de los grandes conflictos, ese imperio hoy salvaje, despreciable y hasta acusado de golpista por su presunta (que no documentada) participación en los sucesos del 11A-02, prestó una importante colaboración para la estabilidad del ‘proceso’.

A la hora del fracaso del acuerdo para el nombramiento de la Comisión de la Verdad, los agentes norteamericanos propusieron una Mesa de Acuerdos y Negociaciones y colocaron al frente de la misma a César Gaviria, uno de sus hombres de mayor confianza.

Y este instrumento logró, con la ayuda inestimable de la llamada Coordinadora Democrática, nada menos, que la salida democrática, constitucional y electoral a la profunda crisis que estaba planteada en este ex-país.

DE VENE-USA A VENE-CUBA

Y no queda aquí la cooperación. A mediados del año 03, importantes encuestadoras norteamericanas le hacen ver al jefe único de la revolución bolivariana, que de realizarse en ese momento el Referendo Revocatorio Presidencial saldría derrotado.

La respuesta a esta situación es bien conocida: se da entrada a la ayuda cubana a través de las misiones. Es la puesta en práctica de un mecanismo que tiene que ver con la compra de ventas de voluntades por la vía de la tarifa. El resultado fue convincente. Y todavía hay que agregar que el malvado imperio veló por las mejores relaciones entre Smartmatic-CNE.

Sin embargo, apenas se sabe del ‘triunfo’ y desde el Balcón del Pueblo, el jefe declara que ‘Venezuela cambió para siempre’. Lo que sigue es la relación cada vez más estrecha con la ‘revolución cubana’ y en lo específico con Fidel Castro quien ahora deja atrás la posición de cuidadosa advertencia que asumió el 03F-99 en el Aula Magna de la UCV cuando pidió paciencia y prudencia a los revolucionarios venezolanos.

Y dijo más: no se empeñen en adelantar una experiencia como la nuestra. Porque si nuestro movimiento hubiera surgido en este tiempo, seguramente no sería posible la revolución cubana.

Ahora se entiende que ha llegado el momento de profundizar y extender la revolución cubana. De allí el nacimiento de Venecuba: dos realidades que se funden en un solo producto. Y a partir de este signo se multiplica la manifestación de una supuesta y dura posición antiimperialista.

Y de aquí la necesidad de ajustar el instrumento constitucional a los nuevos requerimientos.

UNA CONSTITUCIÓN BOLIVARIANA QUE REQUIERE SER REFORMADA

No se trata ahora de negarse a jurar ante la ‘moribunda constitución del 61’, al momento de asumir la presidencia constitucional de Venezuela, sino de advertir que se produjo una constituyente que a su vez redactó una constitución a su medida y necesidades.

¿Cómo explicar entonces que esa constitución bolivariana requiera ahora de una ‘reforma constitucional’ para adecuarla a las nuevas exigencias del mando-poder?

¿Hay acaso una clara propuesta que tenga como fin cambiar la estructura de la sociedad venezolana para avanzar en dirección a una nueva realidad, que aún no existe en ninguna parte del mundo?
¿Una sociedad con o sin constitución? ¿Con o sin marco legal? ¿Con o sin la trampa-comodín para un poder cada vez más concentrado en el ‘jefe único’? ¿Cuál es el propósito o fin de la reforma constitucional que hoy se discute?

EL VOTO CONSTITUCIONAL QUE NO SE EJERCE

Lo que sigue a la experiencia del 15Ag.-04 es la suma de más triunfos. El del 04D-05 no tiene precedentes en la historia electoral mundial. El colectivo del lado opositor toma la decisión de no votar después de la decepcionante experiencia del 15Ag.-04 cuando se le había garantizado el triunfo por estar completamente blindados contra todo de fraude y cualquier otra posibilidad de fracaso.

Y luego de estar formalmente inscritos, los partidos de ‘las oposiciones’ se retiran de la contienda (a pesar de que se les concede lo que pedían, la eliminación de las captahuellas) sin dar ningún tipo de explicación. Y al día siguiente de las elecciones, que ponen en manos del oficialismo la totalidad de los curules de la AN, entran en campaña por la conquista de la presidencia.

El 03D-06 tampoco tiene precedentes en la historia actual. ‘Las oposiciones’ acuerdan una tal unidad alrededor de un candidato que asegura que se atreverá a triunfar y a cobrar. Pero apenas comenzado el conteo de los votos, procedió a reconocer el triunfo del adversario. Pero eso no es todo. El 03/01/07 declaró para el New Herald que había sido derrotado en unas limpias y transparentes elecciones.

Y ya el jefe de estrategia había declarado para Noticiero Digital el 18/12/06 que ellos nunca habían creído en el triunfo y se habían visto obligados a decirle mentirillas blancas a la gente para que llegara hasta el final. Esto significa un denodado llamado a la participación para dejar a un lado, y completamente olvidado, el fenómeno del diciembre anterior, cuando el 82% se abstuvo de votar para Asamblea Nacional.

UNAS OPOSICIONES QUE LE SIRVEN DE COMODIN CONSTITUCIONAL AL GOBIERNO

Aún está por descifrar la calidad del cobro al cual aludía la consigna del candidato supuestamente opositor. Al menos en su comportamiento parecía estar extremadamente unido a los intereses del candidato gubernamental, cuyo mayor enemigo podía ser una abstención como la registrada en los comicios precedentes. El candidato del cobro libró al ‘jefe único de la revolución’ de este peligro y le hizo expedito el camino hacia posiciones más firmes y decididas.

En efecto, una vez ratificado en su cargo y con el testimonio en mano sobre la pureza de las elecciones expedido por el opositor, el jefe entiende que ha llegado el momento de iniciar una nueva era, etapa o época en la revolución. De nuevo alude al salto. Atrás queda la transición de los 3000 días. Ahora llegó la hora de la radicalización que permitirá superar el capitalismo salvaje y miserable y abrirle las puertas de par en par al socialismo del siglo XXI.

Porque esta es la única manera de alcanzar la libertad: hundiendo al capitalismo y poniendo en acción al socialismo. Y en esto se marchará en común acuerdo con el régimen cubano cuyo modelo servirá de guía y orientación.

UNA REFORMA CONSTITUCIONAL PARA EL SOCIALISMO QUE VA

En cada uno de los discursos del ‘jefe único’ posteriores al 03/12/06 hay este señalamiento: Todo está decidido. ¡El socialismo va! Esto no tiene vuelta atrás. Es la única manera válida de enfrentar la exclusión, las desigualdades, los grandes males de la miseria y los padecimientos. El fin mismo de la oligarquía y de sus poderes.

Ahora, y después del aplastante triunfo del 03D-06, la revolución no sólo cuenta con todos los poderes sino que tiene la más alta convicción de que aquí no hay ni habrá oposición en mucho tiempo. Porque el esquema-compromiso a nivel de complicidad, paga hoy los mejores dividendos.

Y ante esta evidencia la ‘revolución’ se lanza al logro de objetivos muy bien definidos: la nueva etapa para destruir lo poco que queda de democracia proceder a instalar el sistema socialista. 

El ‘salto’ es muy claro. De lo que queda de la democracia de las cúpulas podridas al sistema socialista. Una nueva forma de producir, un nuevo modo de vida-existencia, que implica una forma diferente de concebir al hombre, la sociedad y la historia.

¿UN NUEVO SISTEMA EN EL MARCO DEL CAPITALISMO QUE SE ADVERSA?

¿Pero está planteada hoy y aquí semejante y titánica tarea? ¿Se propone este ‘proyecto-proceso’ la difícil o inalcanzable tarea de forjar en forma individual, por no decir aislada, un nuevo sistema?
¿Hay conciencia de que se está promoviendo otra sociedad sin que se haya producido una reflexión propia en relación a qué es una sociedad y, en particular, qué es la sociedad venezolana? ¿Cómo está estructurada hoy?

¿Cuáles y cómo son las motivaciones y aspiraciones-ideales de esta sociedad y sus clases? ¿Cuál es su proceso de formación y desarrollo? ¿Con base a cuál o cuáles doctrinas se forjará esa nueva realidad?

