sábado, septiembre 17, 2005

¡ESTA MARQUESEÑA ES MÍA!



Cuando hablamos sobre el tema el 27/04/95, en la segunda de las 14 entrevistas contenidas en Habla el Comandante (Caracas, l998), se tocó el tema de su bisabuelo Pedro Pérez Delgado, “Maisanta”. Según su versión fue un destacado miembro del castrismo, a quien se designó jefe civil y militar de Sabaneta. Para este tiempo se ubica en La Marqueseña, una de las fincas más antiguas de los llanos.

Para 1914, Maisanta es uno de los alzados contra el gomecismo. Se va a las guerrillas y las tropas de Barinas sacan a su gente a plan de machete de La Marqueseña, quemaron los ranchos, confiscaron las tierras y las pasaron a manos del gobierno. Desde ese tiempo la propiedad ...”ha pasado de mano en mano, Pero mi abuelo, el hijo de Maisanta, murió peleando por esas tierras. Cuando murió, ya viejo, se había cansado de ir con abogados y documentos para rescatar esas tierras. Esos documentos deben estar en la familia.” (p.49)

El hoy gran presidente (GP) no dice como llegan las tierras a manos de su bisabuelo. Se supone que un simple peón no tiene posibilidades de adquirir una propiedad de más de 8 mil hectáreas. Lo más probable es que haya realizado una ocupación dado el cargo que desempeñaba. Y no se entiende cómo es que la propiedad pasa a manos del gobierno, y a la vez de mano en mano. Menos de quién la quería rescatar el hijo de Maisanta y abuelo del GP.

Lo que si está claro es que la familia anduvo tras el “rescate” de estas tierras. En el 95 el GP admite que son propiedad de los Azpúrua. Pero hoy como GP bien puede reconquistar este territorio que se hizo sagrado al ser pisado por Maisanta y Zamora.

Y para ello se puede pasar por encima de cualquier razón jurídica para hacer justicia a lo Maisanta. En la Marqueseña se hará un fundo zamorano, dice el jefe del INTI, y se demostrará que la propiedad privada en este expaís está supeditada a los intereses de la “revolución” y en lo específico a la tradición heroico-familiar del GP.

Por ello se califica la finca como terrenos baldíos y, por tanto, propiedad del Estado que, en la hora actual, puede leerse como perteneciente a uno de los grandes dueños de Venecuba, quien lanzó el grito-orden: ¡Esa Marqueseña es mía! Sancho, triste el destino de los enfermos de ambición y heroísmo! abm333@gmail.com

Publicado en Ultimas Noticias, 17/09/05

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