martes, octubre 18, 2005

¡HACIA OTRA MOROCHA-TRAMPA ELECTORAL!


El argumento de la lectora Milagros J. Contreras es emocional pero explicable. Dice que nuestros puntos de vista sobre la inutilidad del voto en las actuales circunstancias son inobjetables, pero que de todos modos ella va a votar porque algo hay que hacer. Apunta además que si lo que tenemos como candidatos a la AN son de AD y COPEI no podemos hacer otra cosa que ir con ellos porque son mejores que los candidatos del oficialismo.

VOTAR O NO VOTAR: LA MISMA TRAMPA

Ante este planteamiento reiteramos que el problema no reside en votar o no votar. En las actuales condiciones es igual abstenerse que hacer la cola y cumplir con ‘el derecho ciudadano’ porque el resultado ya está establecido por la maquinaria del fraude-trampa y por la inexistencia de una verdadera oposición. Esto quedó claramente establecido en las tres últimas elecciones. En el pasado reciente acta mataba votos. Ahora automatización no atenta contra la “Revolución”. Y es por ello que el proceso ganará cuantas elecciones se le pongan por delante.

Pero, profesor, los cinco grandes partidos de la oposición se unieron y ahora confían en el CNE, dejaron a un lado la acusación de fraude, tienen inscritos sus candidatos y hasta postularon candidatos en base a las cuestionadas morochas, entonces ¿cómo se explica que usted persista en una posición anti-electoral? En realidad, no se trata de una posición opuesta a lo electoral sino a la trampa montada y vuelta a montar. Y tenemos conciencia del discurso y la práctica ambivalente de los “cinco grandes” que, en definitiva, constituyen el más firme apoyo a la política del fraude. Ellos, en sí mismo son un fraude.

EL CONSUELO DE ‘LAS OPOSICIONES’: AGARRANDO AUNQUE SEA FALLO

Por la vía de la abstención no conseguirían beneficio alguno, por cuanto su política se limita al juego a la burocracia electoral. Su única aspiración reside en el logro de curules-espacios. Pero en un principio las cuentas dan un precario resultado. En el mejor de los casos ‘las oposiciones’ sacarían unos 30 diputados porque con las morochas el oficialismo tendría todas las de ganar. Pero agarrando -dijeron a coro y para ser muy originales- aunque sea fallo. Con lo que se obtenga se le creará al menos algunos obstáculos a nivel de la AN.

EL FRAUDE ENMOROCHADO

Pero después que han admitido las morochas oficialistas y se han acogido a la ley según la cual lo que es igual no es trampa, para inscribir sus candidatos enmorochados, proceden a pedir al TSJ un Recurso de Amparo que podría anular el instrumento. La solicitud la hace AD y para sorpresa de muchos el más alto tribunal acepta la petición. Y de inmediato comienza un debate que tiene mucho de especulación respecto a lo que ocurrirá con las célebres morochas y las consecuencias que traería su posible liquidación.

OTRAS MOROCHAS PARA EL MISMO FRAUDE

Se plantean tres escenarios. El primero tiene que ver con la posible eliminación de las morochas por inconstitucionales ya que cercenan el derecho de la representación de las minorías. Esto conduciría, según el presidente del CNE a la suspensión de los comicios del 04D-05. Y la pregunta es obligada: ¿De dónde sale nace ahora la inclinación del oficialismo hacia el respeto de la constitución y las leyes? ¿Se estará valiendo la confederación de grupos gubernamentales de la eliminación de las morochas como un pretexto para ganar el tiempo necesario para corregir fallas y armar una nuevas morochas para darle continuación al mismo fraude? El objetivo tiene que estar seguro: alcanzar la mayoría calificada en la AN.

ANALISTAS DE ‘LAS OPOSICIONES’ ANUNCIAN
UNA DEBACLE OFICIALISTA

Algunos analistas ‘opositores’ entienden que esto puede significar “una debacle” para el oficialismo y bajar considerablemente el número de diputados. En este caso, ...“la alianza de los cinco partidos opositores podría obtener un mínimo de 52 y un máximo de 61 diputados; mientras que el chavismo se movería en una cifra cercana a los 105 parlamentarios.” Esto quiere decir que sin ‘morochas’, el chavismo vería muy complicada su meta de consolidar una mayoría hegemónica en el próximo parlamento. (EN, 16/10/05, A/2).

MUERTAS LAS MOROCHAS SE ACABA LA RABIA Y
TODA POSIBILIDAD DE HEGEMONÍA

Esta apreciación corresponde a un análisis precedido por el subjetivismo-emoción. Y de nuevo se pasa al plano de darle credibilidad a las acciones que emanan del oficialismo. Le cuesta mucho a estos analistas del facilismo admitir que aquí no hay Estado de Derecho ni manejo serio y honesto de la cuestión electoral. Son los mismos consejeros que para el 15Ag.-04 dijeron estar completa y totalmente seguros que el RRP estaba blindado y que no era posible ningún fraude. En esta ocasión venden la misma mercancía: muertas las ‘morochas’ se acaba la rabia y el oficialismo pierde toda posibilidad de alcanzar la hegemonía.

¿COMIENZO DE LA TRANSPARENCIA ELECTORAL?

En este caso se olvida lo más elemental. Si el oficialismo elimina las ‘morochas’ es porque quiere dar una muestra de amplitud para consumo nacional e internacional y porque tiene estudiado y montado otro operativo-trampa. No es posible concebir que es a partir de este momento cuando comienza la historia de la transparencia electoral. Lo repetimos una vez más: este régimen no va a caer por elecciones. Eso está totalmente estudiado y dispuesto.

CUALQUIER DESCALABRO ELECTORAL OFICIALISTA
PUEDE TERMINAR EN UN AUTOGOLPE

En este sentido, un descalabro electoral podría conducir hasta los límites de un ‘autogolpe salvador’ y liquidador de obstáculos y desavenencias que pongan en peligro la necesaria y rentable estabilidad. Si se acuerda deponer ‘las morochas’ y posponer las elecciones no es para abrirle espacio a ‘las oposiciones’ sino para afinar un operativo que termine de enterrarlas. Y hay la disposición a utilizar todo tipo de arma, hasta el montaje-golpe supuestamente desestabilizador que justificaría todo tipo de represión.

El segundo escenario alude a la posibilidad de que el TSJ mantenga la validez de las morochas, evitando con ello dar motivo-espacio al seguro e inevitable cuestionamientos a las elecciones anteriores, en las cuales se aplicó ese instrumento. Esa decisión dejaría las cosas como están. Y se tendría la seguridad de que nadie protestaría, dado que tiene aceptación universal la gran máxima política según la cual ‘lo que es igual no es trampa’ y menos aún en un juego en el que la trampa es el primer y más importante actor. Las palabras del presidente de la AN son terminantes: ...“Creo que lo más útil para la democracia es que el tribunal ratificara las morochas”. Y agrega: La gente no entendería que se suspendieran las elecciones.

No se sabe con certeza cuál es el juego planteado, pero no es difícil suponer que todo apunta hacia una próxima trampa. Por eso el dirigente apunta: ...“Ahora, si nos las llegan a quitar, cosa que no creo, igual les lanzamos 120 diputados por el pecho a la oposición. Les vamos a dar una paliza histórica.” (EN,17/10/05, A/4) Con las morochas la meta son 134 diputados, pero si el TSJ las prohibe se conseguiría entre 115 y 120 diputados y la mayoría calificada la hacen 112 curules (UN, 17/10/05, p.18). En todo caso debe recordarse que los ‘analistas opositores’ hablan de un mínimo de 52 y un máximo de 61 diputados y admiten que el chavismo obtendría una cifra cercana a los 105 diputados, es decir que a lo único que aspiran es a impedir que el oficialismo alcance la hegemonía total.

CON O SIN MOROCHAS: LA TRAMPA VA

En general podría pensarse que si hay esta decisión no habría hecho falta admitir el recurso interpuesto por AD. Si se hubiese declarado inadmisible no habría ocurrido nada. Se podría pensar que se le admitió mientras se sigue estudiando la situación planteada. Si se llega a la conclusión de que están dadas las condiciones para el triunfo que se quiere entonces quedarán con vida ‘las morochas’. Parece absurdo que a estas alturas este régimen exhiba algún tipo de resquemor ante la operación fraude.

El último escenario lo configuraría el silencio-acción para que no se llegue a una toma de decisión. Siempre se puede dar largas a los asuntos judiciales en este ex-país y máxime cuando no habría presión por parte de quien se supone adversario. Porque se puede afirmar sin temor a equivocaciones que de darse largas a la decisión en el TSJ, ‘los cinco grandes’ no van a sacar una manifestación de protesta a la calle ni procederán a retirarse de las elecciones.

A esta hora parece elemental que el escenario a ponderar es el primero. Pero es importante observar que alrededor del mismo o de cualquiera otra salida que se perciba siempre va a estar claro que el acuerdo-negociación es el centro y base de todo lo que luzca como arreglo, que es hermano legítimo de todo tipo de trampa.

NI GOLPE NI ELECCIONES

Y mientras no haya conciencia de esta situación, el colectivo quedará a merced de las disposiciones y lineamientos de las ‘oposiciones’ y del ‘proceso’, que se evidencian como dos formas más del mismo pasado fraudulento. Ante esta conclusión, persiste la interrogante fundamental: ¿qué hacer?

Repetimos: la salida, si no quiere ser repetición de lo mismo, no es ni electoral ni golpista. Por consiguiente, y a estas alturas de la destrucción promovida por el proceso y avalada por una oposición que busca sólo salvar sus propios espacios, el camino es difícil y largo. Pero pasa por la concientización de lo que aquí ocurre, para generar una organización participativa y horizontal capaz de crear una verdadera red, que dé respuestas, desde el propio colectivo, a nivel local y nacional, a las situaciones que se presenten.

EL ARMA DE UN COLECTIVO CONSCIENTE

Si esto fuese así, por ejemplo, la abstención podría perfectamente funcionar como un arma política valedera y de peso. Tendría la virtud de deslegitimar tanto al ‘proceso revolucionario’, cualquiera sea los resultados a que conduzca su trampa-fraude, pero a la vez, a quienes le hacen el juego. Proseguiría el deslinde entre quienes están llevando este expaís a su máxima destrucción y sus cómplices, pasivos o activos, y quienes están dispuestos a luchar por la vía pacífica, pero con el poder y la fuerza de las mayorías, para avanzar en la dirección de sus conveniencias particulares-partidistas.

LA MEJOR ARMA ES LA MANIFESTACION PACIFICA
DE UN COLECTIVO ORGANIZADO

Para un gobierno depredador como éste, un Estado delincuente, la mejor arma que se le puede oponer es la manifestación pacífica de un colectivo organizado. Y hay tareas inmediatas que cumplir: comprensión de Venezuela en el contexto mundial, crear centros de debate-acción sobre nuestra problemática, promover y desarrollar una gran red de la disidencia, comenzar a diseñar una organización que atienda a los lineamientos del colectivo y se rija por sus propias orientaciones, empeñarse en producir nuevas políticas para las nuevas circunstancias que vivimos, considerar a este respecto la posibilidad de formar un poder distinto al oficialista, cargado cada vez más de fuerza-poder y creación-trascendencia. Entonces estaremos apuntando hacia el futuro, que hace tiempo nos está esperando.

abm333@hotmail.com


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