jueves, septiembre 22, 2011

¡SIGAN RESIGNADOS Y VAYAN A...!



Comienzo por disculparme ante quienes, a partir de mi pasado artículo  (¡Esa payasada de primarias yo me la...!), se convirtieron en ex lectores de esta columna.

Para ellos se hizo intolerable que alguien dijera que aquí no está en marcha ninguna unidad, sino un pacto de derrotados dispuestos a construir un movimiento de electoralistas para vencer al régimen en las urnas puestas, dispuestas y controladas por el CNE-Proyecto Venecuba.

Para estos polarizados lectores hay una norma inviolable: o se está con el régimen majunche o con la Mesa de igual calificación. Fuera de ellos nada.

De modo que quien se coloque fuera de estos lineamientos debe ser execrado. Hasta un diario como ‘El Universal’ debería echarlo de sus páginas. Así de sencillo.

Según ese  concepto de  democracia, se puede pensar “libremente” pero atendiendo los lineamientos de la suprema y majunche dirección    o  cogollo de la MUD. Nada que envidiarle al PSUV.

Pero estos ex-lectores, llevados a la intolerancia, son víctimas de dos políticas alejadas de las mayorías: la minoría de la llamada cuarta que cedió sus espacios a la “revolución”, y la que quiere recuperarlos.

Dos actuaciones inscritas en el camino de  la destrucción de Venezuela y que nos colocan ante una terrible realidad: Venecuba.

 Un proyecto destinado a desfigurar nuestro plan de nación-país-república-soberanía, que cuenta con el visto bueno y material aprobación, por acción u omisión, de las oposiciones.

Venecuba, la fusión de dos revoluciones que controlan y pisotean hoy al colectivo de este ex país, se establece con una carga de violencia que le lleva a usurpar toda legalidad, liquidar las instituciones para ponerlas en manos del nuevo jefe-caudillo-todopoderoso y nuevo dueño de Venezuela.

A partir de este momento aquí no hay oposición sino convalidadores y legitimadores del llamado proceso que requería de una cobertura democrática.

Esas oposiciones, a lo largo de 12 años, se han encargado de crear las condiciones para que a la tal revolución todo le sea ‘democráticamente’ permitido.


Se mantiene así vivo el Negocio Venezuela a dos manos. No importa que hoy estemos inmersos en Venecuba, mientras cada una de las partes obtenga su cuota de poder. Y esto el régimen lo ha entendido y en cada oportunidad le ha dado sus rapiñas a esas indispensables oposiciones.


Pero ante tanta usurpación, los dos polos aspiran controlar una mayoría cada vez más apartada de ellos.

Por tanto, a quienes nos alejamos de esa polarización de minorías, se nos lanza la política del cerco y la persecución, que en medio de la confusión que promueven politiqueros y medios, incide en mucha gente que nos ve como los culpables de que el golpista-presidente (GP) siga en posición de triunfador.

Por eso,  para unos y otros, según les convenga, somos: traidores, vendidos, brinca-talanquera, infiltrados, cuerda floja y pare de contar.

El objetivo: tratar de negar que hay una tercera y mayoritaria posición que enfrenta a los mercaderes electoralistas de la destrucción. La mayoría, nini o no alineada debe ser derrotada, aplastada.

Y esto conduce a la defensa permanente de  la MUD, heredera de la célebre Coordinadora Democrática Blindada: No te metas, no critiques la MUD porque eso es lo que tenemos para sacar al chavismo que es peor.

No importa que esté constituida por un puño de mercaderes o delincuentes electoralistas, ni que cuente con el ventajismo de una maquinaria electoral manejada al mejor estilo revolucionario por los altos funcionarios de la legión invasora venecubana.

Aquí no hay hoy un juego político de simples diferencias ideológicas, sino una guerra declarada. El GP lo anunció desde su tiempo de simple golpista: “para mi esto es una guerra, llamada a destruir este sistema para implantar uno nuevo”.

La orden-decisión es clara: esta revolución no puede perderse en la cuenta de votos presidenciales.

Es la  profundización de la violencia con contingentes armados legalizados: Círculos, Frentes, Comunas, Milicias. Todos dispuestos a hacerse matar heroicamente en defensa de la revolución.

Y ante  este cuadro,  algunos ex lectores y otros que se quedaron, nos solicitan la fórmula de como sacar ya al golpista-presidente. Es la desesperación de lo inmediato. Es el mismo ‘Ahora si se va’ con la consabida respuesta: ni siquiera con este cáncer me voy y menos ahora que sé que ustedes están resignados a su Mesa y Candidatos  majunches que no cuentan con la maquinaria que yo sí tengo para asegurar mi triunfo el 07/10/12.

Ante este terrible cuadro hemos insistido en la necesidad de impulsar una política que  se plantee como tarea prioritaria la organización de la fuerza social para cumplir con la tarea de sacar a Venezuela de esta condición de ex país. www.historiactual.blogspot.com

Y este no es un llamado excluyente. La fuerza social-colectivo en acción- está obligada a crear su propia organización, con una dirección horizontal y un programa elaborado en su seno.