¿Es suficiente con invocar el pensamiento bolivariano, para hermanarlo con las motivaciones de un Zamora, el pensamiento de Simón Rodríguez o con la doctrina del marxismo-leninismo para construir una nueva sociedad? ¿Se tiene en cuenta el sello de la clase e intereses en cada caso?

¿Es posible forjar esa otra sociedad con base a la orientación-dirección de lo que se ha dado en llamar ‘la revolución cubana?

¿Hay una ‘revolución cubana’ que está vinculada con otras revoluciones? ¿Con cuáles ‘revoluciones’ se puede juntar una ‘revolución’ aislada y solitaria?

¿Encuentra la ‘revolución cubana’ un aliado salvador en la ‘revolución bolivariana’?

¿Es la cubana una ‘revolución del proletariado explotado que se decidió a romper sus cadenas? ¿Forma parte esa ‘revolución’, o la rusa, china o vietnamita de la revolución que adelantan los proletarios unidos de todos los países?

¿CUÁL SOCIALISMO?

Contrario a lo sostenido por los ‘clásicos del marxismo’ se ha procedido a implantar y a mantener lo que muchos consideran como socialismo pero en forma aislada, sin una conexión o Interrelaciones que apunten hacia un sistema. ¿Actúan en forma autónoma ese socialismo en el plano del mercado? ¿Pudo librarse total y definitivamente del mercado capitalista o es este un socialismo que se desarrolla en el contexto dominado por las relaciones de producción capitalistas?

Cuando vemos a Rusia o China como partes activas del mercado capitalista, no nos es posible soslayar la pregunta en relación a si realmente se había pasado hacia otra forma de producción y de vivir. De haber sido así, ¿dónde están al menos los vestigios del sistema socialista del cual ahora se devuelven?

¿Qué significa, por ejemplo, el llamado a la perestroika, a la reestructuración para lograr una total democratización de la sociedad soviética? ¿Qué había ocurrido en esa ‘revolución’? ¿Se la tragaron las ‘vanguardias’ y la burocracia negadoras de toda democracia y afectas al poder de la clase que representaban?

Y no fue suficiente el esfuerzo para salvar lo actuado en el campo ‘socialista’. El enfrentamiento a las estructuras de la nueva dominación no pudo ser detenido. El reclamo de democracia era cada vez mayor. Seguían vivas las huellas de los fracasos de los planes quinquenales o del autoritarismo-totalitarismo stalinista.

El dogmatismo tomó el camino de la supuesta ‘dictadura del proletariado’ para hacer de la persecución a la disidencia uno de sus principales cometidos. Estamos ante una sociedad de elites con rango de ‘mafias’, que todo lo pueden. Y cuentan para ello con el apoyo-protección del hombre y las cortinas de hierro que lo protegen.

Es una era de un hombre y sus acólitos que reproduce los tiempos de cualquier faraón, emperador, príncipe, rey o dictador. El llamado ‘sistema político’ parece permanecer anclado en el pasado. Un hombre, un césar, una voluntad y sus incondicionales, fabricando un ambiente-condiciones supuestamente democráticas donde predomina en teoría el progreso, el bienestar y la paz.

¿DEL ‘CESARISMO DEMOCRÁTICO’ AL ‘CESARISMO SOCIALISTA’?

En nuestro caso fue el cesarismo democrático y en el ruso, chino, camboyano, coreano, europeo del Este, cubano es el ‘cesarismo socialista’. El mismo planteamiento positivista ahora refundido o volcado en un materialismo histórico que sufre todo tipo de añadido y es susceptible de cualquier interpretación.

Esto significa que en la práctica muchas actuaciones adelantadas en nombre del marxismo no sobrepasan la doctrina positivista del siglo XIX.

Y podría tomarse a nivel de comprobación lo relacionado con las tesis sobre la violencia. Marx señala que la constante en la historia de la humanidad ha sido el tomar una y otra posición por la fuerza. Por ello los cambios en este orden corresponden a la violencia que se constituye, en consecuencia, en la partera de la historia.

