jueves, noviembre 17, 2011

¿VAMOS O ESTAMOS EN EL 2000 SIEMPRE?


¿VAMOS O ESTAMOS EN EL 2000 SIEMPRE?

Agustín Blanco Muñoz

Cada vez que comentamos lo difícil que es salir de la presente situación, se levantan voces de  inconformidad, rechazo y hasta de protesta, menos racionales que emocionales.

Para muchos este régimen está viviendo los días previos a su derrota electoral el 07Oct-12. Y nada quieren saber de análisis  que apunten hacia otra dirección. La respuesta es silenciar toda disidencia u opinión contraria. Una tarea a la que se suma parte considerable de los medios de comunicación.

En general, está establecido un pensamiento único en defensa del voto. La oposición institucionalizada a nivel MUD ha llegado al pleno  convencimiento de que ésta es la vía correcta para superar la difícil situación que padece la mayoría.¡Por votos llegó y por votos se va!

¿Pero cómo arriba esta militancia antigubernamental a la convicción de que aquí las cosas se arreglan a punta de votos y que con las primarias y la unidad está el mandado hecho para sacar al golpista-presidente (GP)?

Lo hemos dicho muchas veces: este régimen tiene la habilidad de recubrir sus llamadas intenciones revolucionarias con la más ‘clara y transparente expresión de la democracia: el voto’. Desde la convocatoria a la constituyente hasta hoy está establecido que es el voto el llamado a garantizar cualquier  cambio en forma pacífica y legal.

Y en ese camino las oposiciones hacen abstracción de toda consideración o estudio que les permita caracterizar la naturaleza de este gobierno, porque hacerlo significaría una contundente acusación.

Para las oposiciones es indispensable hacerle creer al electorado que su “Opción Democrática” tiene un espacio y proyección propios y que actúa en un contexto democrático en el cual hay un gobierno que respetará la voluntad popular del voto.

De modo que aquí todo está  determinado por  la maquinaria electoral del régimen asumida como suya por las oposiciones.

Y esto conduce a la aceptación general de un instrumento, dirigido a constituirse en el arma y las balas respectivas para garantizar la permanencia de un régimen que prosigue en el mismo ciclo invasor que ya tiene un registro general de 510 años.

Estamos entonces entrampados, manejados, atemorizados e idiotizados por las armas-balas de un  electoralismo que cuenta con la “institucionalidad democrática” que se junta a una gran cantidad de medios que reducen sus espacios de comunicación política  sólo a lo que tenga que ver con el  apoyo a la entidad del voto.

Y en esa dirección está claro que ya no hay para dónde coger. La historia del 07Oct.2012 ya está escrita. Todos los escenarios conducen al mismo resultado: el triunfo del GP.

Y lo más grave: la victoria ya se puede cantar en medio de un contexto de tranquila aceptación o de violencia para enfrentar  lo  que algunos grupos pueden considerar como fraude.

La tiranía, comandaba por un jefe que pone bajo su autoridad leyes e instituciones, seguirá recibiendo de la gran movilización electoral de las oposiciones la más extendida y efectiva legitimación.

 Este ex país en pleno está identificado con lo ex electoral.

Así, lo que para muchos es tiranía para otros es visto como una democracia. Sobre todo para unas oposiciones obligadas a ocultar su verdadera naturaleza y a mantener a buen resguardo  la ficción de democracia que tan buenos dividendos proporciona. Más que colaboracionismo o complicidad aquí hay identidad.

De modo que no es el régimen, que en forma aislada y solitaria avanza hacia la consolidación de una mayor y mejor tiranía, sino que a este objetivo se suman, en plena unidad de propósito, las llamadas oposiciones.

Esto quiere decir que ya los supuestos opositores saben lo que ocurrirá el 07Oct-12. Y actúan con el simple propósito de conseguir sus respectivas parcelas de poder.

La pregunta que habría que hacer es muy concreta ¿Cuál burla es más tiránica y descarada? ¿La de un régimen que no oculta sus propósitos de llegar al “2000 siempre” o la de una “Opción Democrática” que no se diferencia del régimen?

El discurso de los precandidatos es muy claro. Ellos no vienen a enfrentar el proyecto castro-chavista que nos convirtió en parte de Venecuba. Sólo persiguen corregir lo que anda mal y dejar en pie lo que marcha bien. Esta es la línea trazada por las maquinarias partidistas.

La única voz que parece dispuesta a apuntar hacia la disidencia es la de Diego Arria que, entre otras cosas plantea la convocatoria a una nueva constituyente para desmontar el ‘imperio socialista del siglo XXI’.

Pero si los grandes bloques políticos están cuadrados con la salida electoral ¿estarán los no alineados en esa fórmula dispuestos a promover la violencia? Esto no está planteado. Pero tampoco se puede formar parte de una coyuntura electoral determinada por el fraude que se expresa de las maneras más disímiles.

Hemos sostenido que esta unidad electoral de oficialistas y oposiciones, sólo puede ser enfrentada por la fuerza social consciente y organizada  que se abra en lucha por avanzar en el camino de la construcción de la democracia para un verdadero y auténtico país.

Una fuerza social que ya no seguirá arrastrada por los mecanismos de lo que se exhibe como la gran democracia del voto vuelto trampa-bala-miseria-engaño 2000 siempre. ¡Que historia amigos!  T:@ablancomunoz

El Universal, 18 de noviembre del 2011

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este es un trabajo simplemente excepcional que debería ser leído y estudiado. Lástima que nuestros políticos no se ocupan de eso.

José Méndez I

Anónimo dijo...

Agustin es triste que menciones a Diego Arrias como lumbrera proponiendo una constituyente para volver a los tiempos de la cuarta república donde robo tanto