jueves, febrero 11, 2016
MANUEL RODRÍGUEZ MENA UNA HUELLA INSCRITA EN EL SIEMPRE
Manuel Rodríguez Mena
MANUEL RODRÍGUEZ MENA
UNA HUELLA INSCRITA EN EL SIEMPRE
Agustín Blanco Muñoz
UN PERMANENTE COMBATE POR LA VIDA
MRM es y será un símbolo guiado por un pilar
fundamental: el combate por la vida. Este es el signo mayor de su hacer. Su
transitar se inicia en diciembre de 1930
en su Maracaibo humeante a petróleo y anunciadora de otra realidad para la Venezuela maltrecha y
dolida. Esa es la creencia en la que se forja la juventud de aquellos días que
parecían llamados a mover destinos y sembrar porvenires. Atrás parecían quedar
los períodos dictatoriales.
Al menos era la idea que se le vende a las nuevas
generaciones que pronto caerían en cuenta de que por encima de muchos discursos
había una realidad: la continuación del mismo pasado de penurias que imponía a
la juventud tareas de grandes proporciones, que tienen como centro la lucha por
la libertad.
Y MRM es un adolescente, un estudiante que se
convierte en profesional y que va a militar de manera continua en la filas de
quienes luchan por un futuro de auténticos signos de humanidad, capaces de ser
puntales en la construcción de un país en el cual no tuviera primacía el dolor,
angustia y frustración de las mayorías. Ese es el ideal que abraza Manuel.
NOS CONSEGUIMOS EN LA DÉCADA DE LOS SESENTA
Y en ese camino, en la década de los sesenta nos
conseguimos. Era la hora de empuñar armas y decisión por una revolución, por un
proyecto que dirigía una pléyade de señores portadores de intereses que, aunque
en muchos casos bien intencionados, eran a tal punto débiles, que terminaron
sirviendo a los fines de los pactos y las negociaciones.
LA REVOLUCIÓN COMO OTRO ESTADIO
PARA EL ENGAÑO Y LA
DESILUSION
Y lo que alumbró como tesis revolucionaria pronto
devino en otro estadio para el engaño y la desilusión. Los llamados tiempos de
paz y democracia llevan a muchos a ser actores de una profundización de
errores. Y ya a fines de los 70, Manuel es el militante que busca
asumir un camino propio.
SU COMPROMISO FUNDAMENTAL FUE Y ES SIEMPRE CON LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
Este es el período cuando se entrega en lo fundamental
a las tareas universitarias. Es el investigador que afina cada vez más el arma
de la crítica dispuesta para abrir nuevos caminos de lucha y creación de otras
circunstancias. Es el docente entregado, creador y muy querido por sus amigos
los estudiantes. Pero también hace presencia en el cuadro académico para ocupar
cargos de dirección. Así lo veremos como Director del IIES, Decano de la Faces o como delegado profesoral ante el Consejo
Universitario.
Es una de las grandes voces de y para la defensa de la
autonomía universitaria y promotor, como el que más, de la construcción de
mecanismos para ampliar la democracia universitaria. Esta llega a ser su
mayor entrega, su obsesión permanente. Su compromiso fundamental es
con la
Universidad Central de Venezuela. Y con la universidad
que debía ser fue su mayor identificación.
En MRM están los ideales del mensajero llamado a
aportar sus esfuerzos docentes y de investigación en la búsqueda de un saber
que sirviera a la empresa de la construcción de un tiempo de todos, diferente,
solidario, de amor y humanidad.
MRM FUE UNO DE LOS GRANDES IMPULSORES DEL PROYECTO DE LA CÁTEDRA PÍO TAMAYO
No hay aspecto de la acción ucevista que le sea
extraña a este gigante de la inquietud, empeñado siempre en contribuir a
desentrañar las penumbras de una realidad cada vez más encrespada por los
intereses del ayer y el hoy y a quienes bien poco les importa lo que será el
mañana de estos territorios y su gente. Por esto, cuando le presentamos el
proyecto de fundación de la
Cátedra Pío Tamayo, se convirtió en uno de los principales
impulsores de la idea que se materializaría en 1983 en el rectorado del Dr.
