viernes, diciembre 16, 2016

VENEZUELA EN LA HORA DE SU MÁXIMA TRAGEDIA

Historia Actual

 


VENEZUELA EN LA HORA DE SU MÁXIMA TRAGEDIA
¿APRENDEREMOS ALGO DE ESTA TERRIBLE LECCION?
Agustín Blanco Muñoz

Decíamos ayer
Publicado en La Razón
el 19 de diciembre de 1999


ESTA TRAGEDIA NO COMENZÓ AYER

La tragedia que se produce en el país, a consecuencia de las intensas y prolongadas lluvias que azotaron, y azotan aún a buena parte del territorio,  no se inicia el 15D-99. Tiene una larga data, que alcanza los 507 años, y está  indisolublemente ligada a la historia de la pobreza. Una historia que se inicia con la llegada del invasor, quien arremete contra la propiedad colectiva, forma de vida y  organización del hombre de estas tierras, para establecer una sociedad a la medida de sus intereses. A partir de ese momento, se imponen las leyes de quien arriba a este continente en plan de dueño y señor. Y se conforma una clara división entre riqueza y pobreza, superior e inferior, que se mantiene inalterable hasta nuestros días.

Por ello hemos afirmado que el pueblo-pobreza-explotación surge en estas tierras en 1492, al producirse la invasión. Y no sólo se trata de aquel conglomerado que sobrevivió el genocidio adelantado por el invasor contra más de 20 millones de aborígenes, sino que a él se habría de sumar todo aquel sin acceso a bienes de fortuna. Ese conjunto humano habrá de constituirse en el colectivo-pueblo-pobreza. Y las leyes del invasor se encargan de dejar perfectamente delimitados los espacios que habrán de ocupar y las condiciones y derechos a los que podrán aspirar.

LA RIQUEZA CREA SU POBREZA

Al pobre, en consecuencia, le corresponde, por designio de la propia imposición, velar, alimentar, cuidar la riqueza, aún por encima de la profundización de su propia agonía-destrucción. La pobreza subsiste para que florezcan y perduren los beneficios-privilegios de la riqueza. Pero debe tener bien definida su ubicación y la función que le corresponde cumplir. En ese sentido, el colectivo-pobres, se constituye para la riqueza en una institución en la cual se debe invertir a fin de que pague los mejores dividendos y preste los más rentables servicios.

A pesar de la condición de inferioridad que se les impone, resultan imprescindibles para garantizar el crecimiento de la riqueza. De modo que se les asigna indistintamente el papel que conviene a la clase dirigente de turno. En todo el período anterior a la llamada república, la pobreza sirvió para extraer perlas del fondo del mar, minerales del centro de la tierra, sembrar y cosechar los granos, atender y servir a los dueños, cargar y construir lo que fuese de utilidad para la riqueza.

EL ESPACIO DE LOS POBRES SIEMPRE HA ESTADO BIEN DELIMITADO

A la hora del movimiento independentista, el pobre es utilizado como el soldado- carne de cañón, a quien se le gana con el ofrecimiento de cambios que mejorarían sus menguadas condiciones de vida.  Pero el triunfo de los patriotas, sólo vino a consolidar la continuación de la sociedad regida por la oligarquía, ratificando al colectivo-pueblo en su carácter de instrumento al servicio de la riqueza. Por ello, el aparato de dominación se cuidó desde un inicio en darle la ubicación más conveniente.

Se trataba de crear dos espacios geográficos bien definidos, que permitieran delimitar los respectivos intereses. En ese sentido, el espacio de los pobres, estuvo bien diferenciado. En el casco urbano está la residencia de la riqueza y la administración-gerencia, actividad comercial y control-gobierno de sus bienes. Más allá, con clara separación, está el campo en el cual se realiza la acción agrícola o pecuaria.

EL PETRÓLEO Y EL POPULISMO DESPLAZARON
LA POBREZA HACIA LAS CIUDADES

Esa situación materialmente perduró hasta que se inscribió el petróleo en la economía nacional. En ese momento se produce un desplazamiento del espacio de la pobreza. El campesinado es atraído por una ciudad que ve crecer su actividad administrativa-comercial e industrial. Por consiguiente la mano de obra se desplaza del agro a las fábricas.

