jueves, marzo 09, 2006

BOLIVAR BAILA SAMBA Y EL LIBERTADOR LO MIRA


Hay mucha gente alarmada y sorprendida, que no alcanza a comprender lo que ve por televisión. No podían imaginar al Padre de la Patria, situado en el propio centro de Vila Isabel, tirando un pie al ritmo de la samba, lanzando y recibiendo besitos plumarios. Ahí fue llevado como un producto más. Así lo exponen las fuentes oficiales: se trataba de promocionar a Pdvsa a nivel latinoamericano y mundial. El propósito consiste en hacer saber por todas partes, no sólo que tenemos petróleo sino que ahora, y por añadidura, es nuestro, de los venezolanos.

BOLÍVAR VENDE EL PRODUCTO PDVSA

Atrás quedó el tiempo en el cual el imperialismo se apropiaba de esa riqueza y apenas si otorgaba una pequeña retribución a cambio. Brasil y todos los países que estuvieron pendientes del primer carnaval del mundo saben ahora qué es y dónde está Pdvsa. Porque decir petróleo es decir Venezuela. Y este rasgo distintivo lo colocamos al lado del que ejerce Simón Bolívar. Es el padre legítimo de nuestra patria. El máximo símbolo. El gentilicio. El centro-esencia del sentirse venezolano. Se entiende, en consecuencia, que la inversión está plenamente justificada.

PDVSA SE DISFRAZA DE SU PROPIO PETRÓLEO

Se ha dicho que el aporte de Petróleos de Venezuela está entre uno y cinco millones de dólares. No hay precisión. Pero se sabe que hay que pagar toda una maquinaria movida por miles de hombres y mujeres. Nada más que el sambódromo pone en acción 3600 personajes. Son artistas que reciben un pago profesional, una escenografía de altos gastos. El registro pictórico y escultural es bastante costoso. Entre varios patrocinantes, PDVSA parece ser el principal debido a que entendió que, para llegar más allá de dónde hasta hoy ha corrido, estaba obligada a tomar el disfraz de su propio petróleo. Y una vez bautizada la compañía y el petróleo, se pasó a colocar a Bolívar en el lugar de quienes están obligados a disfrazarse para adquirir alguna importancia y reconocimiento.

UN BOLÍVAR DE A PIE
Y UN HIJO DISFRAZADO DE BOLÍVAR

Después de esta perfomance Bolívar no es el mismo. Es el Simón capaz de andar al lado de cualquier pata en el suelo-gente de a pie. Una figura sólo comparable con su máximo y directo descendiente. De allí que los publicistas se hayan esmerado para que la figura fuera lo suficientemente extraña como para registrar y difundir que se trata de un Bolívar en un doble tiempo, doble mensaje y extensión hasta el hijo. El Padre de la Patria al lado del hijo o Nuevo Padre de la Patria y la Revolución que no en balde es bolivariana. Esto quiere decir que al Libertador se le disfrazó. Pero el hijo asume el disfraz, que no la condición de héroe-caudillo-padre e hijo Libertador.

UN CARNAVAL DE VIEJA DATA

Y entonces se hace obligado pensar en la procedencia del carnaval-disfraz en esta patria-república-nación. La antigua fiesta del Rey que nunca supo si era o no era Dios o disfraz de uno y otro, llegó por efectos de la invasión a la Madre Patria en germen. Y de allí tomó la decisión de formar parte del equipaje colombino. De modo que el propio jefe navegante se disfraza de explorador que va a la búsqueda de las Indias Occidentales. La equivocación de los europeos fue visible. Sin embargo, en ningún momento perdieron de vista su condición de superiores y civilizados. Una condición-disfraz que se extiende a lo largo del período de la invasión que llega hasta nuestros días.

LA HISTORIA COMO SUCESION DE CARETAS

El propio héroe que le hace frente al Estado español actúa desde la perspectiva del culto y civilizado europeo. Es un patriota que asume el disfraz del invasor que a su vez lo tomó de otros invasores. Porque la historia de la humanidad no es sólo la invasión de unos hombres, unas sociedades a otras. Sino también una gran e inmensa sucesión de caretas, de carnaval. Nuestra independencia, en medio de su gran y terrible tragedia, tiene un registro carnavalesco. Los héroes-caudillos-libertadores son un disfraz para el colectivo que no puede identificarse con una gente que marca distancia con el negro, el originario, el pardo, el pobre.