LA VIOLENCIA COMO LEY PRODUCE UNA LEY VIOLENTA

Esto significa que se lleva la violencia al rango de ley. Porque todo cambio que se produce en el orden histórico pasa por la fuerza-imposición-violencia, independientemente de la voluntad de los hombres. Esto lleva a pensar, en consecuencia, que la violencia es consustancial, está en la propia naturaleza-genes del hombre.

Un hombre, en fin, que nace es y será violento en atención a su propia conformación natural. En este razonamiento prevalece la corriente positivista, que a su vez reafirma un sistema constitucional que afirma una ley violenta.

Porque cuando se trata de dar una explicación en los términos del materialismo histórico, se llega al nudo de la ruptura de la comunidad inicial, del ‘comunismo primitivo’ tantas veces nombrado. ¿Cómo se agota y rompe esta sociedad sin propiedad, sin violencia, sin odio-egoísmo ni clases en lucha porque no hay un móvil económico en la acción de los hombres?

La explicación-respuesta forma parte de lo elemental. Todo se reduce al fenómeno de la plus-producción y a la existencia progresiva del remanente que se registra una vez satisfechas las necesidades del colectivo.

Es la aparición del fenómeno de la acumulación sobre el cual se levanta a la vez la idea de ganancia y de dominio-poder. Lo que sigue es la defensa de la propiedad por todos los medios del poder-violencia.

El camino apunta hacia la conformación de un Estado que será la clara expresión de los intereses de los propietarios conformados en clases, en claro ejercicio del control de una sociedad en la práctica dividida entre propietarios y despojados, pero en la teoría regida por un sistema constitucional que garantiza el derecho a una igualdad inexistente.

La lucha entre las dos partes antagónicas está regida y controlada por las clases que ejercen su dominación a través del Estado. Esto quiere decir que la violencia ha servido permanentemente a los dueños del capital y ha servido a la vez para aplastar a los desheredados. Con el planteamiento comunista se trata de cambiar este sentido-orientación.

UNA REFORMA CONSTITUCIONAL ¿PARA QUÉ?

Pero ¿se logró dar ese vuelco? ¿Sirvieron esas experiencias para nutrir una sociedad con menos injusticia o es su propio vacío y contradicciones lo que socavan su existencia?

Y en este contexto ¿qué significa una reforma constitucional? Si la decisión es adelantar y profundizar aquí una revolución queda claramente establecido que hablamos de violencia. Porque no se concibe una sin la otra. La liquidación-aplastamiento de la burguesía y sus poderes no puede hacerse en forma pacífico-concertada.

En un principio el jefe único se presentó como una especie de continuador de la democracia. Muchos creyeron que su misión consistía en fundar una democracia distinta a la que aquí existía. La constitución del 99 en buena medida parece tener esa orientación. Hay importantes logros en el campo de los derechos ciudadanos. A lo largo de su articulado no se habla de socialismo ni mucho menos de transición hacia el comunismo. Es una constitución producto de una constituyente cuyo contenido registra importantes aciertos. Su parte más débil tiene que ver con los inmensos poderes que se otorgan al jefe de Estado.

LA CONSTITUCIÓN COMO LÍMITE PARA LA REVOLUCIÓN

Pero esta ley de leyes comenzó a ser un obstáculo para el ‘proceso’ desde el momento mismo en que se decretó el cambio para siempre y más aún cuando se decreta la ‘nueva era’ de la ‘revolución’. Una nueva etapa que significa dar el salto desde el período de transición a la construcción del socialismo. Estamos ante algo que no está previsto en la constitución y las leyes de la república.

¿Es eso lo previsto hoy? ¿Se trata, en realidad, de cambiarle al Estado venezolano y a la sociedad en general su contenido, sentido, organización y perspectivas, sacarlo de la órbita capitalista para llevarlo al socialismo? ¿O estamos ante un nuevo acomodo del poder?

¿Hay la firme disposición de sustituir el fracaso capitalista por el fracaso socialista? ¿Seguiremos indefinidamente atrapados por “unos sistemas” que han convertido a los ‘pequeños miembros’ en simples invitados a la permanente bacanal de la explotación?

EL AVANCE DEL PROYECTO-CHÁVEZ

En las hipótesis que hemos sostenido desde el inicio mismo del proceso que nace el 06D-98, registradas en diversos materiales, que incluyen la propia entrevista que le hiciéramos al hoy GP, exponemos que, ante el inmenso vacío generado después del 27F-89, que da al traste con los partidos políticos, dirigentes y formas tradicionales de organización popular, se produce el ambiente propicio para el surgimiento del proyecto-Chávez.

Un proyecto que desde sus inicios, se expresa más como un proceso hacia la concentración de poder que como una planificación para llevar al país hacia las sendas de un socialismo inexistente.

Y en esa dirección los pasos fueron medidos y ejecutados: la constituyente, la nueva constitución, un congreso regido por las fuerzas revolucionarias e inmediatamente la necesidad de una ley habilitante para redactar, en forma individual, el conjunto de leyes que le permitieran agrandar el espacio de control-mando.

LAS ETAPAS DE LA RADICALIZACIÓN

La aprobación de ese conjunto de leyes se constituye en el disparador de los acontecimientos del abril del 2001. Y ello a su vez produce la primera etapa de radicalización de la revolución, pero aún manteniendo en su forma, el orden constitucional.

Ya para ese momento el gobierno requiere obtener una indiscutida legitimación constitucional para poder avanzar hacia un nuevo estadio en el ejercicio de su poder. Y al lograrlo, avalado y sostenido por la acción de las oposiciones, ya puede dar al traste con los formalismos y acudir a lo que denomina una reforma constitucional para ajustar el instrumento legal, teóricamente democrático, en una herramienta para su accionar autoritario.

Por ello hoy tenemos como primera preocupación acelerar la guerra en la que hemos estado inmersos desde la propia fundación de la república, con la idea hoy de contribuir a la ruptura del capitalismo y a la nueva dimensión del socialismo.

Muy lejos estamos de propiciar un país productivo, capaz de proporcionar bienestar. Esto significa que tenemos mucha angustia-preocupación por cumplir con nuestro oficio de peones de los sistemas que manifiestan su disposición a mantenernos a su entera disposición.

Y en ese plano vemos hoy ubicadas muchas de las acciones internacionales de esta república bolivariana que parece soñar con un mundo neosocialista que tiene como principal promotor esta experiencia. Ayer fue Bolívar quien libertó siete naciones. Hoy desde su ‘patria grande’ se impulsan las luchas definitivas contra el imperio capitalista.

UN NUEVO FRENTE MUNDIAL PARA SUSTENTAR AL JEFE ÚNICO

De modo que, de quien esté montado en estas alturas en pos de la transformación del mundo y de los sistemas que lo rigen, difícilmente se puede esperar que esté al frente de una reforma constitucional que mire hacia las bases y fundamentos del propio país. La política internacional de este régimen está dirigida hacia la creación del nuevo frente mundial del socialismo. Esto es algo que no parece preocupar ni entusiasmar a rusos, chinos o vietnamitas, pero se ha convertido en punto esencial de la política bolivariana.

De modo que la constitución que nos espera estará llena de guerra-violencia-socialismo. Lo que ya está en la calle como políticas gubernamentales como instrumentos para garantizar el socialismo en estos territorios y contribuir más allá de las fronteras al mismo fin, son cuestiones que serán íntegramente recogidas en la nueva constitución que suponemos bautizará a la república como socialista y bolivariana, fundada sobre la base del marxismo-leninismo-bolivarianismo y cristianismo.

Una república que tendrá en sus cinco motores centros para una profunda acción que tendrá en los consejos comunales el principal centro de apoyo para los planes revolucionarios internos y externos. Porque es de esos consejos de donde surgirá la gran reserva militar capaz de impulsar los cambios-saltos históricos que ya están planteados en la dimensión nacional e internacional.

¿REFORMA CONSTITUCIONAL PARA UN PARTIDO ÚNICO  UN PRESIDENTE VITALICIO? 

Y el poder-control de este ex-país se hará más contundente con la creación del PSUV. En esta práctica vemos a todo el tren ejecutivo en estricta militancia partidista. Es el momento de la creación de una herramienta que permite diferenciar de manera terminante quién está y quién no está con la revolución. Aquí estará la lista de la Venezuela buena.

Esto significa que ha llegado la hora de las grandes definiciones. Se está con la revolución-Chávez o contra ellos. La radicalización impone estas precisiones. Es el momento de la creación de una herramienta que permita diferenciar de manera terminante quién está y quién no está con la revolución. Aquí estará la lista de la Venezuela buena.

O SE ESTÁ CON CHÁVEZ O EN SU CONTRA

En este sentido, el ‘jefe único’ al inscribirse en el PSUV declaró, refiriéndose a los grupos que se han negado a acabar con sus organizaciones para sumarse al nuevo partido: “No se puede decir que no se quieren sumar al PSUV, pero apoyan al Gobierno. El que está contra el PSUV está contra Chávez”. (EN, 06/05/07, p.04)

Sólo de esta manera se podrá tener conciencia del momento que vivimos. No son los tiempos de la ‘suave transición’ sino de la puesta en práctica de la más profunda radicalización que se sintetiza en la consigna ¡Patria, Socialismo o Muerte! Algo impensado en el discurso oficial de hace apenas meses. Pero los ‘favores recibidos’ el 03D-06 constituyen la última señal de la hecatombe-hundimiento de ‘las oposiciones’.

Desde ese momento son la mejor columna vertebral al servicio de un régimen que no vacila en la concentración del poder. Su mirada está dirigida estrictamente hacia el control total. La hegemonía en todos los órdenes, en el partidista, comunicacional, militar, económico, sindical. Es la toma-control de los medios de comunicación, del BCV, del espacio partidista, del movimiento sindical, de los cuarteles. Por todas partes se extiende y deja huellas la tarifa.

¿PREVALECERÁ EL ENTENDIMIENTO O TODO SE LO
LLEVARÁ LA RADICALIZACION?

Sabemos, por desgracia, que este no es un momento en el que prevalece el ánimo para escuchar y para abonar el camino del entendimiento. Todo parece estar dispuesto para la profundización de la guerra permanentemente anunciada por el ‘jefe único’. Para que quede mucha sangre en el camino. Una mortandad que pesará en la conciencia de quienes se prestan hoy para la fabricación de un futuro de tumbas y fosas comunes.

Porque la única manera de conducir a esta sociedad a un régimen negador de toda inscripción de democracia y libertad, es por la vía de la violencia-represión. Por ello vemos aumentar cada vez más los controles y la capacidad de compra-venta de conciencias por parte de un régimen que no puede menos que sentirse desvinculado del futuro, dada su actuación al servicio de las causas del pasado, del atraso y del propio ideario de Juan Vicente Gómez.

LA NUEVA TRAMPA CONSTITUCIONAL CUENTA CON EL APOYO DE ‘LAS OPOSICIONES’

La reforma constitucional es hoy, por tanto, una nueva trampa a favor de una hegemonía unipersonal que no duda en desechar a todo aquel que no se ajuste estrictamente a sus pautas y condiciones.

A estas alturas, ‘jefe exclusivo’ tiene conciencia de que puede avanzar en su proyecto personal sin necesidad de ajustarse a la camisa de fuerza de una constitución.

La propuesta de reforma constitucional no es más que un ensayo que contó con el visto bueno de las ‘oposiciones’, quienes una vez más juegan a servirle de pretexto democrático a quien ya rompió con todo pluralismo y asumió de manera directa la dirección del Estado.

UNA REFORMA PARA DARLE RANGO CONSTITUCIONAL AL PODER POPULAR Y SUS CONSEJOS COMUNALES

Por ello ahora simplemente quiere adecuar la constitución a las reformas que ya están implantadas. Lo fundamental en todo caso es el llamado poder popular que tiene su máxima expresión en los tan nombrados consejos comunales.

Toda una estructura que viene a imponer otra base-fundamento para la conducción y control de esta sociedad. Estos CC están llamados a ser la célula que se organiza a partir de la tarifa y de la más rigurosa militancia en el terreno del fanatismo y la obsecuencia.

Un poder popular, en definitiva, que será la gran armazón para el sustento de un autoritarismo-totalitarismo que tiene en el populismo su más nítida expresión y cobertura más significativa. Es el camino del ‘totalitarismo popular’, con el apoyo tarifado de buena parte del colectivo.

UN PODER POPULAR PARA EL ‘JEFE ÚNICO’ Y EL TOTALITARISMO

La llamada Reforma Constitucional trae aparejada la trampa del poder popular o poder para una jefatura única que ‘avanza a paso de vencedores’, cada vez con más bríos, hacia la consolidación del poder personal con acento militarista y encuadrado en el contexto de un totalitarismo diseñado en el marco y con los aditamentos propios de la ‘modernidad’.

El viejo tormento-miedo-terror ahora se convierte en una fina ejecución de un plan de control apegado estrictamente a la constitución y las leyes.

Esto quiere decir que vivimos un tiempo cargado de una descomposición que se tiende a disfrazar de felicidad. En sentido estricto estamos ante los últimos estertores de un régimen constitucional que camina hacia la negación de todo debate, pluralidad o participación activa y organizada.

UNA REFORMA CONSTITUCIONAL PARA CONVALIDAR LA FALTA DE TODA PERSPECTIVA DEMOCRÁTICA

La supuesta reforma constitucional está dirigida entonces a negar las reales ventajas de un régimen de esta naturaleza. Y es esto precisamente lo que nos obliga a pensar en términos de las perspectivas democráticas a que aludía Whitman y soñar con un país en el cual predomine la convivencia por encima de la guerra y donde pueda dejarse a un lado las miserias que hoy nos abaten.

Indispensable luchar por un país que no sea gobernado por la guerra-violencia, la intolerancia, la confrontación-polarización, la inseguridad y que no cuente con un aparato de seguridad del Estado que registre las figuras del exterminado, el abatido, el secuestrado, el peaje, el tráfico, el infame manejo de los ‘centros carcelarios’ donde está totalmente integrado el crimen.

PENSAR UN PAÍS SIN GUERRA NI GOLPISMOS

Pensamos un país que no esté inscrito en una guerra a muerte y un golpismo permanentes. Un país que no sea para la mortandad diseñada por los propios dueños de una sociedad que han hecho de la misma su más rentable empresa.

Nada paga dividendos de tanta magnitud como la miseria. Indispensable entonces mantener con vida todas las maquinarias de la muerte-destrucción, que permitan a la vez la conservación de los necesarios e inevitables poderes.

Es la maquinaria positivista en su más acentuada expresión. Allí seguimos atrapados por la corriente de pensamiento hecha institución positivista para mantener el orden de cosas que tan buenos resultados le ha dado a los grandes beneficiarios del atraso, la decadencia y el dolor que recae sobre el colectivo.

NO PODEMOS SEGUIR HACIENDO LA HISTORIA POSITIVISTA DEL SIGLO XIX

Por ello, quien piense en un futuro diferente tiene que comenzar por plantearse el problema de la orfandad del pensamiento que nos define. No es posible construir futuro con una visión de vida que permanece en el pasado.

No es posible pensar el mundo del mañana con las ideas positivistas del siglo XIX ni seguir ofreciendo socialismos que tienen el mismo sello ideológico y científico. Indispensable comenzar otro hacer con otro pensamiento de base material y carácter científico pero sin la inscripción de los ‘oportunismos revolucionarios’ que convierten al colectivo en invitado para la terrible tarea de detener la construcción del futuro.

¡Ha llegado la hora del otro pensar y de los otros resultados humanos e históricos!

Creemos que por aquí apunta el compromiso. ¡Tiene la palabra el debate! Muchas gracias.*


* Conferencia del Doctor Agustín Blanco Muñoz, el viernes 11 de mayo del 2007 en el Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, cerrando el ciclo sobre Reforma Constitucional, organizado por esa institución.

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