jueves, agosto 15, 2013

¡CONSTITUYENTE DE CALLE Y SIN CNE!

René Magritte


 ¡CONSTITUYENTE DE CALLE Y  SIN CNE!

Agustín Blanco Muñoz

Otra vez la cantaleta de que las del 08D no son unas elecciones cualquiera.  El discurso de la polarización, cada vez más cargado de miserias, vuelve a repetir que ahora sí  se juega definitivamente el destino de las dos fuerzas que se consideran eternas  dueñas de este expaís, su renta petrolera y sus habitantes.

Estos señores, dignos representantes de los invasores iniciales, pretenden hoy, en términos de demócratas o revolucionarios, conservar y proyectar los mismos poderes. Una historia en la que prevalece algo así como “el tiempo detenido” pero con un creciente registro de ignominias.

Imposible no hacer referencia al pasado agotado cuando pensamos en la sociedad y la política actuales, conformadas de acuerdo a los lineamientos del corpus iuris civilis justiniano. Síntesis imperial romana de viejos postulados que llegan a trascender el tiempo del renacer o las revoluciones francesa, rusa o china para seguir como novedad en la llamada “revolución bolivariana” y hasta en  las filas de lo que se nombra como oposición.

Formamos parte de un todo social  mundial regido por los mismos poderes y leyes de la dominación que han controlado y controlan todos los escenarios de la sobreviviente  humanidad. Por eso el imperio del faraón-emperador-monarca-rey, se vuelve autocracia, dictadura o democracia para dar continuación al festejo de las minorías de los privilegios.

Y esto se expresa claramente hoy en este expaís: unos detentan el poder-privilegio y otros esperan su turno. Es el permanente círculo de los beneficiarios, de los gobernantes actuales y futuros. La democracia aquí no trasciende la alternabilidad de aprovechadores.

En el período 58-98 rigió la llamada democracia puntofijista de Acción Democrática y Copei. Hoy  está vigente algo que llaman “revolución” cuyo partido eje es el PSUV, que se formó con la militancia descontenta del partido que defenestró a su propio presidente Carlos Andrés Pérez,  y buena parte de ex -copeyanos y  miembros del “chiripero”. Una mezcla de socialdemocracia y socialcristianismo, con predominio adeco.

Las oposiciones en su gran mayoría están formadas por los mismos residuos adecos y copeyanos, ya sea Un Nuevo Tiempo, Una Nueva Justicia o Proyecto Venezuela. La mayor parte de lo que se conoce como izquierda ya nada tiene de marxismo-leninismo o revolución, sino de socialdemocracia.

La minoría sigue militando en el marxismo positivista del siglo XX. ¿Qué es entonces lo nuevo? Lo hemos señalado muchas veces: el Proyecto Venecuba. La Habana desdibuja y controla el espectro político de lo que quedaba de Venezuela.

La debilidad y progresivo desgaste institucional permitió el avance de unos invasores que actúan bajo las mismas reglas aplicadas por quienes comienzan su acción de sometimiento hace cinco siglos.

Y ahora cuando el polo gubernamental alerta sobre la vida eterna del Comandante Supremo Hugo Chávez, lo dispone todo para que su lucha siga contra un adversario-contendor que se controla con las armas de una revolución pacífica pero armada.

Y hay que preguntar: ¿Se convocó una Asamblea Constituyente supuestamente originaria para llegar a esta dura situación? A lo largo del proceso social venezolano, las constituyentes han servido para promover o acomodar un próximo caudillo.

En la constituyente convocada por Chávez, al inicio de su mandato, en 1999, se habló de la “reconstrucción de la patria”. Venezuela sería una antes y después de esa asamblea encargada de transformar  las bases económicas de la propia sociedad, las instituciones y el ordenamiento jurídico.

¿Fue lo que sucedió? La constituyente del 99 se autoproclamó originaria  para  que  el poder del pueblo-colectivo-soberano, jugara un papel protagónico y decisorio en el propio ejercicio del mando-poder.  La mayoría dejaría de ser un simple sector  que ejerce su “derecho al voto” para convertirse en una ciudadanía que decide de manera directa el presente y futuro de su país.

Pero este discurso no correspondía a los verdaderos planes. Estábamos ante una constituyente para darle impulso a otro aspirante al poder.

Y cuando le señalamos a Hugo Chávez, candidato presidencial proveniente del golpismo, que no se puede pensar en una nueva política que comience por reivindicar al caudillo, responde: ...“Yo creo que pudiera reinterpretarse el caudillismo para que pudiera seguir estando en juego.”  Agrega: “Yo creo que se trata de vencer la barrera de esos hombres que la situación coloca en posición de líderes, que surgen en un momento determinado y que los pueblos aceptan y elevan a la condición de salvadores.”