Y al producirse la proletarización del colectivo-pueblo y la progresiva extinción del campesinado, se define un espacio para la pobreza en el propio marco de la ciudad. Se registra así una especie de convivencia, a pesar de que el modo de vida, tipo de vivienda y ubicación específica conservan sus especificidades. Hay entonces las urbanizaciones de los dueños-señores, ubicados en los mejores y más seguros lugares, y los barrios de la pobreza agolpados en terrenos baldíos, en los parajes más inhóspitos.

Mientras en el primer caso se trata de construcciones firmes, provistas de todos los servicios, en el segundo, estamos frente a viviendas improvisadas, situadas en terrenos inestables, que carecen de adecuada infraestructura. No se produce un proyecto ni un diseño de vivienda para este colectivo. Por el contrario, se le deja hacer, con lo cual crece vertiginosamente la toma de espacios inseguros.

UN CINTURÓN DE MISERIA QUE PAGA LOS DIVIDENDOS
DEL VOTO

La ciudad capital, además de centro administrativo-gerencial de la riqueza, es el asiento de los poderes. Esto hace posible la inversión de grandes sumas para ganar el favor político de los pobres. Este es  un fenómeno alimentado abiertamente por la llamada democracia representativa puntofijista.

Una democracia que, al nacer, implanta un Plan de Emergencia que produce un verdadero éxodo del colectivo-pueblo del campo hacia la ciudad. Se acentúa la excesiva concentración de población en las ciudades, particularmente Caracas, y el casi total abandono del campo. Y es a partir de este momento cuando comienza a crecer vertiginosamente el llamado cinturón de miseria.

 La pobreza que se agolpa en la ciudad está entonces muy por encima de la demanda para la producción de riqueza, pero el “remanente” paga dividendos cuando se le llama a votar por quien le permite vivir en el espacio de la riqueza del cual puede derivar despojos o sobras urbanas con las cuales subsistir. La pobreza se ha acercado entonces –y ahora- a la riqueza y a la fuerza política que ejerce el mando. De ambas aspira obtener los beneficios para el simple subsistir. En este sentido, esa fuerza-pobreza desde 1958 es objetivo de los políticos del populismo-subsidio.

UN COLECTIVO DESPLAZADO SE REFUGIA
EN CUALQUIER ESPACIO

Pero este fenómeno no puede verse aislado del propio proceso económico que vive el país al quedar inserto en la globalexplotación. Los nuevos modelos económicos generan acumulación y riqueza sin estar directamente vinculados a una masa obrera que es sustituida y reemplazada por las nuevas tecnologías. En ese marco, la pobreza proletaria que al menos percibía un sueldo miserable, pasa a convertirse en un colectivo desplazado, sin lugar en la producción, sin recursos para subsistir, que se ve empujada a los mayores padecimientos: hambre, hacinamiento, insalubridad,  inseguridad, drogas, delincuencia, miseria.

 Esta población busca refugio en cualquier espacio, ubicación en cualquier rincón donde pueda levantarse un techo de zinc. No importa la carencia de servicios, éstos los creará la necesidad. Y comienzan así a apilarse casas tras casas, sin otro orden ni concierto que el de sembrarse en un pedazo de tierra, por más inhóspita que sea.

LOS GOBIERNOS DEJAN HACER Y HASTA ESTIMULAN ESTA MUERTE ANUNCIADA

Los diferentes gobiernos, a su vez, dejan hacer, sin que medie planificación ni preocupación alguna por la vida de quienes se agolpan alrededor y en medio de la ciudad. Por el contrario, lejos de procurar políticas capaces de crear mejores condiciones de vida, se dedican más bien a remendar y paliar, con lo cual multiplican los males y refuerzan los peligros.

En lugar de procurar, como dicen las ordenanzas, que no se construya en un perímetro determinado de las quebradas, se procede a embaularlas, con lo cual materialmente se permite e invita a esa población a asentarse a sus orillas, a enclavarse en los cerros, a configurar un hábitat de alto riesgo y de inmensa peligrosidad.

Nada de esto es nuevo, por supuesto. Es sabido que anualmente las lluvias cobran su cuota de muertos, damnificados y  despojados. Y pareciera que es un pago que se acepta sin mayores dolientes.

ESTA TRAGEDIA DEJA AL DESCUBIERTO LA ESENCIA
DE ESTA SOCIEDAD DESHUMANIZADA

Pero ocurre que en esta ocasión, la furia de la naturaleza multiplicó el desastre y dejó al descubierto el sentido y esencia de una sociedad que, como la del invasor, permanece dividida entre una riqueza que goza de los mejores privilegios y una pobreza dejada a la peor de sus suertes.

Ese es el cuadro que presenciamos hoy. Los desaparecidos, muertos, tapiados, damnificados pertenecen en su gran mayoría, por no decir en su totalidad, al pueblo-colectivo-pobreza. Las casas derrumbadas estaban a las orillas de quebradas embauladas, en cerros inestables, en lugares que pertenecen a los cauces de los ríos.

Y el agua se llevó barriadas enteras, dejando el dantesco espectáculo de la muerte instalada en el rostro de seres a quienes no se les ha dado la oportunidad de vivir.   


SÓLO UNA AUTÉNTICA REVOLUCIÓN PODRÁ HACER
DESAPARECER AL PUEBLO-COLECTIVO-POBRES

Ayer fueron los pobres de El Limón o Cariaco. Hoy las voces de la compasión y el dolor también se levantan. Pero, al pasar los días todo volverá a la normalidad y se olvidará, como se ha hecho siempre,  que la pobreza vive en los espacios de la muerte y que la llamada solidaridad y emergencia no debe servir para lavar las culpas y cubrir temporalmente el fenómeno.

 Tal vez la diferencia estribe ahora en que los daños fueron de tal magnitud que la destrucción tocó también otros puntos débiles de un sistema de explotación, incapaz hasta de organizarse para la mejor obtención de beneficios.

La improvisación, la incoherencia, la falta de planificación, producto de la corrupción, la apetencia de ganancias rápidas, la burocracia, trae como consecuencia que junto al desastre que acabó con las casas y las vidas de la pobreza, se llevara también vialidad, accesos, aeropuertos, puertos, y centros importantes para la economía de la global-explotación.  Algo que no es aceptable para los socios transnacionales.

VENDER REFORMISMO POR REVOLUCIÓN ES HACERLE
EL MEJOR SERVICIO A LA CONTRARREVOLUCIÓN

Por ello, en esta hora triste y terrible de esta Venezuela damnificada y maltrecha, se impone tocar la raíz, la causalidad-realidad de la pobreza y elaborar las políticas y programas que reclama su superación. Algo que sólo puede adelantar una auténtica revolución.

¿Llegamos en este país al fin de la masacre de los pobres o estamos ante otra simple oración que expresa el dolor momentáneo que ya mañana formará parte del olvido que impone el reacomodo? ¿Llegará la cara festiva del sol y olvidaremos la tragedia de este diciembre?

¿Vendrán nuevas elecciones y volcaremos sobre ellas todas nuestras revolucionarias energías? ¿De qué se trata, final y definitivamente? ¿De no hacer nada mientras llega la verdadera revolución? De esto hemos hablado en esta misma columna.

Un gobierno, en los términos del reformismo puede abrir importantes vías hacia la participación que permita echar las bases para el futuro desarrollo de la futura y auténtica acción revolucionaria. Mientras eso no ocurra y se venda el reformismo por revolución, se estará haciendo el mejor servicio a la contrarrevolución.

EL GUAPO REVENTÓ MUCHAS VIDAS

La represa de El Guapo se reventó. Arrasó con toda la vida que le circundaba. Dejó sin agua potable a mucha, muchísima gente. La palabra presidencial se refiere a una investigación que mandó a realizar porque hay la sospecha de que la construcción realizada hace veinte años adolecía de fallas graves. Se establecerán responsabilidades (CNN,17-12-99) Este, de verdad no parece ser el problema.

A esta hora, el objetivo no puede estar dirigido a buscar los culpables en particular. Hay que tocar lo profundo causal, las políticas y programas, la planificación urbana aplicada. Si el examen va en esta dirección quedará claramente establecido que estamos ante el caso tipo de muertes de la pobreza, muertes con sello y contenido de clase.

Porque, lo hemos dicho, la clase del gran capital no cae abatida por lluvias ni quebradas, así como no cae liquidada por la muerte en carretera en un asueto cualquiera.

¡CHAVEZ TIENE QUE AYUDARME!

El testimonio es de un hombre de unos 65 años. Avejentado, con cara de asombro y padecimiento. Dice haber quedado sin nada, sin familia, sin casa ni enseres. La pregunta periodística toca el cómo se siente y qué va a hacer. Su respuesta es directa: yo solo espero que Chávez me ayude. Yo siempre lo he ayudado con mi voto y creo que ahora no me va a defraudar. Necesito un pedazo de techo para vivir mis últimos días. Mi gente no me la pueden devolver, pero que me den un techito. (CNN,16-12-99).

 Es el drama de la vivienda. El déficit que registran las fuentes oficiales supera los dos millones. Pero es un registro dudoso porque no se establecen las condiciones para que un alojamiento se le pueda calificar de vivienda adecuada, digna o decente. En todo caso, podría pensarse en una carencia mucho mayor.

Pero la cuestión no es sólo de precisión numérica. Sean dos o cuatro millones, no podrán ser construidas con la actual estructura económica y social. En el marco del reformismo no es posible establecer ningún tipo de plan que garantice la construcción de un millón de unidades en cinco años.

Esta es sólo una de las tantas miserias de esta sociedad. Sólo con una transformación económica y social, producto de una revolución auténtica, que comience por establecer la redistribución de la riqueza, podrá pensarse en una población viviendo en su totalidad en condiciones humanas. De resto, proseguiremos en la conformación de proyectos para la irresponsabilidad, la mentira y la demagogia.

DEJEMOS DE CONTAR LOS MUERTOS

A lo largo del proceso venezolano, la institución pueblo-pobres se ha visto obligada a poner y contar sus muertos. La tropa realista y patriota, de los caudillos, dictadores o demócratas, se nutre de las mayorías sociales. Y detrás de los activistas-guerreros andan sus familiares tratando de ayudar y resguardar los suyos. Solidaridad y humanidad de pobres.

Los caídos son recogidos y muchas veces enterrados. A un registro de muertos sigue otro y otro. A la hora de las catástrofes por causas naturales, ocurre algo parecido. En una situación de insubordinación-protesta como el 27F-89, que la respuesta gubernamental convierte en la mayor masacre de la historia de este expaís, también debieron salir los familiares de los pobres destrozados a recoger los cadáveres y registrar las huellas.

Hoy, ante esta dimensional tragedia, que toca y ataca inclemente la pobreza y clase media empobrecida, por todas partes anda la angustiosa búsqueda. ¿Dónde se encuentra? ¿Está vivo mi familiar, mi amigo? ¿Habrá sobrevivientes en los pueblos cercanos a El Guapo?

 ¿Hasta dónde llegará la tragedia en El Litoral o en Galipán? Oficialmente no hay listas de fallecidos, desaparecidos, heridos. Pero la gente que no sabe de los suyos, se lanza a averiguar sin tener quien le pueda informar. La situación es muy difícil. Los medios transmiten los mensajes de familiares buscando sus desaparecidos. ¿Cuántos aparecerán? ¿Cuántos dejarán de existir?

Hay pueblos y barrios desaparecidos. La prensa de hoy refiere 2000 desaparecidos en el Barrio Blandín. ¿Cuántos serán los miles de muertos? El problema no está sólo en los números que serán registrados, sino en que eso pudiera obligar a definir una política-programa para que no se reproduzca esta terrible tragedia.

UNA TRAGEDIA ESCONDIDA POR LAS ELECCIONES

Los boletines metereológicos anunciaron que el 15D-99 estaría lleno de lluvias. La voz oficial fue enfática y repetitiva en su mensaje. Bolívar dijo que si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y la obligaremos a que nos obedezca. Y además hay que rezarle a San Isidro Labrador para que quite el agua y ponga el sol. Y todo eso servirá para que la gente vote.

El boletín refería que las lluvias serían fuertes y que no era cuestión de invocar a Bolívar y San Isidro. Tal vez sea exagerado afirmar que la pasión electoral no permitió hacer ningún tipo de consideración del peligro que se avecinaba.

Todavía cerca de las cuatro de la tarde, el presidente de la ANC declara a los medios que ha solicitado una prórroga para que los comicios se extiendan hasta las 6 pm o hasta cuando haga falta. Al parecer, nadie llegó a pensar lo que estaba planteado o en lo que ya había ocurrido. La tragedia estaba totalmente escondida por las elecciones.

Sólo y en el momento en que llega la tragedia con toda su carga de muerte y destrucción fue posible saber lo que significaban los anuncios metereológicos. ¿Y entonces para qué sirve que en este expaís se anuncie una catástrofe?

¿Cuáles son las previsiones que se tomaron en este caso? Esta tragedia tiene una magnitud sin precedentes en la historia de este expaís. Y va a ser necesario abrir una verdadera discusión respecto a la procedencia de los planes de contingencia que existen hoy aquì.

SAQUEO A PROPIEDADES ABANDONADAS

El almirante Tinedo declara (Unión Radio, 17-12-99) que uno de los problemas mayores en las labores de rescate lo crea la constante amenaza de saqueos. Señala que se trata de desadaptados que atentan contra propiedades que han quedado sin la vigilancia de sus propietarios. Dijo también que se trata de gente que no les importa para nada la tragedia que se está viviendo. A este respecto hay que señalar que la conducta hamponil denunciada se corresponde con el nivel de degeneración que caracteriza hoy la sociedad venezolana.

Al lado del pillaje común, está el político que se materializa en la corrupción, y muchas otras formas como la que se concreta en la masacre carcelaria. Y hoy, mientras se intenta saquear en los lugares siniestrados, en La Planta se produce la fuga, vía túnel, de más de 60 presos. Por supuesto que se refiere la complicidad interna. La cárcel sigue en manos de la mafia-droga-guardia.

La última refriega en Tocuyito deja 12 muertos (UN,17-12-99). El saqueo, el asesinato, la corrupción carcelaria, tribunalicia, etc. ¿cómo pedirle a un delincuente que respete la propiedad de un damnificado si hay funcionarios que roban desde su posición ejecutivo-gerencial?

LA MAYOR TRAGEDIA DE LA HISTORIA NACIONAL

El Ministro de Infraestructura declara que toda la población de La Guaira será evacuada por vía marítima a partir de las próximas horas, debido a la falta de recursos básicos que quedaron destruidos. Esto da una medida de la dimensión de la tragedia.

Si esto se une al drama Miranda, Quebrada Catuche, Quebrada Anauco, Galipan, Blandín, Miranda o Falcón, caemos en cuenta que sobre tan grande tragedia no pudimos o supimos leer ningún anuncio a pesar de los muchos días de lluvia y los recientes fenómenos ocurridos en países vecinos.

La manifestación-estallido de la naturaleza no podía desviarse ni impedirse, pero tal vez podría o debería, en términos de las ciencias, manejarse alguna idea o hipótesis en torno a la situación planteada. Eso no ocurrió.

 Y estamos frente a la mayor tragedia de la historia nacional y tal vez la de mayor dimensión en América Latina. Cuando salga publicada esta columna, ya deben manejarse cifras. No es posible mantener oculto un drama de esta dimensión por mayor tiempo.

LA DIMENSION DE LA TRAGEDIA NOS ENMUDECE

En el caso del litoral hay muchas partes que materialmente desaparecieron como es el caso de Carmen de Uria, Naiguatá, Quebrada Seca, Osma, Todasana, Chuspa, Caruao, buena parte de Caraballeda, Los Corales, Tanaguarena, Punta Mulato, Anare, El Cojo. De igual modo desaparecieron lugares como La Guzmania o Las Quince Letras.

DESAPARECIÓ MÁS DE LA MITAD DE LA POBLACIÓN DE LA GUAIRA

La informante nos dice que todos los ríos crecieron al mismo tiempo para traer la pena de los muertos. Yo diría, agregó, que desapareció más de la mitad de la población de La Guaira. Y yo entiendo lo que dice el Ministro de evacuar completo La Guaira por la reconstrucción, porque no se puede hacer otra cosa. Reconstruir esto es hacerlo de nuevo y esto llevará unos veinte años.

Esta es una de las mayores tragedias de la historia latinoamericana y mundial. La palabra no llegó más allá: tu testimonio me deja mudo. Había pensado en un elevado número de muertos, pero nunca supuse que esa cifra pudiera alcanzar tan altos y terribles registros.

Ojalá y esta  dolorosa lección pueda servir para echar a andar otro esquema histórico, otra interpretación de esta realidad, y que los actores del día no se consideren los gigantes de un tiempo y las figuras únicas del porvenir. La reconstrucción de estas realidades siniestradas corresponde a toda una población, a la participación de todos.

Si el Ejecutivo cree que puede asumir ésta o cualquiera otra reconstrucción por sí solo, aumentarán los fracasos y hasta las penas. Quedaremos sólo para realizar agitación electoral y todas aquellas tareas que sirvan para alimentar la mediocridad y  el infortunio de esta sociedad. Lo contrario es la gran convocatoria nacional, la inmensa participación para que la gran mayoría pueda establecer los verdaderos caminos de la transformación.

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