sábado, marzo 15, 2014

¿REVOLUCIÓN O MUERTE?



¿REVOLUCIÓN O MUERTE?

Agustín Blanco Muñoz

Difícil dudar hoy de esta afirmación: “¡Esto ocurre nada más que en revolución!” En ella el poder promueve guerras de variadas intensidades  contra  los contrarios, con una finalidad muy clara: estás con la revolución o te expones a que caiga sobre ti todo su peso.

Pero aún así, una buena parte de la población, no sometida a la tarifa-dádiva ni a la compra burocrática, atiende el llamado de los estudiantes a protestar contra la inseguridad y la escasez. Se crea así un frente importante.

Pero este paso lo dan estos jóvenes después de la actividad del 02/02/12 en Plaza Brion, encabezada por Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma. Se pone a andar entonces la consigna-línea de “la salida” cuyo objetivo es lograr esto: “Maduro vete ya!”. Y se convoca a una marcha para el 12/02/14 que inicie la toma de la calle en forma indefinida, porque “el que se canse, pierde”.

El gobierno permite la marcha del 12/02. No hay vigilancia en la Fiscalía. Al final de la actividad vino “la emboscada”. Y al lado del dejar hacer que se materializa en daños al edificio y tres muertos, la protesta prosigue. Y en su inmediato andar se incorpora otro elemento: la guarimbarricada.

De modo que alrededor del 12F se inicia en Caracas una confrontación que empalma con la que se producen en otras ciudades. San Cristóbal y Valencia acompañan a la capital en el registro de acontecimientos y saldos trágicos.

¿Está planteado entonces derrocar al gobierno? La agenda de las partes no parece uniforme. El “hasta que se vaya” no está en los estudiantes, pero se puede inferir del discurso de quienes promueven “la salida” y del proceder de los actores de la guarimba.

Es obvio que estas fuerzas no pueden derrocar  este régimen sin un levantamiento militar o social. Y a esta hora nada permite pensar que eso ocurrirá en el corto o mediano plazo.

A Leopoldo López se le señaló como responsable de lo ocurrido el 12F. El 18/02 se produjo su entrega. Maduro dijo muchas veces que el gobierno había impedido que su propia gente atentara contra su vida. Hoy nadie lo refiere.

Y mientras este régimen hace gala de una represión sin límites,  la guarimbarricada  caza una guerra con un monstruo que no puede vencer. Lo que si es seguro, Sancho, es que la revolución  dejará la muerte en el camino hasta que se le enfrente la fuerza social organizada y consciente!  @ablancomunoz abm333@gmail.com

Últimas Noticias, 15 de marzo del 2014.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enfrentar es la única opción? Y si ese enfrentar es parte del plan de las corporaciones energéticas mundiales para que nuestras reservas no influyan a la baja del precio del crudo, como lo fue en Irak y otros extractores de crudo?
La resistencia activa no violenta hasta parar el envio de crudo a los Ca$tro puede ser una opción ? Paro Nacional ?

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo mi profe muchacho no tumba gobierno,pero el.deterioro de la calidad de vida a través de la profundización de la escasez,la inflación,la profundización de la violencia junto al crecimiento de la parálisis económica por haberse cumplido los tiempos de reposición de insumos para las empresas aunado al desempleo que generan estos procesos más el agravamiento de las finanzas públicas por todos conocidos pudiera traer en un par de meses a lo sumo pudiera generar una tormenta perfecta que nos coloque en el destino histórico de repetir otro caracazo.

Esto obligaría a venecuba a tener que reprimir con todo mi querido profe y las evidencias ahora si quedarían grabadas para la historia como a ocurrido en.los últimos días donde las redes sociales han disparado al mundo un volumen sin precedentes de testimonios pruebas que en el mejor de los casos han colocado el.nombre del gobierno de Venezuela en la primera plana de las prensas y noticieros del mundo y han servido incluso para que el.vicepresidente de USA mostrase en Chile la pasada semana todo ese material a los jefes de Estado a quienes atendió en privado.
Por los momentos está historia promete no se como continuar.

Pedro Bracho