Esta es otra manera de entender y hacer la política. Una propuesta para la construcción de un verdadero país  dispuesto a no seguir resignado sino decidido a ir hacia otros horizontes. ¡Que historia amigos! T:@ablancomunoz


El Universal, 23 de septiembre del 2011.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No logro entender su propuesta muy bien. ¿Debemos organizarnos en comités de resistencia no electoral? ¿No debemos participar en las elecciones y declararnos en desobediencia civil o algo así? ¿Debemos pensar que todos los políticos, líderes y voluntarios que están en la MUD son delincuentes, aprovechadores, que le hacen el juego a Chávez?

No profesor, ese tipo de aventuras no me convencen. Prefiero seguir apostando a la MUD, un gran fenómenos político. La MUD ha logrado articular en su seno la gran variedad de la oposición y lo hace democráticamente. ¿Se ha acercado usted a exponer sus ideas de manera respetuosa? ¿No ha sido escuchado o usted no quiere ser escuchado?

¿Cree que soy estúpido y no me doy cuenta de que dentro de MUD hay malos políticos? Claro que la gente se da cuenta de eso, pero esos políticos, malos políticos, tienen seguidores y eso se respeta. Y si son delincuentes, pues que se presenten las pruebas en juicios, civilizadamente. No son delincuentes porque usted lo dice. Eso ya es antidemocrático, anti civilizado, condenar a alguien sin juicio previo y usted lo hace de manera generalizada.

Yo lo sigo leyendo, porque leo hasta Aporrea y las Líneas de Chávez. Pero hasta ahora usted no me ha dado una sola razón para tener que crear un movimiento alterno.

¿Que tenemos que silenciarlo a usted? No, me opondría a que lo silencie a usted, todo lo contrario. La libertad de expresión, incluso de la expresión de las ideas con las que no estoy de acuerdo, es sagrada, es un valor de la cultura democrática.

A ver si presenta usted una propuesta más seria, porque hasta ahora sólo veo algunas ideas embadurnadas con cierta histeria...

Saludos profesor,

José

mario santibáñez dijo...

Razones para aspirar a algo distinto hay muchas, sobretodo la gran mediocridad que muestran los opositores organizados en la MUD. El desconocimiento de la resolución de la CIDH debería llevar a un replanteamiento completo de la estrategia opositora, porque si el gobierno le pasa por encima a una resolución sancionatoria de un principio que no admite atenuantes como los Derechos Humanos, cómo no le va a pasar por encima a un simple resultado electoral. Pero la mediocridad imperante seguramente lleve a Leopoldo López a apoyar a otro candidato como el que reúne las condiciones para ¡vencer a Chávez y hacer cumplir la Constitución! ¡Qué mediocridad!
Después no se quejen.

Anónimo dijo...

¿Y dónde están los políticos eximios en este país? ¿El profesor Agustín Blanco? Discúlpame, pero ni siquiera como historiador me parece eximio. La verdad lo considero de calidad media, es decir, mediocre...

Me parece que en la mesa hay gente mediocre, como la inmensa mayoría de los venezolanos, y gente de mucha calidad política, humana e intelectual...
Muéstrame el plan de los eximios, de la élite política no mediocre, señor Mario, y veré si los sigo.

Saludos,
José

XPECIALISTA dijo...

NO creo en la MUD y me parece excelente el artículo. Lamentablemente Profesor Blanco, posiblemente a usted le suceda como escribió Carlos Alberto Montaner sobre Carlos Rangel, y sea otro "hombre al que los venezolanos no le hicieron caso". Saludos!
Ver artículo de Montaner en http://bit.ly/ofw1vu

Anónimo dijo...

Señor Xpecialista:
No creo que Carlos Rangel y el profesor Blanco tenga mucho en común. Carlos Rangel fue un gran liberal, Blanco pertenece a la izquierda retrógrada de nuestro país. Esa que se unió a Chávez y que no termina de aprender que este gobierno no tiene sino parte del discurso más ramplón de la izquierda...
Es bueno que se critique a la MUD, pero con ideas claras, con honestididad, sin generalizaciones muy parecidas a las usadas por el gobierno. Por eso consdiero que dentro de la oposición hay mucho chavista que odia a Chávez...
En estos momento no estaré de acuerdo con salidas radicales, eso sí le haría el juego al gobierno. A este gobierno tenemos que combatirlo con lo que más desprecia: la cultura democrática. Esa que se viene formando desde antes de la caída de Gómez.
Así como chavismo es la consecuencia de un proceso histórico y psíquico-colectivo de Venezuela, así también la consolidación de la cultura democrática lo es. La fuerza de esta cultura vencerá pacíficamente al gobierno chavista y lo reconducirá a la vida civilizada, no con llamados a irracionales movimientos.
Creo firmemente que el fenómeno o acontecimiento político resumido en la MUD, es parte de ese proceso de consolidación democrática en Venezuela. Tenemos que disminuir al máximo la anticultura del militarismo, autocracia, picardía, irresponsabilidad y la falta de seriedad y civismo que caracteriza a la mayoría de los venezolanos. La MUD puede ser el comienzo del gran capítulo que la Venezuela democrática está llamada a cumplir en nuestra historia.

Me disculpan, pero las ideas esbozadas por el profesor Blanco no se fundamentan en la cultura democrática, sino que comparte con el chiavismo, pensando que se le opone, gran parte de sus antivalores: descalificaciones generalizadas, salidas violenta y desprecio por la vida civilizada.
Saludos de nuevo,
José.