Y  concluye: Si una persona entiende esta posibilidad de reinterpretar el caudillismo “y dedica su vida, su esfuerzo a colectivizar a través de su poder mítico a líderes, proyectos, ideas, si eso ocurre así, abstrayéndose de todos los procesos, justificaría la presencia del caudillo. Ahí es donde pudiera reinterpretarse el papel que, aunque no se quiera, pudiera seguir jugando para bien o para mal, en un tiempo y en un espacio, el  caudillo o como queramos llamarlo.” (ABM, Habla El Cdte. CCS, 1998, pp.172-73)  

Este Chávez-caudillo-constituyente es la institución que la revolución PSUV está obligada a mantener viva. Chávez vive porque se mantiene vigente la trampa-kino con el apoyo de los desgastados adecos,  copeyanos e “izquierdistas” del proyecto    de constituyente del 99 y grupos ‘emergentes’.

Hoy no podemos impulsar algo similar. La constituyente originaria no nace de una recolección de firmas validadas por los partidos y su correspondiente CNE. Surge de un colectivo que hace conciencia de la necesidad de convertirse en agente constructor de su propia historia.

Una mayoría que organiza su movimiento. Sólo así avanzará la Suma de Movimientos de calles, plazas, fábricas, trabajadores, estudiantes, gremios dispuesto a implantar una constituyente originaria  obligada a ir más allá de las vidas que van de Bolívar a Chávez.

Una constituyente que no será contexto o escenario para otro caudillo sino frente, al fin, para  construir un verdadero país. ¡Que historia amigos!  @ablancomunoz / abm333@gmail.com

El Universal, 16 de agosto del 2013.




10 comentarios:

Anónimo dijo...

En teoria suena muy bien. Proponga cuando y donde nos reunimos.

Harold Blantand

Anónimo dijo...

Profesor: estoy muy de acuerdo con usted. Necesitamos una constituyente de calle y sin CNE para deslastrarnos realmente de todo esto.

Pablo Carvajal

Anónimo dijo...

Muy interesante su articulo. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho.

Carlos Escalona

Anónimo dijo...

Excelente artículo. Gracias.

Karma Jiménez

Anónimo dijo...

Profesor: Estoy de acuerdo con el planteamiento. >Pero esto hay que hacerlo después de poner muchas cosas en claro. Nunca antes.

José Vásquez

Anónimo dijo...

Así es profesor. Primero organización y lucha de calle y después exigirle respeto al CNE.

Victor Camacaro

Anónimo dijo...

Ya no saben que inventar para conspirar contra la Revolución de Bolívar y Chávez. Pero No Volverán!!!!

Chavista I

Anónimo dijo...

Me parece muy interesante su artículo y comparto muchas de sus ideas. Pero ¿Qué hacer? En la historia de la humanidad, ya sea política, social o religiosa siempre ha existido un líder. Es nuestro propio desarrollo evolutivo que hace siempre que un grupo domine al otro y por eso somos descendientes del mono y por eso las abejas eligen su reina. Me parece que siempre existirán los líderes, cada uno con un fin, su interés personal. Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados cuando vemos que la sociedad y el mundo se deteriora más y más.

Jhon Deosa

Administrador dijo...

JHON: Usted mismo lo dice: la sociedad, específicamente esta sociedad, se deteriora cada vez más porque el 'modelo caudillo' se agotó. Se impone en consecuencia abrir un nuevo camino. ¿Cómo hacerlo? Sobre esto tenemos que PENSAR Y APORTAR TODOS. La construcción del futuro tiene que ser obra del colectivo consciente y organizado y no de los eternos caudillos del fracaso. En próximos artículos señalaremos elementos para debatir sobre cómo empezar este inevitable proceso. Gracias por su correo que guindaremos al pie del artículo en nuestro sitio: www.historiactual.blogspot.com Saludos cordiales. Amigo: ABM.

Anónimo dijo...

Por favor profesor, nos puede dar su opinión sobre esto:

El abogado constitucionalista, José Vicente Haro, explicó que la Constituyente "no sólo sirve para sustituir a los poderes públicos sino que también sirve para cambiar la Constitución y el miedo es que a través de esa modificación nos terminen imponiendo la reforma constituyente que se rechazó en el año 2007 por referendo", dijo.

Para el abogado constitucionalista, José Vicente Haro, es necesario "abrir un debate" sobre las consecuencias de solicitar una Constituyente porque aseguró "puede crearse un monstruo que perjudique al país".

"Si nosotros no razonamos, analizamos y cuidadosamente estudiamos el tema constituyente y lo proponemos a la ligera, de manera inmediata y sin un debate serio, lo que podemos producir es un monstruo", expresó.

Explicó que la Constituyente "no sólo sirve para sustituir a los poderes públicos como se ha planteado en los últimos días sino que también sirve para cambiar, reformar, modificar la Constitución, que es su verdadero sentido".

Más info: http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/130806/haro-la-constituyente-puede-ser-un-monstruo-que-perjudique-al-pais

Tony Albarracín