domingo, septiembre 18, 2005

LA GUERRA SOCIALISTA-MARQUESEÑA



Esto de tener que ocuparse de Pedro Pérez Delgado, alias Maisanta, es demostración de la sobre-decadencia que recae hoy sobre este expaís. Este es un personaje, nacido en Ospino, Portuguesa en 1881 que pasa de la condición de peón a la de funcionario del gobierno de Cipriano Castro, gracias a los servicios prestados a la “revolución restauradora”. Se le nombra jefe civil y militar de Sabaneta y desde esta posición adelanta acciones que, de acuerdo a su biznieto, el golpista-presidente (GP) lo convierten en héroe y ejemplo para las nuevas generaciones por lo que debe ser rescatado y colocado al lado de los ‘héroes de la independencia’ que reposan en el Panteón Nacional.

La obra de Maisanta comienza con un asesinato. Una hermana sale preñada y su madre le pide limpiar el honor de la familia. Y el “culpable” de semejante afrenta recibe varios tiros de su mano justiciera. De inmediato se da a la fuga y luego se protege al poner su esfuerzo y voluntad al servicio de la ‘revolución castro-gomecista’. Comienza entonces su gestión como jefe civil y militar de Sabaneta. Y a partir de este momento, de acuerdo al testimonio que nos sirve el GP el 27 de abril de 1995, en la segunda de las 14 entrevistas contenidas en nuestro libro, pasa a ser propietario de miles de hectáreas. Específicamente señala la propiedad sobre La Marqueseña. Su origen se atribuye a la adquisición realizada por el Marqués de Pumar en 1795.

Las palabras del GP son muy claras: A principio de siglo esas tierras eran propiedad de mi bisabuelo Maisanta. Pero después del año 1914 él se alzó contra Gómez y se va a las guerrillas. Las tropas de Barinas sacan a la gente a plan de machete, quemaron los ranchos y confiscaron las tierras que pasaron a manos del gobierno. Esa finca ...“ha pasado de mano en mano. Pero mi abuelo, el hijo de Maisanta, murió peleando por esas tierras. Cuando murió, ya viejo, se había cansado de ir con abogados y documentos para rescatar esas tierras. Esos documentos deben estar en la familia.” (ABM, Habla el Comandante. Caracas, 1998, p.49).

Maisanta comienza a ser propietario cuando se le nombra funcionario del gobierno castrista. No se conoce, ni el GP exhibe, el título de propiedad de esa finca a nombre de su bisabuelo. El señala que su abuelo materno, el hijo de Maisanta y a quien ni siquiera identifica, anduvo con abogados y documentos haciendo gestiones para rescatar la propiedad, pero murió sin lograrlo. Sin embargo, reconoce que esas tierras pasaron de mano en mano y ...“Hoy en día creo que es de los Azpúrua”. Todo se reduce, en consecuencia, a señalar que esas tierras fueron propiedad de su bisabuelo y que luego pasaron de mano en mano hasta llegar a la situación actual.

Pero no puede perderse de vista que La Marqueseña tiene una significación especial para el actual héroe-mesias. Allí pisó Zamora, según testimonio de su abuela materna Rosa Inés y vivió en condición de propietario ese otro héroe que fue Maisanta. Por eso él, en cuanto tiene el poder, retoma la historia en el punto de su conveniencia para satisfacer su obsesión: lograr lo que no pudo su abuelo. De esta obsesión da fe Herma Marksman quien le escuchó al GP decirle a Isaías Baduel, tres años antes del 4F-92, que algún día rescataría esas tierras.

En la actualidad el GP dirige las acciones para el restablecimiento de la propiedad y hace aplicar la calificación de tierras baldías para facilitar la operación. En este sentido, el presidente del INTI señala que no fueron los descendientes directos de Pumar ...“sino un sobrino quien, por último, tuvo en sus manos estas tierras sin ninguna evidencia de papeles de registro de propiedad. Cabe destacar que en esa época los dueños de predios estaban obligados a registrar las tierras según lo establecido en el artículo 14 de la ley de 1821 y de no ser así las tierras pasaban a ser de la nación venezolana. Es decir, la cadena que notifica que se trata de una propiedad privada está rota, por lo tanto son tierras de la nación”. (EU, 15/09/05, p.2-2).

Si esto es así, el señor presidente es un embustero, desmentido por su propio subalterno: esas tierras nunca fueron de Maisanta y no es verdad tampoco que su abuelo andaba, documentos en manos, en diligencias para recuperar la hacienda. Esto quiere decir que cuando Gómez manda a sacar a ‘la gente de Maisanta’ a plan de machete de La Marqueseña procede a ‘recuperar’ unas tierras del Estado, cedidas a conveniencia a sus más leales servidores.

Para esta hora la decisión del GP es terminante: esa finca pasa a manos del Estado que es como decir a mis manos, para poner allí, por los momentos, un fundo Zamorano con el nombre de mi bisabuelo después ya veremos. Así actúa la “revolución”.

Por ello debe quedar bien establecido que más allá del caso que implica a Maisanta y La Marqueseña está la situación de autori-totalitarismo disfrazado de “democracia revolucionaria” ya montada en la construcción del llamado neosocialismo. No es cuestión de defender la propiedad privada de la tierra, permanentemente en manos de los mismos propietarios, sino de advertir que guerras como la socialista-marqueseña, conducen a situaciones que pueden llevarnos a multiplicar eventos de violencia y destrucción.
Agustín Blanco Muñoz

Publicado en La Razón, 18 de septiembre del 2005
abm333@gmail.com

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