LA GRAN ESCUELA DE LA FALSIFICACIÓN

Estos señores se disfrazan desde un inicio de europeos y civilizados para establecer las bases y fundamentos de la Escuela de la Falsificación que rige hasta nuestros días. Porque desde el comienzo de la invasión se hizo sentir la superposición en todos los órdenes de la vida. En este sentido, el papel del europeo se orienta hacia el establecimiento de una forma de vida y ser que no tiene nada que ver con la sociedad que aquí existía. Por ello, una cosa es la vida del colono proveniente o descendiente de la ‘Madre Patria’ y otra muy diferente la del nativo ‘atrasado, inferior y salvaje’. De modo que desde este momento no hay relación entre la esfera de la gente y quienes ‘no lo son’. El único acercamiento de los señores hacia los invadidos está dado por el uso que hacen de ellos.

Y este cuadro está planteado a lo largo del período independentista y lo hereda sin reserva la república. En más de 200 años los republicanos-patriotas se han mantenido como gente con poder de procedencia europea. Y su estirpe se coloca a mucha distancia de las etnias originarias. Al igual que al negro y en particular la negra sirvió para el uso y disfrute pero nunca para considerarlo un ser humano de su altura y dimensión social. Y esta diferencia se extiende a lo largo del proceso social venezolano.

EL DISFRAZ DE LA FEDERACIÓN

Los jefes de la Federación también se disfrazan de señores para someter y aplastar al colectivo empeñado en alzarse con las sagradas banderas federales. Los dictadores de cualquier momento tuvieron siempre el cuidado-precaución de colocarse el disfraz de demócratas. De modo que aquí no ha habido quien tenga el valor de decir yo soy un dictador y, en consecuencia un asesino de todo aquel que quiera exhibir y hacer valer los llamados valores democráticos de la libertad de expresión, la justicia para todos o la igualdad ante la ley.

EL DISFRAZ REVOLUCIONARIO

Y frente a los regímenes dictatoriales han surgido los movimientos que asumen posiciones subversivo-revolucionarias. Porque en cada caso se ha propuesto dirimir las diferencias o la propia tenencia del mando-poder por la vía de la fuerza. La violencia se convierte de este modo en un ingrediente permanente de esta historia. Y también en esta circunstancia han surgido muchos disfraces. Porque no es verdad que a cada uno de los discursos que se produce en el marco de lo ‘revolucionario’ corresponde una realidad del mismo corte.

¿Quiénes son los revolucionarios en la independencia, la guerra federal, el guzmancismo, gomecismo, la transición, el perezjimenismo, en el llamado período democrático o en el actual “proceso revolucionario bolivariano? ¿Dónde está, qué es lo revolucionario que distingue a un movimiento político o a un militante de otro que no lo es? En otros términos: ¿qué hace distinto al ‘revolucionario’ de un demócrata liberal, socialcristiano, socialdemócrata? ¿Cómo negar que en este ex-país ha existido en forma permanente un disfraz de revolucionario que muchos han usado a conciencia o sin ella?

EL VACÍO ENUNCIADO DE LA REVOLUCIÓN

En la temática del carnaval como actor central de nuestra historia, tal vez el de mayor relieve está referido precisamente a la llamada ‘revolución’ que, entendida como cambio radical de una sociedad, no es más que un vacío y pedestre enunciado. En cada caso las dictaduras-tiranías toman la careta del demócrata para combatir toda manifestación de libertad.

LA FIESTA DE LAS CARETAS BOLIVARIANAS

A la hora de la presente “revolución” hay que decir que en ningún otro momento hubo una fiesta de caretas de tan marcada proyección. Aquí las carnestolendas lo definen todo. Y no hay funcionario que no sea militante de esta práctica. Comenzando por el GP que tiene la careta puesta desde los días en que inició una conspiración que la ha mantenido y mantiene en el tiempo. Por ello el empeño de hacer de Bolívar un héroe que no sea extraño al carnaval, para que sirva de ejemplo a sus descendientes. Una forma de desjerarquizar y corromper la realidad. Tomarlo todo a nivel de juego-burla. Cuestión ligera, sin importancia. Una manera de actuar en dirección al afianzamiento del proceso de destrucción que cada día adquiere mayor profundidad.

EL CARNAVAL ELECTORAL


En este marco-juego el carnaval electoral es uno de los más significativos y alarmantes. El oficialismo, con la complicidad de ‘las oposiciones’, tiene en la maquinaria CNE el instrumento trampa-fraude que le permite mantener su imagen-disfraz de régimen electo y ratificado mediante “libérrimos comicios”, como los llamó Betancourt en diciembre del 58. Sin embargo, con el tiempo esa actividad electoral, y a pesar de estar presentes los mismos actores, degeneró en la práctica conocida con el remoquete de ‘Acta mata Voto’, que hoy tomó el camino tecnológico: ‘Máquina mata Voto’. En ambos casos funciona la trampa-escondite. La negación de la verdad. La falsificación para la cual se prestan las partes interesadas en obtener beneficios materiales.

LOS ACUERDOS CARNAVALESCOS

Esto explica los acuerdos-negociaciones que hoy se adelantan alrededor del organismo electoral. La idea es obtener un poco de poder-fuerza para resistir la sequía-debilidad a que obliga el tiempo de oposición. Y esta aplastante realidad se puede percibir a lo largo y ancho del cuadro histórico nacional. El poder central compra y reparte caretas para uso electoral, económico, militar, educacional, ético-moral. No importa que se carezca de conocimientos o aptitudes. Lo importante es la decisión de cumplir con lo encomendado aunque sea portando cualquier número de máscaras. Tienen validez los ofrecimientos, la compra de voluntad-conciencia.

UN ESTADO DELICUENTE DISFRAZADO DE REVOLUCIONARIO

Tiene vigencia en este caso lo señalado por Pío Tamayo: en Venezuela todos tenemos un precio. Esto nos coloca en el plano de la tarifa que hoy obtenemos con la única solicitud de fidelidad a la “revolución”, que no actúa en términos de convicción sino de tarifa-reparto-compra. Y esto se siente hoy como en ningún otro momento. De allí la permanente práctica del robo de la ‘cosa pública’. Aquí nadie se extraña hoy de que haya un gobierno corrupto, un Estado delincuente disfrazado de revolucionario. Esta es la regla.

LAS CARETAS DEL ENGORDE

Hoy el panorama de la falsificación ocupa muchos espacios en este ex-país. Para ello se reparten las conocidas comisiones, contratos-dedos, compras supuestas, becas, ayudas, viáticos, pagos extras. Son las caretas del engorde que tan buenos dividendos ha pagado a un capital que en cada momento percibe las ventajas de unirse al poder del Estado y a su expresión gubernamental.

DISFRAZ SOCIALISTA PARA ENFRENTAR
AL IMPERIO


Hoy mismo estamos viviendo un caso con rasgos de paradoja. El GP fue llevado al pedestal revolucionario por el capital, los medios de comunicación y el Departamento de Estado que le otorga visa luego de acordar ‘buenas relaciones’. Pero después de cumplir con una primera fase se le da al proceso una orientación radical y se le coloca la careta del antiimperialismo, con lo cual se pretende convertir esta experiencia, en el punto de partida para el reestablecimiento del fracasado ‘socialismo’ que en lo sucesivo no se disfrazará de ‘real’ sino que aportará sus propias caretas. Como en el otro, es el disfraz que sirve para armar un poder hegemónico, que nada tiene que ver con colectivo, pero que sí pretende ganarle espacios al imperio unipolar establecido.

LAS MÁSCARAS DE LA GUERRA
Y DE LA SANGRE

En todo caso el programa ha comenzado con la creación de Venecuba que junta dos naciones en un proyecto geopolítico que tendrá como tarea principal enfrentar a los yanquis hasta en el plano de las caretas de las armas. Por ello no sólo se adelanta la planificación de una guerra asimétrica sino que estas naciones ‘fusionadas’ bajo la presidencia de Fidel Castro y la vicepresidencia del GP, se encuentran ahora aliadas al bloque que encabeza Irán y que cuenta además con Siria y Corea. Las caretas siguen danzando aunque no al tono de samba de Río. Detrás del mismo hay otras y múltiples antifaces. Mucha necesidad de carnes-poder. Porque la cuaresma tiene que ser para otros. Por los momentos se trata de obtener el dominio de todas las situaciones revolucionarias, no importa que las máscaras sean despegadas por la fuerza de la sangre.

UN EXPADRE PARA UN EXPAIS

Lo que interesa es la continuación del proceso, que está asegurado el 03/12/06 y que pronto lo estará para el 13 y el 21 y luego, aumentando el período hasta el año 30, para que el emperador pueda presidir, con su máscara de Nuevo Libertador, la conmemoración de los doscientos años de la muerte de Simón Bolívar, ahora convertido en un ex-‘Padre de la Patria’ de un expaís. En un ex-Libertador que ve crecer la tiranía donde hace espacio y presencia su sucesor: el GP. Aquí el carnaval nao va parar. Simón y todos somos samba! Hugo es el falsificado Libertador y verdadero Padre para la destrucción de la Patria. abm333@gmail.com
Agustín Blanco Muñoz
Publicado en El Gusano de Luz 08/marzo/2006

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