Carlos Alberto Moros Ghersi.
EL SEMINARIO DE LA CRISIS MARCA LA VIDA DE LA INSTITUCIÓN
Y al asumir el Decanato de la Faces en 1984 estuvo, junto
con el Dr. Francisco De Venanzi, al frente de un Seminario que marca la vida de
la institución. Por primera vez se reunían más de 100 voces del intelecto
nacional, de diferentes áreas de investigación y de las mas más variadas
posiciones políticas e ideológicas a debatir sobre los problemas de la crisis
que ya caía sobre Venezuela. Y se ponía el acento en detectar las
responsabilidades, diseñar el camino para lograr salidas reales, verdaderas
y perdurables. Ese mensaje aún está por recoger.
Y el empeño puesto en el Seminario de la Crisis es el mismo que ha
guiado la vida de la
Cátedra. Andar por encima de todas las dificultades. Contra
esta obra de universitarios de la talla de Francisco De Venanzi, Rafael Pizani,
Ramón J. Velásquez, Carlos Alberto Moros Ghersi, Joaquín Gabaldón Márquez,
Rodolfo Quintero, Francisco Tamayo, Fernando Key Sánchez, Miguel Acosta Saignes,
Eduardo Gallegos Mancera, Arturo
Cardozo, Mariela Arvelo, D. F. Maza Zavala, T.E. Carrillo Batalla, Manlio
Sardi, Ermila Troconis de Veracochea, Ildemaro Torres, Gustavo Arstein o Manuel
Rodríguez Mena, se han levantado muchos obstáculos.
PARA MRM SU TRINCHERA DE LUCHA ACADÉMICA, CÍVICA Y
DEMOCRÁTICA FUE LA CÁTEDRA
PÍO TAMAYO
Pero 33 años después la CPT sigue andando, en su empeño de dejar algunas
huellas para los tiempos que tendrán que ser. Y en este punto se inscriben las
palabras del propio MRM en su Discurso de Incorporación a la Academia de Ciencias
Económicas del Zulia, el 04 de febrero del 2015:
"Mi trinchera de lucha académica, cívica y democrática ha estado en la Cátedra Libre Pío
Tamayo de la UCV,
de la cual soy cofundador y a la que he
pertenecido desde su creación hace 30 años, compartiendo principios y valores
académicos, de compromiso social y de recia militancia cívica, con los
profesores -docentes e investigadores- que forman parte de ella."
Esta es la valoración de la obra, de la escuela que él
mismo ha contribuido a forjar. Un espacio que califica como centro de y para la
expresión de la verdadera democracia. Pero es a la vez una manera de reconocer
el aporte de otros. Porque si algo tiene MRM como rasgo que todos conocemos, es
su entrega, lealtad a la amistad y la hermandad.
ENCAUZAR LAS DIFERENCIAS POR LA VÍA DE UNA COMPRENSIÓN
MAYOR
FUE LA ESCUELA PIOTAMAYISTA Y LA DE MRM
Y este, por demás, es un signo del piotamayismo, las
diferencias ideológicas y políticas se encauzan por la vía de la comprensión
mayor que lleva a establecer que no hay verdades eternas, únicas o absolutas. Y
lo democrático precisamente consiste en la convivencia a partir de la
aceptación de las diferencias. Y esta es una posición que abre mucho campo a la
amistad. Y en esto fue un verdadero Maestro MRM.
UN LUCHADOR INCANSABLE UN AMIGO FRATERNO UN MAESTRO PERMANENTE
Porque en él hay además una chispa permanente de
optimismo, de buen ánimo, de sano humor que le sirve para estimular al otro, al
amigo, al discípulo. Conseguirse con Manuel, aún en sus tiempos de enfermedad,
significa una lección. Tal vez muchos le escuchamos responder el saludo: ¿Cómo
estás Manuel? ¡En la lucha! Aquí estoy guapeando. Obligando el cuerpo a
que me responda. El ACV quiso aniquilarme pero no logró todos sus
propósitos, porque a nivel de la cabeza no pudo hacer nada. Por eso sigo
pensando y haciendo la lista de los trabajos que tengo pendientes para ir
saliendo de ellos. Acabo de concluir mi trabajo sobre Noruega.
PARA MRM ERA ESENCIAL DISCUTIR EL CUADRO HISTÓRICO
INTEGRAL
QUE VIVE HOY ESTE EXPAÍS
Y respecto a la
CPT nos señaló recientemente: estoy preparando una exposición
para debatir en profundidad en la
Cátedra sobre el cuadro económico, político y social que es
el más grave y difícil de la
Historia de Venezuela. Y tenemos que seguir tratando de
llevar ideas al debate de la calle. Porque nuestros políticos, como ya es
costumbre, no se quieren ocupar de esto sino de la lucha por conquistar una
cuota de poder lo antes posible.
Consideraba esencial comprender la realidad para poder
trabajar sobre ella y transformarla. Y se encontraba a menudo con el muro de
las contenciones de una historia distorsionada, dirigida a mediatizar y ocultar
la verdadera dirección de las acciones emprendidas por los viejos y nuevos
dueños del poder.
JUBILADO POR ENFERMEDAD SU TRABAJO SE TRASLADÓ AL HOGAR
Una vez jubilado, por enfermedad, como bien lo aclaró,
después de cinco décadas de dedicación exclusiva a la UCV, su casa se
transformó en una gigantesca biblioteca, donde quien quisiera podía encontrar
el material que requiriese y él podía seguir nutriéndose de todas las ideas
nuevas o antiguas, que le pudiesen servir para cumplir a cabalidad los
objetivos que se había propuesto.
Y DESDE ALLÍ IMPULSABA LA CONCIENCIA DE UN PAÍS CONVERTIDO EN VENECUBA
Entendió claramente que este expaís, convertido en
Venecuba, había perdido toda soberanía, independencia y libertad. Y su afán
estaba en escudriñar la realidad desde todos sus ángulos para demostrar que
tenía razón.
UN SER HUMANO QUE SE INSCRIBE EN EL CICLO DE LA SUPERIORIDAD DE EXISTENCIA
Manuel, en fin es aporte, pensamiento, optimismo y
vida de y para la trascendencia. Nació bajo el signo de la alegría y el amor.
Quienes estuvimos cerca de él aunque fuese en una faceta, tuvimos que percibir
a un ser humano de esos que se inscriben en el ciclo de la superioridad de
existencia. De allí su posición del luchador de quien seguiremos aprendiendo.
Por esto sabemos que en la Cátedra Pío Tamayo y en nuestras propias vidas
no queda un vacío sino una lección. Una de esas huellas que se inscriben
en el siempre.
Y A MANUEL NO LO DESPEDIMOS NI LLORAMOS CELEBRAMOS EL PRIVILEGIO DE COMPARTIR Y SEGUIR APRENDIENDO DE ÉL
Y ese es el hombre, el amigo, el maestro, que decidió
irse a habitar nuevas dimensiones y a quien hoy queremos expresarle el mayor de
los reconocimientos, al reiterarle que no lo despedimos, que no lo entregamos
ni a la tierra ni al fuego. Porque cumplido el ritual, Manuel se devuelve con
nosotros y con todos aquellos empeñados, en esta tierra devastada, en hacer
girar el curso de historia, hacia caminos de porvenir, justicia y libertad.
Por eso no te lloramos Manuel. Seguiremos apegados a
tu alegría, mientras aplaudimos el haber tenido el privilegio de compartir y
aprender de ti.
Manuel, no olvides nunca, que te hemos querido y te
vamos a querer por siempre!
Cementerio del Este
11 de febrero del 2016
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Agustín Blanco Muñoz - Manuel Rodríguez Mena
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