viernes, abril 13, 2007

LA MAISANTERA CHAVEZ



Las improvisaciones, incoherencias, aventuras, acciones alocadas, mítico-religiosas, heroico-montoneras, ligeras y superficiales, mañosas o llenas de viveza y picardía, las trampas, mentiras, agresiones-atropellos, la petulancia y la autosuficiencia, la inclinación militarista y autoritaria forman parte de lo que el capitán Luis Valderrama llama La Maisantera en libro de nuestra autoría de reciente publicación.

Por ello este es un proceso y un ‘jefe único’ que están regidos por esa manera de ser y proceder. No hay nada serio en el personaje. En la conspiración, o el intento de golpe, en la carcel, en su vida militar o política, por todas partes está la acción maisantera.

La exposición del capitán que estuvo al frente de la conspiración del 04F-92 en Valencia y que luego estuvo preso junto con ‘su comandante’ en Yare, produce una muy completa fotografía del personaje.




Toca aspectos esenciales de su formación militar, política e intelectual. En sentido castrense el jefe es acusado de cobarde por su actuación el 04F. Su formación político-ideológica es escasa. Es hombre de muy pocas letras que se hace pasar por gente culta. Un pescador de citas que quiere ser pensador, como Bolívar o cualquiera de los grandes de la historia épico-heroica.

Y a partir de esta inclinación apela al imaginario-representaciones para que le sirvan de base ideológica. Echa mano de los taitas Zamora, Castro o Maisanta. Y los junta al ‘padre de la patria’ para ver crecer lo mitológico. E igual se siente Bolívar, Páez, Zamora, Florentino, El Che o Jesucristo.

Y no sólo nos lleva Valderrama en este libro (ABM, La Maisantera Chávez) a tener una visión clara de este caudillo a la usanza positivista del siglo XIX. Nos da rasgos específicos de este militante del ‘Cesarismo Democrático’, dueño de todos los poderes para arreglar y salvar a Venezuela, que ya emula a Páez, Guzmán o Gómez.

Un caudillo enfermo y mediocre, sabelotodo y prepotente, con rasgos de farsante. Megalómano, mitómano y narcisista. Cree que lo es todo. Disfraz de militar. Máquina de destrucción. Con un bolivarianismo para encubrir la corrupción y la melomanía (pp. 146-56).

Y después del más duro discurso que conocemos, Valderrama regresó al chavismo-proceso. Sancho, este es un libro maisantera hasta en su final! abm333@gmail.com

No hay comentarios.: